Después de algunos meses, la película de los hermanos Heel, «Toxic» ya estaba avanzando rápidamente, debido a que tan sólo debían de hacer algunas escenas adicionales y de acción, ya que la mayor parte del guión, que eran escenas románticas, ya estaban de por sí filmadas... Gracias a las cámaras ocultas en el departamento y de que eran constantemente vigilados por cámaras y micrófonos de Takarada.

Mientras tanto Caín Heel y Kyoko Mogami ya eran noticia, se los vio varias veces de la mano, Caín abriéndose la puerta del auto, protegiendola del frío... Caín Heel realmente sorprendía a todos actuando como un caballero.
Y el estreno de «Tragic Maker II» estaba cada vez más cerca, todos ya estaban esperando ver cómo llegaría la pareja, para todos muy ansiado era ver cómo impactaría Mogami Kyoko, qué otra escena romántica, que derretiría y sacaría mil suspiros de los presentes, se desarrollaría en esa premiere entre esos dos actores aterradores en la pantalla pero dulces entre ellos.

Y esa noche... En una de las mansiones Takarada, un oscuro y atractivo hombre, con un traje formal y enteramente negro estaba apoyado en una pared, esperando. Un hombre algo mayor que el otro pero de apariencia envidiable para su edad lucía una sonrisa misteriosa, una de quién planea alguna travesura, miraba al joven, mientras jugaba un poco con la copa que tenía en la mano, casi vacía.

- ¿Nervioso... ? -preguntó Takarada con un tono un poco, o más bien lleno, de burla.

- ... No me serviría de nada decir que no... -Kuon lo miró con una sonrisa sarcástica y luego suspiró.

- Así que no lo niegas... -rió y lo miró, esperó una respuesta pero al no obtenerla suspiró con otra onrisa y continuó- Aunque aún no entiendo por qué...  Simplemente irán, tú y revelará tu identidad a la prensa... Desmentirás tu relación "falsa" con Mogami-kun, aprovecharán el escándalo para promocionar ToXic y fin... -Kuon se quedó quieto pensando por un momento- ¡Sencillo! No hay por qué complicarse... -Lory agregó despreocupado mientras daba un último sorbo a su champagne, pero entonces notó algo extraño en "ese muchacho" y se quedó mirándolo analíticamente- O acaso... -sonrió de medio lado- ¿Hay algo que no me haz dicho... ?

Kuon se sentó frente a Takarada escondió sus rostro en sus manos y soltó un suspiró agotado.

- ... Soy un inútil.

Dicho esto se sobó la frente, se sacudió un poco el cabello y luego se tiró para atrás y volvió a suspirar. Por su parte Lory Takarada se quedó sorprendido, meramente sorprendido, de que el aterrador y misterioso Caín Heel de repente ante sus ojos se transformará en un rubio quinceañero enamorado pasando por los típicos temores y nervios que vienen de la inexperiencia en esa área debido a la edad. Soltó una risa por la extraña ternura que eso le dio, e iba a decir algo... pero entonces se escucharon unos pasos. Ambos hombres giraron sus cabezas y el tiempo se detuvo. Un oscuro y precioso Ángel descendía gloriosa las escaleras.

-¿... Esperaste mucho, Nii-san?

Kuon se quedó anonadado, ningún pensamiento corría por su cabeza por ese momento, nada, sólo sus ojos recorrían sin permiso todo ese panorama. Kyoko, es decir, Setsuka, sabía qué era lo que a su "hermanito" le sucedía y por ello sonrió complacida, y comenzó a bajar. Kuon se levantó de su asiento y caminó lentamente, sin meditar en nada, hacia ella, y se acercaba como polilla a la luz... Completamente hipnotizado. Setsuka bajó orgullosa pero cuando vio los ojos de Caín, brillantes y su expresión embalsada, la hicieron salir de su papel, Kyoko salió de su escondite y se puso nerviosa, dio un paso en falso y se cayó justo cuando iba a pisar la última grada, pero en qué lindo lugar cayó, en sus brazos. Se miraron fijamente y se quedaron absorto en su mundo, en el que nada existía más que el otro.

- Niños... -carraspeó con una sonrisa ladrona y ambos sorprendidos completaron a verlo- ¿No olvidan algo?

Ambos estaban desorientados así que luego de un suspiró Lory apuntó al reloj, y los dos dieron un pequeño grito ahogado al darse cuenta que ya se hacia tarde, y luego de eso se miraron y las rosas nerviosas y ligeros sonrojos comenzaron, esos que acompañan a esos torpes enamorados que fingían amistad donde había algo mucho más intenso e innegable.

- ¿Nos vamos? -le extendió la mano con una sonrisa de felicidad y calidez sincera y con amor que se le desbordaba descontroladamente por casa poro de su cuerpo.

