Estas últimas dos semanas han sido como vivir un sueño hecho realidad, Graham y yo empezamos a salir oficialmente como pareja y pues toda la gente que nos conocía parecía haber esperado eso hace mucho tiempo, así como yo. Me causó mucha gracia sus reacciones, todas fueron un "¡Por fin, ustedes dos!"  ni nada de "¡Oh por Dios, no me la esperaba!" Se ve que éramos demasiado obvios pero no para nosotros dos.

Con respecto a pasar el tiempo juntos es como si nunca hubiera perdido a mi mejor amigo, es más, todo esto de estar en una relación, parece habernos unido aun más que antes si es que eso es posible a estas alturas. Nada más que ahora se agregan los besos y las salidas son diferentes, buscamos impresionarnos uno al otro sin tener que fingir que no nos gustamos como antes, ahora no nos escondemos y demostramos como nos sentimos uno por el otro.

Repito, es como un sueño realidad para mi.

Sin embargo LaToya una vez más ha discutido con Ben, al parecer ella lo ha invitado al baile de graduación y le dijo que no por ir con su mejor amiga. Trato todo el tiempo de levantarle el ánimo porque sé que es un chico que le gusta mucho, de igual forma también sé que arreglaran pronto porque soy algo así como una bruja.

El sonido de los gritos provenientes del gimnasio me hacen volver a la realidad, hoy es el último partido del año para nosotros que estamos a punto de graduarnos, lo que significa que también es el último para el equipo de porristas.

—¿Estás lista para dar una última sacudida a todo esto?— Giro para ver a mi mejor amiga, quien asiente con la cabeza junto a una gran sonrisa.

—Nunca estuve más lista en mi vida como ahora.

Ambas chocamos los cincos, justo a tiempo antes de que las puertas del gimnasio se abrieran para dejarnos pasar a todo el equipo gritando con entusiasmo y dando piruetas en el proceso. Los gritos de los demás alumnos de la escuela no tardaron en unirse a nosotros demostrando apoyo a nuestro equipo de basquetbol, mientras que los visitantes están callados pues no quieren que nosotros ganáramos.

Las porristas nos ponemos a un lado para dejar paso a nuestro equipo quienes entran la gimnasio y enseguida mis ojos caen en Grahma, quien está todo sonriente y entusiasmado. En ese momento se gira para verme, me señala entre toda la gente y me guiña un ojo, muevo mi mano saludándolo con toda la emoción del mundo, es como si nunca fuera a acostumbrarme a este sentimiento y ojalá nunca hacerlo, porque me encanta emocionarme ante cada estúpida interacción entre nosotros.

Todo el equipo de porristas nos colocamos a un lado para que el equipo tuviera su último momento al frente de la escuela. Pasa un tiempo y pierdo a Graham de vista entre todas las personas en el centro, se me hace raro pero de igual forma no me preocupo, sigo moviendo los pompones en el aire sin dejar decaer la emoción y el ánimo. Y en ese preciso instante sucede lo inesperado, todas las luces se apagan de golpe dejando a todos confundidos y claro, los murmullos de no tener idea de qué se trata hace aun más confusa la situación.

—Y ahora hay una sorpresa para una persona aquí...— Una voz se hace presente en los altavoces lo que hace que todas las personas se quedaran en silencio.— ¿Olivia Nolan está aquí entre nosotros?— Frunzo el ceño confundida y doy un paso al frente para dejarme ver entre todo el equipo de porrista y enseguida un reflector cae en mi el cual me ciega por unos segundos.— ¡Allí está nuestra querida Olivia! 

Ahora otra luz se posiciona justo en el centro del gimnasio, sólo que esta vez la persona que está parada debajo de ella es Graham con un ukelele en sus manos y vestido de traje. Elevo ambas de mis cejas totalmente sorprendida sin saber que decir, sus manos comienzan a tocar una melodía que a la primera no reconozco, sin embargo cuando empieza a cantar río un poco entre los nervios y la emoción que me provoca.

Llevo mis manos a mi boca cubriendo estas sin dejar de sonreír debajo de estas, mis ojos no se desconectan de Graham quien empezó a cantar Love You Like a Love Song de Selena Gomez, él sabe perfectamente que ella es mi cantante favorita y así también sabe lo que está haciendo en frente de todo el mundo.  Dejo caer mis manos a los costados de mi cuerpo siguiendo la letra de la canción por lo bajo, él se acerca poco a poco a mi, manteniendo esa sonrisa y esa seguridad que tanto me encanta de él.

Unos segundos después se pone de rodilla en frente de mi dejando el ukelele en el suelo, juro que estoy a punto de llorar por este gesto.

—Graham, no tenías que hacer todo esto... — Digo con una gran sonrisa que no hay manera que nadie pueda borrármelo en este momento.

Él me toma de las manos.

—Por supuesto que tenía, hemos fingido tanto tiempo no sentir nada uno por el otro que voy a hacer todo lo posible cada segundo, cada minuto, cada hora, día y todo lo que hay, para demostrarte cuan enamorado estoy de ti... — Graham saca del bolsillo de su chaqueta una pequeña flor.— Olivia Nolan, ¿Irías al baile de graduación conmigo?

¡El baile! Me había olvidado por completo del baile de graduación, entre tantas distracciones y por distracciones me refiero a Graham, el baile era lo último que pasaba por mi cabeza.

