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O1

Jimin sabía qué, ser asistente conllevaba muchas cosas, y una de esas cosas era hablar.

Pensándolo bien, él podía salir del hall y correr hacia la salida. No estaba tan lejos.

Pero sus pies no se movieron, si quería ganar un buen dinero debía trabajar allí, en aquella enorme empresa, situada al centro de New York.

Cuando Tae le había comentado de que, su cuñado estaba necesitando un nuevo asistente, Jimin no lo pensó dos veces y se lanzó hacia su hermano, diciéndole que si, que él podía ser aquel asistente que estaban necesitando.

Esta nervioso, porque tiene que presentarse y aunque ha practicado toda la tarde del día anterior, se siente un poco tonto y nervioso.

Él es conocedor de que empresa es a la que está aplicando, todos en Estados Unidos conocen de Min Interprise, todos quieren aplicar a trabajar en tan prestigiosa empresa de informática. Pero no todos pasan las pruebas que la empresa y el jefe de aquel lugar Impone.

Jimin sabe que Taehyung ha intercedido por él y ha hablado con el dueño, después de todo es su "cuñado" como Tae suele llamarlo.

El observa como la recepcionista lo ve de pies a cabeza, mientras realiza la dichosa llamada hacia el presidente del lugar. (Eso supone que hace, según Jimin)

Jimin la ve apretar fuertemente su mandíbula mientras asiente.

Trabajar en Min Interprise es tener la lotería en el bolsillo, todos, absolutamente todos ganan alrededor de cinco mil a siete mil dólares al mes, con ese dinero Jimin podría darse el lujo de comprar ropa nueva, pagar las deudas del hospital y todavía le sobraría para comida.

Ansía tanto poder trabajar en aquel lugar, sólo tiene un inconveniente, su falta de habla.

Han sido años intentando hablar fluidamente el inglés, es su idioma pero aún así, lo siente tan difícil, maneja bien la escritura, él lo entiende y eso, pero hablarlo, el que él hablé es un reto muy alto.

Tiene miedo de su voz, él no fue siempre un discapacitado del habla, no es mudo ni mucho menos sordo, pero desde aquel accidente hace diez años su voz se había ido.

Observa como la señorita le hace un gesto, pidiéndole que se acerque. Él lo hace tímidamente, jugando con sus manos nerviosamente.

— El señor Min lo está esperando —avisa, su tono siendo tosco, como si le molestara la sola presencia de él.

Jimin asiente, suelta un suspiro y abre sus labios para agradecer con palabras, como es debido—. G-graci-as!

Sus palabras saliendo atropelladas en torpeza, sus mejillas adquiriendo aquel distintivo tono rosado, la recepcionista sonrio fácilmente mientras le hablaba.

— El último piso —informa.

Jimin asiente y se dirige hacia el ascensor, aferrándose al sobre de manila donde está su currículum, todo por si acaso.

Presiona el botón esperando que las puertas se habrán, el distintivo sonido se deja escuchar y las puertas de aquel ascensor se abren, Jimin entra y busca el panel con los botones y los número de los pisos, supone que el último es el piso veinte.

Lo presiona y las puertas se cierran inmediatamente. Suspira nervioso y se ve en aquel espejo tras él que está en el ascensor.

Esta vistiendo el traje que Taehyung le había regalado hace dos años, el único traje que tiene, porque no tiene dinero suficiente para costearse otro.

Su madre consume casi todo el dinero que Taehyung les manda. Y él no había podido encontrar trabajo, todos ponían cara de sufrimiento al ver su defecto, cerrándole las puertas en la cara.

Jimin quería llorar, realmente si no conseguía este trabajo estará perdido, las quimioterapias eran tan caras, y el medicamento adicional lo era aún más.

Las puertas del ascensor se abrieron, dejando ver un piso totalmente en silencio, sólo se escuchaban el sonido del teclado de las computadoras, ni una risa humana.

Salió de el y se encaminó nervioso hacia el escritorio donde una Señora con lentes estaba enfrascada en escribir como rayó.

