
Capítulo 13
Rescate
Una nave aterrizaba en un edificio ubicado a un costado del Palacio Real. Asura, Rog, Sigil y Ermet bajaban del vehículo, donde los esperaban integrantes del grupo al que pertenecían ellos.
Fueron recibidos por una persona que portaba una pieza de metal que cubría el lado derecho de su rostro, desde su nuca hasta su ojo biónico, que los examinaba de arriba abajo, y Rog se apresuró a saludarlo:
—¡Aurtur! Qué gusto verte, viejo amigo —dijo estirando la mano para estrecharla con la suya y él hacía lo mismo con una sonrisa forzada, Rog lo notó y por ello preguntó.
—¿Sucede algo?
—Nos están vigilando, pero no voltees —dijo dándole una palmada en la espalda—. Dile a Asura que se dé prisa y entre rápido, podrían reconocerla.
Rog la miró y con unos gestos corporales le indicó a Asura que se colocará la capucha, y ella lo hizo de inmediato, detrás bajaron Sigil, Ermet y otros acompañantes. Entraron sin saludarse y una vez dentro del edificio, él se presentó ante todos:
—Mi nombre es Aurtur, líder de nuestra organización secreta en Linrra, y las personas que ven aquí son mi ejército —indicó mientras señalaba a todos los que se encontraban sentados en las mesas de lo que claramente era un salón de eventos, el típico que rentas en una boda, o la entrega de grandes premios, eran 157 individuos.
Aurtur los presentó frente a todos en el salón; se mostraban muy felices de ver a Asura en persona. Era como un sueño hecho realidad. Aunque la mayoría estaban ahí solo por pertenecer a ese grupo, era solo un lugar donde podían hacer amigos, sentir que forman parte de algo. Y verla realmente frente a ellos fue un golpe emocional muy duro. Y aún más para los que siempre fueron creyentes. Otros rompieron en llanto.
Asura y sus compañeros se sentaron en una mesa apartada de las demás. Los meseros se acercaron y les sirvieron bebidas y comida muy lujosa en presentaciones dignas de un rey. Rog fue el primero en decir algo.
—¿Sabes por qué nos vigilan?
—Sinceramente, no lo sé, pero apostaría que solo es por la paranoia de Alón. Si mi linaje hubiese buscado esas tres armas por miles de años y al fin aparecen, estaría cuidando hasta el más mínimo detalle.
—Supongo que sí —dijo Asura y luego preguntó—. Pero tengo una duda. ¿De dónde salió la familia de Alón?
—Eso nadie lo sabe. Se dice que la familia de Alón era la más rica del mundo mucho antes del primer emperador, antes de Linrra, controlaban el mercado del petróleo, el cilicio y el cobre, entre otras cosas, pero antes de eso ttambien se cree que fueron de la nobleza, algunos incluso reyes.
—Seguro nos llevaremos una gran sorpresa cuando todo se revele. Posiblemente, Rodaric ya sepa algo —comentó Asura mientras Sigil interrumpía.
—Como sea, estamos aquí por el rescate, nos estén vigilando o no, no afecta nuestros planes.
—Cierto, no me has comentado nada, tengo las tropas listas, pero no sabemos lo que aremos.
—Ok, te contaré el plan.
»He preparado este dispositivo de comunicación, funciona con señales antiguas, están cifradas, cada segundo cambia de canal y las antenas pueden recibir la señal sin interrupciones. Solo deben presionar este botón y soltarlo cuando dejen de hablar.
—Conozco ese aparato, lo he visto en las películas antiguas.
Rog contó cada estrategia con lujo de detalle, tenían un plan B, un C y D, como respaldo, con suerte no usarían las tropas, bastaría solo con Asura y Sigil, siguiendo el plan de Ermet.
Sigil se disfrazó de Asura, una característica que tenía bajo la manga, pues su rostro era completamente artificial y capaz de tomar diferentes formas. Ambos se infiltraron por el lado norte del palacio, Sigil no solo se veía igual a Asura, también estaba vestido con la misma capa encapuchada.
Sigil sacó de un estuche un pequeño dron miniatura y le pidió a Asura que le impregnara su energía, para luego enviar al dron por el aire sigilosamente hasta volar por encima del Palacio Real.
Una fortaleza redonda como murallas donde el emperador se resguardaba, se podría comparar al Pentágono, pero sin esquinas y mucho más alto.
El dron se introdujo por el techo, luego bajó las escaleras y se colocó justo debajo de una cámara de seguridad.
Asura provocó un corto circuito en su brazalete y este se abrió, lo dejo caer al suelo y realizó lo mismo en el brazalete de Sigil, para luego tomarse de las manos y desaparecer del lugar.
Ambos reaparecieron justo sobre el dron, bajo la cámara de seguridad, Asura ya dominaba su poder eléctrico y congeló la imagen de la cámara.
Ella fue ejecutando ese mismo movimiento con todas las cámaras que veía y cargaba el aire con una estática a unos veinte metros de distancia, pero nada que alarmara a los guardias. Esta corriente le permitía sentir todo lo que estaba en su contacto.
Las puertas que requerían tarjetas de autorización las abría con sus poderes, cuando un guardia estaba por pasar, ella era capaz de sentirlo antes.
Podía percibir lo que se encontraba 5 pisos arriba y 5 pisos abajo. Pero no pudieron detectar a Rodaric ahí, Así que bajaron al piso 5.
Al continuar por el pasillo, pudo sentir una puerta, una cámara y un guardia detrás de la puerta. Ella le indicó a Sigil que se detenga para poder concentrarse en la cámara y congelar su imagen, luego esperó a que el guardia se moviera. Sin embargo, nunca lo hizo.
Pasaron varios minutos y ella tuvo que abrir la puerta; al hacerlo rápidamente saltó al enemigo y con una patada giratoria lo noqueo.
Sigil se mostró impresionado por el ágil y sigiloso movimiento de Asura y no era para menos, había impresionado a un experto en ello.
—Deberíamos esconder el cuerpo —dijo Sigil.
—Lo sé, estoy analizando los pasillos y las habitaciones.
—Muy bien, date prisa.
—Hay una bodega en aquella puerta, siguiendo el pasillo y girando a la derecha, pero hay otro guardia. Atacamos a ese y metemos a los dos en el mismo cuarto.
Sigil asintió con la cabeza y arrastraron el cuerpo por el pasillo, atacaron al otro guardia y metieron ambos cuerpos a la bodega.
Asura comenzó a mirar a su alrededor y cuando Sigil quería decir algo Asura lo interrumpió diciendo:
—¡Ya encontré a Rodaric! Pero está con el emperador en el Salón Real. Se equivocaron completamente con su ubicación. El salón Real está en el primer piso y no en el último.
—Eso no tiene sentido, las fotos del Salón Real muestran una cúpula de cristal que mira al cielo y desde ahí se puede ver el planeta Courband.
—Es un engaño, esa cúpula es falsa, usa pantallas que simulan ser una ventana circular. Seguramente se conectan con cámaras en el techo.
—Eso explica todo, supongo que esperaremos aquí.
—Por ahora sí —dijo mientras sacaba el comunicador que le dieron para hablar con Rog —. ¿Me escuchan?
—Sí, te escuchamos, ¿Qué ha pasado?
—Rodaric está en el Salón Real, pero no se encuentra en el último piso, así que el pan A queda descartado.
—Pero si el Salón Real tiene que quedar en el último piso —dijo Rog mientras Asura movía sus ojos de un lado a otro con una mueca de disgusto.
—No pienso repetirlo otra vez, ya le expliqué todo a Sigil. El punto es que tendremos que esperar a que Rodaric esté solo o por lo menos lejos de Alón, no podremos pelear contra él.
—Muy bien, recuerda que es muy importante que puedas convencer a Rodaric de que venga con nosotros, si él no acepta no puedes tomarlo por la fuerza o podría morir en el viaje.
—¡Lo sé! No me presiones.
—Solo digo, todo depende de ti, Asura, si todo sale mal, tendré que enviar a las tropas y no queremos iniciar una guerra. Recuerda que es a ti a quien no deben ver nunca, y Sigil... si Asura es descubierta, tú debes reemplazarla y crear toda la distracción posible. Cuando te acorralen me llamas y yo te invoco de regreso.
Rog tenía un pergamino muy antiguo. Uno de los pocos objetos mágicos que han sobrevivido al tiempo. Magia desconocida para el mundo actual, pero que en este caso permitía invocar a otra persona que previamente a colocado su sangre en él de manera voluntaria.
Sigil usó su sangre para ello, y Rog tenía el pergamino listo para usarlo, al hacerlo, Sigil desaparecería del lugar donde estuviera y aparecería donde Rog.
Caminaron rápidamente entre pasillos, hasta llegar al ascensor gravitatorio, por el que bajaron al primer piso. Al llegar caminaron por el pasillo en donde se encontraba el Salón Real.
Asura le pidió a Sigil que sacara un pequeño dron, era una diminuta esfera fabricada especialmente para Asura en los laboratorios de Courband; el dron no contaba con espacio para almacenar energía, lo que le permitía ser muy pequeño y ágil. Asura le otorgaba la energía de forma inalámbrica, y controlaba el dron con su mente.
Al llegar a la puerta escucharon unos diálogos entre Alón y otras personas, parecía estar enojado. Asura comenzó a controlar el diminuto dron esférico que se introdujo por debajo de la puerta y luego voló y se elevó hasta lograr ver la escena donde Alón y Rodaric se encontraban.
El emperador parecía molesto, caminaba de lado a lado, Sarat estaba aún lado mirando al suelo con algo de vergüenza, finalmente Alón dijo:
—Lo que más me molesta es que me ocultaras sobre tus sueños, pero me alegra saber quién eres en realidad. Gracias Sarat, siempre supe que podía confiar en ti.
—No es nada, con estos dispositivos podrá conectarse a sus sueños —dijo mostrándole las diademas y Alón le agradeció por todo, observó los dispositivos y se los devolvió de nuevo a Sarat.
—Toma, llévalos ante mi sirviente personal y dile que lo coloque en mi cuarto y el otro, déjalo en el cuarto de Rodaric. En cuanto a ti Rodaric, o debo decir Yata, me temo que tendré que encerrarte en tu propio cuarto —comentó mientras Sarat que ya comenzaba a retirarse, dijo:
—¿Realmente es necesario que lo encierre? Él solo necesita dormir todas las noches y conectase con esa diadema.
—Tengo que asegurarme de que no escape, ahora que sé quién es, tengo que saber todo sobre él. Revelar lo que ese cuadro significa, y evitar que sea un peligro. Con los nano-bots que le introduje puedo ponerlo en un estado de coma autoinducido y conectarlo a una camilla médica especial. Asura se inquietó un poco al escuchar que el emperador ya sabía su identidad, estuvo a punto de irrumpir cuando Sigil la detuvo y le explicó que deberían escuchar un poco más.
Pero Sarat dijo algo que provocó que Asura prestara atención:
—¡Eso es demasiado extremó! No puede...
—¡Silencio! Te he dado una orden, deja los dispositivos con mi sirviente y lárgate ahora mismo.
Sarat se quedó perplejo, nunca había visto esa reacción en Alón, se giró molesto para salir, Asura y Sander se prepararon para el momento en que él abriera la puerta. Colocándose en uno de los costados de la puerta, para no ser vistos cuando se abriera y quedar detrás de ella.
Pero justo antes de abrir la puerta, Sarat dijo algo en voz baja, Sigil y Asura si lograron escucharlo y supieron que algo pasaría, así que prestaron atención a lo que el dron grababa.
—No puedo permitirlo —murmuró Sarat mientras se giraba y creaba una poderosa ráfaga de viento de larga duración que mandó a volar a Alón contra el muro, dejándolo pegado a la pared sin poder moverse por la eterna y constante ráfaga de aire —. ¡Corre Rodaric! ¡Corre! —exclamó mientras Rodaric y Sarat salían por la puerta; al girar se toparon con Sigil y Asura. Ella no perdio el tiempo y se apresuró a decirle a Rodaric:
—¿¡Ahora si vendrás conmigo!? —dijo extendiéndole la mano y Rodaric la miró agitado, confundido de verla en ese momento, pero sabiendo que tenía que reaccionar rápido.
—¡Sí, este lugar no me gusta nada! —respondió mientras Sarat interrumpía.
—Me temo que después de lo que hice también tengo que irme contigo.
—De acuerdo, tomen mi mano, y no se suelten por nada del mundo. Sentirán una desorientación inmensa y mucha tensión en los músculos, van a querer soltarse por el dolor... No lo hagan.
Alón con un movimiento de su mano eliminó la ráfaga de viento y murmuró con una sonrisa confiada:
—Qué tonto. Sabe bien que no pueden escapar de mí.
Ambos Rodaric y Sarat respondieron estar de acuerdo mientras asentían con la cabeza y Sigil sabía que era momento de aplicar la parte de su plan y pidió por radio que lo transportaran a él también. Pero antes de que Rog activara el pergamino, Sigil corrió hacia dentro del Salón Real.
Al girar y entrar vio a Alón, quien se encontraba a punto de salir y lo golpeo directo en la cara lo más fuerte que pudo.
Alón casi se desploma al suelo con el golpe y cuando giró para responderle con un ataque vio como Asura desapareció, sin saber que en realidad era Sigil disfrazado de ella.
Para ese momento Asura, Sarat y Rodaric también habían desaparecido sin que Alón sepa lo que pasó.
El emperador de inmediato usó sus poderes para sentir a Rodaric, pero al no sentirlo gritó desesperadamente y con su poder provocó involuntariamente que todas las paredes y el piso se cuartearan y los muebles salieran volando con gran fuerza.
https://youtu.be/4VGLxWCbl6c
¿Que opinan de este capítulo?🙃
Parece que las cosas se estan poniendo interesantes en el furuto.
El siguiente capítulo será continuación de este 😊
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