Todas las personas empezaron a gritar porque escucharon la propuesta, porque antes del griterío todo el gimnasio estuvo en completo silencio viendo nuestra escena.

Asiento con la cabeza múltiples veces.

—¡Si! Graham, iré al baile contigo.— Contesto, él se levanta y me abraza con fuerza, a tal punto de levantarme por los aires y hacernos girar a ambos.

Tomo de la mejilla a Graham aun en el aire para poder besar sus labios con dulzura, ninguno de nosotros puede dejar de sonreír.

—No sabía que tocabas el ukelele.— Murmuro mientras que él me deja con cuidado en el suelo otra vez.

—No sabía, aprendí para este momento.— Dice acariciando mi mejilla viéndome a los ojos.— ¿Cómo lo hice?

—Muy bien, cantando esa canción me ganaste por completo.

—Sabía que te gustaría, ahora debemos irnos que el partido empezará y sino el equipo contrario nos empezaran a tirar tomates.

Cierto, aun estamos en medio de un gran partido. Entre risas ambos nos alejamos, pero Graham saluda a todos y levanta el dedo pulgar dando a entender que todo estaba bien, muerdo mi labio inferior negando con la cabeza entre risas.

El partido continúo como debería después de la gran propuesta de Graham que definitivamente no me esperaba, de igual manera parece seguir sorprendiéndome todo el tiempo incluso entre tantos años que nos conocemos. Todo esto es nuevo para mi así que si, cada acción que haga, será la primera vez para mi y de las cosas más lindas porque todo viene de él.

Por supuesto los Bulldogs ganaron su último partido antes de la graduación y no podríamos estar aun más felices de lo que ya estábamos ahora mismo. Voy a extrañar toda esta euforia detrás de cada partido, perdida o ganancia, siempre hubo y habrá apoyo entre todos, más que nada entre los Everest por supuesto, aun sigo sin saber quien nos puso ese nombre pero bueno.

Reviso mi celular en lo que espero a Graham en los pasillos de la escuela, que están vacíos a estas horas, mientras él se ducha ya que ni loca lo dejaría abrazarme con todo el sudor encima.

—¿Ya estás lista para irnos?— Él aparece haciendo sonar la puerta del gran gimnasio, asiento con la cabeza guardando mi celular en el bolsillo.

—Vamos.— Extiendo mi mano para tomar la suya y entrelazar nuestros dedos.— Todavía no puedo creer que hayas preparado todo eso para invitarme al baile, ¿Quién te dio la idea?

Graham se encoje de hombros con una gran sonrisa en lo que avanzamos por los pasillos en nuestro camino a la salida.

—Yo mismo, ¿Me creerías si dijera que planeaba invitarte de todas formas sin importar si empezábamos a salir o no?— Elevo ambas cejas sin poder creer lo que mis oídos están escuchando.— Así es, si hubiera sido como amigo o ahora novios... — Dijo novios, voy a explotar de emoción.— Quería y quiero pasar el baile de graduación con la persona más especial que tengo a mi lado.

—Y pensar que yo creí que esto era un loco y estúpido amor lo que sentía por ti, algo muy adolescente. 

— De igual forma, lo fue por muchos años, para ambos, no lo olvides.

Asiento riendo.

—Si lo fue, pero me alegra que llegáramos a esto.— Lo detengo para tomarlo de las mejillas y darle un corto beso en sus labios.— Me encanta esto.

—A mi me encantas tu.

¿Escuchan eso? Es mi corazón a punto de salirse de mi pecho ante tanta emoción y felicidad que me hace sentir Graham con cada palabra que dice.

Los dos salimos de la escuela, allí veo a LaToya parada al lado de mi auto quien me esperaba a mi mientras yo esperaba a Graham. Ella nos sonríe a ambos.

—¿Listos? Tengo muchas ganas de ir a comer pizza.— Da un aplauso como una niña pequeña.

—Si, pero hay algo que queríamos decirte primero.— Sonrío a mi mejor amiga quien nos mira con sospecha a ambos.— Dile, Graham.

—Bueno, Liv aquí vino con la idea hace unos segundos y yo estoy totalmente de acuerdo así que, queríamos que vinieras al baile con nosotros.

—Esperen, ¿Con ustedes?— LaToya está aun más confundida.

—¡Claro! Dado a que no tienes una cita, no quería que fueras sola a poco tiempo que falta, podemos bailar, prepararnos en mi casa y Graham nos escoltará a nosotras por la entrada al baile y ser las más lindas allí, pero juntas.— Le explico en lo que ella escucha atentamente y su ceño fruncido a causa de la confusión, comienza a desaparecer.— ¿Qué te parece? ¿Estás dentro?

Mi mejor amiga rebota su mirada entre ambos, asiente con la cabeza sonriendo.

—Estoy dentro, además lo mejor de tener un acompañante es tener dos grandes amigos conmigo. Además, voy a ser la Reina del Baile, no puedo entrar sola allí.

—Ya ya, cálmese señora realeza.— Graham dice entre risas.

—Ahora si, vamos por esas pizzas.

Nos subimos al auto en dirección a la pizzería que tanto nos gusta, y en lo que avanzamos, miro a cada uno a través de los espejos en lo que conduzco, dándome cuenta que esto dentro de poco terminará y seguirá lo que más me aterra, lo cual no he hablado con ninguno de ellos: La universidad.

Si, le robé la escena a la película de "Como crear al chico ideal" no me juzguen LAJDAS

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