Favor de votar y comentar, es fácil de hacer.

El fuerte llanto los despertó rápidamente, y ambos se sentaron sobre la cama con los ojos medio abiertos por el sueño.

JiMin se dejó caer nuevamente sobre la mullida cama y está vez fue YoonGi quien se levantó perezosamente de la comodidad de su cama.

— Yo-yo voy —bostezo el vampiro, estirando sus brazos hacia el techo del cuarto.

JiMin murmuro algo inentendible y sólo se hizo un ovillo en la cama, cubriéndose hasta la cabeza con las mantas y gruñendo bajito.

YoonGi salió a pasos lentos hasta la habitación donde dormía el pequeño Kael. Parpadeo rápidamente cuando se percató que la puerta aún estaba cerrada y el pensaba entrar de un solo.

Hubiera sido un buen golpe en su frente.

Habían pasado tan solo un mes desde el parto de JiMin, y todas las noches eran iguales.

Quién hubiera pensando que cuidar de un bebé sería pan comido.

Era un martirio para él que amaba dormir plácidamente todas las noches.

Pero desde la llegada de su hijo, sus noches durmiendo se habían vuelto suspendidas, porque, o lloraba porque tenía hambre o porque tenía sucio el pañal.

Realmente YoonGi admiraba a las madres que lidiaban con todo esto todos los días como si nada. Él sentía que desfallecería algún día, aunque era vampiro, cuidar de su hijo era agotador. Aunque lo amaba igualmente.

Sacudiendo su cabeza se adentro en la habitación del pequeño Kael y observó a su hijo sollozar ahora en bajito mientras chupaba de su dedo, la nariz la tenía roja y sus pestañas estaban húmedas por el llanto reciente.

Y no puede evitar pensar que su pequeño crece bastante rápido.

Ahora cuando lo cargaba parecía que cargaba a un bebé de unos cinco meses o no uno de un mes de nacido.

Se agachó y cargó al pequeño en sus brazos, Kael pronto dejo de sollozar y refrego su naricita de botón en la camisa algodonada que estaba usando YoonGi esa noche.

No sabe cuánto tiempo estuvo de pie meciéndo al pequeño, cuando por fin escucho los suspiros dormidos de su hijo, suspiro él por fin. Y teniendo sumo cuidado depósito nuevamente a Kael en la cuna.

Cuando se dio la vuelta, JiMin estaba en el marco de la puerta con sus brazos cruzados y una sonrisa en su caso rostro.

— Pensé que dormías —dijo en un susurro YoonGi.

— No puedo dormir si no estás a mi lado —contesto en un susurro el vampiro mayor.

Saliendo de la habitación y cerrando lentamente la puerta tras él.

Una vez en la habitación nuevamente, YoonGi abrazo por la espalda al castaño y dejo pequeños besos en su cuello y la marca fresca de sus colmillos.

— Estas nervioso? —pregunto YoonGi.

JiMin inhaló profundamente y luego dejo salir el respiró retenido.

— Sólo un poco —sincero—. Después de todo, no todos los días se puede casar con un Conde —bromeo el menor, YoonGi apretó su agarre y lamió el lóbulo de su oreja, arrancandole un gemido quedito a JiMin.

— Esto es sólo por formalidad, después de todo ya nos casamos por civil ante las leyes humanas —expreso calmadamente el mayor.

JiMin asintió comprendiendo. —Aun así, me pone nervioso porque habrán muchos vampiros viendo —arrugó su nariz tiernamente.

— Hubiera querido darte la privacidad que deseas, pero al ser yo el conde de los vampiros, no puedo dejarlos por fuera. Son las leyes —expreso pesadamente.

— No me estoy quejando hyung, no te confundas. Lo que pasa es que se que aún hay vampiros que no me aceptan por tener sangre paladín —expreso el castaño. YoonGi negó.

— No les tienes que agradar a ellos, su opinión no me importa, me importas sólo tú y nuestro hijo. Y claro, la familia y amigos cercanos también —afianzó su agarre y enterro su nariz en la curvatura de su cuello.

JiMin rió bajito y se giró para quedar acostado sobre el pecho del mayor. —Bien, entonces descansamos, que dentro de unas horas amanecerá y será un día pesado.

Si, JiMin tenía razón. Porque dentro de unas horas más, JiMin sería oficialmente frente a todas en la alcurnia, Min JiMin, esposo y cónyuge del Conde Min YoonGi.

La puerta fue tocada brevemente y luego la figura de una mujer con un gorro de nylon se adentro en la habitación.

