Catorce
—No puedo creerlo— Seokjin observó a su reloj— son las cuatro de la mañana y aún no acabamos.
Blair se rió, ella no tenía sueño y permaneció en la misma posición, sus rodillas contra su pecho y agarrando palomitas ocasionalmente. Aunque Seokjin ya llevaba cinco tazones.
—¿Ya estás agotado? Podemos dormir.
—No, pero ya me cansé de ver películas y supongo que sería buena idea teniendo en cuenta que dijiste debías irte temprano.
—Pero sigue lloviendo.
—Bueno, ni modo, te quedas aquí para siempre.
Sonrió, sabía que era broma, pero ella fue sincera.
—No suena mal, estar con tu compañía es de lo más agradable que he presenciado en meses.
—¿Lo es? Eso es sorprendente de escuchar, no suelo agradarle a nadie.
—¿Cómo no? Si eres muy dulce.
Seokjin fue quien rió esta vez, era la primera vez que Blair veía un sonrojó tan potente en él.
—Ya, solo soy así contigo porque no puedo no ser amable si tú lo eres conmigo.
—¿Soy amable? No lo sabía, pensé que actuaba como todo el mundo actúa con las personas.
Negó.
—Tú... eres de esas pocas personas que conocen lo que es el respeto, cosas como la empatía y no juzgar sin saber— tomó aire, su cabello caía a ambos lados de su rostro— me agradas porque no conoces la historia detrás de esto— señala su rostro— y no necesitas saberla para acercarte a mi.
—¿Por eso Jungkook y tú son tan buenos amigos?
—Por eso, solo que tú me caes mejor porque no estás jodiendome la puta vida cada dos segundos— levanta el celular, enseñando la llamada entrante del mencionado, desliza para contestar y activa el altavoz—¿Ahora que en el jodido mundo se te ofrece? ¿Por qué llamarme a las jodidas cuatro de la mañana? Es mi día libre, hago lo que me dé la gana.
La risa mezclada con llanto falso hace a Blair reírse con fuerza.
—¡¿Blair sigue allí?! Ya, vas a robartela también.
—¿Y qué carajos te he robado antes?
—Mi corazón, Jinie, mi corazón.
—Voy a colgar, ya te dije que lo nuestro no puede ser.
—Me hieres, me lastimas. De todas maneras llamaba porque sabía que estarías despierto y quería molestar, pero ya hay alguien haciéndolo por mi.
Blair blanqueó la mirada.
—No, ella no me jode.
—Me quedé a ver películas con Seokjin— contó— es divertido.
—Debe ser muy divertido acaparar a mi hombre. Blair, sé que si llego a los cuarenta soltero, tú si te casarás conmigo, como me lo prometiste.
Seokjin la miró con cara de fastidio, no hizo más que reír asintiendo, era cierto, cuando eran más jóvenes, Jungkook y ella se habían prometido casarse si llegaban a viejos y seguían solteros, no pensó que lo recordaría.
—No, Blair no quiere.
—¡Firmamos un contrato irrompible! No sé dónde está, pero lo voy a buscar y verás su validez.
—Me limpio el culo con tu contrato, que no, deja de estar comprometiendo a la gente a pasar sus vidas contigo.
—Soy lo mejor que le podría pasar a la humanidad, todos querrían una vida a mi lado.
Seokjin colgó, ya harto.
—Tu deja de reírte, señorita, y levántate que vamos a desayunar.
Blair lo siguió sin rechistar, aún riendo. Se divertía mucho, tal vez tener amistades si era muy bueno.
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