Si bien el dolor de todos los presentes era enorme, cada uno estaba de acuerdo en que no se comparaba a lo que Blair o Jungkook sentían en ese momento. La pelinegra dejó al resto y salió a tomar un poco de aire, sus dedos repasaron entre las hebras de cabello un par de veces, intentando que no se viera tan mal como su rostro en ese momento y a su lado llegó después el mencionado Jungkook, Blair no tenía que verlo para saber que su amigo estaba apenas saliendo del trance que lo atacó luego de llorar por lo que parecían décadas.

Juntos tomaron asiento y se quedaron viendo al estacionamiento, definitivamente no era el mejor paisaje del mundo, pero tampoco era como que estuviesen prestandole atención, Blair dejó caer la cabeza en los hombros de Jungkook y suspiró, se limpiaba las mejillas cada tanto, sin darse cuenta empezaba a llorar y solo era peor, sus ojos ardían, su garganta dolía.

—Creo que siento odio por primera vez— susurró, su voz quebrada— sé que no quieres hablarlo, pero, nunca pensé que sentiría tanto repudio a una persona, yo...— Blair lo abrazó.

—Solo dilo. Está bien.

—Yo le cuidé por tantos años y ahora que estaba logrando superarse un poco, él solo... es injusto— tragó grueso, limpió su nariz, mirando hacia arriba para evitar que más lágrimas cayeran— ellos dijeron que no fueron solo las puñaladas, el arma tenía un tipo de veneno embarrado, él... si, iba directo a eso.

Wojin se había ido hacía un buen rato, gritó, maldijo. Fue una escena terrible. Las hermanas de Seokjin se habían enterado y parecía que no lo habían creído, en realidad nadie podía creerlo, pero verlas a ellas hacer acto de presencia terminó de sacar lo peor de Wojin, las sacó a empujones y puso gran parte de la culpa sobre los hombros de estas.

Luego se fue, nadie lo detuvo, ninguno fue capaz de obligarlo a quedarse allí, Blair le envió varios mensajes pidiéndole que por favor estuviese reportándose con ella cada hora y este le respondió vagamente, pero lo hizo.

—Él no luchó— le dijo a Jungkook, ocasionando que la mirase— no lo hizo, cuando abrió los ojos en la ambulancia y se quedó viendome... lo supe, él no iba a esforzarse en seguir respirando, estaba cansado y lo peor es que no puedo enojarme con él por eso— cubrió sus ojos— no soy tan egoísta, siento incluso que haberlo salvado le habría molestado— luego señaló su pecho, golpeándolo un par de veces— pero lo amo y creo que de haber la oportunidad de obligarlo a respirar de nuevo la habría tomado, me habría hecho egoísta solo para no perderlo. No soy tonta, sé que mi Seokjin no era feliz, al menos no por completo, él lloraba todas las noches, realmente lo hacía, lloraba como un nene pequeño por su mamá, su depresión... Seokjin era simplemente demasiado valiente, yo no habría podido vivir con el dolor que él cargaba.

—Sin embargo lo intentó— respondió Jungkook, resoplando una risa lastimera— él era tan increíble que incluso buscó ayuda.

—Y se hizo intimo amigo de su ayuda— sonrieron, refiriéndose a Namjoon, Blair esnifó— estaré agradecida por siempre con él por haber logrado hacer que Seokjin se arriesgara a cosas pequeñas para nosotros pero gigantes para él. Lo hizo sentir seguro y confiado de su apariencia por mucho.

—Bueno, ya era hora de que hicieran algo por él, Seokjin siempre ayudaba a todos menos a él mismo.

Luego de un breve silencio, llamaron a sus nombres y el mencionado Namjoon hizo su aparición junto a Konggi y GonGon, Blair tomó al gatito en brazos y Konggi fue hasta el regazo de Jungkook, ambos animales por primera vez sin energía alguna, no se hacían notar como usualmente era.

—Gracias por encargarte, Namjoon— le dijo, sinceramente— lamentamos que todo haya resultado de esta manera.

El mayor también había tenido su tiempo para sufrir la perdida de su paciente y amigo, aunque como todos, no podía procesarlo de manera correcta, quería creer que su sufrimientos había sido efímero y esa era la única razón por la que podía agradecer que fuese una muerte casi inmediata.

Que navidad tan amarga.

De su abrigo sacó los sobres coloridos, el rosa para Blair y el púrpura para Jungkook, ambos lo observaron confundidos.

—En nuestra última sesión me dió esas cartas y me pidió que las entregara cuando yo pensara que fuese prudente— suspiró— siento que debe ser ahora o nunca, así que leanlas cuando crean necesario, yo aún no he leído la mía.

—Ese idiota— murmuró Jungkook, sus labios temblando— ¿Por qué vas a escribir cartas como si lo supieras?

—Dijo que le era más fácil expresarse así.

Para su funeral no tenían una foto, pues él nunca se tomó alguna, al menos no de su rostro y aunque Jungkook probablemente era el que poseía algunas que había tomado sin que Seokjin se enterara, no las enseñaría por respeto al mismo.

Blair observó el sobre, su nombre escrito con una caligrafía hermosa. Suspiró, dejando a las lágrimas restantes salir.

—Ahora quién está rota soy yo.

GonGon se durmió en sus brazos, Jungkook tomó aire, sonrió de boca cerrada al cielo.

—¿Creen que al menos ya esté feliz con su mamá?

Esa pregunta terminó de romper el corazón de los tres, pero aún así sonrieron, querían pensar que así era, que ya estaban reunidos ambos, recuperando el tiempo perdido.

Fin

No saquen la historia de biblioteca aún, estaré subiendo algunos extras.

❤️