Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo XVIII

El gran festejo

Cuando el sueño de Rodaric comenzó a verse más claro se podía apreciar a Yata despertando de la cama muy asustado porque se recostó para descansar un poco intentando no dormirse, pero si lo hizo y esperaba que no fuese muy tarde, se asomó por la ventana y trató de distinguir la tenue luz de las lunas para intentar saber el tiempo.

Afortunadamente la luz de algunas lunas es de diferentes colores, algunas emiten un color rojizo, otra azul y la luna Ukullsh emite una luz verde, que es la séptima luna y la fiesta iniciaba a las 8.

Aliviado por saber que aún tenía un luno para arreglarse se vistió con tranquilidad, uno de los trajes de gala que le habían dejado en el cuarto. Escogió el más abrigado, compuesto por varias capas: la primera era una camisa ajustada con una capucha, elaborada con una tela que podía estirarse, ideal para evitar que el aire frío entre en contacto directo con la piel, la segunda era un chaleco gris oscuro con broches de cinturón anaranjados que se cruzaban entre el pecho. Encima de eso se colocó una gabardina de piel color naranja rojizo. Pero con un color gris oscuro por dentro que llegaba casi a los tobillos.

Finalmente, se puso un pantalón de un azul muy oscuro, sobre él un cinturón fabricado para poder portar una espada y una bolsa de cuero detrás que se ocultaba con la gabardina. Las botas se las quitó de otro conjunto, porque eran anaranjadas, igual que la gabardina y se las colocó introduciendo el pantalón por dentro de las botas, resultando en un estilo único para la época.

Con la mayor calma del mundo salió del cuarto sabiendo que aún sobraba tiempo y tocó la puerta de la princesa para poder hablar con ella.

Para su sorpresa le respondió que se estaba arreglando y que esperara a fuera. Y en efecto, eso hizo.

Todos en el sueño por fin podían verse, estuvieron platicando todo el tiempo de cosas sin importancia, pero en ese momento Asura se notaba molesta.

No solo había sospechado que Yata sentía atracción por Saki, ahora lo sabía porque las emociones que Rodaric. Sentía por parte de Yata, también la sentían todos.

Rog notó cómo eso le afectaba a Asura, se alejó del grupo y la llamó para que ella se acercara y así poder decirle lo siguiente:

—Veo que entre Saki y tú existía una tensión amorosa ¿No es así?

—No es eso, en el pasado siempre creí que ella era solo una amiga para Yata. Ahora veo que no es así, y eso me molesta mucho—dijo cruzando los brazos.

Rodaric no prestó atención a eso, en cambio, estaba platicando con Leamsi, quien le explicaba detalles históricos de ese lugar. Explicando así que el reino de Altariam donde se encontraba era conocida como una de las más protegidas. No eran conquistadores por naturaleza, en el pasado libraron muchas batallas donde fueron atacados y ellos defendían su reino a tal grado que jamás pudieron traspasar sus murallas. Excepto con el último ataque de los vampiros.

Yata comenzaba a desesperarse, la princesa se demoraba más de lo que él esperaba. Pero tras una larga espera por fin salió Saki, con un vestido blanco y elegante que resaltaba su belleza de tal modo que Yata no pudo evitar mostrar algo de asombro en sus ojos. Algo que Saki notó y no pudo evitar decirle:

—¿Cómo me veo?

—Te vez muy bien —respondió desviando la mirada un poco y poniendo la cara seria, era la primera vez que sentía interés por una chica.

Por otro lado, Asura estaba muy enojada, no pudo soportarlo y se desconectó del sueño.

—Bueno, hay que ir a la fiesta, no es por nada, pero mi padre hace los mejores festejos que puedas imaginar.

Ambos caminaron por los pasillos y Rodaric no tardó en sentir que alguien faltaba y de inmediato supo que era Asura.

