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Un mes y medio después.
JiMin estiro sus brazos y palpó luego de unos segundos, la parte de atrás donde debía estar YoonGi, pero estaba vacío y frío.
Pucherio inconcenientemente y se incorporó rápidamente, sus pies se crisparon cuando sintió el frío suelo del suelo, bostezo fuertemente y luego se puso en pie.
Acarició su vientre de ya más de seis meses, se podía decir que YoonSik tenía razón al decir que una vez entrará en los cinco meses su vientre comenzaría a crecer bastante.
Su olfato se movió cuando una vez fuera de su habitación, sintió el leve aroma de tocino provenir de la cocina. Sonrió inconcenientemente y comenzó a bajar lentamente cada escalón de aquella escalera.
Suspira cuando recuerda por todo lo que han pasado durante ese último mes y medio.
Y no puede evitar sentir furia por como el consejo había actuado, aún con las pruebas de que ellos sabían lo que Seohy hacía, y pasaban por alto sus faltas y al parecer la de los demás vampiros rebeldes.
Al parecer, dos de los doce concejales vampiros eran devotos de Seohy porque ella los había convertido, y les convenía todo lo que ella hacía, porque su inmortalidad no era permanente.
Desgraciados.
Y ahora YoonGi y los demás estaban a la caza de algunos vampiros rebeldes, habían decapitado a los dos topos y ahora lo que una vez se llamó consejo de vampiros, era sólo el nombre. Pues habían sido disueltos y puestos bajo vigilancia en la cárcel subterránea que ellos mismos poseían en el Capitolio, donde se sentaban y mandaban.
Parece que la situación se les invirtió.
Soltó una leve risita cuando recuerda como los vampiros viejos insultaban a YoonGi y lo maldecían.
YoonGi salió de la cocina cuando escucho la risita de su pareja y sonrió al verlo bajar cuidadosamente los últimos escalones, y sonreír satisfecho.
Su pecho se calienta, aunque este ahora más ocupado con las cosas de la empresa y el régimen del mundo vampiro.
Aunque esta agradecido de que tenga a su padre y sus amigos ayudándole.
— Cariño, tú papá dijo que vendría en unos días para hablar y de paso, ver a tu madre —dijo YoonGi, una vez JiMin se hubo sentado en la silla frente a la mesa.
El pelinegro se encaminó hasta su pareja y dejar un beso en la sien del castaño. JiMin sonrió.
— Buenos días Yoonnie —saludo risueño—. Si, aún me siento un poco culpable por ocultarle la situación de mamá.
— Lo bueno es que entendió sus razones, y también se alegro con la noticia de que sería abuelo y que ya tenía un nieto grande —hablo YoonGi desde la cocina.
JiMin suelta una risita ante aquel recurdo.
Aún tiene grabado las expresiones de los que no conocían su situación, digamos que ellos lo habían ocultado para poder darles después la noticia, pero pasaron muchas cosas y se terminaron enterando después de que Seohy le insertará aquella toxina.
Y hablando de ella. YoonGi ni ninguno de sus otros hyung quisieron hablar de ese tema. Y aunque sabe que quizás el destino de la mujer fue la muerte, no puede evitar sentir un poco de lástima.
Tú te haces lo que la vida te enseña.
— TaeHyung dijo que vendría a hacerme compañía con Alec más tarde, así no estaré solo cuando tú estés en la empresa reponiendo el trabajo con HoSeok hyung y NamJoon hyung —informo JiMin, bebiendo del jugo de pera que YoonGi le colocó enfrente.
YoonGi salió de la cocina con dos platos, uno tenía tocino, huevos revueltos y tostadas con mantequilla. El otro tenía fruta picada y jalea vertida sobre ellas. La boca de JiMin se hizo agua ante aquel manjar.
YoungJo le explicó que sus síntomas no serían como las de los humanos, tendría antojos pero serían cosas normales y quizás un aumento de apetito en sangre y aumento del sueño.
Y que al igual que sus antojos serían diferentes, su parto lo sería aún más, podría variar en siete u ocho meses nada más. Así que cada día que pasaba, las ansias de al fin conocer al pequeño o pequeña que crecía en su interior, era abundante.
— Gracias —susurro JiMin, llevándose un pedazo de manzana con jalea a la boca y gimiendo del gusto.
Y YoonGi sólo observó aquella imagen al frente, satisfecho de sus resultados.
No podía pasar tanto tiempo con su pareja porque tenía muchas cosas que hacer, tanto en su empresa como con la gente de su especie. Aparte, había tenido que buscar un remplazó para Sara, o mejor dicho Jian Seohy.
Sonríe ladinamente porque aunque quiso matarla con sus propias manos, YoonSik pidio ser el encargado de su final. Después de todo, el tenía muchos más motivos para hacerle pagar por todo lo que le arrebató.
Hay cosas que quisiera olvidar, pequeños detalles que aunque parecían ser enormes hoyos, no son más que pequeñas grietas en una enorme pared.
Su familia por ejemplo. Su madre y abuela, sus dolores de cabeza. Al menos ahora con el consejo disuelto, podian darle vía libre a TaeHyung para el divorcio, y tanto él como Alec estarían a salvo, porque las reglas habían cambiado.
— Le devolví el libro a papá —dijo de repente JiMin, YoonGi parpadeo en su dirección.
— Por qué? —pregunto curioso. Ciertamente se había dado cuenta de que el libro que el resguardó. "Ephnas" ya no estaba en manos de JiMin.
— Después de todo, le perteneció al abuelo, es adecuado que papá vuelva a tenerlo, creo que el lo segundo más cercano al abuelo, después del tío YoonSik —Explico JiMin, masticando el tocino y lamiendo sus labios por el sabor.
YoonGi trago grueso y desvío su mirada.
«Calmate Min YoonGi, calmate» se ordenó mentalmente el pálido.
— Entonces, está bien. Al principio fue de él de todas formas, es de ambos al ser sus portadores y dueños —JiMin asintió.
Aunque en el libro habían muchas recetas y infusiones, a él no le importaba mucho aquello, así que mejor se lo devolvía a su padre para que él resguardara.
Las personas que perseguían el poder del libro habían sido cazadas y estaban encerradas o muertas. Aparte, él ya no quería verse envuelto en esos temas nuevamente.
Ser el centro de atención no era que JiMin quisiera volver a experimentar.
— Debo irme Minnie —le dijo YoonGi, poniéndose en pié y rodeando la mesa hasta llegar al lado del castaño.
JiMin inclino su cabeza hacia atrás y YoonGi se inclinó para besar los esponjoso labios de su pareja.
Saboteando cada rincón de su boca, arrancandole gemidos y jadeos al menor, saboreando el sabor de la jalea y las frutas, con el toque salado del tocino. Se separaron lentamente y luego YoonGi beso su tierna nariz y luego si sien.
— Nos vemos en la noche amor —Le susurró al oído y JiMin asintió.
— Ten cuidado —pidio él. YoonGi le sonrió cariñosamente.
— ¡Te amamos! —le grito JiMin.
YoonGi detuvo sus pasos, se giró para ver a JiMin y le dedicó una sonrisa tímida.
— También los amo —y dicho eso se retiró rápidamente de la estancia en la cocina.
Y JiMin acarició su vientre enorme y sonrió complacido.
Si, ahora las cosas iban a mejorar rápidamente.
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Ya casi, os gusta el cap(?)
Muchas gracias por seguir aqui~ las voy a extrañar~
Nos seguimos leyendo~
MinMin🍯
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