Cuarenta y siete
¿Cuántas instalaciones había comprado Blair? No lo sabía, no llevaba la cuenta, solo podía ver qué ya habían llenado la sala con luces blancas y algunas de color púrpura.
Le gustaba, todo se veía demasiado bonito, como nunca antes esa casa se había sentido.
—¿Y Blair?
—Fue al mercado con su mamá hace unas horas— respondió a Wojin, viendo la hora en su teléfono— se está tardando de más, iré a bañarme y tú deberías hacer lo mismo.
—Patrañas.
Aún así fue a organizarse, ya se acercaba la hora de llegada de los demás e incluso Konggi y GonGon estaban listos con sus moños y toda la cosa.
Se tomó su tiempo en la ducha, siempre sentiría extraño el hecho de que su cabello ya no caía a ambos lados de su cabeza, al menos ahora usaba menos shampoo y ya no picaba a sus ojos, tampoco sudaba tanto y eso era un alivio.
Gruñó cuando tomó el gel de baño de Blair por error y maldijo en voz baja, ahora olía a margaritas.
La puerta del baño se abrió y posterior a eso la de la ducha también, asustándolo, Blair le sonrió, agitando sus manos.
—Llegué.
—¿Y por qué siempre tienes que venir a reportarte en momentos como este?— se rió, afirmando con la cabeza mientras se despojaba de sus prendas— ¿Y la excusa es la misma de siempre?
—Hay que ahorrar agua, Seokjinie.
—Pervertida, depravada, fetichista, obsesionada con mi cuerpo— relamió sus labios una vez le vio desnuda y entrar— aplica para ambas partes.
—¿Por qué usas mi gel? No te gusta el olor.
—Solo huele bien en ti, lo tomé por accidente, sabes que soy despistado y agarré lo primero que ví. No, ni siquiera miré que era.— la ayudó a lavarse el cabello, masajeó su cabeza con los dedos— ¿Por qué tardaste tanto?
—Ir de compras con mamá es un martirio, lo juro, todo lo que ve lo quiere comprar, llegamos con cientos de bolsas— suspiró, enterrando el rostro en su pecho— ¿Por qué aún tenemos esa silla en la ducha?
—¿Porque nos da pereza sacarla? Creo que es eso.
Blair solía marearse en el baño, su cuerpo estaba tan débil que tenía que sentarse para recuperar fuerzas incluso cuando se bañaba, así que por eso estaba la silla ahí.
Seokjin se sentó, viéndola bañarse y burlándose cuando se ahogaba tontamente, luego, él mismo cerró la llave y la invitó a acercarse, sus ojos coquetos denotaban la intención de aquello y Blair no se negó.
—Esto es peligroso.
—Solo hay que tener cuidado y ser rápidos—se sentó en su regazo, peinando su cabello hacia atrás y besando la punta de su nariz después— te amo, me haces sentir demasiadas cosas al mismo tiempo, no es justo, Blair.
—Lo mismo te digo, me tienes loca, hazte responsable por eso.
—Si me hago responsable, siempre. No me has dicho que también me amas y empiezo a sentirme estafado.
—Casi nunca eres tú quien lo dice primero, estaba disfrutando el milagro— picoteó sus labios— también te amo, Kim Seokjin.
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