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Seoul Corea || 20:45 P.M

Jimin sabía que no tenía porque estar ya en la casa, la luna que brillaba en lo alto de a poco se iba tiñendo de un hermoso carmesí.

Pero es que simplemente no se había movido de aquel lugar, a estas horas sabía que debía de estar ya en la casa de su padre, resguardado, pero por más que intento que sus pies se movieran, no pudo, su cuerpo se negó a obedecer lo que el cerebro le pedía.

Llevaba ya una hora allí, parado en el mismo punto, el enorme portón a tan sólo unos escasos pasos, pero sus pies no cedieron.

Se giró para ver la mansión, las luces estaban apagadas, todas en su totalidad.

No había nadie rondado, todos estaban ya en el sótano de la misma, evitando salir para no ser afectado por los efectos de la luna.

Jimin no se sentía extraño o diferente, se seguía sintiendo igual, así que supuso que lo que le había contado Yoongi era cierto.

Los vampiros híbridos de sangre paladín no eran del todo afectados por la luna sangrienta.

Dejo salir un suspiro cansado y jugo con la solapa de su chaqueta, no sabía que hacer o a donde ir justo ahora.

Algo le gritaba que se quedará.

Pero luego escuchaba la voz de Yoongi diciéndole que No, que se fuera a quedar donde su padre, que no quería lastimarlo o que se arrepintiera después.

Jimin bufo molesto. Pamplinas.

Se giró rápidamente y se encaminó nuevamente a la mansión.

A la mierda lo que Yoongi pensara o dijera.

Él iba a pasar esa dichosa noche con su vampiro le gustase o no a Yoongi.

Yoongi se sentía inquieto, extrañamente intranquilo.

Observó a su alrededor, los empleados estaban todos sentados en el suelo del sótano, algunos estaban comiendo, otros solo leían.

Entonces vio como Mina se acercó hasta él y le sonrio cariñoso.

- Esta bien señor Min? -pregunto ella.

Yoongi se encogió de hombros-. No lo sé, me siento levemente intranquilo y no se por que razón.

- Seguramente es por el joven Jimin, pero tranquilo él debe de estar ya en la seguridad de la casa del señor Park -comento ella con una leve sonrisa.

Yoongi esperaba que así fuera, porque si algo le llegase a pasar a Jimin, no sabría cómo podía reaccionar.

- Señor Min! Lo siento mucho, realmente no merezco su perdón -una de los sirvientes dijo en tono alto, mientras estaba postrado en el suelo.

- Que pasa? -pregunto Yoongi.

- Yo debía dejar la reja del portón principal abierta para que el joven Jimin saliera, pero estaba tan ocupado ayudando en la bodega que, olvide por completo dejar abierta la reja, mis disculpas amo. -hablo formalmente, y Yoongi maldijo.

Sabia, él sabía que algo andaba mal.

Jimin... Jimin de seguro estaba rondando la mansión, Joder, Joder.

Se incorporo rápidamente de donde estaba sentado y se encaminó a las escaleras, con intenciónes de salir.

- Qué está haciendo señor Min, si sale ahora los rayos de la luna impactarán contra uds y perderá ante los efectos -dijo en tonos preocupados Mina.

Yoongi le sonrió y solamente gesticula mudamente un "estaré bien" para luego salir del sótano.

21:00 P.M

La luna estaba cubierta totalmente de aquel rojo carmesí, sus rayos impactando sobre la tierra, cubriendo el cielo en rojo.

Los ojos de Jimin se iluminaron ante aquella belleza, estaba viéndola desde la enorme ventana de su cuarto, la puerta la había dejado abierta, así que no se percató cuando una sombra se introdujo en su cuarto.

- Ji-jimin -Llamo él, Jimin se giró rápidamente y su vista se topó con unos ojos rojos brillosos al igual que la luna.

Mordiendo su labio inferior, Jimin abrió sus brazos invitándolo a que fuera hacia ellos. Yoongi estaba intentando por todos los medios poder contenerse.

Había evitado los claros donde la luz de la luna se inmiscuía, pero aunque fuera ágil, los efectos que la luna tenía sobre él eran aterradoramente fuertes.

Su cuerpo se movió por instinto y se vio prontamente en aquellos brazos, degustando del delicioso aroma de Jimin, disfrutando de la tibia calidez que Jimin desprendía.

A tientas Jimin buscó el rostro de Yoongi y importándole menos si aquello arraigaba o no consecuencias los beso, lo beso porque jodidamente quería hacerlo y nadie podría detenerlo, ni el mismísimo Yoongi.

Todo fue cuestión de segundos o milisegundos, cuando se vio acostado en la cama con un salvaje Yoongi sobre él, besandolo fácilmente, pasando sus grandes y frías manos por toda la atención de su cuerpo.

Las sensaciones le causaron escalofríos y lo excitaron.

La luz de la luna iluminaba aquella habitación, dándole a la espalda de Yoongi, quien cuando dejo de besar alzó su mirada para ver el desastre que era Jimin bajo él.

- Mío -murmuro con voz ronca el vampiro mayor.

Y Jimin sonrió pícaramente para pasar sus manos por sobre el cuello de Yoongi y trensarlas atrás del mismo.

- Siempre lo he sido -Respondio Jimin-. Ahora, se un buen vampiro y complace a tú pareja, haciéndole el amor -exigió Jimin, sellando sus labios contra los de Yoongi.

Desnudo completamente a Jimin, arrancando su ropa, degustando de la hermosa vista que tenía, Yoongi también se deshizo de su ropa, dejando su cuerpo completamente desnudo a la luz de la hermosa luna roja.

-Mi hermoso ángel. -La sonrisa de Yoongi era fiera-. Todo mío.

Tanto como había anticipado estar con Yoongi, Jimin no estaba preparado para la intensidad con la que él deseaba darle placer.

Empezó en su cuello, besando y lamiendo la piel allí. Lamió una línea por la suave curva de la oreja de Jimin antes de susurrarle. -¿Te gusta eso, ángel?

-Por favor, Yoongi.

Yoongi se movió más abajo del cuerpo de Jimin, haciendo pequeños círculos alrededor de los pezones, acercándose incluso más a ellos con cada círculo antes de tirar de los pequeños aros marrones de allí.

-¿Te gustan mis caricias, ángel?

-¡Sí! -siseó Jimin.

Tocó los pezones de Jimin, tirando de ellos. Dios, se sentía tan malditamente bien.

Gimoteó en respuesta cuando Yoongi rodó lejos de él hasta que vio que el hombre alcanzaba la mesilla de noche y sacaba una botella de lubricante y un condón, Jimin jamás pensó que allí abrían condones.

Yoongi abrió el condón y entonces lo enrolló por su eje duro.

Se lamió sus labios repentinamente secos, anticipándose a lo que iba a venir. Observó a Yoongi abrir la botella de lubricante y derramar una buena cantidad en su pene antes de esparcirlo.

Derramó otro poco en sus dedos. Cuando bajó la mano y pasó esos dedos entre las nalgas de Jimin, sus piernas temblaron, lo estaba volviéndolo loco, con cada maldita caricia.

Yoongi no le dijo ni una palabra, sólo empujó sus dedos entra las nalgas y presiono un dedo dentro del apretado círculo de músculos de la entrada de Jimin. Este se estremeció y gimió, entonces empujó contra la dura intrusión. Yoongi dejó el paquete vacío del condón en la cama y empujó dos dedos dentro del culo.

La cabeza de Jimin cayó atrás cuando Yoongi empezó a empujar sus dedos dentro, luego fuera, lentamente al principio, luego con más velocidad. Pequeños gimoteos empezaron a salir de sus labios, y sus manos se apretaron en puños cuando añadió otro dedo, empujando los tres dentro rápidamente.

La polla de Jimin goteaba. Podía sentir pequeñas gotas de presemen bajando por los lados. Todo su cuerpo se estremeció cuando Yoongi usó los dedos de su mano libre para restregar las gotas en la cabeza de su polla.

Maldición, Yoongi era tan bueno, tan rico, lo ansiaba tanto, deseaba tanto tener a su vampiro dentro suyo, llevándolo al cielo y al infierno a la misma vez.

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Como sabrán las actualizaciones ahora serán sábados de por medio, así que perdón pero es que no tengo dinero para comprar recarga todos los sábados.

Nos seguiremos leyendo~

MinMin🐣