acabo de llegar a mi casa después de verte. no sé desde cuándo comencé a sentirme desanimado después de tener que dejarte.

al llegar a casa me quité mis botas y me tumbé en el sillón. me froté la cara en un gesto frustrado y dejé escapar un pesado suspiro. sentía todos mis problemas hacerse presentes nuevamente.

de pronto por mi mente pasó la bonita sonrisa que me regalaste hoy, lo lindo que estabas vestido, absolutamente todo lo que hablamos y los pocos gestos cariñosos que conté que tuviste conmigo. no pude evitar reprimir una pequeña sonrisa y un sentimiento de alivio recorrió todo mi cuerpo.

mi sonrisa rápidamente se tornó triste y. sentimiento de alivio se volvió culpa.

he comenzado a sentirme vacío sin tí...

no quiero que tenga que depender de si me hablas o no para estar bien.