9.Recuerdos 2
Kei llego a su casa, al entrar todas las luces estaban apagadas, cosa no muy extraña aunque que nadie lo recibiera no le producía un sentimiento de soledad.
—¿Kei?—pregunto una voz desde atrás de él, según acabo de entrar a su departamento.
—¿Taka...?—no acabo de pronunciar estás palabras cuando sintió un toquecito en su nuca.
—¿Cuántas veces te he dicho que no me llames así? —le regaño Takano
—Pero papá te llama así—se defendió
—Kei ¿Cómo me tienes que llamar?—le advirtió con los brazos cruzados y con cara de molestia si no respondía lo que él quería.
—Papi—dijo avergonzado
—Ese es mi chico—dijo cambiando su semblante a una expresión de felicidad tras escuchar esas palabras y abalanzándose para abrazar a su hijo.
Todo está escena trascurría sin que la puerta de la calle hubiese sido cerrada y una persona había observado toda esa escena.
—Lo siento, me he equivocado de departamento—saludo un transeúnte que se quería alejar de la escena pero...
—Onodera ¿A dónde crees que vas?—decía mientras atrapaba su brazo.
—Se equivoca yo no soy Onodera...soy ¿Oda?
—Claro, lo que tú quieras O-D-A, entra —jalo del brazo de la persona que sujetaba haciéndola entrar al departamento y cerrando la puerta tras de sí.
—Bienvenido a casa Ritsu—sin tiempo a que le respondiera lo agarro por la cintura y capturo sus labios.
—Takano...baka, no delante de Kei—se exalto Onodera.
—Como si no estuviera acostumbrado ya—respondió sin ningún remordimiento—¿Qué hay de malo en expresar nuestros sentimientos?
—Tu...tu...maldito—es lo único que pudo responder.
—Tranquilo papá, no tengo problemas con que seáis acaramelados—respondió con una sonrisa el chico.
—Kei, tú también no—sollozo Ritsu.
—Venga no vais a quedaros en la entrada ¿no?—dijo Takano que ya se dirigía hacia el interior de la casa.
—Ha sido tu culpa, tsche—reclamo Onodera—por cierto he traído la cena—señalo la bolsa que traía en su mano.
—¿Comida precocinada?—dedujo Takano.
—..Sí—admitió.
—¿El pequeño príncipe después de tanto tiempo sigue siendo incapaz de cocinar?—dijo sarcásticamente Takano.
—Takano—dijo educadamente—¡¿Cómo DEMONIOS voy a cocinar cuando todos los utensilios siguen en las cajas de embalar de la mudanza?!—dijo en tono de cabreo.
Lo cierto era que no hacía ni una semana que se habían mudado y las cajas acababan de llegar hoy a su destino.
—Esto me trae recuerdos—comento Takano—¿y a ti Onodera?
—¿Recuerdos?—pregunto Kei.
—Es verdad, tu seguro no lo recuerdas Kei, pero hace doce años vivimos aquí antes de mudarnos, aunque tu apenas estuviste aquí un mes—Takano se refería al tiempo en el que Onodera estuvo trabajando en Murakawa tras regresar de Estados Unidos— ¿es como regresar a nuestro nido?
—!Cállate!—se sonrojo hasta las orejas.
—Lo dice la persona que eligió el lugar al que mudarnos.
—No fue por eso...solo es porque era barato y queda cerca del trabajo—se excusaba.
—Grrr—el sonido del estómago sonó.
—Vamos a dejarlo y comer—sugirió Takano.
—Será mejor—acepto Onodera.
—Sí—acepto Kei avergonzado ya que era a él a quien le habían sonado las tripas.
Tras remover un poco las cosas para dejar espacio, se sentaron a la mesa a comer.
—¿Qué tal tu primer día en la escuela?—pregunto Takano.
—Fue realmente interesante y entretenido—contesto Kei.
—¿Realmente?—pregunto Onodera—tenía miedo de que con el lío de la mudanza y el cambio de ambiente te afectara negativamente.
—No, todo lo contrario papá, gracias a esto he encontrado algo muy interesante—respondió Kei
—En serio, me alegro mucho—sonrió radiante Onodera.
—¿Dónde está la salsa de soja?—pregunto Takano.
—Oh, la fui a coger y la deje en la caja—recordó Onodera—ya la traigo—así que fue en busca de la salsa.
—Tak...Papi ¿puedo hacerte una pregunta?
—Claro dime—respondió, sabía que cuando le preguntaba de esa forma era porque se trataba de algo serio.
—¿Cuál es la mejor forma de hacer que se enamore de ti alguien que dice te odia?
—Arrincónalo, si no puedes convencerle con palabras convéncelo con el cuerpo...
—!TAKANO! ¿se puede saber qué clase de consejo le estas dando a Kei?—dijo un furioso Onodera que regresaba con la salsa de soja en ese momento.
—Kei no le hagas caso, también tienes que tener en cuenta los sentimientos de la otra persona...
—Quizás, pero el consejo que le estoy dando contigo funciono, principito—le argumento.
Ante esto no pudo discutirlo solo soltar maldiciones, ya que sabía que en el fondo tenía razón ¿Cuántas veces se dejó llevar antes de admitir sus sentimientos? ¿Si Takano no hubiese sido tan persistente ahora estarían juntos? Lo único que pudo hacer fue callar.
—Papá, casi se me olvida—trataba de cambiar el rumbo de la conversación...Esto...tomad—de su mochila saco la nota—mi tutora quiere reunirse con mis padres mañana—se me había olvidado dártelo.
Saco del sobre de color madera abierta, un papel blanco en el que se podía leer:
"Señores Onodera le agradeceríamos que se presentaran mañana en el despacho de la tutora Kirishima Hiyori, debido a cierto "incidente" que debe ser discutido en profundidad.
Un cordial saludo
P.D: esperamos su presencia y agradecemos su atención"
Acto seguido le mostro la carta a Takano.
—Discutiremos de esto mañana hoy es demasiado tarde—dijeron Takano y Onodera.
—Pero como se ve que paso algo de momento lava la losa y a la cama—determino Takano.
—Buenas noches—se despidieron Takano y Onodera.
En la habitación:
—¿Qué piensas que ha pasado para que nos manden a llamar?
—No tengo ni idea—contesto Takano.
—...esa repuesta no es nada complaciente—se quejó Onodera.
—¿Entonces qué quieres que te conteste?
—La verdad, no lo sé, simplemente siento que nuestro niño, está madurando y cambiando y con eso vienen los problemas. Además ya está hablando de cosas como de hacer que alguien se enamore y cosas así.
—Es normal, además ya está en esa edad ¿o pretendes que sea un niño por siempre?
—Claro que no, solo tengo miedo de que cometa algún error del que se pueda arrepentir y nosotros no podamos hacer nada.
—Aunque no podamos hacer nada, estaremos ahí para darle nuestro apoyo, la vida es una lucha tienes que aprender a enfrentarlos y superarlos.
—Lo sé, pero quiero evitar que sufra.
—Lo entiendo y te apoyo, pero no podemos saber el futuro ¿alguna vez te imaginaste que pudiéramos tener este tipo de vida?
—La verdad es que no, pero estoy feliz de tener lo que tengo.
—Y yo—dijo mientras rodeaba en un abrazo a Onodera y besaba su mejilla—cada día contigo es como un sueño.
—Baka.
El beso en la mejilla continúo con uno en los labios y otro en la mano derecha.
—Jeje.
—¿De qué te ríes?—de esto señalo la alianza en la mano de Onodera.
—Cada vez que la veo me recorre una inmensa felicidad que no puedo controlar.
—Idiota—le soltó se avergonzaba demasiado al recordar aquel momento—Ya hace once años de eso—comento.
-Los once años más maravillosos de mi vida que comenzaron ese día.
Hace once años en SUECIA:
—Al fin las reuniones empresariales se han terminado—comento Onodera.
