t h i r t y o n e
Recuerdo encontrarte como dormida.
Con tus preciosos hojos cerrados.
Y una pequeña sonrisa en el rostro.
Pero no estabas dormida.
No respirabas.
Llamé a papá.
Todo eran gritos.
Era imposible pensar que nunca te volveríamos a ver.
Ocurrió.
Claro que ocurrió.
¿Sabes?
Yo no me suicidé, pero algo murió en mí ese día.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro