Llevaba sólo una semana siendo el asistente personal de Min Yoongi y Jimin no cabía de felicidad, raramente se le pedía hablar y su trabajo no era tan estresante como le decían los demás empleados y que él simplemente correspondía con una sonrisa tímida en su rostro.

Jimin había aprendido en el transcurso de esa semana, mucho acerca de su jefe.

Para Jimin Yoongi era un enigma muy guapo. Él no era ciego como para no darse cuenta de lo guapo y atractivo que era su jefe.

Cada que él lo acompañaba a las reuniones que se realizaban, veía siempre aquellas miradas de hambre en las mujeres que estaban en la mesa.

O como que cada que ellos extrañamente llegaban juntos a la empresa, la recepcionista se comía con la mirada a Yoongi y le daba una de puro odio a él.

Había escuchado muchos rumores en la empresa durante su corta estadía en ella.

Como que la antigua asistente había renunciado al tercer día, o como que en general ningún asistente duraba más de una semana trabajando para Yoongi.

Pero él estaba por cumplir dos semanas y no sentía ánimos como para renunciar. Su jefe lo trataba como cualquier empleado, no habían tratos especiales o regaños sin sentido.

El CEO Min Yoongi era alguien amable hacía los ojos de un inocente Jimin.

— Jimin por favor, trae el balance de marketing y también el informe de ventas y administración —el castaño escucho el pedido a través del intercomunicador.

Presiono el botón aclaro su voz, no quería decir algo incoherente—. Esh-ta bien.

Mordio su labio inferior, había estado tan cerca de hablar correctamente, pero el nerviosismo le había atacado de nuevo.

Suspiro y tomó las tres carpetas azules en donde estaba organizadamente el balance, de marketing y los informes de ventas y administración que él había corregido al pie de la letra.

Se dirigió en completo silencio hacia las enormes puertas y sin tocar se adentró en la oficina del CEO.

Camino un poco más seguro hacía el escritorio y depósito cuidadosamente las carpetas en el espacio vacío al lado del computador de él pálido.

— E-estan od-ganizados co-dectamente —dijo torpemente, sonrojándose por sus tartamudeós.

Yoongi no se inmutó y no le Importo aspecto alguno de si Jimin se había trabado al hablar o no, eso a él no le importaba en lo más mínimo.

Para él lo importante en Jimin era su sangre y sólo eso.

— Gracias, puedes retirarte —dijo aún sin levantar la vista de unos papeles, Jimin asintió y cuando se disponía salir Yoongi volvió a hablar—. Hoy puedes irte antes, tengo una reunión con el vice presidente y no es necesario tu presencia.

— Ok, grashias —dijo sonriendo, y saliendo de la oficina.

Yoongi alzó la mirada hacia las ventanas que dividían su oficina con la de Jimin y suspiro.

El aroma del humano lo estaba volviendo loco, cada día ponía en juego su total auto control para no estampar el cuerpo de aquel castaño y beber de su sangre.

La abstinencia de sangre le comenzaba a pasar factura, quizás debía salir a algún antro y beber un poco de alguna o alguno bueno para nada.

— Hola mamá —saludo Jimin, entrando a aquella habitación blanca, donde su madre estaba postrada.

Ella al verlo sonrio y dejó el libro de "existencia y tiempo" aún lado para abrir sus brazos, esperando un abrazo amoroso de su hijo.

— Mi jiminnie, estas muy guapo cielo —dijo ella mientras acariciaba la espalda de su hijo—. Tae me dijo que estas trabajando en Min Interprise.

Jimin asintió feliz—. Él señod Min es muy a-amab-ble —no le importo si se equivocaba hablando, estaba con su mamá y ella no lo juzgaría ni nada por el estilo.

Min young sonrió de ver cuan entusiasta sonaba su hijo y beso la frente de este.

— Me alegro minnie, debe de ser muy amable si no ha puesto un pero por tu habla —dijo ella, no queriendo hablar mucho sobre aquel tema.

Jimin asintió y se sentó en el banco cerca de la cama de su madre, tomando su mano entre las de él.

