Después de tantos meses, semanas y días, por fin el baile de graduación es esta misma noche, y así también volvió mi dilema de si estar emocionada o deprimida con todo esto.

Estoy a punto de dejar la secundaria y entrar a la Universidad que siempre he querido, eso es muy bueno y sé que lo es, pero también entra la tristeza y saber que estaré dejando un montón de personas atrás para empezar una nueva vida en la otra punta del país. Incluso con anticipación ando pensando en todas las despedidas que tendré que dar en unos días cuando sea el acto académico de la entrega de los diplomas de la escuela, porque mi vuelo saldrá a las horas ese mismo día.

De igual forma sé que debo dar mi mejor sonrisa en esto porque las fotos que me perseguirán para siempre en el futuro de esta noche no deben verse tristes porque la Olivia del futuro me querrá matar por poner esas caras.

LaToya y yo llevamos en mi habitación hace horas, mi papá contrató unas maquilladoras y estilistas para arreglarnos especialmente para este día, lo cual agradezco porque entre los nervios y miles de cosas más dentro de mi cabeza, mi pulso no serviría ni para hacer un mísero delineado sobre mis ojos. El vestido de mi mejor amiga es de color verde, mientras que yo he elegido uno violeta ya que es mi color preferido.

Las dos habíamos salido de compras juntas porque era necesario, ninguna pudo elegir que ponernos hasta pasado dos horas porque creo que nos probamos todos los vestidos de aquella tienda para encontrar el perfecto para cada una. Estoy segura que la empleada nos quería echar, sin embargo valió la pena porque estamos felices con el resultado. Aunque una decepción que me he llevado es que al parecer todos los de último año acordaron no llevar nada puesto con respecto a los años ochenta, más bien sus palabras exactas fueron "nos vamos a sacar fotos, no queremos arruinar eso" así que tuvimos que comprar vestidos de esta época para un baile que supone que era de una temática especifica.

Quien entiende a los adolescentes de hoy en día.

Volviendo a la actualidad, las estilistas y maquilladoras terminaron con su trabajo, así que una vez escucho la puerta cerrarse, giro sobre mi silla, LaToya imita mi acción, y nos vemos en el espejo con una gran sonrisa.

—Por lo menos las fotos se verán bien.

—Así es, ¿Sigues molesta por el cambio de ropa?— La morocha se levanta de la silla para tomar su vestido perfectamente colgado en mi armario.

—¡Por supuesto! Cuando alguien hace algo con una temática específica, la gente debe aceptarlo e ir con esa temática especifica.— Me levanto yo también para buscar mi vestido.— Además Graham fue quien convenció para que fuera de los ochenta.— Murmuro aquello último como si fuera un berrinche, escucho a LaToya reírse a la distancia.

—Todavía no puedo creer que sean novios, Liv, tu sueño desde segundo año y ahora irán al baile de graduación juntos más una adhesión que soy yo, ¿Cómo te sientes?

Giro sobre mis pies para verla abrazando mi vestido, me encojo de hombros fingiendo que no es la gran cosa, cuando en realidad es la cosa más grande que me ha pasado en la vida.

—Todavía sigue siendo como un sueño, es muy raro a veces pero sé que esto es lo que quise siempre así que es perfecto.

—Tu te ves como toda una niña enamorada.— Hace un puchero en lo que se encierra en el baño para poder cambiarse.

—¡Ojalá tu y Ben se arreglen esta noche!— Grito para que me escuche y yo aprovecho ahora mi habitación sola para cambiarme también.

—¡No lo menciones! Aun sigo muy enojada con él.— Contesta desde el otro lado y sonrío negando con la cabeza.

A pesar del enojo que ella sienta, o más bien ya no es ese sentimiento de manera especifica, sé que le duele y por eso se pone terca de esa manera, de igual forma siento que algo bueno pasará con ella y Ben esta noche. 

Me coloco el vestido con cuidado y me paro frente al espejo pasando mi mano por este acomodando lo mejor que puedo, doy una mirada rápida al reloj digital sobre mi mesa de luz y en veinte minutos tendremos que salir. Maldito nudo en el estómago, espero poder comer algo estando allí.

