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"How long did you think we could make it?
How far did you think we could take it?
We couldn't be bothered
We didn't have time to think so far ahead

How long did you think we could make it?
How far did you think we could take it?
How bad did we want it,
and good did it feel
Driving fast, until we crashed into each other's hearts".

Neovaii-Crash.-

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Sintiendose perdido, su mirada cual obsidiana se quedó clavada en un punto de la habitación. Todo en silencio mientras él seguía procesando cómo demonios terminó en ese sitio. ¿Por qué  no simplemente paso de largo cuando vió el cielo oscurecer? No es como si solo su grupo de amigos fuesen los únicos que podían pedir deseos, pero... .Dio un suspiro. Claramente la energía maligna lo impulso a ver qué ocurría.-
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Yamcha volaba por encima del mar, con buen humor ya que había pasado una agradable tarde con Tenshinhan, la visita rápida al dojo del sujeto en cuestión fue una buena manera de despejar la mente luego de que la temporada de baseball llegara a su fin ese mismo día más temprano. Aunque la sonrisa que tenía en el rostro se desvaneció al mismo tiempo que el claro cielo se tornaba negro. No era difícil saber que Shenglong había sido invocado.-

"¿Acaso Bulma iba a desear otra vez perder cinco años?". Pensó el ex-guerrero mientras seguía su camino, pero rápido descartó la suposición porque si fuese así ella lo hubiera llamado para acompañarla como acostumbró  hacer las dos veces anteriores... Además que la peliazul siempre escogía la misma fecha para ello y aún no estaba cerca de serlo.-

Iba a ignorarlo e irse para su hogar, pero... El primer deseo fue concedido y rápidamente aumento la velocidad desviándose a dónde percibió la energía maligna. Tan potente que lo hizo dudar en si realmente arriesgarse, pero su instinto al parecer le dictaba que si era una buena idea. Ese instinto el cual muchas veces le funcionó para sobrevivir en el desierto y nunca le falló... Esperaba que siguiera siendo así.-

Aterrizó tras un relieve, ocultando su energía sin problema mientras desde lo alto ya tenía una en su mira a dos sujetos hablando entre ellos, mientras recogían algo del suelo. Desde su sitio no podia ver qué era exactamente esos pedazos de masa. De todas maneras su atención se fue a la nave donde podían percibirse más entidades que transmitían mala vibra también. ¿Qué hacían estos sujetos en el planeta tierra?. Debería avisar a los demás... .-

Sacó de su bolsillo el teléfono listo para llamar a Bulma para que avisase a Goku junto con Vegeta. Dio un suspiro por lo bajo viendo el aparato. No tenía señal suficiente para establecer comunicación... No tenia tiempo, no podía dejarlos ir así sin más pero eran muchos más que él y sin mencionar que más poderosos. Sin pensarselo mucho tomó rumbo directo a la nave, su única vía de transporte para abandonar el planeta, debía destruir los motores o la fuente de energía principal para ganar más tiempo. Luego solo tendría que escabullirse para salir e ir avisar a los demás esperando que el arreglar la máquina o esperar por otro medio de transporte le diese suficiente tiempo para que los demás llegasen y se encargaran del asunto.-

Fue tan impulsivo en seguir esa idea que solo cayó en cuenta que era un terrible plan cuando ya estaba dentro de la inmensa nave. No sabía para dónde ir, no sabía, parecía un maldito laberinto sin final, todos los pasillos eran similares y estarse escondiendo en esquinas para evitar ser visto por los soldados le disminuyo aún más las posibilidades de encontrar la zona de los motores o el núcleo.-

Como fuese cuando descubrió un mapa en una de las paredes para guiarse, un sujeto enorme le bloqueo el camino apareciendo de la mismisima nada según el azabache, pero realmente se había distraído tanto en intentar entender lo que ponía el mapa que no lo escuchó acercarse, tampoco escuchó o sintió cuando la nave ya había despegado, de hecho ya se encontraban fuera de la Vía Láctea.-

Y pensó que volvería a morir ahí mismo pero apareció un sujeto larguirucho que se le quedó viendo unos largos segundos antes de proponer la idea de arreglarlo como un obsequio que le "encantaría" a su superior recibir una vez terminara el proceso de regeneración. Yamcha quiso oponerse, pero en vez de eso prefirió cerrar la boca porque no era rival para los dos que tenía en frente. ¿Desde cuándo era tan débil que no podía acabar con  estos sujetos?. Los años sin entrenar lo han condenado a estar indefenso ante estos alienígenas que ni siquiera eran tan fuertes realmente.-

El de piel rojiza luego de pensarlo un poco y darle otra mirada al intruso, sin mucho problema le aplicó una llave de presión en el cuello noqueandolo de inmediato, limitandose a solo ese daño porque si pensaban darlo como un presente era ideal mantenerlo en las mejores condiciones posibles. Hecho esto solo lo llevó cargado como un saco de papas a los sirvientes de la nave para que lo prepararan como es debido.-
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Poso de manera mecánica sus dedos en el collar metálico con recubrimiento de lo que parecía ser cuero oscuro con un cristal cóncavo protegiendo la gema rojiza, balanceándose suavemente de un lado a otro.- 

El sitio no era del todo... Malo... Pero... Era degradante porque claramente estaba diseñado, decorado para mantener una mascota. Una jodida mascota. A eso lo han rebajado, seguramente nadie notaría su ausencia. ¿Cómo podrían? Apenas y lo invitan a alguna celebración o a pasar el rato con ellos a excepción de Tien, pero ultimamente lo visitaba cada seis meses porque estaba más ocupado con sus estudiantes. Le habia ofrecido entrar a sus clases para volver a las artes marciales pero Yamcha se negó diciendo que estaba bien con el baseball nada más. Se maldecía internamente por no haber aceptado la oferta. Seis meses. ¿Quién sabe si en ese tiempo va a seguir vivo?.-

Los demás lo tenían prácticamente olvidado, quizás en una semana se darían cuenta por el simple hecho de que Puar volvería a casa en ese tiempo y obviamente notaria que él ya no esta ahí  o en el planeta... O en el mismo sistema solar siquiera. Su ki es tan diminuto que dudaba que Goku al menos pudiera ubicarlo.-

Desvió sus ojos a la ventana que le permitía observar el extenso espacio exterior. Sus músculos se desestensaron mínimamente solo por el deslumbrante panorama de miles de estrellas a lo lejos. Debía admitir que al menos esto contaba como una ventaja de conocer otros planetas o eso esperaba. Jugueteo con sus dedos ahora mirando al extraño traje negro que le habían puesto mientras estaba inconsciente horas antes. Lo único que sabía era que iría a ser un obsequio de bienvenida para el jefe de los sujetos que lo encontraron husmeando en la nave.-

Mal momento. Mal sitio. Mal todo. Tal vez su instinto ya estaba atrofiado también después de tantos años sin estar en una situación así. Que idiota se sentía ahora. Los tipos de todas maneras ni se quedaron a causar problemas en la Tierra.-

Dio un respingo en su sitio al escuchar la explosión a lo lejos, luego una ligera turbulencia unos segundos antes de que todo volviese a estar en silencio mientras el ritmo cardíaco le aumentaba exponencialmente al percibir de nuevo la energía maligna de antes pero ahora era peor que antes, la frialdad le llegaba incluso estando relativamente lejos. Pasaron los minutos, su calma se fue al diablo cuando claramente el ser dueño de ese temible poder iba en dirección a la habitación en la que se encontraba.-

Se levantó de golpe mientras su pecho subía  y bajaba a causa de su respiración irregular por el miedo, no podía evitarlo u ocultarlo. No quería pasar de nuevo por esa sensación al morir. No quería morir otra vez. No aún.-

-Me parece que Tagoma pensó era un buen regalo de bienvenida para servirle de entretenimiento, como un juguete antiestrés que usted disfrutaría por ser de la raza Saiyajin.-Escuchó una voz masculina hablando al otro lado de la puerta metálica. "¿Saiyajin?". El azabache alzó una ceja confundido pensando entonces que iban a otro cuarto cercano al suyo.- Se escabulló cuando estabamos en la Tierra, quizás pensó que podía tomarlo desprevenido en su estado previo pero Shisami lo encontró antes.-

-Hubiera sido más lógico eliminar al intruso, más si se trata de un maldito perteneciente a esa raza.-Replicó otra voz masculina, fría, elegante que lo hizo tragar en seco.-Me complace saber que me deshice de él, que excusa más absurda para mantener vivo a una amenaza.-Suspiro mientras dejaba que el otro tecleara el panel de seguridad.-Pero bueno, al menos me servirá entonces para entrenar.-Se rió de manera siniestra con una ligera sonrisa.-Si es que no lo rompo en la primer- ... .-Se quedó callado de golpe abriendo de par en par los ojos al entrar en su campo visual el sujeto que estaba paralizado en su sitio sintiendo que se le bajaba la presión. La sorpresa en el rostro del tirano duró dos segundos, nadie se percató de ello, su expresión neutral volvió a instalarse mientras sus orbes carmesí recorrían la figura del supuesto Saiyan.-

Yamcha por su parte también se tomó el tiempo de observar al individuo de tez rosada, no encontrandolo intimidante en realidad... La estatura, su complexión no era una imagen amenazante. Sin embargo esto no disminuyo su temor. La energía que irradiaba era la verdadera amenaza.-

-Acercate.-Demandó el de menor estatura mientras se adentraba a la habitación indicandole que se posicionara en el centro de la misma. El azabache juntando valor hizo caso, no queriendo enojarlo quedando ahora a un metro del emperador.- ¿Un Saiyajin dijiste?.-Preguntó dudoso mientras a paso lento comenzó a rodearlo, rozando levemente sus dedos por la piel expuesta, quedandose atras pasandolos por entre las suaves hebras oscuras que ya habían llamado su atención. Solo dos caricias experimentales y luego su vista bajo a la zona baja de la espalda. Se rió un poco al escuchar el "¡Oye!" En protesta del más alto cuando jalo la parte inferior del traje oscuro dejando a la vista donde se suponía tendría que tener al menos el nacimiento del apéndice café característico de esa raza si es que se la había arrancado, debería haber indicios de ello. Pero no había  nada.-Con solo darle un vistazo a lo lejos se puede saber que no es un Saiyajin, claramente es un terrícola.-Se apartó finalmente de Yamcha que estaba con el rostro ligeramente ruborizado de la pena porque el tirano le vió el trasero prácticamente.- También carece de ese fuerte olor del que ellos disponen.-Ondeo su cola irguiendola dandole otro vistazo al azabache. No iba a decirlo en voz alta pero el aroma a menta que emanaba era de su agrado.- Lástima su poder es demasiado bajo para siquiera usarlo de calentamiento, lo conservare de momento cómo un incentivo.-Dijo esa excusa, pero en realidad le había gustado visualmente, lo suficiente para no usarlo de saco de boxeo.- Puedes retirarte, establezcan rumbo al planeta N°79.-

-Si, Señor Freezer.-Respondió el sujeto haciendo una reverencia, se retiró cerrando la puerta metálica, el ruido al chocar contra la superficie sonando como una sentencia para el pobre ex-guerrero.-

"¿Acaso dijo... Freezer?". Pensó mientras el nombre le hizo eco en la mente, sonandole muy familiar. No supo como no se desmayó al recordarlo por lo ocurrido en Namekusein, a pesar de no haber estado presente, en el planeta de Kaiosama mientras estaba muerto pudo enterarse de todo al igual que los demás en ese momento, o en la mismísima Tierra hace veinte años cuando llegó a querer vengarse. Pero se veía distinto al ser albino con piezas metálicas de esa vez que vio a lo lejos, no podia ser ¿verdad?. Pero eran demasiadas coincidencias.-

Quería salir huyendo de ahí pero su cuerpo estaba rígido sin señales de siquiera mover un dedo. Además, ¿a dónde podria huir?. Solo lograría que lo mataran.-

Freezer: Estas muy callado, ¿eres mudo acaso? ¿O tal vez tienes miedo de decir algo indebido en mi presencia?.-Dos preguntas que sonaron retóricas. La sonrisa del tirano se ensancho al verlo ponerse más tenso sin saber qué hacer.-Diria que eres listo por ser claramente la segunda opción pero esta en duda por tu decisión de colarte a mi nave.-Pasó nuevamente a rodearlo como un depredador, pasos lentos, analizandolo con su penetrante mirada rojiza.- Hace años que no adquiero una mascota, aunque claro, por mi falta de tiempo deje de considerarlo.-Murmuró monótono, volviendo a pasar sus dedos por los mechones que caían por el hombro derecho de Yamcha quién temía aún más por su vida anticipando ya el sin fin de maltratos por el que iba pasar pensando que las anteriores mascotas del emperador no duraron por la misma crueldad al que "seguramente" fueron expuestas.-

Freezer, ajeno al pensamiento del más alto, deslizo sus dedos ahora al collar el cual abrió, dejando expuesta la gema solo la tocó una vez con su oscura uña, se iluminó como un latido cambiando de tonalidad al mismo púrpura de las biogemas del tirano que hecho esto volvió a sellar el collar dejando al otro bastante confundido porque no supo qué hizo. Lo que provocó el tirano, con un simple diminuto rayo de energía fue solo un efecto de pleocroismo.-

Freezer: Solo por si acaso.-Volvió a tomar palabra mientras observaba la habitación en cuestión pensando ya en cómo adecuadarla mejor.-Si intentas escapar, si intentas siquiera atentar contra mi vida o la tuya, si intentas quitarte el collar, destruirlo o manipularlo.-Señaló el objeto en cuestión en su cuello.-El dolor que te va a infringir el dispositivo dentro de la gema hará que realmente desees estar muerto.-Suavizo ligeramente su expresión posando ambos brazos tras su espalda.- Quedas advertido, fuera de eso, puedes andar por toda la nave a tu antojo, si necesitas comida solo tienes que volver a esta habitación, me asegurare de que los sirvientes te den lo necesario.-Le estaba dando cierta gracia la cara de desconcierto del humano, seguro, tal cómo varios, debió creer que lo iba a someter a quién sabe qué barbaridades.- Lamentablemente no puedo jugar contigo de momento, debo enfocarme en algo más importante.-Dio media vuelta pasandole rozando toda la cola por la cintura deslizandola luego en las dos piernas termino con una leve sacudida al alejarse.-Te visitaré más tarde, mascota.-Pronuncio lo último con cierta sorna antes de retirarse dejándolo solo otra vez en la habitación con la indignación más elevada que antes.-

"¡¿Jugar?!... ¡¿Mascota?!". Frunció el ceño apretando los puños mirando la puerta metálica. Ya sabía que iba a serlo, pero que se lo dijera ya le causó más molestía sobre todo porque el tipo sabia que era un ser pensante siendo denigrado a ese nivel sin poder replicar o similar si es que apreciaba su vida.-

Yamcha: ¿Por qué tengo tan mala suerte?.-Suspiró volviendo a su cama se dejó caer en el colchón tomando la almohada hundió el rostro ahí soltando un grito medio lloriqueando de la frustración que fue opacado. Abrazo la almohada recargando el mentón en ella ahora.-Al menos no me tendrá confinado a esta habitación.-Un poco de buenas noticias en toda esta terrible situación.-

Aún si tenía autorizado salir a sus anchas, no sabía cómo abrir las puertas, pudo haber visto antes ya que el emperador la abrió para salir pero su mente estuvo más ocupada maldiciendose. Por lo tanto se pasó el resto de las horas andando en el cuarto, bastante sencilla, la puerta que daba al baño tampoco pudo abrirla, por suerte no tuvo ganas de usarlo en todo ese tiempo hasta que llego uno de los sirvientes para preguntarle acerca de su alimentación, necesidades en general, si requería más ropa, etc.-

El sujeto le mostró cómo activar las entradas para que no se quedase encerrado. Luego de media hora respondiendo las preguntas acerca de él, se retiró haciendole una reverencia informandole que pronto le traerían la cena. Yamcha estaba estupefacto, ¿a qué prisionero/mascota lo trataban como si fuese un invitado de clase alta?. La respuesta le quedó clara luego de que le dieran su comida. Era propiedad del emperador, debían tratarlo bien solo por ese detalle, siguiendo el antiguo protocolo que el mismo tirano establecio desde el primer ser exótico que tomó como "animal de compañía".-

Quiso ser rebelde, empezando por no aceptar los alimentos que le llevaron pero el fuerte delicioso aroma, el aspecto del platillo le terminó ganando y se comió todo bastante contento disfrutandolo. Ciertamente no era comida que hayan sacado de la Tierra, pero aún así la diferencia en el sabor era mínima.-

Pasó al menos una semana ahi dentro, él solo se abstuvo a permanecer entre esas cuatro paredes, la verdad era que aunque tuviese libertad de ir y venir, aún le daba inseguridad toparse con algún alienígena de muy mal humor en alguno de los pasillos y terminen partiendole la cara por no saber su estatus en esa nave de momento. No era consciente que su collar ya era señal suficiente para los demás en no atreverse a tocarle un mechón de pelo si llegan a verlo merodeando incluso cerca de la sala principal.-

Tenía mucho tiempo libre, de eso no había duda, así que aprovecho en entrenar en ese pequeño espacio sin importarle que los sirvientes lo viesen cuando entraban para dejar o sacar cosas nuevas. En la segunda semana estuvo más tranquilo, porque en ningún momento hubo señales del emperador. De todas maneras si lo atendían bien, no había por qué quejarse o ir a buscar al tirano. Al menos eso se dijo durante esos días, pero ya terminando la semana, se hartó de estar en el mismo sitio, debia explorar.-

Luego de la ducha rutinaria, se puso el traje negro que ya se le estaba haciendo cómodo. Uno de los encargados de cuidarlo se encargó de peinarle el cabello, tampoco replicó a esto porque ya se habia acostumbrado a que lo peinaran luego del baño, solo los primeros días le molestó. Pero tal como en los viejos tiempos de bandido, el se adaptaba fácilmente a la situación, eso y que muy en el fondo le estaba gustando toda esa atención.-

Finalmente salió de la maldita habitación, se decidió a buscar dónde demonios estaba el tirano porque al menos a su lado sabía que nadie le iba a dañar, aún seguía con esa ingenuidad, creyendo que el único pro de ser pertenencia del jefe era tener buena comida, ropa, habitación, lo básico. No tenía idea que su estatus tenía una infinidad de pros.-

Con el lenguaje corporal gritando a todas luces que estaba nervioso aunque intento ocultarlo saludando a cualquier soldado que se cruzara por el camino, todos los sujetos a bordo lo superaban en tamaño y fuerza. ¿En serio no podía ser más patético?. Él, que se crió entre los lobos, en un lugar tan fiero como lo es el desierto. Nuevamente se lamentaba por no seguir la constancia de entrenar.-

Yamcha: Se supone que es aquí.-Murmuró hablando consigo mismo mientras estaba parado frente la puerta metálica, accionó el panel como le enseñaron pero aún así la puerta no le permitió el acceso.- ¿Uh? ¿Lo hice mal acaso?.-Volvió a intentar, pero nada. Luego de unos segundos una voz masculina se escuchó preguntandole quién era. El azabache aclaró la garganta apaciguando sus nervios identificándose con un "¿Yo?".-

Se sintió un imbecil luego de responder así, pero para su alivio interno la puerta se deslizó permitiendole entrar a la extensa sala. Un panel se extendía recorriendo toda la zona del frente bajo el inmenso ventanal que daba un mejor panorama del espacio que recorrían. Lo que parecía un trono estaba en medio del sitio, la punta de la cola rosácea ondeando sobre una orilla del trono se podía divisar fácilmente.-

Freezer: Vaya, pensé que tardarías un mes o dos.-Su tono era suave, divertido a la vez porque solo le tomó dos semanas que él mismo lo buscara.-¿Acaso tienes alguna queja con el servicio, mascota?.-Le hizo un gesto de mano indicandole que se acercara.-

Yamcha: Para nada, me han tratado muy bien.-Contestó acercándose como le indicó ignorando el "apodo", no quería mostrarse tan dócil, en serio que no, pero sabía debía mantener la cabeza gacha para que no se la cortaran.- Solo no quiero andar con un morete o sin una extremidad por chocar accidentalmente con alguno de esos sujetos.-Esto le sacó una leve risa al emperador.- ¿Qué? No es gracioso ser el blanco andante de la nave.-

Freezer: ¿Blanco andante dices?.-Se rió otra vez negando ligeramente con la cabeza, dejo la copa que bebió instantes antes a un lado.- Entonces vienes en busca de protección, vaya, cada vez más reluces tu inteligencia.-Sonaba a halago, pero el tono sarcástico empleado daba a entender lo contrario, él no le iba a decir que nadie en la nave le haría daño, mejor aprovecharse de su ignorancia entonces para que se hiciera más dependiente de su persona.-De todas maneras iba a llamarte, ya que pronto llegaremos a nuestro destino saldré más seguido.-Recargó el mentón en la palma de su mano mientras se cruzaba de piernas.-

Yamcha: ¿Para qué-... ?.-Se calló al ver el gesto del tirano, luego como un animal entrenado se acercó sentandose en la orilla metálica que es donde señalaba el de tez rosada.-

Freezer: Hm... Parece que eres muy dócil.-Comento mientras deslizaba sus dedos por las hebras oscuras notando que incluso portaba más brillo que antes.- Bien, no tendré que pasar mucho tiempo entrenandote.-Otra vez se burló de su situación actual. No pudo evitar fruncir el ceño mientras se le escapaba un gruñido por lo bajo al suspirar, esto sin duda le sacó otra risa al emperador.-Ah-ah, no le debes gruñir a tu amo.-

Yamcha: Eres un pésimo dueño.-Murmuró en voz baja por la molestía contenida, se cubrió la boca con su mano dandose cuenta de su error, sudo en frio al sentir que el otro paró con sus caricias.-

Freezer: ¿Estas molesto porque no fui a verte?.-Ahora si que su humor mejoro al ver la expresión de desconcierto del azabache desviando la cabeza a otro lado para que no lo siguiera viendo.-Tal como dije el primer día, no cuento con mucho tiempo para pasar el rato jugando contigo.-Posó su puño sobre su boca ocultando la sonrisa socarrona, sin apartar su mirada del más alto.-Pero no te preocupes, pasarás a mi lado de ahora en adelante.-Dicho esto, volvió a distraerse con pasar sus filosas uñas por esa melena que le tenía fascinado, muchas veces quiso hacer esto con el general Zarbon solo para sentir la textura, pero no lo hizo porque no queria crear ideas equivocadas en el sujeto. Pudo haber sido estéticamente placentero de ver pero para el emperador era un simple adorno bonito andante que por su natural resiliencia podía usar cómo arma de vez en cuando.-

Mientras Yamcha se maldecia aún más por molestarse por algo así. ¿Qué clase de síndrome de Estocolmo estaba desarrollando tan rápido?. Relajó el cuerpo, sus parpados decayeron levemente porque el tirano había hundido las uñas hasta llegar a su cuero cabelludo, le estaba rascando estando pendiente de su reacción. ¿O tal vez es que se estaba dejando llevar porque esto es lo más cercano a tener a alguien que realmente pase con él de otra... ?.-

Le dió una ojeada a Freezer, pero desvió rápido la vista. "¿Qué diablos estoy pensando en una situación así? Vamos Yam, no estas tan desesperado, ten algo de dignidad". Lo único que le quedaba era portarse bien, que el otro bajase la guardia durante un tiempo, al menos lo suficiente para saber desactivar, quitarse el collar, a movilizarse por la nave y encontrar el hangar, aprender a cómo utilizar las cápsulas antes de poder huir de regreso a su hogar. Era suicida cualquier idea para librarse en realidad, pero al menos el pensar en eso le daba una falsa esperanza que lo mantenía vivaz.-
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Freezer caminaba por el terreno baldío observando todo el panorama asegurándose que serviría para empezar su entrenamiento. Dió un suspiro deteniendose mientras escuchaba al humano quejandose de la gravedad del planeta escogido. Deshizo la corra de energía que le había puesto antes de salir, absurdo usarlo si simplemente irían cerca, pero ver las orbes obsidianas pulsar de furia durante el corto trayecto fue delirante.-

Yamcha: ¿Qué hacemos aquí?.-Preguntó sin recibir respuesta, el emperador solo se retiro la armadura mientras le daba la espalda. Abrió los ojos de par en par teniendo una idea equivocada, comenzó a retroceder con toda la discreción posible.-

Freezer: Tu, solo a observar si es que no eres tan débil cómo para no soportar una que otra rafaga de energía.-Respondió finalmente luego de mover su cabeza de un lado a otro, se giro de lado para finalmente verlo.-Y te recomiendo permanecer callado, no quiero distracciones... .-Su tono de voz bajo mientras alzaba una "ceja" en señal de confusión al verlo con obvias intenciones de regresar a la nave, se notó que no escuchó nada.- ¿Que acaso te he dado permiso de volver?.-Siseó ondeando su cola contra el suelo rocoso, del susto el ex-guerrero perdió equilibrio cayendo sentado.-

Yamcha: ¡E-Escucha! Y-Yo no estoy listo para este tipo de c-cosas, sé que no debería oponerme, seguro me matas, pero no quiero ser esa clase de mascota.-Habló rápidamente con los nervios a flor de piel mientras se cubría con sus manos cuando el tirano se acercó a darle un escarmiento, pero al escucharlo se abstuvo, cruzandose de brazos dedicandole una mirada molesta, indignado.- ... N-No venimos aquí para eso, ¿verdad?.-

Freezer: Debería pulverizarte aquí mismo por tener ese tipo de pensamientos repulsivos acerca de mi.-Replicó frotandose la sien derecha dandole otra vez la espalda.-Para tu información no tengo, ni tendré intención alguna de usarte de esa manera porque tengo la mente más ocupada en cumplir mi venganza que estar perdiendo el tiempo con encuentros de esa índole.-Lo miro por sobre su hombro.-Te he conservado como un accesorio, no, más bien, un incentivo de que no debo desviarme de mi objetivo, tu significas un recordatorio constante que debo explotar mi potencial y regresar a esa maldita esfera terrestre para exterminar al maldito que me humilló.-Sonrió de lado al ver la expresión de desconcierto, preocupación y temor en el azabache.-Y por lo visto sabes a quién me refiero, ¿no?.-

Si fuera totalmente ajeno a lo que hablaba, su reacción sería de confusión naturalmente, no las que mostró en ese momento.-

Yamcha: No... No tengo la más mínima idea de lo que hablas.-Intento mentir pero titubeo, se podía ver en cada poro de su rostro que si sabía perfectamente.-

Freezer: No deberias mentirme, mascota.-Se inclino sujetandolo del collar, su rostro peligrosamente cerca, viendose más intimidante.- Menos si claramente no sabes mentir, eres demasiado transparente.-Dió un latigazo al suelo con su cola logrando que saltara en su sitio con el miedo aumentando.- No me agradaría arruinar tu rostro.-

Yamcha: ¿Uh? ¿Te gusta mi rostro?.-Cambió de tema en un parpadeo al igual que su estado de miedo a uno relajado. Sonrió al ver el ligero sonrojo purpura en el rostro contrario.- Así que si te g-... ¡UGHF!.-Se recostó de lado sujetandose el abdomen dónde recibió la patada para que se callara de una vez.-

Freezer: La próxima no seré tan suave, es una advertencia.-Dicho esto se alejó para empezar su entrenamiento dejando al otro tirado ahí que seguía resintiendo el golpe.-¿Por quién me toma ese miserable? Creyendo que haría obscenidades en un sitio como este.-Nuevamente le dirigió una mirada, seguía tirado hecho ovillo en el suelo.- Patético... .-

El azabache al menos se quedó más tranquilo, el tirano no iba a usarlo para placer personal. Aun así lo del incentivo le seguía sonando a puras patrañas, además estaba gastando recursos para mantenerlo en buen estado. ¿Qué le pasaba por la cabeza realmente al tirano? Era difícil de saber o averiguarlo, pero ahora solo le quedaba pensar en al menos distraerlo para darles tiempo a los demás, quizás buscar un modo de enviar un mensaje de advertencia... Suspiró cerrando los ojos ignorando los temblores del planeta por el despliegue de poder del tez rosada.-

Desde ese momento se volvió una rutina acompañar al tirano a sus sesiones de entrenamiento, él se mantenia sentado en un relieve cercano mientras el otro se disponía a destrozar el terreno, eso fue las primeras veces, solo observando con asombro y terror cuánto poder tenía un ser tan pequeño antes de animarse a entrenar en su sitio designado mientras esperaba a su "amo".-

Transcurrieron más días, Yamcha dejó de contar cuando pasaron dos meses, poco le importaba, si alguno pudiera localizarlo o similar ya lo hubieran encontrado, rescatado pero nada, ni señales de eso. Y para su sorpresa, en realidad no era tan malo acompañar al tirano, quedandose a su lado viéndolo revisar todos los documentos acumulados en sus años de ausencia. En ciertos intervalos, se tomaba un descanso, quitándose los lentes unos minutos. Minutos que dedicaba en llamarlo a que se acercara meramente para manosearle el cabello o para pedirle que llamara a uno de los sirvientes. Lo unico que detestó fue cuando el emperador, en un nivel de máximo aburrimiento, lo trató cómo algo más que solo un peluche antiestrés, lanzandole una esfera con una forma semejando la figura de una estrella, para que fuera a por ella y se la regresara para repetir el proceso. Y el pobre pensando que no lo iba a seguir denigrando. Obviamente sacarlo con una correa cada que salian de la nave no era suficiente humillación.-

Pero volviendo a lo bueno, en específico a esas sesiones de entrenamiento, se encontraba seguro ahí, además de tener su propio momento también para entrenar, cosa que Freezer ignoró durante todo ese tiempo, porque aún carecía de la simple técnica de detectar el ki, siendo que igualmente tomaba gran distancia para desplegar su energía sin dañar al azabache, una precaución que normalmente no tomaría, no le debería importar en lo más mínimo, pero él ciertamente no le apetecia dañar tan rápido y por "accidente" su juguete, más que nada su estética.-

Pero también había un motivo oculto, como siempre, cada que mantenía una mascota a su lado, era porque ciertamente, incluso él, como el sociópata que era, tenía un vacío que de vez en cuando se podía ocupar con alguien fácil de controlar haciéndole compañía.-

Freezer jadeante luego de pulverizar otra considerable parte del terreno, se tomó unos segundos de descanso, en los cuáles instintivamente agudizo al oído, escuchando al azabache a lo lejos destrozando algunas de las inmensas rocas. Ondeo su cola, su vista puesta en esa dirección ya denotando su latente curiosidad. Sin pensarselo mucho tomó vuelo al sitio designado donde Yamcha debía esperarlo.-

El ex-guerrero estaba practicando una de sus antiguas técnicas, concentrando su energía en su mano derecha hasta formar una esfera de energía que en un movimiento rápido lanzó hacía uno de los relieves en horizontal cortandolo a la mitad provocando que esa parte se deslizara comenzando a caer. El tirano pensó que eso era todo el "espectáculo", pero el azabache mantuvo sus dos dedos, indice y anular alzados para controlar la esfera, realizando otros movimientos ejerciendo más velocidad cortando en milisegundos toda la pieza rocosa en pedacitos hasta volverla polvo la cual se fue siguiendo la dirección del viento.-

Yamcha sonrió orgulloso puesto que llevaba ya varios días puliendo esa técnica, parecería algo simple, pero era una enorme diferencia al gran esfuerzo que suponía antes simplemente formar la esfera. Freezer por su lado, si estaba mínimamente sorprendido... No se esperaba que su adquisición tuviera ese nivel de poder. Sin embargo también le llamó la atención la forma en que realizaba sus ataques, a medida que pasaban los minutos observando en silencio, más le parecia estar viendo alguna especie de animal salvaje luchando, la ferocidad, su posición defensiva. Tal vez... tal vez... .-

Cambió de estancia, agachandose flexionando las piernas fijando su atención en otra roca, emitiendo un sonido similar a un gruñido mienttas su cabellera se alzaba ligeramente, nuevamente le dió la imagen de estar observando a una criatura que una vez le jodas lo suficiente, te arrancaría la vida de un golpe. Aunque claro, ese nivel de amenaza solo sería para otros seres insignificantes, pero no quitaba el hecho de que su mascota podría contar ya con mayor nivel del que porta el sujeto de tez rojiza.-

Yamcha al salir de su concentración, se detuvo en seco luego de destruir el objetivo, girando su cabeza en dirección a Freezer que casi dió un respingo en su sitio como si lo hubiese atrapado espiando. Lo cuál así era, por lo tanto el emperador aclaró la garganta parpadeando lento una vez mientras se acercaba al otro que se puso rigido en su sitio.-

Freezer: Veo que cuentas con más sorpresas de las que esperaba, bueno, realmente no es como si tuviera alguna de antemano.-Se posicionó frente suyo, ondeando su cola de lado a lado en claro interés.- Aún sigues siendo demasiado débil, te rompería en unos minutos, no me gusta suprimir tanto mi nivel de poder, por lo tanto debido a este descubrimiento de tus capacidades te delegaré a ser una especie de compañero de entrenamiento.-

Yamcha: Uh... Pero dudo que-... .-Trató de replicar pero con solo escuchar el latigazo que ejerció el otro con su cola, dio un respingo callandose de golpe cualquier sonido que su garganta quisiera emitir, se limitó a seguirlo de regreso a la nave, como perro regañado.- Sigo pensando que eres un dueño terrible.-Le dijo sin miedo al llegar a la sala principal, solo escucho al otro reírse.- ¿Qué clase de amo usa como herramienta de entrenamiento a su propia mascota?.-

Freezer: Si tiene utilidad en algo más que solo acompañarme, no veo por qué no debería aprovechar tal potencial a mi favor.-Se sentó en su trono, no tardaron en servirle una copa de vino, dejando que el azabache se sentara en el reposabrazo derecho como acostumbraba.- ¿Dónde aprendiste a pelear?.-

Yamcha: ¿Uh?.-Parpadeo algo sacado de sitio, no se esperaba que realmente le interesara saber. Jugueteo inconscientemente con su collar, mirando al tirano.- En el desierto, andando entre una manada de lobos, fuí desarrollando también un instinto de supervivencia.-

Freezer: ¿Lobos dices? Que particular manera de entrenarse.-Ladeo su cabeza ligeramente, recargandola en la palma de su mano viendo con más interés al hombre a su lado, haciéndole un gesto con su mano libre indicando que podía proseguir hablando.-

Yamcha dudaba en sus adentros seguir hablando de su antigua vida, pero con tal de mantener al otro complacido, continuó contándole, intentó omitir las partes acerca del pelipalmera pero fue inútil por cómo carraspeo las primeras sílabas del nombre, Freezer no era estúpido, sabía desde el inicio que el azabache conocía a Goku. ¿Qué tanto? Pues ahora sabía que bastante, volviendo a sorprenderlo con la nueva información. Tenía bajo su poder a quién parecía ser uno de los más cercanos amigos del maldito Saiyajin.-

Sin embargo, al confirmarle esto, no sintió repulsión alguna por el ex-guerrero, encontrando más interesante de hecho los demás relatos de él siendo un bandido. Sonrió divertido, dandole otro sorbo a su vino, comprendiendo por qué a pesar de ser aparentemente dócil, desprendía un aura salvaje que quierase o no, al tirano le atraía.-

El humano por su lado olvido con quién estaba hablando, relajandose lo suficiente incluso llegó a contarle la ultima vez que participó en un partido se baseball, levantandose del trono para darle una representación completa de su hazaña en el partido. La carisma natural de él era algo refrescante para el emperador, quién su mente no dejaba de preguntarse, si este terrícola era tan cercano al Saiyajin, ¿por qué no ha aparecido o habido señales de él para rescatarlo?.-

O su mascota desarrollo de un momento a otro una impecable manera de mentir o realmente al pelipalmera le importaba poco o nada que su amigo de la infancia haya desaparecido de la faz de la tierra. No solo él, sino también los otros que mencionó en sus anécdotas, lo cual los hacia ver como pesimos amigos. No es como si el tirano fuese alguien para hablar, él era un traidor, manipulador, tal vez siendo la peor escoria existente en el universo, pero por eso mismo, de quién se espera que debería ser atento con sus seres queridos son los susodichos héroes, quiénes tienen el papel de ser buenos.-

Pasado otro largo rato, Yamcha volvió a su lado, sin mirar al frente, esta vez su cuerpo estaba girado hacía el de tez rosácea. El tema que terminó surgiendo de la nada por la mención de cierta científica, puso a Freezer en el borde de la conversación, escuchando aburrido algo de lo cuál tiene cero interés, pero para el otro parecía ser como si su vida dependiera de ello.-

Freezer: Que patético eres.-Soltó de repente dando un suspiro exasperado al verlo acabar, riéndose en voz baja, moviendo con elegancia la copa en su mano dandole una mirada efusiva.-¿Qué tiene de interesante enamorarte? Solo te quitaría energía, dinero y tiempo.-Ondeo su cola dejandola caer al lado del cuerpo contrario, curvandose alrededor de la cintura de Yamcha.- Y si hablamos acerca del matrimonio, lo único beneficioso que saldría sería si al unirse otorgaría más poder.-

Yamcha: Urgh... Realmente eres un tipo muy frío, ¿no?.-Otra risa por lo bajo del emperador. Dio un suspiro con una sonrisa apagada.- Supongo que si soy patético, nadie quiere estar conmigo, mis amigos ni siquiera han notado que no estoy... .-

Freezer: Si así te pones estando sobrio, no quiero ver cómo serás en estado de ebriedad.-Comentó con una leve mueca de disgusto, rodando los ojos en clara molestia, dejo la copa vacía a un lado.-Eres un ser demasiado sensible.-Cruzó una pierna sobre la otra, sus orbes carmín divisando el extenso espacio frente a ellos.- ¿Y dices que nadie quiere estar contigo? Normalmente a las féminas le agradan los sujetos asquerosamente cursis como tu.-

Yamcha: Hasta en el espacio eso también parece ser lo habitual, uh... Ellas lo tienen claro, pero ahora que lo pienso yo no tengo muchos estándares por los cuales guiarme.-Flexionó la pierna, recargando el brazo ahí y su mentón en la palma de la mano sin apartar la vista del otro.- ¿Y qué hay de ti?.-Freezer abrió de golpe los ojos, girando lento la cabeza incrédulo de que le preguntase eso.- ¿No tienes un tipo? Ya sabes, ¿qué cosas te gustan de alguien?... .-Luego cayó en cuenta nuevamente con quién hablaba, soltando una risa nerviosa cerrando los ojos, meneando la mano de arriba a abajo en un gesto de querer dejar el asunto.- O-Olvidalo, que tonto preguntarle esto a alguien como tu, quiero decir, y-ya me dejaste en claro que estas cosas no te interesan ja-jaja... Mejor me callo.-

Freezer entorno los ojos, sin expresar nada, indescifrable ante el otro que volvió a desviar la cabeza en dirección contraría tratando de ignorar su incomodidad. "¿Qué cosas... ". Sus pupilas comenzaron a viajar desde la parte inferior del azabache. "... me gustan... ". Subiendo tomando total atención al definido cuerpo del ex-guerrero. "... de alguien?". Y el recorrido terminó en apreciar el perfil del otro, las cicatrices, que en lugar de restarle puntos en estética, realzaba en niveles elevados lo atractivo de sus facciones, reflejando parte de su lado salvaje.-

Sin darse cuenta se había quedado embobado viendo con intesidad a Yamcha quién al sentir la insistente mirada, lo encaró al ya no soportarlo, encontrandose con la misma expresión neutral cuando se concentraba demasiado en algo. Y a pesar de que el humano no reluciera por su inteligencia, si que notó cómo Freezer le vió unos milisegundos la zona de los labios, luego desviando demasiado rápido la vista al frente siendo obvio en con qué inconsciente intención hizo eso.-

Freezer: ... Retirate a tu habitación, ya no requiero tu presencia por el día de hoy, mañana asegurate de estar descansado para asistirme con el entrenamiento.-Ordenó cortante, sin siquiera verlo o darle la caricia que le proporcionaba siempre, antes de mandarlo a su sitio.-

Yamcha se despidió torpemente casi cayendose porque se medio enredó en la cola, disculpándose rápido  por ello a pesar de que Freezer era el culpable de tan bochornosa escena por olvidar que lo tenía sujeto. Lo último que escucho fue el tartamudeo del azabache deseandole buenas noches, retirandose en un abrir y cerrar de ojos.-  

El tirano se cubrió parte del rostro con su mano, sintiendo el calor en sus mejillas. Una vez más el estúpido terricola había causado esa reacción inusual en él... Lo cuál, odiaba, no le agradaba para nada mostrarse así. Sin mencionar lo que casi estuvo a punto de hacer. Se cuestionaba internamente, ¿por qué bajaba tanto la guardia con él?, ¿por qué era tan condescendiente?.-

¿Acaso en realidad era todo parte de un plan?, seguía sin cuadrarle que el Saiyajin no viniera en rescate del ex-guerrero, con lo entrometido que era, dudaba que careciera de recursos para localizarlos.-

La paranoia era con lo que ha crecido, siempre suponiendo que todos a su alrededor lo quieren usar para beneficios debido a su estatus, o en este caso, volver a acabarlo usando algo tan insignificante que no sospecharia, incluso si es algo demasiado bajo, sin sentido, para el tirano seguía siendo una posibilidad mínima. El solo pensamiento de volver a ese maldito infierno con osos de felpa le daba una sensación tremenda de repudio, incrementando su ira. Mil hilos de pensamientos se enredaban en su mente, una suposición tras otra, un escenario tras otro. Hasta que abruptamente se calmó al llegar a una realización.-

Llamo al sujeto que estuvo intentando miserablemente cubrir su posición mientras estaba muerto. Sorbet entró a la sala, temeroso de qué querría ahora su señor a la vez extrañado de no ver al azabache sentado junto a él como era de esperarse. Tanto él y la armada que los acompañaban en la nave, seguían sorprendidos de que al emperador si le haya gustado tanto la compañía del humano.-

Como sea, la charla abarco solo dos minutos, siendo que Freezer meramente queria corroborar su suposición. No se había parado a pensar en eso con detenimiento, hasta ahora, por buscar una excusa coherente para si mismo del por qué no debería aniquilar a su juguete.-

Satisfecho con la respuesta, optó por retirarse a sus aposentos finalmente, tranquilo en que aún seguía teniendo el factor sorpresa de su lado. En efecto, nadie en la Tierra se dió cuenta que lo habían revivido, de haber sido así, la nave ni siquiera hubiera podido salir o entrar al planeta. El único curioso por descubrir quién uso las esferas del dragón se encontraba ahí en su nave, sentado en la comodidad de la cama observando el espacio exterior en un intento de aclarar su mente.-

Volviendo a juguetear con su collar por unos segundos hasta que reaccionó mirando confundido el accesorio, estirandolo más hasta dónde el material lo permitía. "No puede ser... ". Pensó, sujetándolo tanteo el metal, hasta que tocó lo que parecia ser el broche... Y lo abrió, sin recibir daño alguno. Se quedó pasmado observando el objeto. Le había mentido acerca del peligro, para controlarlo... Ciertamente el azabache se sintió increíblemente estúpido, con un millón de emociones más dentro arremolinandose. Luego de asimilar esto, la idea de huir se disparó en su mente. Sin embargo, de manera mecánica se volvió a poner el collar, viendo la gema adornandola. Dejando a un lado su única oportunidad de escape.-

Dandose cuenta que realmente no se quería ir. No queria... ¿Pero por qué?.-

Paralelo a esto, en el planeta Tierra todo fluía con normalidad, al menos, hasta que transcurrió la primera semana. Tal como pensó el azabache el primero en notar su ausencia fue su querido amigo, Puar quién luego de buscar los puntos dónde normalmente Yamcha estaría, entro en pánico yendo a buscar inmediatamente a Bulma que era la única que permanecia en un solo lugar a diferencia de los otros dos Saiyajin.-

Puar: ¡Ya busqué por todos lados! He preguntado a todos si lo han visto pero el ultimo que habló con él fue Tienshinhan.-Informó afligido el pequeño metamorfo agitando sus brazos frente a la peliazul.- ¿No puedes llamar a Goku para que nos ayude a localizarlo?.-

Bulma: Si tan solo hubieras venido más temprano.-Murmuró con cierto pesar, posando ambas manos en su cintura.- Se fue hace unas horas con Wiss, estuvo fastidiando todo el día con que lo llevase a entrenar a su planeta como lo hizo con Vegeta, dudo mucho que alguno quiera regresar pronto.-Suspiro, estando solo un poco preocupada. Si Krillin no encontraba pistas con los demás policías, y nadie del grupo daba con él  aunque sea con un minimo rastro de Ki, iban a tener que recurrir a las esferas.- ¿No será que se fue de nuevo a entrenar al desierto? Ese sitio es enorme, la ultima vez que lo hizo no te llevó con él.-

Puar: Pero Yamcha ya ha dejado las artes marciales hace mucho, ¿por qué las retomaría tan de repente? Y sin avisarme, al menos habría dejado una nota.-La aflicción del azulado era clara, mientras Bulma intentaba mantenerse serena, al menos por el momento, despues de todo seguía siendo un amigo.- ¿Y si le pasó algo terrible?.-Se le quebró ligeramente la voz, mientras se formaban pequeños cristales en sus ojos.-

Bulma: Calma, calma, no servira de nada ponernos así, debemos pensar en cómo encontrarlo.-Otro suspiro, mientras sus orbes celestes se posaban en el cielo, su mente intentado hallar una solución rápida.- Hm... Me pregunto si Goku se llevó consigo ese celular que le di.-Balbuceo sacando su movil, marcandole al pelipalmera esperando que contestara.- Vamos... ¡Goku!.-Si contestó la llamada.-

Goku: ¿Eh? ¡Ah! ¡Hola Bulma!, ¿qué  pasa? Estaba a punto de dormir.-Y como si recalcara eso, dio un gran bostezo por su lado de la linea.-

Bulma: Oye, antes de que te quedes dormido, ¿crees que puedas localizar a Yamcha de alguna forma? Lleva desaparecido al menos una semana, Puar esta preocupado.-El mencionado se le acerco más para poder escuchar mejor, expectante.-

Goku: ¿A Yamcha dices? Mmm... .-Espabilo ante esto, posando dos de sus dedos en su frente intentando localizar el Ki del azabache.-

Vegeta: Dudo que puedas encontrarlo de esa manera, su energía es tan débil que ni siquiera estando en el mismo planeta seria fácil de ubicar.-Se escuchó el eco de la tosca voz del Príncipe que ya estaba acostado en su cama, lejos del otro.-

Bulma: ¡Tu callate Vegeta, no ayudas con eso!.-Bramó molesta, escuchando un "hmp", por suerte el peliflama si que quedó callado.- ¿Pudiste encontrarlo?.-

Goku: No, lo siento, de verdad es imposible localizarlo así... ¡Ah! ¡Ya sé!.-Se levantó de golpe corriendo dónde se encontraba el Ángel, para su suerte la divinidad no necesitaba dormir, andaba paseandose por el área verde.- ¡Wiss!.-

Wiss: Deberia estar descansando, ¿por qué sigue despierto? ¿Hm?.-Escuchó la petición del pelipalmera, alzando una ceja, sin encontrarle la mayor importancia.- Me parece que esta abusando de mi cortesía.-

Goku: ¿Uh? Pero si para usted es fácil localizar cualquier cosa, ¿por qué no quiere?.-Chasqueo los dedos señalandolo.- ¿Y si Bulma le promete darle otro lujoso banquete la proxima vez que vaya a la Tierra?.-

Wiss: Tentadora propuesta, pero debo decir que me he abastecido lo suficiente de la reciente visita, además, a menos que el Señor Beerus me pida localizar a alguien en concreto, no me veo obligado a cumplir tu petición.-Sonrió como si nada, cerrando los ojos.- Y le recomiendo no seguir con esto, le recuerdo que ya suficiente me ha fastidiado el día de hoy, ¿o acaso quiere que lo regrese a la Tierra?.-

Goku: ¡Buenas noches Wiss!.-Se despidió rápido regresando a la habitación.- Lo siento, no puedo dejar pasar wsta oportunidad para entrenar y hacerme más fuerte, seguro lo encontraran, quizás- ... .-Se calló de golpe al escuchar a Puar gritandole que mal amigo era desde el otro lado de la linea, más los posibles escenarios terribles.- Tranquilizate Puar, si Yamcha estuviera muerto, creo que Kaiosama hubiera hablado algo al respecto, ¿no crees? Ya sabes, porque estando muerto podria ir donde él como la ultima vez.-

Seguía estando furioso por la falta de cooperación de Goku, pero ciertamente tenía un punto. Al menos podian guiarse con eso de que Yamcha seguía con vida, pero dónde específicamente, continuaba siendo un misterio. Y el Saiyajin no aportó ni una misera más porque el celular finalmente se apagó debido a que se le agotó la batería, el pelipalmera habia olvidado o más bien no sabía que debia cargarlo.-

Un mes paso desde entonces, pareciera que la mismisima tierra se lo había tragado, no lo hallaron ni aunque "cepillaran" el desierto completo. Dos, tres, cuatro meses... Quisieron buscar las esferas pero para su desgracia, estaban inactivas, dandoles otra pista, que quién sea que invocó a Shenlong, utilizó todos los deseos disponibles. Deberían esperar un año si querían recuperar a su amigo de quién sabe dónde.-

Sin embargo, al pasar los días, las semanas, los meses, incluso llegando a convertirse en el tan esperado momento... Su deseo no salió cómo esperaban.
Y el descubrir muchos años después exactamente el por qué, fue incluso peor de lo que imaginaban. Pero lo inconcebible fue lo que terminaron provocando.-

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Volviendo a Yamcha, él por su lado, siguió cumpliendo su actual papel, entrenando ahora con el tirano, sirviéndole simplemente con usar una de sus técnicas, el Sokidan, podia no ser fuerte pero al menos la velocidad era suficiente para servirle al otro que en sus sesiones de entrenamiento en un punto optó por usar su forma final al estar seguro que ya contaba con suficiente poder para moldear una nueva transformación. Al ex-guerrero en sus adentros esto le preocupaba en sobremanera, puesto era consciente de que estaba colaborando en ayudarlo a hacerse más fuerte con el objetivo de acabar con sus amigos, incluso la Tierra misma.-

Aunque su mente se quedó en blanco, centrandose solo en la figura albina que se quedó estático en su sitio, como si estuviese meditando, hasta que finalmente cambio abruptamente su semblante, haciendo esfuerzo, su energía se disparó erraticamente, iluminando con intensidad el perímetro, Yamcha tuvo que cubrirse los ojos o definitivamente se quedaría ciego. El poder del otro era abrumador, la presión en la atmósfera, incluso provocando que el azabache captara un sabor metálico en su boca, señal de que con solo irradiar esa energía le estaba causando cierto daño interno.-

Tuvo que crear una barrera para evitar seguir siendo afectado por el monstruoso poder. Al pasar los minutos, la luz se disipó, dejando ver al emperador con su nueva forma, abriendo y cerrando sus puños verificando su nivel, desentumeciendo los tendones igualmente. Con una sonrisa altanera, autosuficiente, de manera automática busco con su mirada a su mascota que ya se había acercado por mera curiosidad, inevitablemente fascinado, dejando de lado el incesante miedo al estar en presencia de un ser tan poderoso. Con Freezer dejó de temer que le hiciera daño, un sexto instinto sabiendo cuando esta en real peligro o no, por eso mismo a diferencia del inicio de esta extraña relación, no era tan precavido en sus acciones o palabras.-

Freezer por supuesto que poso ambas manos en su cintura, ondeando su dorada cola, dejandose admirar, hinchando el pecho como si llamar la atención del otro fuese su intención, de hecho en esos momentos a ambos se les deslizó fuera de su mente que uno de ellos era amigo del enermigo y el otro era una inminente amenaza.-

Yamcha: Vaya tu si que le harias competencia al sol, y creo que el sol terminaría perdiendo.-Soltó sin pensar el elogio, dandose cuenta luego de sus palabras, se río nervioso.- Digo, te ves deslumbrante... .-Aclaró la garganta sintiendo su rostro arder al ver la media sonrisa divertida del tirano.- Uh... ¿Felicidades?.-

Freezer: Supongo es normal que te quedes sin palabras ante esta nueva transformación.-Ondeo nuevamente su cola, comenzando a andar, rodeando al azabache, rozandole esa membrana brillante por las piernas.- En fin, gracias a ti he podido explotar mi potencial, me parece que mereces una recompensa por ello, por comportarte como una buena mascota.- Se rió por lo bajo al verlo hacer una mueca, sabiendo que aún le disgustaba el apodo.- Terminemos con esta sesión de entrenamiento, luego iremos a cenar.-Le dijo tranquilamente, jugueteando con un mechón, enrollandolo en su dedo índice. Yamcha sin inmutarse, solo suspiro asintiendo.-Bien, esta vez crea varios objetivos, necesito testear un poco mis habilidades antes de partir al planeta Tierra.-

Y con esto las alarmas en Yamcha se dispararon, pero, para su sorpresa interna, temiendo por ambos lados, por el binestar de sus amigos pero también por la del tirano, puesto que apenas había alcanzado ese nivel.-

Yamcha: Uh... ¿Freezer?.-Llamó al tirano que solo lo observó expectante.-Deberias pulir mejor tu transformación, porque es mucho poder que manejar, el desgaste de estamina es demasiado y... .-Fue bajando la voz al notar las penetrantes orbes carmesí brillando amenazantes, pero él no se callo.- Y... Puede que termine mal, si sabes a lo que me refiero.-Soltó una risa incomoda.-

Freezer: Suena a que solo quieres intentar alargar unos meses más las miserables vidas de esos insectos.-Soltó un bufido indignado, cruzandose de brazos.- Y parece que olvidas que estas hablando con el gran emperador del mal, tendré suficiente control para acabarlos con todo el poder que cuento ahora.-

Yamcha: Es inútil negarlo.-Se encogió de hombros, el tirano rodo los ojos, siendo obvio que sería inútil.- Pero... .-Tragó saliva, sintiendo que ya perdió la cordura.- Pero tampoco quiero que acabes muerto por confiarte demasiado, ¿sabes?, el tiempo invertido en alcanzar este nivel  se iría por el desagüe en unos segundos.-Dudo en seguir pero al ver que el tirano si estaba escuchandolo, prosiguió.- Acabarias de nuevo en el infierno, escuchando, viendo una y otra vez el desfile con esos seres de peluche que mencionaste.-Y tocó fibra sensible.-

Freezer gruñó, dando un coletazo al suelo creando una grieta de considerable tamaño, pero no nego nada, ni siquiera mostró alguna señal de darle un escarmiento por mencionar eso. De hecho era culpa de él por andar comentando el como su estadia en el infierno fue en efecto una agonía continua. Y por como el azabache se atrevía a usar ese detalle para frenarlo, captó que en realidad si le preocupaba su bienestar. Una extraña sensación se le instaló en el pecho, no debido a su poder, no debido a la ira, tampoco a su repulsión... Era cálida. Y abrumadora.-

Chasqueo la lengua desviando la vista a un lado, sin decirle nada al más alto que relajo la postura al verlo hacer un gesto despreocupado, señal de que si le haría caso. Yamcha soltó el aire que no sabia que estaba reteniendo, más contento, siguió al otro para continuar su sesión.-

¿Cuántos no quisieran tener el poder que él tenia? Esa clase de poder de hacer cambiar de idea al ser más malditamente terco del universo. Solo él contaba con ese privilegio de momento.-

Luego tal como mencionó el tirano, después de una ducha, ambos estaban listos para cenar, solo que esta vez en lugar de comer en el sitio especial del comedor de la nave, Freezer se llevó consigo a Yamcha a su dormitorio. El azabache lo siguió sin temer nada, ya varias veces lo había llevado ahí, por algo que solo él tenía conocimiento, al menos eso le hizo saber el tirano. Tuvo suerte que estaba familiarizado con los videojuegos, gracias a Goten y Trunks, las pocas veces que jugó con ellos. De esa manera el emperador no tardo mucho en explicarle cómo funcionaba todo.-

Yamcha entró a paso confiado a la habitación, escuchando la puerta cerrarse tras ellos, él tomando linea directa al asiento mullido cerca de la pantalla holográfica presionando la placa del suelo activando el modulo que les servía a ambos como una mesa, hecho esto encendió los demas dispositivos mientras Freezer terminaba de ordenar la comida sus sirvientes.-

Se dejó caer en el asiento, acomodandose, se le quedó viendo al tirano con una ligera sonrisa, la cual fue correspondida por el de tez rosácea, con cierta diversión.-


Arqueó una ceja, sin dejar de sonreír, la pregunta tácita quedó clara al emperador que soltó una risa por lo bajo, acercandose se sentó a su lado dejando caer la cola en el respaldo del asiento.-

Freezer: Te ves bastante cómodo aquí, te has adaptado fácilmente a este entorno, a mi.- Comento, cruzando una pierna sobre la otra, ladeando levemente la cabeza denotando nueva curiosidad.- Dime, ¿acaso no extrañas tu antigua vida?.-

Yamcha dejó caer la cabeza hacia atras un instante, confundido, porque ciertamente no añoraba su hogar, lo único que le dolía era que sus amigos, luego de quién sabe cuantos meses desaparecido, no daban señal de que lo estuviesen buscando o similar. El baseball lo extrañaba, pero de todas maneras había tomado un año sabático, por lo tanto, no iba a jugar en toda esa temporada. El único que deseaba que tal vez estuviera ahí acompañandolo es Puar, pero no era dependiente de él, a pesar de que pasasen tantos años juntos, no tiene esa necesidad de buscarlo incluso si ha pasado tanto tiempo. Deshizo la idea, en realidad lo que le preocupaba era que su amigo estuviese como alma en pena buscándolo.-

Yamcha: No realmente, no es como si tuviese algo interesante qué hacer en la Tierra, lo único que extraño es a mi amigo Puar.-Le contestó sincero. Dudó unos segundos pero se atrevió a preguntar también.- ¿Por qué me conservas?.-

Freezer: Eres entretenido.-Respondió sin dudarlo, sin embargo él muy en el fondo sabía perfectamente por qué.-De todas formas no te creas la gran cosa, puedo deshacerme de ti cuando quiera.-Replicó monótono con frialdad en su tono, sin titubear, pero Yamcha sabía que no lo decia en serio.-

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[Advertencia: "Lemon"🍋]
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Y la corta charla llegó a su fin. La velada transcurrió con normalidad, a menos hasta que el tirano se tomó más de dos botellas del vino más fino de su reserva, esto a causa de que quería apaciguar el disgusto en segundo plano que aún cargaba. Pudo haber escuchado a Yamcha, darle la razón sin decirselo en voz alta, pero el simple hecho de que no iba a seguir su plan de ir inmediatamente a cumplir su venganza, era algo de lo cual estar disgustado, para él esto era dar el brazo a torcer, cosa que le molestaba por su naturaleza dominante, de querer mantener el control. Y debía recuperar ese control de una manera u otra por sobre su acompañante.-

Freezer: ¿Sabes?... .-Rompió el silencio, cuando terminaron de hacer una misión en el juego en cuestión.- Se nota que no eres de paladar fino, en todo el tiempo que me has acompañado en las comidas, nunca te vi tomar un solo sorbo de vino.-El otro no respondió, al verlo con la intención de seguir hablando, mientras se servía otra copa de esa bebida rojiza.- Deberías probarlo, te permitiré degustar de mi más especial reserva.-

Sin embargo, Yamcha se quedó con la mano a medio camino de sujetar la copa porque el tirano en vez de darsela, se dispuso a darle un sorbo.-

Yamcha: Uh... ¿Entonces me darás a probar... ?.-Preguntó realmente confundido, viendo como Freezer alzaba su dedo índice en frente suyo en señal de que esperase, emitiendo un "hm" en única respuesta afirmativa.-

Freezer, impulsivamente, tomo al otro del collar, sujetando con firmeza el material para consecuentemente tironearlo hacia abajo, teniendo sus rostros ahora al mismo nivel, con el objetivo de estampar sus oscuros labios contra los del azabache que al pasar todo tan rápido, solo pudo procesar dar un jadeo sorprendido, cosa que el tirano aprovecho para deslizar su purpurea lengua en su cavidad bucal, empujando consigo el líquido que retuvo, permitiendole al otro saborear el potente licor que por reflejo ingirió al sentir que se iba desbordar por la comisura de sus labios.-

Una, dos, tres gotas se deslizaron fuera de su boca, cosa que el emperador notó, rompiendo el contacto solo para lamer con cierta sensualidad, lentamente esa línea, limpiandolo. Se apartó unos centimetros, para observar a Yamcha que estaba aturdido, pero sin la mínima señal de que queria apartarse o que le disgustara la acción previa.-

Tal vez el alcohol si fue demasiado potente, mezclado con la intensidad de sus emociones, multiplicado por su natural impulsividad. Era la ecuación para dejar de ser tan rígido, de hacer lo que realmente quiso desde que posó su atención en el ex-guerrero. Por el lado del humano, lo único sorprendente era que él deseaba esto también. ¿Quizás si perdió la cordura? ¿tanto tiempo en el espacio lo termino de joder finalmente? ¿desarrollo un síndrome de estocolmo? De eso si estaba seguro que si, puesto que inevitablemente formó un vínculo afectivo con su captor e incluso, aúnsi fuese por supervivencia propia, lo ayudó a alcanzar su meta, al menos, parte de ella.-

No estaba seguro de qué mierda sentir, hacer o pensar. La maquinaría de su cerebro dejó de funcionar literalmente, su mente, en blanco, solo sus orbes obsidiana clavadas en las carmesí que brillaban con el mismo deseo que él. Y al verlo perdido en la situación actual, Freezer optó por tomar control de la situación. Volviendo a repetir su acción  anterior, esta vez Yamcha se inclinó, sus párpados decayeron en anticipación al contacto que al presentarse, correspondió gustoso, deleitandose tanto en el vino como en la sensación de la lengua acariciando la suya.-

Los suspiros del azabache no tardaron en hacer acto de presencia, su respiración volviendose más trabajosa, el ritmo cardiaco aumentando, una reacción natural por como el tirano le quitaba el aliento en cada beso, era abrumador, intenso, embriagante, adictivo. Se fundieron en la pasión sin restricciones, sin pensar que eran de bandos contrarios, o la extraña relación amo-mascota que llevaban desde el inicio.-

La tensión que se fue formando entre ambos ya en este punto era demasiada, imparable. Gracioso por como desde el principio el emperador le dejo claro que nunca lo iría a usar para placer personal, e igualmente el lobo solitario pensaba en que era imposible que le agradace la idea. Pero así es la mente de caprichosa, de cambiante, sobre todo la del tirano, que en un parpadeo puede cambiar de parecer ante cualquier oportunidad.-

Freezer: Que mascota tan imprudente tengo, tal parece que aún no estas consciente de tu posición.-Susurró contra los labios del otro, moviendose de su posición, sentandose en el regazo del azabache que temblo ante la presión contra su entrepierna.- Deseando de esta manera a su superior, a su amo.- Se rió con malicia por lo bajo, su cola serpenteando se deslizó por entre el pliegue del oscuro traje logrando sacarle un jadeo, el calido aliento chocando contra sus labios.-Pero, supongo que puedo dejartelo pasar, después de todo, te has comportado bien desde que te adquirí.-Enrollo la punta siguiendo el eje del miembro, sintiendo las pulsaciones, la presión sacandole un gemido ronco al azabache que estaba a su merced.-

Yamcha se rió suave también, luego de procesar sus palabras. "Pero si has sido tu el que ha comenzado esto". Pensó divertido, manteniéndose callado, dejandose manipular por el otro, siendo receptivo a cada toque, beso, mordida, en pocos minutos su piel se llenó de marcas, sutiles, al menos así eran porque apenas iban comenzando.-

El ex-guerrero quiso pasear sus manos también por el cuerpo contrario, pero se le fue negado, siendo sujeto facilmente por el poder telequinetico, sus brazos tras la espalda, quedando aún más vulnerable. No se quejó, ni siquiera sintió verdadero temor por su bienestar incluso cuando el tirano rasgó de un tirón la parte superior del traje, tirando la tela oscura a un lado, rozando sus dedos por la piel, delineando desde arriba los pectorales, descendiendo, rozando ahora sus afiladas uñas oscura, sintiendo cómo los músculos temblaban bajo su tacto, haciendo notar cuán sensible estaba su mascota.-

Se le escapó un jadeo sorprendido, su cuerpo temblando otra vez al sentir repentinamente la fría lengua contra uno de sus pezones, siguiendo el contorno de la aureola antes de empezar a succionar, estimulandolo, su otra mano acariciando el otro pezón, pellizcando en intervalos, sacandole más jadeos, avergonzado a la vez confundido al ser esto algo nuevo, no se esperaba que el contacto en esa zona fuese tan placentera o que el siquiera tuviese tanta sensibilidad.-

Poco a poco las prendas del más alto fueron desapareciendo, en pedazos cayendo alrededor, hasta que quedó totalmente expuesto ante el otro que no se limito ni abstuvo de marcar cada centímetro de la bronceada piel que tuviese al alcance, comenzando desde la parte superior del cuerpo a propósito para bajar terminando entre las piernas del azabache que sentía se le iba a desembocar el corazón. Llevaba años sin tener sexo con alguien, la abstinencia mezclada con la adrenalina de ser sometido por un ser tan poderoso lo estaba llevando al límite bastante rápido, cosa que Freezer notó, mofándose con una simple sonrisa, sin despegar su penetrante e intimidante mirada rojiza de su "presa".-

¿Qué tan lejos llegarían esa noche?. Para ser honestos, ciertamente no estaban pensando con la cabeza adecuada.-

Yamcha echó hacía atras la cabeza contra el respaldo del asiento, en la habitación resonó un gemido ronco, sus piernas temblaron debido a la sobreestimulación. Lágrimas acumulandose en sus oscuros ojos, el placer disparandose en todo su ser, sin poder controlar su voz, gruñendo esta vez con frustración al sentir como se le era negado su orgasmo, la presión en su falo provocando cierto atice de dolor que le impedía llegar a su límite.-

Esta acción se repitió dos veces, el emperador deleitandose en lo frustrado que se veía él, que al ya no poder más, dejó de lado la mínima dignidad y orgullo que le quedaba, suplicando entre suspiros temblorosos, complaciendo al sádico ser que al recibir lo que quería escuchar, agachó la cabeza para introducir la virilidad en su boca, separando más las piernas por inercia para no herirlo con sus cuernos, aunque al no ser del todo flexible, terminó rasgando un poco la piel al momento de comenzar a ejercer movimientos de vaivén, enrollando su extensa lengua purpurea en la longitud por completo.-

No tardó mucho en alcanzar su glorioso climax, que debido a la intensidad de la descarga placentera, se le escapó un grito seguido de más jadeos, perdido en esa sensación. Freezer no se molesto en apartarse o sacar el miembro de su boca, tomandose toda la semilla sin problema, sin dar arcadas en el proceso a pesar de tener parte de la garganta obstruida por ello unos segundos. Estaba tan inmerso en guardar en su memoria la expresión de placer del otro que instintivamente se desestenso.-

Normalmente, dejaría de "jugar" con el cuerpo del otro en este punto, sin intimar directamente, pero la imagen de Yamcha jadeando, sus músculos cubiertos por mordidas, chupones, la ligera capa de sudor formandose ya, haciendo brillar la piel bajo la tenue luz con la que contaban, finas lineas de sangre deslizandose reluciendo también. Esto gritaba a todas luces que era propiedad de él, esto era su marca, le pertenecia a él y nadie más.-

Y la necesidad de proclamarlo completamente suyo ardía incesante, la simple fugaz idea de tenerlo gritando de placer una y otra vez su nombre, recalcando a cada rincón del universo quién pertenecía, le cubría de euforia. Lo deseaba. Lo quería. Lo anhelaba más que su sed de venganza, puesto que al cumplir su cometido estaba seguro de que recobrará su paz interior pero en este caso, era una realidad irrefutable que una vez conciban este acto, nunca se saciará y solo deseará más y más. Tanto que haría lo que fuese necesario para preservarlo.-

Se incorporo, sujetandolo del collar lo obligó a erguirse también, estirando el material, la piedra preciosa brilló creando reflejo en las orbes carmesí, llamando la atención del ex-guerrero que apenas volvía en sus cinco sentidos, pero la excitación seguía latente. Y la afinada vista del otro notó que el broche del collar estaba al revés, señal de que habia sido retirado y puesto de manera incorrecta por alguien que claramente no podía ver esa zona.-

Freezer: Dime.-Susurró contra el oído del otro en un tono inquietantemente tranquilo.- ¿Desde cuándo te diste cuenta?.-

Yamcha: Después de la vez que me echaste de la sala de control.-Susurró tembloroso, pero esto debido a que aún estaba con la calentura del momento haciendo efecto. Sus orbes obsidiana conectándose con las carmín que lo observaban buscando una explicación entonces.-No quise decirlo porque me pondrías uno que si funcionase cómo dijiste al inicio.-Eso era cierto, pero esa no era la respuesta que buscaba.- Y... Solo... Solo no quise dejarte, eres irritante aveces pero me agrada mucho tu compañ- ¡mh!.-Se calló de golpe al ser besado efusivamente por el tirano, soltando un grito ahogado al recibir un latigazo en su muslo derecho, esto como castigo por llamarlo "irritante", aunque ciertamente lo era.-

Como fuese, luego de ese escarmiento no recibió nada más que una excelente cantidad de placer a cambio por parte de Freezer, siendo esto la forma de transmitirle que estaba complacido con que lo escogiera a él, que se quedase con él a pesar de haber tenido una salida segura en bandeja de plata durante tanto tiempo, porque el azabache conocía incluso los turnos de guardia del hangar, cómo manejar la tecnología, conocimiento básico para poder guiarse en el espacio. Él tenía planeado ponerlo a prueba con lo respecto al collar.-

Pero con esto, no iba a ser necesario. Se ganó nuevamente algo que nunca nadie pudo, su confianza. Y con el transcurrir del tiempo, su corazón... Lastimosamente.-

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...

El lobo solitario, siguiendo su instinto  cayó en las garras de lo desconocido, sin ver escapatoria oportuna, se dejó abrazar por ese oscuro abismo, desbordante de una energía temible, pero a la vez atrayente, con su dulce y aparente delicado mortal encanto, el corazón del lobo termino ganando.

¿Quién habría esperado que la naturaleza feroz del lobo encantaría a la oscuridad?.

Aunque no debería de ser sorpresa, el animal es un ser acostumbrado a la oscuridad, a la luz de la luna. Y el abismo le ofrecía dos vibrantes luceros color sangre.
Ofreciéndole un inconsciente recuerdo a su pasado, que el solitario ser negaría haber disfrutado.

Sus caminos no se deberían comparar, aún así, compartia el mismo gusto por la oscuridad.
¿Su instinto le habrá fallado? Se cuestionaba de vez en cuando en esos lapsos de lucidez.

¿Tuvo buena suerte o era lo contrario? Tic toc, el tiempo había transcurrido, su mente inclinandose al primer pensamiento.
Tic toc, pero cuando su vista se desvanecia en una nueva neblina, se inclinó al otro lado.

El lobo solitario, que dejó su pasado, adaptandose a una manada por un tiempo. ¿Dónde estarán ahora?. Le han abandonado, o eso había pensado.
Estando tan lejos, donde lo único que los conectaba era ese extenso cielo estrellado. ¿Por cuál estrella deberían haber empezado?.

El tiempo, el espacio. Ninguno tomaba en ambas como algo indispensable, pero entre más se alargaban, el abismo apremiaba, tomando terreno, expandiéndose cubriendo la vista del desolado lobo hasta que la oscuridad era lo único que podía apreciar.

Como un agujero negro, atrayendo lentamente los astros, succionando toda la luz cercana, sin una escapatoria aún si la salida pareciera fácil.

La antigua manada muy tarde se dió cuenta que él estaba perdido, en las garras del monstruo había caído y nadie llegó en su auxilio.

La seductora fuerza del abismo consumió por completo al insignificante ser, su frialdad convirtiendose en una bienvenidad extraña calidez, recibiendo a cambio lo poco que el lobo le podía ofrecer.

La oscuridad fría y solitaria, acostumbrada, resignada, nunca creyó que necesitaría aunque sea una simple llama.

Pero ni siquiera la más densa maldad esta excenta de requerir una mínima luz entre toda esa oscuridad.

El abismo, el lobo, ambos compartian un deseo. Lo único que deseaban era desvanecer la soledad y entre ambos sin esperarlo se pudieron complementar.

El tempestuoso monstruo del universo aferrandose a su pequeña luz, dejó de expandir su negrura, manteniendo bajo su oscuro manto a su única compañía.

Por un largo tiempo, el vacío fue llenado, nadie pudo encontrar lo que habían perdido.
El lobo no queria abandonar aquel abismo, incluso ofreciendole hasta su ultimo suspiro, vaya trágico destino, todo por seguir su instinto.
Aquellos que consideró amigos, lo veían como un desconocido, para ellos era el enemigo.

La oscuridad se tuvo que enfrentar a la cruel realidad, su luz no iba a perdurar, una vez más, solo iba a quedar.
La inestabilidad no tardó en llegar, lo retenido no espero en estallar, la oscuridad lamentó perder a su unica fuente de real felicidad.

El monstruo resurgió, el control se quebró, le arrebataron lo único que llegó a amar, aquellos que se proclaman ser la luz en medio de la oscuridad, acabaron con aquella vieja amistad.

Pero a pesar de ser la luz, no fueron rivales contra su poder descomunal, radiante desvaneciendo su manto de oscuridad ni mil soles se pudieron comparar, haciendo cenizas todo lo que se podía encontrar, nada ni nadie lo pudo parar.

La oscuridad pudo saciar su sed de venganza, ¿pero a que costo se preguntaran?. El vacío volvió a emerger, mucho más potente de lo que fue un ayer.

La oscuridad, solitaria, volvió a arrasar con toda luz cercana, incontrolable, buscando una manera de ese vacío volver a llenar.
Pero nada pudo ocupar, el hueco que solo su lobo solía abarcar.

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Oneshot pedido por: MaidenShina .
Después de tanto, al fin termine. No es mucho pero es trabajo honesto. Aquí dejo el material descartado, que si me dió pereza agregarlo pero sirvió también para armar el contenido.-

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