— Él es ca-llado, dara-mente habla, él no m-me pide que yo ha-hable musho —comento Jimin, observando sus manos unidas a las de su mamá—. Es un...una buena pedsona.

La castaña asintió, sabía que ella estaba siendo una carga para su hijo, pero aunque ella le pidió que le dejara que si ella moría moriría feliz, Jimin se negó a ello, llorando y rogándole que no le dejara sólo, que no fuera como papá.

Min young odiaba sentirse una carga, pero el cáncer había aparecido tan inesperadamente, y aunque lo detecto a tiempo sabía que las quimioterapias y los medicamentos eran exageradamente caros, le pesaba saber que Jimin renunciaba a muchas cosas por pagar las facturas del hospital y las de la casa.

Pero ella saldría de esta, costase lo que costase. Debía proteger a Jimin, nadie debía de descubrir de quien era hijo Jimin y mucho menos que tipo de sangre poseía él.

— Hoy Tae trajo a mi nieto —comento ella feliz—. Esta muy grande ya mi chiquito.

Jimin asintió, escuchando todo lo que su madre le comentaba acerca de la visita de Tae y su hijo Alec.

— Te juro amigó mío que esto no me habia pasado nunca —comento el pálido mientras hablaba con el peli negro sentado frente a él.

— Exactamente, que es lo que te pasa con tu muevo asistente? —pregunto.

— Ese es el problema, no se que mierdas me pasa —el otro inclinó la cabeza hacia un lado no entendiendo nada—, es que joder con su maldito aroma, y su sangre. Mierda~

El otro se atraganto con su trago de vodka, casi escupiéndolo y viendo ceñudo a Yoongi.

— Lo mordiste?.

— Joder no, pero ganas no me faltan, Nam.

— Entonces, como está eso de su sangre? —pregunto el moreno ahora, interesado en ello.

— cuando le tendí mi horario el se cortó con el filo de la hoja y puta, te confieso que casi vuelo el escritorio a la mierda cuando sentí ese olor provenir de él.

Namjoon río bajo—. Si hubieras hecho eso, posiblemente el hubiese salido corriendo o se hubiese desmayado del susto, debes controlarte. Bro~

Yoongi bufo molesto y tomó de su trago de un solo—, crees que no lo he estado haciendo todos estos malditos días? —chasqueo la lengua, visiblemente molestó—. Ha sido una tortura cada día que lo veo y que me sonríe, o cada vez que se equivoca en pronunciar alguna palabra, me ha sido difícil no tomarlo de su cuello y clavarle mis colmillos.

Namjoon observó aquél semblante molesto de su amigo, era la primera vez dentro de tantos años que lo veía actuar así, exasperado, necesitado, molesto y confundido.

Porque para ellos era jodidamente difícil el sentir la atracción hacia un solo humano sólo por su sangre.

Namjoon tomo el último sorbo de su bebida y observó a Yoongi morder su labio inferior.

— Tú lo que necesitas es un buen polvo —Yoongi le vio incrédulo—. Hay un nuevo antro a unas cuantas calles de aquí, se llama "Diábolos" podemos ir y cazar un poco, no crees?

Pensándolo bien la idea de Namjoon sonaba tentadora, tal vez si cazaba un poco y tenia un buen polvo, se iba a olvidar de su asistente, humano. ¡¡Humano.!!

Era un simple humano, por dios.

Asintió hacía su amigo y este le sonrio complacido.

— Yes~ —festejo el otro vampiro—, nos vamos de cacería, Oh si.

Yoongi negó ante la mini celebración de su amigo y se levantó del sofá.

Una noche en un antro, con una buena presa era lo que su añejado cuerpo necesitaba, para olvidarse del sabor de su asistente Park Jimin.

Necesitaba dejar de pensar en él, el chico sólo era un Simple humano, debía olvidarlo. Si o si.

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NO me pidan actualizaciones aún no defino el día para actualizar esta historia, así que paciencia.

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Nos leemos pronto!!

MinMin!!♥️🖤