Escucho la puerta del baño abrirse, mi mejor amiga y yo nos vemos una a la otra, ambas nos abrazamos con fuerza poniéndonos de alguna manera muy sentimental gracias al baile de graduación. Nos colocamos nuestros tacones para terminar con la preparación y suelto un suspiro acomodando mi cabello sobre mis hombros.

—¡Hija! ¡Graham ya llegó!

—Oh Dios, no puedo bajar, me arrepiento, no iré al baile.— Una extraña sensación de nervios aparece en mi, LaToya no tarda en tomarme de los hombros y sacudirme, como hace de costumbre desde que tengo memoria para hacerme volver a la realidad.

—Te ves como una mismísima Diosa, y tu Dios griego te está esperando allí abajo para llevarte al baile de graduación, ¿De acuerdo? Respira conmigo.— Ambas inhalamos y exhalamos, eso ayuda muchísimo a poder relajarme un poquito.— ¿Estás mejor?

—Un poco, por suerte ya no quiero huir.

—Esa es mi Liv, ahora bajemos porque tus padres, los padres de Graham y los míos querrán sacar muchas fotos antes de irnos y no queremos llegar tarde.

—Tienes toda la razón, Gracias.

Ella es la primera en salir de la habitación, me quedo un par de segundos volviendo a tomar aire para soltarlo con lentitud, sacudo mi cabeza y ahora si, salgo de mi habitación caminando con seguridad. Por supuesto los aplausos y halagos no tardaron en escucharse cuando LaToya apareció frente a sus padres, giro en la esquina bajando las escaleras con lentitud por miedo a doblarme los tobillos por las plataformas, aunque esa preocupación desaparece cuando veo a Graham viéndome con una expresión maravillada, doy una pequeña sonrisa por fin dando con el último escalón hasta tocar el piso.

—Hey.— Digo primero colocándome al frente de él.

—Wow... Es que... Wow... — Es es lo único que sale de su boca, me río un poco tomando su mano.

—Tu también estás muy wow.

—No puedo creer que tu hija y mi hijo estén saliendo.— Escucho decir a la mamá de Graham mientras habla con la mía, enseguida me pongo al lado de él viendo a ambas hablar por lo bajo como si nosotros no pudiéramos escucharlos.

—Creí que no estaríamos vivas para verlos salir, ambos fueron muy tercos.— Dice mi mamá y enseguida llamo la atención de todos.

—¡Las fotos! Tomen las fotos, por favor, o se nos hará muy tarde.

—¡Pónganse los tres en la escalera! Luego individuales.— La mamá de LaToya nos muestra como colocarnos para posar.

—Y luego a la hermosa parejita.

—¡Mamá!— Me quejo en voz alta provocando que los adultos de la sala rieran por mi reacción nerviosa.

Como sea, los tres posamos juntos, algunas poses divertidas y otras más serias que serían parte de un cuadro en la sala de la casa como recuerdo. Luego continuamos con las individuales, en los que nos apoyamos y gritamos como si la persona allí al frente fuera famoso. Amo nuestra amistad y me da más tristeza la separación.

Y por último terminamos con las fotos de Graham y yo juntos, no me acostumbro que mi corazón lata tan fuerte cada vez que me da esas miradas de amor y los abrazos en la cintura... Si, definitivamente me va a doler.

—Bueno chicos, su auto está esperando afuera así que diviértanse mucho.

Cada uno de nosotros se despide de su mamá y salimos los tres de la casa para subirnos ahora al auto negro que mi papá rento para que podamos ir juntos. No está presente para ver a su hija en la graduación pero si para rentar un auto, después tendrá las fotos de su niña que verá y se arrepentirá de no estar aquí... Sonó un poco mal que lo diga de esa manera pero es verdad.

Durante el camino, como siempre, las risas y conversaciones sin sentido entre los tres, no faltaron. Estamos muy emocionados por esta noche y los recuerdos que haremos, es muy cursi lo sé sin embargo ahora tengo que hacer muchos de ellos.

El auto no tarda en estacionar frente al gimnasio de la escuela, de donde sale la música de los ochenta a todo volumen... Al menos mantuvieron eso, caminamos saludando a los demás chicos que entran junto con nosotros y no puedo evitar sonreír ante la decoración del lugar, se esforzaron realmente con todo esto. Por supuesto el equipo de basquetbol al momento que Graham entra, se avalanchan sobre él para saludarlo con emoción, pues claro, aun sigue siendo el más popular de toda la escuela.

