Cuando Yuuri escuchó al omega rubio decir esas palabras sintió que el mundo se le venía encima. Había sido horrible, de pronto pensó que debía dejar ir a Otabek para que hiciera una familia con el otro...y eso había dolido como si le hubieran enterrado mil cuchillos en el estómago.
Sus piernas le llevaron afuera y con la mirada borrosa busco un lugar donde pudiera refugiarse, quería sentarse a llorar a gusto, quería sufrir un poco antes de tener que dejar ir a lo único bueno que había tentado en su vida, quería llorar para ver si así podía dejar de sentir amor por Otabek.

Entonces sintió que le detenían el paso y al girar la cabeza de encontró con su destinado. Tiró de su brazo para zafar su muñeca y se alejó dos pasos, negando con la cabeza, como si así pudiera alejarlo de ella o simplemente detenerlo.

Él abrió la boca y Yuuri alzó los brazos, no quería escucharlo, porque sabía que le convencería, ella era una omega y como tal, siempre terminaría creyendo en todo lo que él dijera...porque su existencia entera le pertenecía, sin dudas. Limpió sus ojos con el dorso de las manos y sorbió la nariz.

—Yuuri.

—No me lo digas, no quiero saber —pidió lo más firme que pudo, aunque su voz temblorosa la traicionara y sus piernas estuvieran a nada de ceder.

—Bebé escúchame.

Cerró los ojos, de pronto ese apodo dolía más que nada, ahora iba a seguir llorando.

—Yo no... —tomó aire y suspiró—. No le creo.

Ella lo vió incrédula, ¿cómo era posible?

—Él sonaba muy seguro.

—Pero yo no lo estoy —se acercó a la omega y estiró una mano, esperando que la tomara, él siempre le decía la verdad.

—No veo porque, ¿qué no es ese omega con el que estás viviendo? —se cruzó de brazos, bajando la cabeza.

Él suspiró, al final si le había traído problemas eso y agradecía haberle contado algo de todo el asunto con Jean y Yuri, pero contar el resto le daba miedo...y algo de pena. De pronto sentía que no la merecía.

— ¿Recuerdas lo que te conté?

Asintió, alejándose lo que él se había acercado.

—Yo...estuve involucrado con ambos —confesó, murmurando muy bajo y desviando la mirada, casi esperando que no lo escuchara ni le viera; estaba tan avergonzado, su padre siempre tuvo razón—. Fue un...acuerdo, de más jóvenes...era por diversión, luego crecí y me di cuenta de lo estúpido que era.

Yuuri tenía la mandíbula tensa, sí, era distraída y muy inocente, pero eso sí que lo había intuido -bueno, sólo con el omega, no se lo había esperado del alfa-, también había querido no darle importancia porque se suponía que era algo que Otabek ya no hacía.

—Ya me conocías hace tres meses, Otabek.

—Cuatro meses...y sólo de vista —tragó saliva y mordió su lengua—. Pero si te soy sincero, no recuerdo realmente haber estado con Yuri.

— ¿De qué hablas? —preguntó incrédula, ¿esa iba a ser su excusa?

—Lo digo en serio, Yuuri, sé que esto suena horrible...pero sé cómo es despertar después de haber tenido sexo con Plisetsky.

La omega no pudo evitar notar que llamó al otro por su apellido...y su corazón le daba puntos extra por estar ahí con ella, tratando de solucionar las cosas.

—Yo no me sentía así, no olía a él ni él a mí —estaba desesperado, no quería perder a su Yuuri—. Te juro que estoy seguro que no es mío...ni siquiera estoy seguro que en verdad este embarazado.

Yuuri lo observó detenidamente, reconocía el gesto de Otabek cuando decía la verdad, le resultaba adorable la transparencia de sus ojos y su tartamudeo desesperado por no hacerse entender. Se mordió el labio y bajo la mirada, ¿estaría mal creerle? ¿Estaría mal querer darle una segunda oportunidad?

—Escucha, Yuuri —se acercó y tomó sus manos, para hacerla verlo, que no huyera más—, yo te prometo que voy a hacer todo lo necesario para comprobar o desmentir lo que dijo, pero en cualquier caso no quiero nada con él.

— ¿Y qué si ustedes de verdad tendrán un hijo?

—Entonces me haré cargo del hijo, Yuri puede hacerse cargo de sí mismo.

Hizo una mueca, desviando la mirada para pensarlo detenidamente. Tomó aire, su corazón y su omega le gritaban que le hiciera caso al beta.

—Está bien, te creo —suspiró y le dio un suave apretón a las manos de Otabek—. Pero no vamos a avanzar más hasta saber la verdad, ¿está bien?

El beta asintió, aliviado, estaba seguro que Yuri mentía.

—No quiero avanzar en algo que tal vez no tenga futuro.

—Lo entiendo, gracias —la abrazó con fuerza y agradeció enormemente que ella correspondiera—. Te prometo que esto tendrá futuro, Yuuri, estoy seguro de lo que te digo, porque tú eres lo único en lo que he podido pensar en meses.

Ella sonrió y se sonrojó, escondiéndose en el pecho del mayor, la verdad es que deseaba que sus palabras fueran verdaderas.

Hey y'all!
Capítulo doble! Ahora que están dormidas mi hermana y sus amigas xD

Un poco de otayuuri para aliviar el dolors(?)
No se enfaden tanto con Yuri, porque aquí no se a quien le irá peor  (◡‿◡✿)

Gracias por leer, votar y comentar!
Lof, smooches y galletitas

Rave (◡‿◡✿)