Le preguntó a Rog si sabía dónde estaba y le dijo que no, había hablado con ella hace unos minutos y de pronto no estaba.

A Rodaric le preocupó que estuviera rondando por ahí y se perdiera de detalles importantes, esperaba que no tardara y siguió viendo como ellos comenzaban a llegar al primer gran salón por el que pasaron la primera vez que entraron al castillo.

Al entrar todo estaba oscuro, la música elegante de fondo, el rey y la reina sentados en un balcón y la gente que llegaba poco a poco se iba reuniendo en el espacioso salón esperando a que la fiesta comenzara.

Las grandes mesas llegaron y con ellas un sinfín de platillos. Yata creyó que eso jamás se lo terminarían nunca.

—¿Quieres ir con mis padres?

—¿Podemos?

—¡Claro que sí! —dijo mientras le tomaba la mano para guiarlo por las escaleras y llegar al balcón donde el rey los saludó.

—Llegan a tiempo, la gente apenas va llegando, pronto comenzará la fiesta. ¿Has pensado en lo que te dije? Sobre quedarte aquí.

—La verdad es que si, el cuarto, el baño con agua caliente, la cama, son lujos que no puedes negar después de vivir lo que viví.

—Padre, tienes que escuchar la historia de Yata, ha pasado por muchas cosas en tan poco tiempo.

—Me imagino, hay algo que me preocupa, Kanel, el líder de los vampiros se retiró confiado, no pude escuchar lo que te dijo ¿sabes que fue? —preguntó mirándolo fijamente.

—Dijo que era muy extraño ver a alguien que es mitad vampiro, que era un híbrido raro.

—Eso no, eso lo dijo en voz alta, pero al final dijo algo y se desvaneció.

Yata se quedó pensando, si le dijo algo entre susurros, pero no lo había recordado hasta ese momento donde sí que pudo reflexionar y volver a escuchar en su mente esas últimas palabras.

—Ya recuerdo, dijo que yo sería un problema, pero no por mucho y se fue —comentó, dejando pensativo al rey.

—No por mucho, que querrá decir con eso.

—No estoy seguro, pero quizás un diario que dejé en mi cuarto tenga la respuesta.

—¿Un diario?

—Era de un Licántropo que mató a mi padre en el ataque al imperio de Garasu.

—Ya veo, mañana revisaremos ese diario, puede ser muy útil.

El rey se levantó y se asomó por el balcón, dio un gran aplauso fuerte y los guardias a su alrededor crearon unas luces sobre las cabezas de las personas que ahora casi llenaban el gran salón.

—Damas y caballeros, hoy celebramos la victoria de nuestro reino una vez más y posiblemente para siempre ya que nuestro héroe ha decidido quedarse en este reino a protegernos —dijo en voz alta mientras todos aclamaban verlo, el rey volteó la mirada hacia Yata y le invito a acercarse para que hablará.

Yata caminó hacia el rey un poco nervioso y cuando llegó el rey le puso la mano en el hombro y luego le dijo en secreto:

—Recuerda que no puedes decir que eres Yata, usa otro nombre para presentarte —dijo mientras él asintió y luego miraba a todos los ciudadanos del reino que fueron invitados al festejo.

—Es un honor para mí quedarme, mi nombre es Rodaric, mientras yo esté en el reinó, estarán seguros —exclamó mientras todos los visitantes festejaban de la emoción, algunos un poco más reservados solo aplaudían, pero era claro que todos estaban emocionados y por encima de todo se sentían seguros por primera vez en 8 años.

Pronto comenzó un espectáculo de llamas, luces y destellos de colores producidos por guerreros que simulaban una batalla.

Fue un momento agradable de ver y al finalizar la música tranquila volvió a adornar el ambiente, dando espacio para que todos platicaran un poco.

Vell comenzó a saludar a Yata quien no lo notaba entre tanta gente reunida, pero Saki si que pudo y le dijo que Vell lo estaba saludando ahí abajo.

