Tres.
Felix entró a su casa con las bolsas de Doritos y la coca cola de un litro para cuando llegue Jisung.
No iba a negarlo, se sintió muy extraño en la tienda, pero lo iba a dejar pasar.
Colocó lo que compró en la mesa del comedor y encendió la televisión para mirarla mientras esperaba a Jisung.
El timbre sonó luego de unos cuantos minutos y Felix se paró para abrir la puerta.
— ¡Lixie! — Jisung se abalanzó sobre su amigo apenas este abrió la puerta.
— Sung, estás actuando como si no nos hubiéramos visto en un mes.
— ¿Perdón? No nos vemos hace un día, casi me da algo.
Felix rió y cerró la puerta apenas Jisung entró a su casa.
— ¿No crees que le vendría bien una pintada a estas paredes? — dijo Jisung.
— Lo dices porque hace una semana derramaste jugo de mora en mi pared blanca.
— ¿Yo? ¿Derramar? ¿Jugo de mora? No sé de qué estás hablando.
Felix tomó los Doritos y la Coca Cola y lo dejó encima de la mesa de la sala.
Fue a su cocina y tomó una taza para Jisung y buscó una para él.
¿Es en serio? ¿Mi taza favorita no está limpia? Pensó.
Que pereza lavar.
Buscó una taza y elegió la que hace unos días había llegado a la puerta de su casa por sorpresa, esa que iba junto a la foto de la parada del bus.
— ¿Vemos una película? — preguntó Jisung apenas vio a Felix viniendo de la cocina.
— Claro — Felix le pasó la taza de pollo a Jisung, que justamente había comprado para cuando Jisung viniera a su casa.
También tenía una para Jeongin, era de un zorro muy bonito que le hacía recordar a su amigo.
— ¿Que peli quieres ver? — preguntó Felix.
— No lo sé, con tal de que sea buena está bien.
Felix asintió.
Jisung miró a su alrededor hasta que sus ojos cayeron en una caja que estaba en una mesa justo al lado de él.
Miró que había dentro de la caja y después le preguntó a Felix:
— ¿Por qué tienes una foto de una parada del bus?
Felix lo miró y le respondió: — No lo sé, hace como cuatro o cinco días me llegó una caja con una taza y una foto de una parada del bus. Incluso estoy usando la taza ahora.
Jisung se extrañó.
— ¿Y por qué pediste eso?
— No lo pedí, me llegó de la nada y decía mi nombre, supongo que es un regalo de algún vecino o algo así.
Jisung asintió, pero había algo que no le daba buena vibra.
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