—Ustedes dos van juntos atrás, el copiloto le pertenece a mi bebé.

Blair observó confundida al mayor, Seokjin se encogió de hombros.

—Su cámara es su bebé.

—Oh...

Seokjin abrió la puerta del auto y la dejó subir primero, agradeció, arrinconandose contra la puerta contraria, él subió y resopló viéndola.

—Si vas a acostarte contra la puerta de un auto, al menos coloca el seguro o te vas a caer a la mierda.— estiró el brazo, haciéndolo por ella.

Se disculpó por su descuido, permaneciendo en silencio después y observó a ambos coordinar sus movimientos, quitándose los abrigos y casi se sorprendió cuando notó que traían el mismo diseño de camiseta.

—Vale, a irnos entonces.

—Invita a desayunar al menos.

—En el camino, Jin, en el camino.

—Son tres horas...

—En. El. Camino.— se resignó, Jungkook ahora se dirigió a ella— Espero que lleves ropa abrigada, Blair. Hace bastante frío a dónde vamos.

—Deberías intentar hacer amigos, conversar más. Me alegra ver cambios en tú proceso, porque sabes muy bien que si continúas bajando de peso, tendremos que conectarte y sé también que has estado volviendo a tomar suplementos dietarios, Blair. Eres una chica preciosa de personalidad, tienes que traer esa belleza interior a la exterior.

—Se supone que si soy delgada, soy bonita.

—No, eres bonita cuando tú te ves a ti misma bonita y eres aún más bella cuando estás saludable. Necesito que te mires a un espejo y me digas si tal como estás ahora, te ves bonita.

—¿Por qué comes en el auto?

Sonrió a medias.

—Es incómodo que la gente te observe— ve la bandeja en sus manos— ¿Tú por qué comes en el auto?

Lo tuteó, aliviada de que no le molestó.

Seokjin sube, cerrando apenas se acomoda y casi se arranca el cubrebocas, coloca la bandeja sobre sus piernas mientras se ata el cabello en una coleta alta.

—Es jodido que la gente te tenga miedo— responde— ¿Estás bien solo con ese sandwich?

—Lo estoy, debo comer de a poco— da mordiscos pequeños y mastica demasiado—sé que sabes de mi condición.

—Mm, solo que no me importa en absoluto— él si parecía a punto de atragantarse con la comida, tragó y continuó su respuesta— lo menos que puedo hacer es no fijarme en tus problemas físicos.

—¿Cómo que lo menos que puedes hacer?

—Pues, Blair. Tú no me miras y tampoco me jodes por esto— señala su rostro— así que, simplemente déjalo en que el respeto es mutuo.

Blair resopló.

—No hay nada de malo en tu rostro...— mordió, retomando el ritmo y fijando su vista solo en su sandwich.

Pero Seokjin pausó todo, se quedó viéndola sin saber exactamente como sentirse luego de eso, era extraño, nuevo. Jamás le habían dicho algo parecido o cercano a un cumplido.

Lo recordaría siempre, de verdad.

—Ten, ponle pollo a eso, solo un poco— le ofreció, haciéndole una modificación pequeña a su comida— estoy seguro de que va a gustarte, es más fácil comer cuando sabe y se ve bien.