Seokjin puso el seguro cuando estuvo seguro de que nadie más entraría a molestar, se quejó sobre los hospitales y lo mucho que lo fastidiaban mientras los arropó a ambos con cobertores que había traído de su propia casa, sacándole risas a Blair quién se preguntó que sería al día siguiente, probablemente terminaría mudando la casa entera a la habitación de hospital.

—Me gusta el calorcito que dan mis cobijas y pensé que a ti igual, así que— se cubrió hasta las orejas— a dormir, porque dormir es delicioso.

—¿No estás incómodo?

—En absoluto— encendió su teléfono, enseñándole las fotos que su hermano le envió de sus mascotas— míralos, se ven tan inocentes y todos sabemos que no lo son, porque son muy bebés aún, por eso son tan desastrosos, Konggi es menor que GonGon, imagínate.

Cuando Seokjin le hablaba sobre cualquier cosa, se concentraba en eso y no en la revoltura de su estómago, aún estaba rechazando alimentos, pero trataba de no ceder para no terminar vomitando, era doloroso, pero seguía intentando.

Esta vez sí funcionaría.

—Seokjin.

—¿Mm?

Aunque era oscuro, podía ver sus ojos, Blair se escondió bajo los cobertores y Seokjin muy confundido también se metió bajo estos, preguntando que pasaba.

—Nada, iba a preguntar algo estúpido.

—¿Qué? Solo suéltalo, yo también suelo preguntar tonterías y no me juzgas por ello.

Hablaban en voz baja, como si alguien pudiese escucharlos aún bajo las cobijas.

—Es que— tomó aire, le daba tanta vergüenza— me preguntaba si tú creerías que los hombres pensarían que soy atractiva una vez todo esto pase.

—¿Atractiva físicamente?— hizo un sonido afirmativo—Bueno, yo soy un hombre y pienso que ya lo eres, cuando te mejores, lo serás mucho más.

—¿Tú crees?

—Lo hago— se llamó a si mismo valiente cuando se atrevió a abrazarla y mantenerla así, cerquita suyo— por ahora, no te preocupes tanto por lo que los demás podrían pensar de ti, preocúpate por como tú te ves a ti misma primero y te aseguro que eso te ayudará mucho más que la opinión ajena.

—Lo que tú piensas es importante para mí.

—Eso me halaga— sintió como correspondía su abrazo, la buena respuesta destensó su cuerpo— también es importante para mí, escuchar que tus opiniones sobre mi son tan buenas.

Conforme hablaban, se acercaban más u más, ambos cuerpos terminaron adheridos uno al otro y se sentía bien, no era incómodo, era lindo. Blair escondió su rostro en el pecho de Seokjin y este apoyó su mentón en la coronilla de la cabeza de Blair, oliendo el aroma cítrico en su cabello. Ambos cerraron los ojos.

—Seokjin.

—¿Mm?

—De verdad soy tan afortunada por conocerte. Me siento segura contigo.

Nunca le habían dicho tal cosa, jamás alguien había expresado sentirse seguro con él y que Blair lo hiciera, lo elevó hasta las nubes, sonrió de medio lado y besó su cabello.

—Gracias por llegar a mi vida, Blair, tú me haces sentir especial.

Y es que Seokjin nunca de había sentido tan importante, tan útil, tan único. Definitivamente juntar a dos personas que no la pasaban tan bien respirando se sentía como un momento de alivio.