Treinta y cuatro
Se había levantado temprano pues había hecho algo que nunca pensó que terminaría haciendo; agendó una cita con un psicólogo. Seokjin había decidido dar ese paso pues sus días, aunque estaban llenos de felicidad y buenas noticias, estaban bajo la niebla, eran grises, casi negros, oscuros y tristes.
La última vez que fue al psicólogo, fue hace años y salió con su depresión ahora diagnosticada, era tan difícil despertar, levantarse y hacer algo tan simple como respirar.
—Muy bien, Seokjin— habló el hombre, sentándose a una distancia poco invasiva— es la primera vez que nos vemos, así que no será gran cosa, pero si decides continuar teniendo sesiones conmigo, te prometo que daré lo mejor de mi para que sea de tu gusto— asintió— aunque ya sabes mi nombre y yo sé el tuyo, es mejor presentarnos como se debe. Mi nombre es Kim Namjoon.
Sonrió un poco bajo el cubrebocas.
—Kim Seokjin.
—Un placer, Kim Seokjin.— sonrió— ¿Estás cómodo respondiendo preguntas sencillas o te va mejor el silencio?
A él le iba mucho mejor el silencio, pues lo primero requería de mucho esfuerzo, pero se suponía que había ido allí para sentirse mejor, al menos un poco, así que se arriesgaría.
—Las preguntas están bien.— además no iba a tener que poner un tema de conversación él mismo.
—Vale, entonces— dejó el cuaderno y bolígrafo que traía encima a un lado, eso lo hizo sentir mejor, no le agradaba la idea de verlo escribiendo mientras hablaba, quizás lo notó— Decidiste recurrir a un psicólogo ¿Fue por cuenta propia o algún conocido lo sugirió?
—Fue idea mía.
—¿Por qué? ¿Qué te hizo dar ese paso?
Blair llegó a su mente, así que tragó saliva, entrelazó sus propias manos viendo a la pulsera que la misma le había regalado por su último cumpleaños y simplemente volvió a llenarse de valor.
—Hay una mujer que me gusta, mucho.
—Te sentiste motivado a buscar ayuda gracias a ella.
—En realidad no solo es por ella, pero si me hizo pensar en que podía intentarlo.
—¿Hay más personas que sean parte del motivo?— asintió— ¿Quiénes? Parece que te apoyan mucho.
—Tengo a mi mejor amigo y a mi hermano mayor. Ella se llama Blair, Jungkook es mi amigo y Wojin mi hermano.
Namjoon pensó que no le diría los nombres, al menos no tan pronto, pero era bueno, significaba que lo dejaría identificarlos.
—Asumo entonces que conoces a Blair hace poco, a la mujer que te gusta.
—Hace algunos meses.
—¿Cómo se volvió Blair alguien primordial en tu vida?
Relamió sus labios.
—Ella... mm, no me vió como si fuese extraño.
—¿Por qué podría tener esa visión tuya?
Respiró hondo.
—Tengo algo en el rostro— tocó sus mejillas sobre el cubrebocas— ¿Tengo que enseñarle?
—Si eso quieres, está bien, si no, puede ser cuando te sientas cómodo— le dió esa libertad— puedo notar que te causa conflicto solo mencionarlo, así que no te presiones, podemos ir lento.
Soltó todo el aire contenido, aliviado, era cierto, le daba miedo, vergüenza. No quería arruinarlo o asustarlo solo en la primera sesión, incluso aunque tan cubierto podía notarse una que otra línea, prefería esperar.
—Gracias— musitó.
—No te preocupes— sonrió— quiero que me cuentes más sobre Blair, dime quién es ella para tí y como te sientes con su compañía.
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