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En la oscuridad de la noche, donde en los cielos se posaba una luna creciente, dos cuerpos calientes se anhelaban mutuamente.

JiMin estaba tan cerca de explotar que no estaba seguro de cuánto tiempo podría durar. Soltando el lubricante en su mano, YoonGi deslizó sus dedos y roció una cantidad generosa en su apertura.

El vampiro se burló de él, frotando la carne fruncida, antes de finalmente penetrarlo con un dedo. JiMin se armó de valor. YoonGi empujó un segundo dedo sin advertencia y lo curvó. Un grito de asombro se escapó de él.

Sonriendo, YoonGi lo hizo de nuevo. Gimiendo, JiMin movió sus caderas, pero el vampiro le dio otro golpe de advertencia en la parte interna del muslo.

—Compórtate —reprendió YoonGi.

—Lo estoy intentando. Lo estás haciendo increíblemente difícil, Yoonnie.

—Lo sé. Ese es el punto. —YoonGi puso un tercer dígito en él y comenzó a golpearlo con los dedos, preparando a JiMin para su acceso.

El vampiro captó su mirada. —¿Cómo te gustaría, bebé?

—Rápido, duro. Te necesito dentro de mí pronto, amor.

—Amor. Me gusta eso —dijo YoonGi, haciendo que se sonrojara—. Mira eso, mi lindo vampirito se sonroja.

—Sabes qué botones presionar y te amo por eso —agregó JiMin.

—¿Me amas? —YoonGi bromeó un poco.

—Por supuesto que si, lo hago y mucho.

—Jodidamente también te amo, bebé.

YoonGi finalmente retiró sus dedos y se agarró a sus caderas. El mayor cubrió su cuerpo con el de JiMin. Sintiendo los niveles duros con el sudor de YoonGi, su cuerpo resbaladizo se frotaba contra el suyo, JiMin gimió.

El fuego viajó a su pecho y pene por el mero roce de sus cuerpos.

YoonGi tomó sus labios y posicionó su miembro en la entrada de JiMin. Sin advertencia, YoonGi entró en él. Sin detenerse ni una vez, YoonGi se cubrió completamente con JiMin, hasta que sus pelotas rozaron su trasero.

La penetración del vampiro le quitó el aliento a JiMin, pero así era exactamente como lo querían. YoonGi apartó sus labios. JiMin no estaba preocupado. Después de la quemadura inicial, sabía que YoonGi lo haría volar.

—¿Cómo estamos, bebé? —Min preguntó.

El vampiro mayor volvió a colocar las manos de JiMin sobre su cabeza. Esta vez, él no los inmovilizó, sino que curvó sus dedos.

—Bien. Estaría mejor si me montas rápido y duro.

—Cumpliré tu deseo, bebé.

YoonGi comenzó a moverse, sus golpes fueron lentos al principio, antes de establecer un ritmo. Gimiendo, JiMin movía sus caderas, deseando que sus músculos internos se agarraran al eje de YoonGi.

—Maldición, estás tan apretado, bebé. —YoonGi aceleró el ritmo, jodiéndolo más rápido y profundizando más.

Cada vez que YoonGi lo tomaba, JiMin podía sentir a sus corazones entrelazándose para convertirse en uno.

Con el pecho de YoonGi presionado contra el suyo, JiMin podía sentir su respiración sincronizándose, yendo como una sola.

YoonGi cambió el ángulo de sus caderas. Su pene rozó la glándula de JiMin. Agarrando las manos de JiMin, YoonGi gimió.

—De nuevo —suplicó JiMin, su voz estaba áspera por la necesidad.

Compadeciéndose, YoonGi apuntó a su punto dulce repetidamente.

El vampiro desenredó una mano de la suya y alcanzó su pene. YoonGi comenzó a deslizar su mano arriba y abajo por su miembro necesitado. Con la doble sensación de los dedos de YoonGi sobre su pene y el eje de YoonGi entrando y saliendo de él, JiMin supo que no duraría.