Al verlo lo saludó y bajó por las escaleras para ir a verlo, pero había tanta gente que cuando bajó no lo veía, Vell salió entre las personas y volvió a saludar a Yata.

—Que bueno verte, no pensaba venir, pero pensé que sería bueno saludarte —dijo mientras Saki llegaba y lo interrumpía.

—Pues qué bueno que, si llegaste, mi padre tiene una sorpresa para ti, ya llegará el momento y no puedo decir más.

—Me alegra verte Vell —dijo colocando la mano sobre el hombro de Vell—. ¿Crees que podamos ir a otra parte del castillo? —preguntó viendo a Saki.

—Si, por nosotros no hay problema. Podemos ir al jardín de atrás.

—Me parece bien, apenas conozco mi cuarto y unos pasillos.

—¿Te han dado cuarto aquí?

—Si, ¡no es genial! —dijo muy alegre mientras caminaban por un pasillo nuevo que parecía estar entre los muros de los límites del Palacio, rodeando todo hasta llegar atrás. Donde se encontraba un jardín lleno de flores.

Al llegar Yata observó las flores, por un momento deseo haber visto eso en el pasado, cuando la luz del sol dejaría ver los colores, colores que a su madre le gustaban mucho. Una lagrima se deslizó por el ojo derecho y Vell lo notó.

—¿Pasa algo?

—Recordé a mi madre por un momento, le gustaba ir al jardín del palacio de mi reino y ver las flores.

—He perdido a mucha gente y he conocido a muchos que han pasado por lo mismo, seguro que pronto se te pasará, 8 años ya deberían dejar de producirte lágrimas, debes aceptarlo y dejarlos ir.

—Para mí no han sido 8 años, quedé en estado de letargo, todo ese tiempo quedé dormido, es algo que los vampiros podemos hacer.

—Ya veo —dijo Vell mientras Saki sonreía un poco.

—Yo me siento mejor que nunca, sé que son tiempos difíciles, pero Yata es la luz y la esperanza que siempre supe que vería.

Mientras tanto Rog le preguntó a Rodaric si sabía cómo entrar en estado de letargo.

—No sé, cuando Yata se duerme en mi sueño siento que puedo despertar y me levanto. ¿Por qué lo preguntas?

—Ya te lo contaré cuando despiertes —respondió mientras regresaba su atención a los comentarios entre Yata, Saki y Vell.

—Pues yo opino que será muy fácil eliminar a Kanel y su ejército contigo al frente —dijo Saki mientras se sentaba en una banca larga y los demás se sentaban junto a ella.

—Yo pienso lo mismo, lo que me preocupa es como vamos a deshacernos de estas nubes. No creo que sea tan fácil como eliminar a Kanel y como por arte de magia el cielo se despeje y volvamos a ver el día soleado —dijo Vell exhalando un suspiro en sus últimas palabras.

Saki alzó la mirara en forma atenta, inclinó el oído y se levantó de la banca.

—¡Escuchan eso! —dijo muy emocionada.

—¿La música? —dijo Yata intentando percibir algún otro sonido.

—¡Si! ¡Ya comenzó la música para bailar!

Yata y Vell se miraron entre sí, tratando de ver si el otro podía comprender la emoción de Saki.

—¿Quieren bailar? —preguntó Saki mirándolos muy animada.

—Yo odio bailar —dijo Vell cruzando los brazos.

—Y yo nunca he bailado, no sé cómo —respondió apenado.

—Yo te enseñó —dijo tomando de la mano a Yata y jalándolo para que se levantará.

—Espera ¿A donde vamos? —preguntó fingiendo no saber un poco sonrojado.

Vell se rio sin hacer ruido, y luego dijo.

—Suerte con el baile, yo me regreso a la casa.

Saki condujo a Yata hasta la fiesta, y luego lo miró, pata tomarle ambas manos y colocarlas en sus hombros.