Ella con duda posó sus dedos suavemente sobre la mano que él le ofrecía, y él  tomó la mano de ella por completo, y entrelazó sus dedos con los de ella, con la otra mano la tomó obsesivamente por la cintura, se despidieron de Lory con un «Hasta pronto» y se subieron al auto. Como siempre entre ellos, él le abrió la puerta como todo caballero, luego se subió y arrancó, las miradas entre ellos eran intensas, esa noche más que nunca pues era la primera vez que se veían desde una noche traviesa en la que se besaron aún cuando no era necesario, se habían acariciado aunque no tenían motivo para hacerlo e hicieron cosas que no hacen los "amigos", como suelen decirse entre ellos... Y no tenían ninguna excusa para eso, no había púbico ni prensa, aún así... De dejaron llevar. El viaje en el auto comenzó muy silencioso e incómodo, se miraban discretamente por el rabillo del ojo, ninguno se atrevía a decir algo para romper el silencio. Kuon suspiró y prendió la radio, sonó la canción favorita de Setsuka, Monster de la agrupación surcoreana EXO.



Setsuka salió y empezó a tararear,mientras sonreía, pero se encontró con la mirada divertida de Kuon y volvió Kyoko y se quedó callada mirando a sus manos que jugaban nerviosamente con el vestido.

- Entonces... Hoy también desmentirás la existencia de Setsuka...

- Te equivocas... -respondió al instante, al encontrarse con los ojos de él, desvío su vista a la ventana de nuevo- Ella existe, es parte mí... -admitió y el silencio volvió.

El auto se detuvo por la luz roja, estaban en una autopista a la orilla del mar, las estrellas se podían ver en todo su esplendor, y terminada la canción, tan al estilo de los Heel, comenzó una diferente, una romántica y suave.



- Está canción... -Kyoko murmuró con una sonrisa- Nos gusta a las dos...

- A nosotros también... -le respondió Kuon y todas personalidades mientras suavemente agarraba las manos de Kyoko y la miró intensamente- Perdón, pero no voy a resistir de nuevo mis ganas de abrazarte, Kyoko, ya te lo había dicho... 

- Yo nunca... -se acercó y se abalanzó delicadamente a él- Te pedí que lo... -murmuró más bajito mientras posó su cabeza en su hombro- Resistas, Kuon...

Se sonrojó mientras ocultaba su rostro en su cuello. Kuon estaba tan impresionado que aunque el semáforo ya estaba en verde para que continúen su viaje, no se movió ni un músculo. Kyoko se sintió rechazada y se iba a apartar, se disculpó avergonzada pero él se aferró más a ella y la abrazó por un largo rato.

- Kyoko... Sobre la otra noche...

- No, Kuon... Espera... Yo...

- Nosotros no somos amigos...

- ... Kuon...

- No tenemos que desmentir lo que existe entre nosotros cuando... Ambos sabemos que no es una mentira.

El aire se cortó, el sonido del mar se calló, y el mundo se detuvo para ellos... Hasta que el teléfono sonó, Kyoko iba a contestar pero Kuon se lo quito y se abalanzó a sus labios, pero ella lo detuvo.

- Es... El doctor de mi padre, Kuon... Debo... Contestar.

Kuon seguía alzando el teléfono, pero vio la seriedad de Kyoko, así que se lo dio... Pero antes de dárselo tuvo un mal presentimiento. Kyoko contestó, y hablo con el doctor, lo saludó y le preguntó qué se le ofrecía, se quedó en silencio unos instantes, la expresión de Kyoko se deformó ante los ojos de Kuon, poco a poco, y Kuon con odio a sí mismo por tener razón, entró en angustia... Y en eso Kyoko soltó el teléfono, y una a una empezaron a salir las lágrimas, sus ojos perdieron brillo, el alma se le escapó en ese momento.

-... Padre... 

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Kyoko llegó al hospital, una sábana blanca ya cubría el cuerpo inerte de su progenitor. Kuon tenía el alma partida mientras veía como el ser que más amaba en el mundo se retorcía de dolor, y lo que más le dolía, era la impotencia, pues no podría hacer nada para resolverlo, no habría forma de que aún con su amor pueda devolverle a su amada su padre, ni todos los años que perdieron juntos.

Kuon no fue al estreno. En una entrevista, la semana siguiente, disfrazado, sí, disfrazado de Tsuruga Ren, reveló su identidad como Caín Heel y explicó que no pudo ir al estreno por problemas personales, y explicó también, muy contra su voluntad, que Kyoko y él no tienen ninguna relación y que solo fue para promocionar y demostrar la química que tendrán Setsuka, el nuevo personaje de Kyoko y Caín, su personaje, en la película ToXic que se estrenaría el próximo año si es posible.

El público tuvo mucha expectación ante eso, fue una noticia que sacudió no solo a Japón, ni siquiera solo a Asia, sino que incluso a Europa.
Pero mientras esto sucedía... Kyoko... Ella no salió de su habitación desde el momento en que entró luego del funeral, y nadie más volvió a entrar.