—Me vengo —confesó JiMin.

YoonGi cerró su boca sobre las marcas de enlacé y se dirigió a la boca de JiMin. No reclamó los labios de JiMin otra vez, todavía no de todos modos. Deteniéndose YoonGi dijo: —Vamos a venirnos juntos, bebé.

Sellando sus labios, YoonGi empujó dentro de él varias veces, pellizcándole el pene a JiMin. Eso bastó. Con un gemido amortiguado por el beso de YoonGi, JiMin se precipitó sobre el borde. La habitación se alejó de su línea de visión y alcanzó el clímax, haciendo brotar su semen y cubriendo su abdomen y los pezones de YoonGi.

YoonGi llegó un segundo después, vaciando su semilla dentro de JiMin.

La mente todavía flotaba en un mar de felicidad, JiMin estaba vagamente consciente de que JiMin se estaba poniendo de pie.

YoonGi le dio un beso en la frente. —Conseguiré algo para limpiarnos.

—¿Nos acurrucamos? —JiMin preguntó.

—Definitivamente.

YoonGi regresó con un paño y ayudó a limpiarlos a ambos. El mayor se recostó en la cama. Más allá, JiMin se acomodó en la curva del hombro de YoonGi, amando la calidez de su compañero.

—¿Quién sabe cuál es mi parte favorita en todo esto? —Preguntó JiMin, enterrando su cabeza contra el cuello de YoonGi. Respiró el reconfortante aroma que destilaba YoonGi.

—¿No es la idea del sexo alucinante?

JiMin se rio, mirando a su pareja y a su futuro no tan futuro esposo a los ojos.

—Es esto. Después del sexo, el momento en que me atraes cerca de ti por reflejo. Somos como un ajuste perfecto. Todos nuestros problemas anteriores parecen desvanecerse.

—Poeta —dijo YoonGi con cariño.

—También te amo bebé.

JiMin pensó que nunca se cansaría de decir eso, y YoonGi confirmó que nunca se cansaría tampoco de escucharlo.

Eran dulces palabras que alegraban su vida.

SeokJin acarició el rostro dormido de YoonSik, viéndolo detenidamente, su rostro ya no lucia tan pálido como lo estaba hace unos días atrás.

Suspiro aliviado, habían hecho el antídoto a tiempo, y ahora su salvador, el hombre que era como un padre para él se iba a poner bien.

En silencio salió de la habitación, y se encaminó hacia su habitación, abriendo la puerta la cerro lentamente.

— Y, como está? —Pregunto aquel hombre, mientras esperaba que SeokJin se acercara y se sentara en su regazo.

— Mejor, ya su piel a recuperado el color —Respondió él mientras depositaba su cabeza en el pecho de aquel hombre que a pesar de su pasado, se había quedado a su lado.

NamJoon acarició el cabello del humano, inhalando el delicioso aroma natural del mismo.

— Gracias, por recolectar la sangre de JiMin y tomar fotos del libro, realmente me has ayudado mucho, aún no se por qué. —NamJoon soltó un bufido y apretó el cuerpo del humano contra el suyo.

— No hay un porque, sólo lo hice porque eres especial para mí, y porque se cuan importante es él para ti —SeokJin sonrió y se dejó consentir por el vampiro que le sostenía.

— YoonGi y JiMin van a odiarnos cuando se enteren de lo que hicimos —Murmuro SeokJin, y NamJoon rió bajito.

— Ummm, posiblemente, pero si conocen los motivos no creo que se lo tomen mal, así que por los momentos no nos preocupemos por ello —NamJoon dijo y SeokJin asintió, cerrando sus ojos se dejó llevar por las sensaciones que NamJoon le otorgaba.

Y sonriendo se quedó dormido en los brazos de la segunda persona que le hacía sentir especial y amado.

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