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JiMin se removió lentamente, escuchando a su alrededor, silencio. Tal parece que nuevamente estaba sólo. O eso fue lo que pensó.

— Vaya, pensé que seguirias durmiendo, en fin, ya han pasado dos días tres si contamos este que esta ya casi por terminar —La respiración de JiMin se contrajo cuando aquella voz se le hizo conocida.

Frunció su entrecejo pensando en donde había escuchado aquella voz.

— No tienes hambre? No has comido en dos días, no creo que debas aguantar, a menos que quieras que tu cria muera —JiMin se congeló en su lugar y su respiración se atascó.

Su bebé.

Ella no podría... ¿O sí?

— Vamos JiMinnie, no seas un terco conmigo —El castaño se removió y agito sus manos atadas y balbuceó, aunque la mordaza le imposibilitaba el poder hablar.

Se paralizó cuando unas manos le alzaron en la cama y lo dejaron sentado sobre ella, para luego empezar a quitar la mordaza de su boca.

Una boconada de aire abandono su boca cuando la mordaza fue por fin quitada, sentía su garganta seca, más aún así no dijo nada.

La venda en sus ojos fue retirará y con ella lejos de ellos por fin pudo parpadear, intentando acostumbrarse a la luz tenue de aquella habitación, parpadeando rápidamente para acostumbrar su vista.

Una vez su vista se hubo acostumbrado a la claridad, giró su rostro hacia el lugar en donde una silla fue arrastrada.

Abriéndolos desmesuradamente anonadado después de ver quien era aquella persona que le veia con una leve sonrisa en su rostro. Aunque ahora no lucía como normalmente él la veía a diario.

— Te sorprende que sea yo tu captora? —el castaño asintió lentamente.

Ella soltó una pequeña carcajada.

— No es de extrañar, después de todo, estabas acostumbrado a verme de forma diferente no? Ummm, como solías llamarme... —fingió pensar detenidamente para luego sonreirle cínicamente—. Oh sí, ya recuerdo. Mis Sara.

La risa estridente de la mujer resonó en aquella habitación y cada fibra del cuerpo de JiMin se estremeció por el ruido entre loco y macabro.

— por-por qué? —tartamudeo al fórmular dicha pregunta.

Ella dejó de reír y luego adoptó una expresión seria.

— Oh vamos, se que sabes muy bien el porqué, pero digamos que todo empezó hace miles de años, antes siquiera de que tu nacieras —JiMin sabía, al menos conocía la versión de su tío, mordio su lengua para no decir algo que podría costarle mucho y sólo presto atención.

Ella se cruzó de piernas y sus brazos de igual manera.

— Hace muchos años me comprometieron con un joven, la verdad yo no quería ese matrimonio pero no tenía escapatoria, no dije nada y sólo seguí con eso, mi familia estaba obsesionada con la idea de ser inmortal asi que me comprometieron con él, un chico de pura sangre vampiro —Ella suelta una risita y luego niega mientras una mueca adorna su rostro—. Nos casamos y esa noche que se supone se llevaría la consumación, él no quiso tocarme y me pidió no tener relaciones, no le vi mal a eso, sin embargo debía marcarme, y lo hizo. A la mañana siguiente que desperté yo era mitad mortal y mitad inmortal, todo lo que mi familia quería.

»— Pero había algo con lo que ellos no contaban, el hecho de que yo no los podría marcar sino habia luna sangrienta, y eso solo pasaba cada cien o cincuenta años, pero encontraron un método para seguir viviendo, mi sangre, debían de beber de ella. Sabes JiMin, mi vida era un infierno. Mi esposo me abandonó y huyó con su pareja de sangre, la verdad no me importaba, o eso es lo que pensaba yo.

— Qu-qué pasó después? —se atrevió a preguntarle JiMin, ella le dio una leve sonrisa que luego se convirtió en una extraña mueca.

— Estúpidamente necesitaba de su sangre, al ser él mi médium, su sangre era la única que podía consumir. Cuando me di cuenta de los beneficios de ser así, vampira, me gustó, pero comencé a ver que me debilitaba, no tuve otra opción que cazar a la familia de mi querido esposo, sus padres, sus hermanos, todos... Fueron tan ilusos, tan estúpidos, matarlos no fue trabajo difícil para mí y mi familia.

La nuez de JiMin se movió lentamente cuando pasó saliva por su garganta.

— Creo que conoces lo que pasó más adelante no? La sangre de reserva no me duró nada cuando mi familia comenzó a consumir seguidamente, no tuve opción más que deshacerme de ellos, estorbos —Ella baja su mano hacia sus uñas y aprieta sus labios al ver las arrugas en sus dedos.

»— busqué por mucho tiempo a mi querido esposo, y cuando di con él, mis pocas reservas se habían ido, y necesitaba de su sangre. Pero el maldito se negó y no tuve opción, matarlo no estaba en mis planes pero ni medi mi fuerza, hui después de beber todo lo que podía. Pero sabía que esa sangre no me sustentaría por mucho tiempo, y cree a base de su sangre una copia, una réplica de su sangre, no era tan efectiva pero me mantendría viva por muchos años.

JiMin remojo sus labios y se removió inquieto en aquella cama, ella alzó la mirada y la conecto con la del menor, aquella mirada gélida y fría que paralizó a JiMin por cuestión de segundos.

— Entonces descubrí que mi amado había dejado descendencia, pero no pude dar con esa descendencia en muchos años hasta ahora —ella ríe fuertemente—. Que te vi, tú aroma, lo supe, tú llevabas su sangre, leve pero esa sangre corre por tus venas, y pronto sera mía, mañana, en la noche de eclipse de Luna azul, seré una vampira completa, y todo gracias al libro y tu sangré. Así que te estoy agradecida JiMinnie, tu muerte será honrada.

Ella comenzó a reír fuertemente y se levantó de la silla, caminando hasta colocarse frente a JiMin, llevo sus diestras a su rostro y apretó la mandíbula del castaño. Apretandolo fuertemente.

— Ansió tanto el poder probarte, lo he deseado desde la primera vez que mis ojos te vieron —Ella se acercó más al rostro del castaño y lamió la mejilla de JiMin, inhalado su aroma y luego enterrando sus uñas en la piel del menor—. Mi sed de sangre es tanta que no creo poder contenerme mañana, tampoco lo creo que mis servidores puedan hacerlo.

Se alejó del rostro del castaño y soltó su agarré, para caminar hacia la puerta de la habitación.

— Les pediré que te traigan un poco de agua, debes estar saludable para mañana, tú y tú cría serán el alimento de muchos —le dio una última mirada y salió azotando la puerta fuertemente.

La sangre de JiMin se heló, congelado en ese momento, su corazón yendo rápidamente y su cabeza palpitando fuertemente.

Luego la furia arremetió y sus ojos cambiaron. No. Nadie iba a tocar a su bebé, quien se atreviera a hacerlo moriría bajo su ataque.

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Quedan 10 capítulos para el final~

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