— Hola mamá —saludo con nerviosismo el castaño.

Young Min sonrió cariñosamente y se sentó al lado de su hijo, en aquella espaciosa cama.

— nervioso ¿eh? Te entiendo, yo estaba igual o peor cuando me estaba casando con tu padre, y mira que ya tenía tres meses de embarazo para ese entonces —converso ella entre risas.

»— Tranquilo JiMinnie, todo estará bien, sólo ignora a los que te observan y centra únicamente tu vista en YoonGi, él es quien importa —alentó la mujer, dándole pequeñas caricias a la mano de su hijo—. Una madre siempre sueña con este día, primero TaeHyung, aunque bueno ya sabemos como acabo, ahora tú. JiMin, quiero que me primeras que pase lo que pase, nunca dejen que las mentiras o las inseguridades se interpongan en su matrimonio, su felicidad es mi prioridad.

— Y mía también —Hablo SeoJoon, entrando en la habitación donde estaban ellos dos—. Como dijo tu madre JiMinnie, se sincero siempre y nunca te guardés nada en tu corazón, la confianza siempre es importante en un matrimonio.

Y JiMin agradeció el hecho de que sus padres estaban allí para apoyarle, para darle ánimos y hacerle saber que pase lo que pase siempre contará con ellos.

— JiMin-ssi, ya es hora —SeokJin les hablo desde el otro lado de la puerta.

El castaño inhaló profundamente y se puso de pié, SeoJoon abrió la puerta y salió, seguido de Young Min. Ambos esperando a JiMin fuera de la habitación.

Mientras tanto en la sala de aquel Capitolio, YoonGi estaba que sentía que la corbata que estaba usando le estaba apretando el cuello.

— Min YoonGi calmate ya —pidio GeRa, alzando una ceja en su dirección.

— Hey bro, calmate, pareces pavo en un horno —bromeo NamJoon y YoonGi le dio una mala mirada.

Todos estaban reunidos en aquella enorme sala del Capitolio. GeRa y Yue estaban sentadas en las primeras bancas, a la par de ellas estában HoSeok, su padre y pareja y también YoungJo. Mientras que al otro lado, el izquierdo, estaban TaeHyung cargando a KaelWang, JungKook con Alec en su regazo, NamJoon y recién sentándose ahora SeokJin.

Fue sólo cuestión de segundos antes de que las grandes puertas se abrieran y dieran pasó a JiMin y sus padres.

Los cuchicheos no se tardaron mientras JiMin avanzaba hacia el altar, donde YoonGi y uno del concejal les esperaba.

— Cuidalo, que te estoy entregando mi tesoro —pidio SeoJoon depositando la mano de JiMin sobre la suya. YoonGi asintió y apretó su agarre, Young Min sólo les sonrió a ambos y luego ambos se encaminaron a la banca donde estaban SeokJin y los demás.

Ambos se sonrieron y luego se giraron para estar frente al concejal, dando así inicio a la ceremonia.

Al ser una ceremonia vampiro, los hábitos eran diferentes de los del mundo humano, no hubo mucha palabrería, solos los votos eternos que hacían frente a todos.

Luego un recipiente de platino fue colocado en el centro, junto a dos copas de plata, una daga le fue entregada a YoonGi quien la tomó y viendo a los ojos a JiMin, corto su muñeca, dejando que la sangre fluyera en el cuenco. JiMin también realizó lo mismo, el concejal mezclo ambas sangre y luego las vertió en las copas, dándole una cada uno.

— Que las sangre que los unió, no los separe jamás —Hablo el concejal y ambos tomaron de la copa, no dejando ni una gota en ella.

Y sonriendo ambos, unieron sus manos y juntaron sus frentes, viéndose directamente.

— pueden besarse —dijo el concejal luego de decir otra serie de palabras.

Y no basto que repitiera eso nuevamente porque YoonGi junto sus labios con los de su ahora esposo y sonrió entre medio del beso.

Realmente estaba perdidamente enamorado de JiMin.

Hi~ a donde sin votar y comentar ah(?) No tiene que pagar por votar y comentar UwU.

Que tal el final(?)

Ahh~ no saben lo bien que se siente terminar esta fic luego de 1 año en emisión.

Ahora si me voy de Hiatus indefinido.
Quedando en pausa únicamente Don't Go.

Gracias por haberme apoyado de principio a fin.

Nos leemos en el epílogo UwU

Feliz cumpleaños a mi💜💙💕♥️🍓🐣✨

MinMin👑