Carraspeo intentando llamar su atención, ella le vio alzando una ceja, mientras dejaba de teclear en la computadora.

— Tienes cita jovencito? —pregunto ella amablemente.

Jimin trago el nudo en su garganta, y rogando al cielo que su voz se escuchara coherente.

— T-trabajo, ummmm, C-cida —maldijo cuando no dijo bien la "t" y la pronunció como "d".

La señora sonrio y tomó el teléfono, marcando de seguro a su jefe.

— Señor Min, el joven que está postulándose al trabajo de asistente, está aquí —informo, Jimin trago grueso—, está bien, yo le informó.

Corto la llamada y volteo a ver a Jimin, ella sonrió amablemente. La señora esa le agradaba.

— Dice que pases, —El castaño asintió, más nervioso de lo común, al parecer ella lo notó y hablo antes de que Jimin entrará a la oficina de Min—, cariño, te doy un consejo —Jimin asintió—. Cuando entres no hables, el señor Min odia el ruido, el tiene unos buenos oidos, así que espera pacientemente a que él te hablé, ok?.

Jimin asintió feliz, eso era un gran dato, porque así el podría practicar mudamente su habla antes de enfrentarse al dueño y cometer algún error al hablar.

— M-much-as g-graci-as —pronuncio.

— No es nada cariño, suerte —animo ella.

Jimin se volteo y camino a pasos lentos hacia aquellas dos grandes puertas color marrón, armándose de valor tocó suavemente.

Escuchando como una voz gruesa, que erizo cada parte de su cuerpo, decía "Adelante".

Abrió cuidadosamente aquella puerta y entró, topándose con una oficina común y corriente, sólo que tenía cortinas negras transparentes y no blancas como normalmente la gente pone.

Topándose con un gran escritorio en el centro y una figura situada en el centro, escribiendo no sabe que.

Cerro la puerta y camino ha pasos lentos hasta quedarse de pie frente aquel escritorio, esperando que su presencia fuese notada.

— Toma asiento —dijo aquel hombre.

Jimin obedientemente hizo caso y se sentó en aquella silla frente a él, sintiéndose intimidado sin razon alguna.

Aquel hombre dejo de escribir, y se incorporo ahora quedando frente a Jimin, quitando sus lentes y dejándolas sobre los papeles que estaba haciendo.

Jimin trago grueso, se sintió chiquito ante aquella mirada escrutiniadora que lo observaba, aquellos ojos negros cual noche sin luna le observaban atentamente.

— Taehyung me ha dicho que es tu hermano mayor, es eso cierto? —Jimin asintió, no teniendo el valor de hablar—. Bien, me dijo también que eres bueno en todo lo que haces.

Volvió a asentir, él aprendía rápido, así que si, se podría decir que él era bueno en lo que hacía.

— Traes tu currículum —El castaño asintió y le tendió el sobre de manila a Yoongi quien lo tomo y abrió para sacar el contenido de dentro de él.

Jimin observó cada gesto de aquel hombre pálido cual hoja de papel makel, viendo detenidamente su rostro, su nariz y sus labios, rosados o quizás medios rojizos, el cabello negro pero se veía brillante, y la contextura del cuerpo se veia como la de un hombre normal que hace ejercicio una vez al mes.

— ummmm —ese sonido lo regresó a la realidad—, tienes una ingenería en diseño gráfico —Jimin asintio, amaba el diseño gráfico, pero ninguna empresa le contrato—. Interesante, también sabes Coreano no? —Jimin dijo un tenue "si", Yoongi alzó su mirada.

Dentro de lo que cabe aquella entrevista de trabajo, él había pensando que aquel joven era mudo o quizás muy tímido para hablar, pero ahora que lo escuchaba había más que eso.

— Eres de pocas palabras no es así?

— Y-yo, si...  señor —hablo, agradeciéndo el no haberse equivocado en ninguna palabra.

— Eso me agrada, odio el ruido por lo tanto normalmente este piso siempre está en completo silencio, soy muy sensitivo así que siempre que contrato gente nueva pido absolutamente silencio —Jimin asintió ante ello—. Crees poder mantenerte callado, y sólo centrarte en organizar mi agenda y hacer los balances en ecxel y actualizar las bases de datos?