—Lo siento por eso.— Me dice en lo que ambos vamos en busca de un asiento, hace unos segundos que perdí a LaToya de vista.

—No debes decir eso, te conozco hace muchos años, sé que eres el Dios Griego de toda la escuela y él más popular.— Digo con burla, los dos nos sentamos en una mesa vacía que tiene nuestros nombres junto con el de mi mejor amiga.

—Es porque ellos no me conocen dicen esas cosas, pero tu si lo haces.— Graham extiende su mano sobre la mesa para tomar la mía y ambos sonreímos.— Por cierto, hay algo que no te he contado... ¿Recuerdas a Mandy?

—Por supuesto que la recuerdo, ¿Qué sucedió con ella?— Frunzo el ceño confundida.

—Me confesó que ella sólo se acercó a mi para tener una recomendación de mi padre para que ella pudiera entrar a Harvard... 

—¿De verdad hizo eso? No lo esperaba de ella para ser sincera.

—¿Te soy sincero? Yo tampoco, de igual forma no tengo resentimientos con ella, a veces las personas toman medidas desesperadas en ciertos casos, ¿no crees?

Asiento con la cabeza un poco.

—Tienes toda la razón... — Estoy a punto de hacer la pregunta más idiota del mundo, sin embargo me retengo porque no quiero arruinar la noche.— ¿Quieres bailar y votar por el rey y la reina del baile?

—Estoy de acuerdo, aunque ambos sabemos que LaToya ganará.

—¡Ella lo hará! Y votaré mil veces si es necesario.

Graham y yo vamos de la mano hasta el centro de la pista para bailar en lo que todos nuestros compañeros se nos acercan a nosotros para formar una ronda. 

Tengo que admitir que después de todo, la noche se hizo perfecta, a medida que pasaba, las risas no faltaron y por supuesto, más y más fotos, ¡LaToya ganó la Reina del baile! Y algo aun más sorprendente es que Ben terminó siendo su Rey, quien por cierto si fue vestido como en los años ochenta, por unos momentos ella se hizo la difícil pero al final terminaron besándose en frente de todos cuando daban su baile de la realeza. Yo sabía que terminarían juntos de alguna manera u otra, como mi mejor amiga me dijo una vez "si es realmente así todo se solucionará y bien, no de una manera tóxica."

Siempre recalcando lo importante.

Por más que no quisiera que fuera así, el baile se me pasó más rápido de lo que quería, estamos en estos momentos con las últimas canciones, precisamente las lentas para que todos se fueran de apoco pero nadie pareciera querer hacerlo.

—¿Estás emocionada?— Me pregunta Graham a quien estoy aferrada mientras bailamos la canción, despego mi cabeza de su pecho para verlo.

—¿Sobre qué?

—La universidad.— Mi cara cambia por completo, él se animó a preguntar lo que yo no.

—Si, lo estoy.— Contesto con duda tratando de dar una sonrisa.

—Pero...

Ruedo los ojos.

—Odio que me conozcas tan bien.

—Por eso soy tu mejor amigo, y tu novio.— Amo ver su rostro orgulloso de decir esas palabras.— Pero en serio, ¿Cuál es tu "pero"?

—Mi "pero" es... Que tendré que dejar a muchas personas aquí, a LaToya, mi familia, a ti... — Bajo un poco la voz cuando digo esa última palabra.— Recién estamos empezando tu y yo, y ni siquiera sé si irás a la universidad o no.

Graham enseguida me da un abrazo que se lo devuelvo sin dudar.

—No te preocupes por mi, no te preocupes por nada, ¿Sabes por qué?— El castaño se aleja para tomarme de las mejillas haciéndome verlo a los ojos.— Porque eres una persona increíble, valiente y capaz de lograr lo que quieras. Y si, recién estamos empezando pero que nos separemos físicamente no significa que estaremos separados en lo absoluto, te amo Olivia.

—Te amo, Graham y siempre lo haré.

Los dos juntamos nuestras frentes una con la otra.

No estoy lista para la separación, no estoy lista para nada de esto pero si Graham confía en mi, es todo lo que necesito.

NUEVO CAP!! 

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