—Sígueme y mira mis pies, solo has lo mismo que yo, así; uno, dos, uno, dos...

Yata la seguía muy apenado, no podía evitar voltear a verla.

—Estas perdiendo el ritmo, no me mires a mí, sigue mis pies —dijo entre pequeñas risas, un poco sonrojada por la forma en que Yata la miraba.

Yata comenzó a entender el ritmo y los movimientos, era una danza muy fácil. Todos los que estaban en la fiesta comenzaban a ver que su nuevo héroe y la princesa estaban bailando, comenzaron a dejarles un espacio, que cada vez se hacía más grande.

Yata se dio cuenta de ello y comenzó a perder el ritmo torpemente, lo que provocó que Saki también notara lo que pasaba.

—¿Quieres que vallamos a comer algo? También tengo mucha sed —dijo ella para relajar un poco el momento.

—Me parece bien, me vendría bien algo de comida.

Ambos fueron al área del banquete, y tomaron algo para comer, el rey se acercó a ellos y les dijo:

—Los vi bailando, definitivamente llamaron la atención de todos —comentó con una gran sonrisa, pero no tardó en notar que a Yata y Saki les incomodó, y cambio el tema raído —. Bueno, hay un problema que me gustaría que resolvieran mañana. Tiene que ver con la carta que encontraste con el caballo que te condujo a mi reino.

—¿De qué se trata?

—El agua en el reino se está acabando, pronto no tendremos agua, he enviado a doce guerreros y ninguno ha tenido éxito. Con ayuda de un vidente, hemos podido ver a través de los ojos de su cuervo que el agua se congeló de donde brota, en la cima de la montaña del este.

—Ya veo ¿Pero porque debo ir yo?

—Veo que aún no comprendes la gran ventaja que posees, el problema son los vampiros que deambulan y vigilan todos los caminos fuera del reino, y a ti no pueden hacerte nada.

—Yo lo acompaño padre.

—Eso es lo que quería pedirte, hija —respondió dejando a Saki impresionada, no esperaba que la dejara salir a una misión, tan peligrosa.

—No pensé que me dejaras ir así de simple.

—Recuerda que he decidido dejarte al frente del ejército, y no me quedan muchos guerreros hábiles, tu eres de lo mejor que tengo y la mejor entrenada en localizar trampas, que es lo único con lo que podrían toparse.

—Eso y algunas criaturas peligrosas, recuerda que el imperio de Garasu ya no está protegiéndonos, muchas bestias y seres de todo tipo se han infiltrado, sin mencionar los que ya teníamos.

—Así es hija, pero tu ya sabes lidiar con eso. ¿O no? —preguntó alzando una ceja, Yata, que se había quedado pensando, los interrumpió.

—Está bien, pero no te olvides de mañana ver el asunto del diario.

—Por supuesto, eso lo revisaremos por la maña, dicho eso, lo mejor es que se retiren a descansar, la fiesta durará mucho, pero ustedes tienen que estar bien, para la misión de mañana.

Saki estuvo de acuerdo en irse a dormir temprano, se sentía cansada, habían luchado en la guerra hace poco y el baile la había cansado.

Yata no estaba cansado, pero no quería que Saki lo invitara a bailar de nuevo, así que aceptó irse a dormir.

Una vez que llegaron a la entrada de sus cuartos ambos se despidieron, sonrieron anantes de abrir sus puertas y luego se prepararon para dormirse.

Yata se vistió con una ropa del armario, una que lo abrigara bien, cerro la ventana y se sentó en la cama, mientras miraba la luz de la vela, se quedó pensando en su pasado, en cuanto ha cambiado, trató de pensar en su futuro, que, para su suerte, no estaba nada mal, pensó un momento en la princesa mientras se recostaba, y al poco tiempo se quedó dormido.

Aqui termina el capítulo 🙃

¡Espero que lo disfrutaran!

Nos vemos en el Futuro

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro