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8.Recuerdos 1

Shi llego cansado y agotado a la pent-house había sido el peor primer día de clase de su vida, el sujeto que le robo su primer beso, era un compañero de clase atrevido y pervertido que le había marcado como su objetivo. Si ese sujeto creía que lo iba a amendentrar con tan poca cosa, estaba muy equivocado, no se lo iba poner nada fácil.

 A todo esto se añadía el hecho de que había sido castigado y para más inri,no sabía cómo darles a sus padre una notificación de la que había demostrado un mal comportamiento desde el primer día de clase. Su hermana trataba de animarlo, ya que cuando mostraba esa cara no había forma de que le contará nada de lo que le había hasta el día siguiente.

—Buenas tardes niños—saludo Misaki desde el sofá.

—Buenas tarde papi—se acercó Sei a darle un beso en la mejilla.

—Buenas tardes papi—sonrió Shi con una sonrisa forzada para evitar que viera a través de él—¿no volvías hoy a la noche?

—Se suponía que sí, pero cierto sensei no se preocupa por la salud de su editora y me han mandado para que le eche un ojo y no se escabulla—echo una mirada acusadora a la habitación que era el estudio de Usami.

—Entendemos—dijeron los mellizos al unísono.

—Vayan a dejar las cosas y bañarse, la cena estará lista en breve—indico Misaki.

—De acuerdo, voy a la ducha primera ¿no te importa Shi?

—No adelante—cedió.

Así la melliza subió las escaleras, Shi se dirigía a su cuarto cuando:

—Párate ahí un momento señorito—llamo Misaki

—¿Sí, papi?—trato de sonar tranquilo Shi.

—¿Qué te pasa? ¿Paso algo? Te veo desanimado.

¿Por qué siempre su papi era capaz de lo que el sentía? Con solo intercambiar apenas un saludo rutinario. Ante la evidencia decidió confesar todo. Resignado se dirigió al sofá, el lugar donde todo era confesado desde que tenía memoria.

—Te escucho—dijo dulcemente Misaki

—...—

—...—

—La verdad es algo complicado—no quería preocupar a su papi con lo que acababa de ocurrir por lo que le costaba iniciar la conversación.

—¿Cómo fue tu primera vez?—pregunto Shi.

Al oír esto Misaki se resbalo del sillón cayendo al piso, además al intentar sostenerse de la mesa se la había llevado con él provocando que todos los libros y manuscritos se dispersaran por el suelo.

—¿Papi estás bien?

—Sí..cought...cought—le dio la tos nerviosa.

—Toma—Shi había volado a la cocina para traerle un vaso de agua a Misaki llegando justo a tiempo para ayudarlo a reincorporarse.

—Gracias—devuelta al sillón, ya se había bebido el vaso de agua, mientras la habitación estaba totalmente silenciosa. Misaki trataba de asimilar la situación, su niño le estaba preguntado sobre "eso" ¿Ya estaba en esa edad?espera ¿esa preguntaba venía porque ya lo había hecho? ¿Usami y él le habían dado a los niños la "charla" alguna vez? Su confusión y preocupaciones iban aumentando cada segundo.

—Entonces papi...

Aquí estaba la amenazante pregunta de nuevo, "Vamos Misaki, valor, solo se un adulto y responde como corresponde" se decía a sí mismo.

—¿Cómo fue tu primer beso?—dijo finalmente.

Ante la pregunta no esperada casi se le cae el vaso de agua, pero milagrosamente lo sostuvo.

"Así que era eso"—suspiro aliviado.

—¿Por qué suspiras papi?

—Disculpa ¿Qué es exactamente lo que quieres saber de eso?

—Lo que quiero preguntar es ¿incluso si no quieres a una persona puedes besarlo y no sentirse mal? ¿No es raro?

—Uh—reflexiono durante un momento—depende de muchas cosas, como de las personas, la situación...—¿Qué más debía responder?¿Él estaba preguntado porque había hecho algo así y se sentía culpable?¿Un amigo le había contado algo?¿O era mera curiosidad?

—Hermanito el baño está libre ya—grito Sei desde el segundo piso.

—Ya voy—respondido Shi—Papi muchas gracias hablar contigo me ha servido de mucho—dijo Shi volviendo a su yo habitual.

—Me alegro de haberte sido de ayuda—sonrió Misaki—por cierto ¿Por qué me preguntaste eso?