—No te relajes tanto, pasado mañana tenemos que regresar a Japón y al trabajo.
—Lo s— respondió.
—Creía que el príncipe se olvidaba pronto de sus obligaciones.
—Pues no—respondió mosqueado.
Mientras discutían no se daban cuenta del rumbo de la dirección que tomaban.
—¿Onodera?—pregunto cuando este puso la mano sobre el pomo una puerta—¿a dónde se supone que vamos?
—Por supuesto que a recoger a Kei ¿adónde sino?
—Creo que tu estas equivocado de habitación—le advirtió Takano—además dijeron que lo cuidarían hasta las doce, por si queríamos descansar un poco.
—Claro que no me he equivocado—haciendo caso omiso de las advertencias de Takano abrió la puerta y...
La escena que encontraron era impactante la puerta daba al exterior que mostraba una hermosa vista: un paisaje totalmente de blanco puro con un lago congelado y tras de las grandes montañas completamente blancas y claro cielo azul
—¿Y bien?¿Quién tenía razón?
—¿No es una hermosa vista?—trato de desviar el tema Onodera—¿porque no ponen una maldita señal de que esto es una salida?
—Si la había, mira—dijo Takano señalando el cartel verde en la pared exterior.
—¿Qué función tiene poner el cartel por fuera?—maldijo Onodera.
Entre maldiciones una repentina ráfaga de viento arrebato los papeles de Onodera, materiales que eran necesarios para la reunión de negocio que habían realizados en esos días en representación de su padre.
—Enserio deberías ser más cuidadoso—dijo mientras ayudaba a recoger los documentos, cuando uno le llamo la atención.
—"Solicitud de ado..."-leyó en voz en voz alta
—Wuaa, no los leas—dijo arrebatándole el papel sus manos.
—¿Onodera que tratas de ocultar? Dímelo, por favor.
—Esto, nada—dijo agitado y tan nervioso como un criminal que quiere encubrir un crimen.
—....—en silencioso esperaba que le diera una respuesta más razonable mientras le clavaba una mirada acusadora—¿Onodera?—rompió finalmente el silencio.
—Toma—finalmente se rindió y cumplió con la petición de Takano, le entrego el papel que hacía escasos minutos le había arrebatado de forma furtiva de modo reticente.
Takano leyó el contenido del documento y no pudo más que demostrar su asombro.
—¿Onodera, esto es...?
—Es lo que es o ¿no sabes leer?—dijo enfurruñado.
—¿Entonces significa lo que yo creo?
—Pues...no...es nada como eso, si no lo hacemos de esta forma habrá problemas, es solo...porque si no sería una molestia ¿entiendes?—decía avergonzado y colorado, no sabía que excusa dar, no quería mirar a Takano a los ojos por lo que tras darle el documento se volteo en la dirección opuesta a este.
—Pues esto parece demostrar que has pasado por muchas más molestias de las necesarias...
"El Sr y la Sra. Onodera solicitan que entre en el registro familiar de la familia Onodera la siguiente persona:
Takano Masamune..."
Leyó en voz alta...
—Basta, basta—decía un completo colorado Onodera—yoo...no sé qué cable se me cruzo en la cabeza—trataba de arrebatarle nuevamente el papel.
—Aunque digas que fue un arrebato...lo cierto es que has tenido que hacer que tus padres firme esto ¿verdad? Además de obtener su permiso y conseguir su consentimiento.
—Yo...no—no tenía palabras.
—Ritsu sé que admitir cosas no es tu fuerte...pero el que hayas obtenido esto significa que insistente en que podríamos tener un futuro y que deseabas estar junto a mi ¿no?—Takano recordaba fragmentos del día en que Onodera le revelo toda la verdad a sus padres, estos habían quedados impactados, pero Takano no se iba a alejar de Onodera pasara lo que pasara y quería estar en ese momento al lado de Ritsu y decirles el mismo su sentimientos y tratar de convencerlos para permitirles estar juntos. Mas, ese no era el momento de estar recordando ese día.
—La culpa es tuya...