Jimin estaba boquiabierto, eso significaba que tenía el trabajo verdad?.

— Yo, pued-do hacer es-so —dijo feliz, Yoongi asintió y llevo una de sus manos hacia el puente de la nariz.

— Bien, eso me gusta, puedes empezar mañana a las siete y media —dijo Yoongi—. Ve con sara ella te llevará hacia donde te harán la foto para la credencial, mañana empezarás con algo simple que te daré una vez yo este presente, bien?.

Jimin asintió felizmente, quería llorar, pero algo más que llorar, quería correr a los brazos de su jefe y darle un abrazo en agradecimiento, era el primer hombre que le daba un trabajo, y aunque no era algo acerca de su especialidad, era un buen trabajo que proporcionaría buen dinero para los gastos del hospital.

En cambio se levantó de la silla y le sonrio a su nuevo jefe, Yoongi vio felicidad en aquellos ojos cafés cual chocolate, y poniéndose de pie él también extendió la mano hacia Jimin.

Sin dudarlo dos veces, Jimin estrecho su pequeña mano con aquella mano que era más grande que la suya, sintiendo una pequeña electricidad recorrer de su mano hacia todo su cuerpo, su sangre burbujeante.

Yoongi fruncio el entrecejo, era la primera vez que esto le estaba pasando.

Cuando sus manos dejaron de estrecharse, Jimin se inclinó y dijo un "Gr-grachias" avergonzándose por su mala pronunciación, Yoongi ni siquiera le había prestado atención, estando demasiado absorto en el hormigueo de su sangre.

Yoongi le extendió un papel donde estaba el horario de trabajo de la empresa, justo cuando Jimin lo tomo el filo de aquella pequeña esquina le hizo sangrar, dejando caer una gota sobre el escritorio color caoba de yoongi.

— Oh, yo... Si-siento, yo um.... voy, a... sara... —tartamudeo nervioso, chupando el dedo que tenía la pequeña cortada.

Yoongi no le contestó, así que Jimin tomo el silencio como una indirecta de "Sal" así que se llevó la hoja con el horario y con una tenue voz murmuró un "Hasta ma-ñanna" y dejó sólo a Yoongi en la oficina.

Una vez sólo Yoongi inhaló en al aire el delicioso aroma de aquella sangre, sintiendo prontamente apetito.

Mostrando inconscientemente sus colmillos, sus ojos ahora colorados de un rojo dorado.

Llevo el dedo índice hacía aquella pequeña gota de sangre y presiono su dedo, limpio el lugar donde estaba llevo su dedo hacia su boca, saboreando el sabor de aquella sangre, tenuemente dulce, muy dulce que le encantó a su paladar.

Su lengua barrio su dedo, degustando el sabor y el olor de aquella sangre, su frío corazón agitándose por la adrenalina que le proporcionó aquella pequeña porción de sangre.

Él jamás había probado una sangre tan exquisita como la de su nuevo asistente.

Tenerlo cerca sería realmente interesante. Pensó Yoongi dejándose caer nuevamente en la silla giratoria, tomo la hoja de vida de Jimin y se quedó observando aquella foto.

Lo admitía, aquel humano era hermoso, si solo una gota de su sangre lo había excitado tanto, no digamos una buena porción de ella pasando por su garganta.

El solo pensar aquello le erizó la piel, bien. Digamos que él había encontrado algo nuevo que lo satisfacería mucho más que la sangre mundana que se conseguía en los antros de mala muerte.

Park Jimin, interesante. Sería interesante trabajar con el humano de sangre deliciosa.

— Veamos cuanto tardas en caer Park Jimin.

No te olvides de votar y comentar!!♥️

Me quedo algo kk porque se me borró el doc original🙂🙂

NO pidan actualizaciones okis, paciencia Por FAVOR.

Espero os guste, esto irá de a poco.

Nos leemos pronto.

MinMin☀️

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