—Simple curiosidad—mintió Shi, la realidad es que quería saber si había sido normal su reacción con aquel pervertido sujeto y tras esa charla ya estaba aliviado—Por cierto, toma esto—le dio si la nota de la profesora—necesito que vayas mañana al colegio...

—¿Y eso Shi?

—Nada importante en realidad, solo que muchas cosas pasaron hoy.

Así que Shi se fue a tomar su baño dejando a Misaki solo esta vez en el sillón, sin dejarle oportunidad para continuar la conversación

—¿Tu qué piensas de esto Suzuki Jr.?— le dijo al pequeño oso que se encontraba colocado encima de la mesa del salón. Al levantarlo vio un libro verde con decoraciones de pollitos amarillos en él—se ve que los gusto de Usami no cambiarían nunca—rio por lo bajo Misaki.

 Ese libro le sonaba muy familiar. Al abrirlo se dio cuenta que era el álbum de fotos más antiguo que tenían desde que los niños empezaron a vivir con ellos. Así miles de recuerdos vinieron al él como el hecho de la pelea que tuvieron debido a que Usami no quería perderse ni un solo segundo de los mellizos y quería contratar a un camarógrafo profesional para ello, el regaño de siempre para que ahorrara para su jubilación. Y como al pasar por una tienda al salir del trabajo se había acordado del deseo de Akihito de recodar cada momento con los mellizos y lo pesado que se puso con el álbum durante varios meses diciendo que tenían que llenarlo de fotos de la hermosa familia que eran y las múltiples riñas para que dejará de llamarlo así, ya que cada vez que Usami lo llamaba así Misaki no podía evitar sonrojarse y avergonzarse, pero merecía la pena si con eso Usagi era capaz de sonreír, aunque en algunas veces se pasará. La verdad recordaba perfectamente el día que le dio el regalo a Usami:

Misaki salía de Murakawa agotado, era muy tarde ya apenas había personas en la calle. En su camino a la estación de trenes vio a una anciana intentado levantar la puerta de hierro de una de las tiendas que repentinamente se resbalo.

—¿Se encuentra bien Oba-san? —pregunto Misaki que había ido a ayudarla.

—Sí gracias jovencito—agradeció la anciana—la verdad iba a irme cuando me di cuenta que deje la llave de mi casa dentro de la tienda y los demás empleados más jóvenes se han ido ya—suspiro.

—¿Quiere que la ayude?—pregunto Misaki

—No quiero molestarte más joven.

—No es molestia—sonrió Misaki—¿Lo que hay que hacer es levantar es está puerta no?

—Sí—confirmo la anciana

Pues dicho esto Misaki levanto la puerta de hierro costándolo un poco de esfuerzo.

—Si esto era todo, me voy ya—se despedía Misaki.

—Espere un momento joven—lo paro la anciana—no sé cómo agradecerle su ayuda, sinceramente no sabría que hubiese hecho si no llego a encontrarme con usted. Así que por favor escoja cualquier cosa de mi tienda como agradecimiento.

—No, en serio, no hace falta...—esa tienda era una de las más caras debido a que todo lo que se vendía en ella era de alta calidad pero no solo eso, sino que todos sus artículos duraban más de noventa años, incluso había historias como de un incendio que arraso todo un edificio había sobrevivido un cuadro de esa tienda, o como un camión que transportaba mercancías a esa tienda se había hundido en la bahía de Tokyo y de él se habían recuperado todas las mercancías intactas y ni el propio conductor que se había salvado lo creía.

—¡¿Acaso está rechazando la gratitud de está adorable anciana?!¡¿Tan lamentable le parezco?!—en un momento parecía que un demonio la había poseído.

—No...pero la verdad, no hay nada que quiera—dijo Misaki, la verdad tenía de todo hasta un tocadiscos de los años cincuenta, televisiones de novecientas pulgadas e incluso objetos firmadas por gente famosa de distintos puntos del mundo que podrían alcanzar un valor incalculable. Sin embargo, algo llamo su atención, era un álbum de fotos verde con pollitos amarillos "es muy del estilo de Usami" no pudo evitar reír para el mismo.

—Insisto, no dejare que se vaya sin darle algo—dijo la cabezota anciana.

—Entonces puedo llevarme este álbum—señalo Misaki el cuaderno de pollitos—¿Y puede envolverlo con papel de regalo?

—Por supuesto—sonrió la anciana volviendo a su ser dulce y tranquilo.

—Deje que le ayude a cerrar—dijo Misaki al salir por la puerta de la tienda.

—A todo esto ¿Cuál es tu nombre?—decía mientras bajaban los dos la puerta.

—Ta...Usami Misaki—contesto

—Te estaré eternamente agradecida, ya no quedan jóvenes tan buenos como tu Usami Misaki—se despido de él con estas palabras.

Misaki regresaba a la pent-house tras el encuentro con la extraña anciana, con el regalo escondido en su mochila, ahora avergonzado por su actuación, realmente le iba a dar un regalo a Akihiko, no era ni su cumpleaños, ni un día especial, ni había ganado un premio recientemente, cosa rara, muy rara, pero que podía decir para dárselo "¿estaba pensado en ti y por eso traje esto?" "no, no y no antes muerto que decirle esas palabras" se atormentaba.

—Bienvenido a casa—saludo Akihiko.

—Estoy de regreso—respondido Misaki—¿Qué tal se han portado los niños?

—Hoy han estado muy calmados, míralos—le mostro a los dos niños jugando calladamente en la cuna-parque.

—Ni se han dado cuenta que regrese—al decir esto se acercó a ellos, que hicieron gestos aupa en cuanto vieron a Misaki dejaron de estar tranquilos. El mellizo fue el primero en ponerse de pie

—Usagi has visto eso, se ha puesto de pie—se emociono.

—Lo veo—sonrió—es la primera vez que se pone en pie.

Al ver esto la niña también quería atención así que torpemente también se levanto.

—Esa es mi chica—ánimo Usagi

—Lastima no tener...

*Flash*

—¿Una cámara? Creo que me he adelantado—corto Akihiko

—Tu siempre tan prepotente—se mosqueo.

—No iba a dejar que el momento de nuestros dos niños se perdiera ¿no?

—Supongo que tienes razón, buen niño ven aquí Shi—tomo en brazos Misaki al niño—Usami saca a Sei.

—Claro ven aquí, mi niña—saco Usami a Sei.

—Aunque hubiese sido bueno que también saliésemos en el video, a ti se te está cayendo la baba—dijo mientras depositaba a Sei en el sillón.

—¡¿A mí?!¡Mira quién habla!—acuso Misaki mientras dejaba a Shi al lado de su hermana.

—Papa—llamo Sei a Usami

—Mami,mami,mami—llamo Shi a Misaki

—Oye, Shi no es mami es papi...

—Wuajaja—estallo de risa Usami

—Kuso-Usagi esto es tu culpa a que si—se enojó Misaki—¡¿Qué demonios le enseñas a los niños?!

—No he sido yo

—Mentiroso—le arrojo suavemente el bolso en el hombro del que salió un paquete rojo.

Misaki intento recogerlo rápidamente pero Usami fue más rápido y lo recogió antes que él.

—¿Qué tenemos aquí? ¿Es un regalo para los niños? Deberías ahorrar para tu jubilación.

—!ESA ES MI LINEA!—reacciono defensivamente Misaki.

—No, no  es un regalo para los niños, es para ti—susurro Misaki de manera casi imperceptible.

—¿Qué has dicho? No te escuche.

—Maldita sea obligándome a decirlo, es una regalo para TI, no para los niños.

Ahihiko aun si creerse lo que acababa de escuchar solo pudo mostrar una sonrisa de enorme felicidad y abrazar fuertemente a Misaki. Y el intento de besar sus labios...

—Para, los niños nos están viendo—se quejaba Misaki

—Están dormidos—respondido Akihiko señalando a dos bolitas acurrucadas en el sillón—es normal, hoy no han tomado su siesta

—Vamos a llevarlos a sus cunas—sugirió Misaki.

Así los llevaron a sus cunas.

—Ahora que están bien, nosotros vamos a continuar—sonrió pícaramente Akihiko—Y más por la muestra de este detalle que muestra lo mucho que piensas en mi—dijo mostrando el álbum de fotos.

—¿En qué momento lo abriste?

—¿Acaso importa? Vamos a recompensar a Misaki-dicho esto cogió a Misaki en brazos

—¡BAJAME!

—Shh—despertaras a los niños.

Misaki no tuvo más opción que resignarse.

Misaki al recodar ese día no pudo más que suspirar.

—¿Por qué tan melancólico?

—!Wuaaah!—grito el que hasta entonces estaba sumergido en sus pensamientos.

—Baka-Usami ¡No me des esos sustos!—dijo dirigiéndose al sensei que le había susurrado al oído mientras este estaba  apoyado en el sofá y en su mano llevaba una taza de café.

—No puedo evitarlo, quería sentirte gritar.

—¿Y eso te da derecho para hacer lo que te plazca?

—Si me apetece lo hago—dijo despreocupadamente mientras se sentaba en el sofá y dejaba su taza sobre la mesa.

—¡Maldito, baka!—bufo

—Aun no respondes a mi pregunta—reclamo Usami—¿Por qué tienes esa cara?

¿Qué ganaba con resistirse? Tarde o temprano le sonsacaría la verdad y le haría daño cuando eso ocurriera por actuar como sino confiara en él.

—Estaba recordando el pasado—suspiro—desearía que los niños sigan siéndolo un poco más...

—¿Qué ha pasado para que te preocupes por eso?—inquirió.

—Shi me pregunto...sobre...besar—desvelo—pero me preocupa que hayan crecido tan rápido, apenas ayer estaban diciendo sus primeras palabras, tengo miedo de que algún día nos dejen—confeso.

—No te preocupes...Solo aniquilare a todo aquel que quiera ponerles el dedo encima a nuestros niños—dijo seriamente y con tono asesino en su voz.

—!NO PUEDES MATAR A NADIE!—se escandalizo un colérico e histérico Misaki, sabía que Usami no bromeaba con eso y era capaz de hacerlo.

—Tranquilo no lo hare...de momento

—¡USAGI!

—Sí, si entiendo

—¿Ellos estarán bien?

—Tranquilo después de todo son Usamis, podrán con cualquier cosa ¿No hemos sido nosotros quienes los criamos? Si nosotros pudimos seguir adelante con nuestra relación a pesar de los continuos obstáculos que aparecían en el camino ¿No creerás que ellos son menos? ¿no? Además nos tienen a nosotros, los protegeremos.

—Sí—esas palabras le habían llegado a Misaki y sin saber muy bien porque se había avergonzado.

—¿Qué pasa Misaki? De repente estás muy rojo.

—Solo, te viste realmente genial por un momento...Por cierto sensei ¿Qué hacemos en esta posición?

Durante todo está conversación Misaki, no se había dado cuenta de que Usami se había puesto detrás de su espalda y lo tenía aprisionado en un abrazo.

—Solo ignóralo

—¡¿Cómo si pudiera ignorar esto?!

—Entonces significa que eres consciente de mí.

—¡Cómo si fuera capaz de no ser consiente de ti!

"Misaki ¿Cuándo aprenderás a pensar antes de decir las cosas? esta vez has dicho demasiado" discutía consigo mismo.

—Así que piensas en mí, estaba empezado a sentirme un poco celoso de que te preocuparas tanto por otra persona.

—Tú y tus malditos celos irracionales—recrimino Misaki—¿Sabes que estas celoso de los niños?

—Sé que son nuestros niños, pero no por eso voy a dejar de ser la persona que se lleva todo de ti y ocupa la mayoría de tus pensamientos

—En serio, a veces no sé quién es más niño si tu o ellos—comento Misaki.

—Hay una forma de saberlo—sonrió maliciosamente Akihiko.

—¿eh...?

Sin dejar apenas reaccionar a Misaki. Usami lo sostuvo en brazos y se puse en pie.

—Kuso-Usami, suéltame—se quejó Misaki—los mellizos aún están despiertos.

—Ahora que me fijo en ese libro más de cerca también me han venido recuerdos del día en que me lo regalaste—sonrió el sensei pícaramente—y como de agradecido estaba y creo que no fue suficiente ¿Qué tal si te agradezco una vez más?

—A...no en serio fue más que suficiente, se agradece solo el sentimiento.

—No, hay que tener unos modales básicos ¿no crees?—dijo con una voz cantarina.

—Ayuda...—dijo entre temblores sin esperanzas de escapar.

—Como dijiste los niños están despiertos así que vamos a nuestro cuarto.

Misaki estaba en el cuarto Akihiko sentado sobre la cama, aun se encontraba sobre las rodillas del mayor.

—A ver, si no recuerdo mal como fue ese día...ya recuerdo...Misaki ¿Qué quieres hacer?

—¡¿Ahora me preguntas eso?!

—Wuajaja—disculpa es que han sido exactamente las mismas palabras que ese día.

—Malvado, sensei—se enfurruño.

—Disculpa, lo hare bien

—Está bien...supongo que un abrazo está bien—susurro.

—¿Qué has dicho? No te he oído

—Un abrazo maldita sea, he dicho que quiero un abrazo—dijo totalmente rojo con lágrimas que  amenazaban con salir de sus pupilas.

—Realmente es como ese día—recordaba Akihiko—pero si es lo que quieres de acuerdo un mullido y cálido abrazo fue dado, envolviendo a Misaki como si fuera el tesoro más preciado del mundo y tratándolo como si fuera de cristal.

—¿Y qué más?

—Un beso.

—¿El qué?

—Beso.

—Sigo sin escucharte.

—....—

—Supongo que te refieres a esto.

Sin previo aviso, un beso fue dado, apenas fue un simple roce de piel

—¿Y qué más?—insistió Usami.

—Por favor, ya basta, solo hazlo como quieras—realmente Misaki sentía esto como una tortura.

—De acuerdo, luego no te arrepientas—sonrió Akihiko—esta noche no te voy a dejar dormir—susurro mientras empujaba a Misaki a la cama quedando debajo de él.

—Baka-Usagi

Al rozar la hombría de Misaki con su mano noto como está ya estaba empezando a endurecerse.

—¿Te pusiste así solo con un roce?

—!Cállate! Solo es que ha pasado algo de tiempo—se excusó Misaki.

—Cierto, perdona por descuidarte, trabajare duro para compensarlo, aunque me hace feliz que te pongas así por mí—decía mientas desabrochaba el pantalón de Misaki y se lo quitaba junto con los boxers—Está parte parece bastante impaciente.

—Espera...no...ahg—trato de detener Misaki a Akihiko pero no pudo evitar que este introdujera su miembro en el interior de su boca, comenzando a lamer desde su base e ir subiendo poco a poco girando la lengua en forma de círculos.

—Agh...agh—gemía—quita...agh—sin poder aguantarse un segundo más Misaki se vino sin que a Akihiko le diera tiempo de sacar de su boca del miembro de el más joven.

—Cougt...cought—tosió—eso fue verdaderamente rápido.

—Kuso-Usagi te dije que esperaras es tu culpa—le regaño Misaki—eso es sucio.

—¿Sucio? Nada que sea de Misaki lo es—dijo relamiéndose los restos que quedaban por su cara de forma provocativa.

—Pervertido—acuso.

—Esta parte parece quererlo—dijo mientas sus dedos eran succionados fuertemente por el interior de Misaki al apenas rozarlo—lo siento, pero eres tú el que provoca a este pervertido.

Hábilmente Akihiko se había despojado del resto de  la ropa de los dos desde hacía ya un rato. Por lo que ante la provocación del cuerpo de Misaki no pudo resistirlo y penetro a Misaki lentamente poco a poco, para evitar provocarle cualquier daño posible, ya que realmente habían estado tan ocupados que no lo habían hecho demasiado últimamente y Akihiko estaba al límite de la cordura debido a la frustración, si no se controlaba podía hacer soportar demasiada carga en el cuerpo de Misaki y esta le impediría levantarse al menos durante una semana.

—¿Estás bien?—pregunto Usagi cuando estuvo completamente en el interior de su amado.

—Sí ¿pero normalmente no estarías moviéndote ya?—preguntó inocentemente Misaki provocando que el hilo de la cordura del mayor se rompiera, empezando a dar embestidas con fuerza en el interior de Misaki, a la vez que salía y entraba incontables veces llegando hasta su rincón más profundo.

Ambos jadeaban, acercándose cada vez más al clímax.

—AGHH...AGM...Ah—gimió fuertemente Misaki al llegar al orgasmo.

Y Akihiko, no tardo en culminar poco después de eso ya que el interior de Misaki le apretaba cada vez más fuerte, prácticamente impidiéndole que saliera de él y se calentaba cada vez más provocando con esto que sintiera un inmenso placer.

Agotados apenas podían respirar adecuadamente.

—Lo siento por venirme en tu boca—se disculpó de nuevo Misaki.

—Siempre que sea algo tuyo no importa, lo que sea lo aceptare con gusto—dicho esto Usami se abalanzo de nuevo sobre Misaki.

—Espera, espera ¡LO ACABAMOS DE HACER!

—¿Y?

—Que ya es suficiente—alego Misaki

—Estás hablando, por lo tanto aun te quedan fuerzas.

—Eso es demasiado...

—Te dije que hoy no te iba a dejar dormir ¿cierto?

Así continuaba una noche llena de recuerdos y sentimientos

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Mientras tanto los mellizos se encontraban en el piso de abajo.

—¿Papa y papi se han ido ya a la cama?—pregunto Shi.

—Eso parece—dijo calmadamente Sei.

—Entonces...suéltalo ¿Quién eres tú y que has hecho con mi hermana?—pregunto Shi al estilo de los interrogatorios de las películas apuntando la luz pequeña hacia Sei.

—No sé de qué me hablas—disimulo Sei.

—Normalmente ya estarías gritando yaoi, en directo, yaoi—imito Shi a Sei incluso con su lenguaje corporal, poniendo ojos brillosos y con las manos entrelazadas entre sí con un gesto de plegaria como si un deseo se le hubiese hecho realidad.

—Ves de esta forma Sei, así que confiesa-dirijo con una mirada acusadora a su hermana.

—Está bien lo admito, Papá, me prometió que si estaba calmada durante un rato me compraría los artículos del anime que yo quisiera, incluso si eran ediciones limitadas—confeso Sei.

—Ains, supongo que no tengo más remedio, dejémoslos hoy tranquilos—suspiro Shi—voy a acabar de preparar la cena que Papi estaba haciendo.

—Ve a poner la mesa, por favor—pidió Shi.

—De acuerdo, lo he pillado—accedió Sei.

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En la mañana una llamada inesperada fue recibida en la residencia Usami

—Lo siento Usami-kun, sé que es tu día libre, pero necesito que te pases por la oficina—le comunicaba la recepcionista a Misaki.

—Entiendo, si me estas llamando debe ser algo importante, enseguida estaré allí—contesto entre bostezos y colgó.

—¿Hoy tienes que ir a la oficina?—pregunto Usami

—Sí, pero intentare acabar lo más pronto posible.

—Que sea rápido, no quiere decir que sea bueno, toma con seriedad tu trabajo—le reprendió.

—Me pregunto quién me está diciendo eso—decía mientras le echaba una mirada acusadora—Acaso ¿no es la misma persona que tenía que haber entregado su manuscrito hace días?¿Y lo entrego hoy?—se defendió—Me voy...ah como ya acabaste el manuscrito estás libre ¿cierto? Necesito que vayas a hablar con el tutor de los mellizos, yo no sé si llegare a tiempo. No sé qué pasó y ninguno me dice a qué se debe está nota—le mostraba un sobre de color madera abierta, que contenía un papel blanco en el que se podía leer:

"Señores Usami le agradeceríamos que se presentaran mañana en el despacho de la tutora Kirishima Hiyori, debido a cierto "incidente" que debe ser discutido en profundidad.

Un cordial saludo

P.D: esperamos su presencia y agradecemos su atención"

—Sabes de que puede tratarse?—pregunto Misaki.

—Si están haciendo lo que desean no le veo el proble...

—Otra vez tú, tienes que ser más estricto, los consientes demasiado—en un gesto de rabia lo señalo con el dedo, lo que aprovecho al agarrarle la mano y  jalándolo hacia él.

—¿Quién es más niño? ¿ ellos o tú? que señalas con este dedo—dijo antes de lamer el dedo de forma provocativa y posteriormente chuparlo.

—Kuso-Usagi—logro liberarse al retroceder de forma violenta—deja de hacer estas cosas extraños—reclamo un avergonzado Misaki—me voy—apenas termino de decir la última sílaba, ya estaba en la otra manzana al salir despavorido para evitar la atmósfera de la noche anterior.


Kikei buena suerte con tu suegro (¿?) creo que vas a sufrir.

Pinshe anciana bipolar XD

Voz-kun: ya para pesada *le da un golpecito en la cabeza*

Yo: pero es que más tenido encerrada para acabar esta capitulo ;W; necesito hablar con gente.

Voz-kun: a trabajar en el siguiente.

Yo: noooooooooooooooooooo *sale huyendo*

Voz-kun: tranquila lectores, la atrapare y continuara esto como me llamo VOZ.

Son libres de decir lo que quieran, siempre que se con respeto.

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