—¿Perdona?—pregunto un atónito Takano.
—He dicho que es tu culpa ¿Quién te manda a ser mayor que yo?—se quejaba Onodera—si fueras menor no hubiese habido tantos problemas, tsche.
—Ritsu, gracias—Takano atrapo a Onodera en un cálido abrazo—sé que haberte enfrentado tu solo a tus padres debe haber sido duro pero te promete que hare feliz.
—Más te vale—Onodera que hasta ese momento había estado dándole la espalda a Takano, por la vergüenza no podía mirarlo a los ojos, se dio la vuelta quedando ahora uno frente al otro.
—Por supuesto—sonrió Takano—espera aquí un segundo.
—¿Qué?
Takano se dirigió hacia el interior del hotel, no pasaron ni cinco minutos antes de que regresara al jardín, al correr llego jadeando con la respiración agitada.
—¿Te encuentras bien?—pregunto al ver su condición.
—Sí, Onodera extiende tus manos y cierra los ojos.
—¿Por qué?
—Solo hazlo.
Por el tono de voz de Takano no pudo más que obedecer.
—Ya puedes abrirlos—le comunico su acompañante.
Nada en el exterior había cambiado
—¿y la razón por que tenía que cerrar los ojos era...?
Takano no contesto solo una sonrisa estaba dibujada en su rostro,
—Despistado como siempre.
—Oye, no te pases—le apunto con el dedo pero algo llamo su atención, en su dedo anular había un objeto que antes no estaba.
—¿Esto es...?
—Pues que yo sepa, desde siempre a eso se le llama "alianza"—respondió Takano
En su dedo anular izquierdo se encontraba colocado un anillo plateado con decoraciones doradas alrededor.
—¿Alianza?
—Es el anillo que llevan los esposos...
—Sé lo que es una alianza, no soy idiota—reacciono Onodera.
—A veces lo dudo
—¡Takano! Te pregunto ¿Por qué demonios me has puesto una alianza?
—Es lo normal si nos casamos ¿no?
—Pue....espera...¿CASARNOS?
—Pues claro ¿Qué si no significa que entre en la familia Onodera?
—!Kyaa!
—¿Te acabas de dar cuenta? Que importa, al fin y al cabo eres tú el que lo ha planeado primero así que atente a las consecuencias.
Takano se acercó más Onodera y sujetando con su mano lo hizo acercarse al él
—Espera...Takano...¿eh?—Onodera esperaba algún tipo de ataque pero en vez de eso...
—Ritsu, por favor, cásate conmigo...sé que no podremos tener una ceremonia normal debido a nuestras circunstancias y que la ley de nuestro país no permite nuestra unión, pero aunque no pueda jurarlo ante un altar, ni de un juez puedo hacerte un juramento a ti aquí y en este momento. Juro que estaré siempre contigo, estés enfermo o sano cuidare de ti, tengas dinero o no, tenga que enfrentarme al cielo o al infierno juro que te he amado, te amo y te amare por la eternidad ¿Entonces Ritsu que me respondes?¿Pasaras el resto de tu vida conmigo?
—Yo...fui el primero que se enamoró de ti, puede que hayamos pasado por muchas dificultades, pero a pesar de todo aun te sigo amando. Solo tengo una repuesta. Jamás podre dejar de amarte incluso tras la muerte...
Sin dejar que Onodera pronunciara una palabra más atrapo sus labios de furtivamente se buscaban el uno al otro, mientras los copos de nieve caían anunciado el inicio de una nevada, pero esas dos personas no sentían nada de frío su pasión derretía los copos de nieve apenas se acercaban a ellos.
—Creo que deberíamos irnos—comento Takano—sino podremos terminar congelados—dijo al notar que caigan cada vez más copos de nieve.
—Sí—confirmo Onodera.
Al entrar al edificio se dirigieron a su habitación
—Esta empapado—se quejó Onodera, la nieve se había derretido convirtiéndose en agua—voy a darme una ducha con agua caliente.
—De acuerdo, antes de que entres una pregunta ¿una vez que firme el papel seremos "familia" ¿no?
—Sí—sin más palabras se dirigió hacia la ducha, "creo que mejor me daré un baño" finalmente la bañera se llenó de agua y entro en ella, no paso mucho tiempo hasta que Takano entrará.
—Disculpa Takano debes estar congelado, ya salgo...¿te importa salir para vestirme?
—La verdad es que encendí la calefacción, así que no te preocupes.
—Vale si es...oi...¿Por qué te estás desnudando?
Sin hacer caso a Onodera entro en la bañera.
—Entonces salgo—hizo un intento para salir de ella pero fue arrastrado de nuevo, esta vez quedando sentado delante de Takano mientras este se aferraba a su espalda.
—Sabes esto es incómodo—trataba de zafarse Onodera.
—Solo déjalo así y relájate.
—Cómo si pudiera ¿Cómo me puedo relajar cuando siento algo duro en la espalda?
—Eso es tu culpa
—¿Mi culpa?
—Si tuya, quien te manda a provocarme, hacerme amarte y desearte más que a nada en el mundo.
—Eso no tiene lógica—bramo.
—Sí, la tiene...después de todo hoy es nuestra "noche de bodas".
—¿Noche de bodas?
—Sí, he firmado el papel, por lo que ahora somos familia, ese papel es la prueba de que estamos unidos pase lo que pase. Sinceramente es algo que deseaba, aquella vez en la que te ingresaron no pude hacer nada, ya que no era "familia"—dijo en tono melancólico.
—Ya olvídate de eso—trato de desviar la concentración Onodera, dándose la vuelta y quedado sentado sobre su ahora esposo.
—Tienes razón, además ahora tengo una vista mucho más agradable—sin poder evitarlo no pudo resistir la tentación y mordió uno de los pezones de Ritsu.
—Ahgm...oye eso duele—se quejo.
—¿Si? Sin embargo a tu cuerpo parece gustarle—dijo señalando la parte inferior de Ritsu, su miembro se encontraba erecto—Con un solo toque y ¿ya estás de esa forma? Debes haberlo esperado mucho ¿no?—dijo susurrando al oído de su pareja provocando que este se sonrojará.
—No...umg—trataba de articular Onodera pero Takano no dejo que contestará, sino que lamio la oreja de su acompañante provocando que este no pudiera articular palabra.
—Takano...lo quiero dentro..agh
—Estás seguro? Sabes que, no estás preparado.
—Yo solo quiero unirme a ti lo antes posible.
—No me hago responsable de lo que pase—perdiendo el hilo de cordura que le quedaba, Takano no pudo esperar más para unir su cuerpo al de Onodera, quería estar dentro de él lo antes posible, quería comprobar que lo que estaba pasando era real. Trato de ser lo más suave posible para no dañar a Onodera, por lo que entro lentamente en él, solo metió la punta para comenzar pero algo sucedió...
—Metelo....entero...agh...todo ya, el agua está entrando pidió entre jadeos.
—No, me provoques—sin poder resistir más entro por completo en su pareja, empezado a salir y entrar de el-Tu también, muévete-le pidió a Onodera que obedeció, coordinados movían su cuerpos al compas
Los jadeos y gemidos eran sonidos que no paraban
—Taka...me...vengo....agh
—Yo también, no te contengas.
Tal y como se ve tras estas palabras no falto mucho para que los dos llegaran al clímax de su unión. Cansados por los movimientos, finalmente salieron de la bañera. Tras lavarse con agua limpia Takano tomo en brazos a Onodera para llevarlo a su habitación.
—Oye, Takano...bájame—se quejaba durante el camino Onodera, quejas que no dieron fruto hasta que fue depositado en la cama y fueron aplacadas con un beso.
—Por cierto, sabes que ya no soy Takano ¿no?
—Lo sé, pero...
—¿No sería mejor llamarme por mi nombre? Lo sabes ¿verdad?
—Es....eso...Masa...no puedo decirlo.
—Supongo que no será fácil, sin embargo prométeme que algún día lo harás
—Yo lo prometo
—¿Y el sello dónde está?
—¿Qué sello?—se extrañó Onodera.
—Un beso que selle nuestra promesa—dijo de modo juguetón Takano señalando sus labios.
—...........—dudo un segundo pero finalmente le dio un beso en los labios a Takano—ya está sellada ¿contento?
—La verdad es que si—sonrió—¿entonces continuamos con nuestra noche de bodas?
—Supongo que no hay alternativa.
—Por supuesto, que no la hay.
Una noche muy larga apenas acaba de empezar.
De regreso a JAPÓN
—Ahora que eres mi hijo, tienes que cuidarte y dar lo mejor de ti—le decía la madre de Onodera a Takano—sé que no te he tratado de la mejor forma posible, pero a partir de ahora contaran con todo mi apoyo, aunque el camino que enfrentaran a partir de ahora es duro y lleno de obstáculos.
—Lo sé, señora...
—Oh, por favor deja la formalidades ya eres parte de esta familia, llámame "madre".
—¿Quién me iría a decir que mi niño me sería arrebatado por aquella persona que conocí en el hospital?—se preguntó retóricamente—las cosas son así, sé que eres el único al que puede confiarle a Ritsu y el único que ha sido capaz de hacerlo realmente feliz, por favor cuídalo y protégelo y sigue haciéndolo feliz.
—Aunque no me lo dijese, lo haría
—Me alegra escuchar eso, si me disculpas tengo que hablar con otras personas.
Está conversación se llevaba a cabo en la residencia Onodera, la mayor oposición a la relación entre Takano y Onoder, la oposición de la madre, parecía haber caído tras la adopción de Takano e incluso ahora daba su apoyo.
—La verdad, es un gran hombre si ha conseguido que tu madre lo aceptara con lo cabezota que es-le decía el padre de Onodera a Ritsu—recuerdo la primera vez que lo presentante fue un verdadero shock, pero no hablemos hoy de eso.
—Lo cierto es que lo es...
—Me alegra, escuchar eso y ver lo feliz que eres ahora, no olvides que los padres que aman a sus hijos solo quieren lo mejor para ellos y verlos sonreír.
—Gracias papá, estoy seguro que sin ti y tú opinión respecto a esta relación de apoyarnos si realmente lo teníamos claro, hubiese sido casi imposible convencer a mama.
—Puede ser, pero el hecho es que creo que ya se está empezado a preocuparse por Ta...Masamune como si fuera su propio hijo.
—Quizás, aunque reconozco no me esperaba está fiesta por la adopción de Takano.
—Aparentemente es eso, pero sabes que en realidad es un banquete de bodas ¿verdad?
—Lo sé y se que esto ha sido idea tuya y de mama, tras decirles lo que había ocurrido.
—Mientras sea por la felicidad de nuestro hijo haríamos cualquier cosa, además insistente tanto para conseguir que Takano finalmente pertenezca a la familia Onodera que lo mínimo que podíamos hacer para celebrar era algo como esto.
En ese banquete habían sido invitados varios amigos y conocidos de la familia Onodera, con el motivo de la adopción, pero la realidad era la que se acaba de desvelar, si algún día cuentan la verdad de esto es decisión de la pareja, pero si se lo contaron a alguien o no eso es otra historia.
En la actualidad la pareja retosaba sobre su cama.
—Mañana será un día largo, no tengo tiempo libre.
—Eso es bueno, significa que haces bien tu trabajo.
—Sí, pero no podré ir a hablar con la profesora de Kei.
—No te preocupes por eso, iré a hablar yo con ella, mañana no tengo apenas trabajo.
—Gracias y buenas noches
—Buenas noches—se acostaron con el último beso del día.
Voz-kun: menos mal que dividiste el capítulo no se veía bien desde el móvil.
Yo: pero es que me emocione ;W;
Voz-kun: a trabajar en el siguiente
Yo: ;w;
Sonlibres de decir lo que quieran, siempre que se con respeto.
Gracias por leer.
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