—¿Alguna vez has intentado contar estrellas? —preguntó Seren en voz baja.

—Creo que eso es imposible —contestó Bucky, Seren dejó salir una risa.

Ambos estaban en el campo del complejo, acostados sobre una manta y mirando el cielo nocturno. Estaba todo despejado por lo que había una maravillosa vista.

—¿De verdad crees que es imposible? —Seren miró a Bucky, él también la miró pero con el ceño fruncido.

—Eso creo.

—Cuando era pequeña —comenzó a contar— e iba a quedarme a casa de mi abuela que estaba en medio de la nada, salíamos al patio por las noches y nos acostábamos para mirar el cielo. Y en una ocasión, me pidió que contara las estrellas. Yo lo hice, porque era una niña y simplemente me pareció divertido... cuando terminé de contarlas, según yo, mi abuela me miró con una sonrisa y me pidió que el día que ella muriera, las volviera a contar porque habría una más y esa sería ella.

James la escuchó con mucha atención, le pareció bastante tierno.

—Sé que es algo estúpido pero sinplemente lo recordé en este momento.

—No creo que sea estúpido. Me parece más bien, algo lindo.

Ella sonrió apenada y se acercó un poco más al hombre para acostarse a su lado. Él la abrazó y siguieron mirando el cielo.

—¿Puedes identificar las constelaciones?

—En realidad no —confesó sinceramente el hombre. 

—¿Quieres que te las muestre?

—Por supuesto.

—¿Sabías que mi nombre significa estrella?

—No lo sabía.

Seren levantó un poco la mirada para ver el rostro del hombre y le sonrió. Adoraba esos momentos donde estaban juntos y a solas.

Comenzó a explicarle dónde se formaba cada constelación y mencionaba el nombre de algunas estrellas importantes. James la escuchaba con muchísima atención y miraba atentamente donde la chica señalaba.

Contar estrellas, era ahora por mucho, su actividad favorita junto a Seren.

▪︎▪︎▪︎

Era martes, habían pasado un par de meses de aquella noche. Seren estaba en el campo de entrenamiento con los reclutas. A su lado estaba Barton y ambos miraban a los chicos corriendo. Era una tarde especialmente calurosa por lo que ambos entrenadores disfrutaban de ver cómo los reclutas se derretían y lloraban en su propio sudor.

—Hola —la chica escuchó detrás de ella, pero había estado tan concentrada que se sobresaltó  y sin querer golpeó su nariz con el codo.

Volteo y vio a James que llevó su mano a su nariz. Seren llevó ambas manos a su boca en forma de sorpresa.

—Lo siento, lo siento —se acercó un poco más para revisarlo— déjame ver.

Barton ahogó una risa cuando vio de reojo.

—Tranquila, estoy bien.

Bucky dejó que Seren lo revisara y le dirigió una corta sonrisa. La chica estaba realmente apenada.

—Deberías ir a ponerte hielos —dejó de tocar el rostro del hombre.

—No es nada.

—Lo siento.

El hombre besó la frente de su contraria, ella sonrió apenada.

—Sólo venía para a decirte que Rogers te esta buscando.

—Oh, entiendo —miró a Clint— ¿te encargas? Iré con Steve.

—Yo me hago cargo.

James y Seren dieron media vuelta y comenzaron a caminar juntos. El hombre quería tomar la mano de su novia, pero le daba un poco de vergüenza y no se animó a hacerlo.

Llegaron hasta la oficina de Rogers, el hombre estaba usando su uniforme y parecía algo preocupado. Se relajó cuando vio a la pareja.

—¿Qué pasa, Cap?

—Tenemos que salir ahora. Una misión algo delicada.

La expresión de Seren cambió a una de preocupación.

—Entiendo. Me iré a cambiar, nos vemos en el hangar en diez minutos.

—Gracias, Seren.

La chica salió corriendo, antes dirigiéndole una mirada a James de despedida, pero antes de que ella pudiera salir el hombre la tomó con suavidad del brazo y le dio un beso en la frente.

—Ten cuidado.

Ella sonrió de lado.

—Tranquilo, estaré bien.

La miró alejarse por el pasillo y cuando la perdió de vista miró a Steve.

—Cuídala, Steve. Por favor.

El nombrado sonrió y se acercó a su amigo para darle una palmada amistosa en su hombro.

—No te preocupes, Buck. Seren y yo hemos trabajado juntos por años.

Él asintió y Steve se alejó rumbo al hangar. Barnes liberó un profundo suspiro. Esa chica era de las pocas cosas buenas que le habían pasado en la vida y le aterraba perderla.

▪︎▪︎▪︎

James sintió como el aire le comenzaba a faltar y cómo todo el cuerpo le temblaba. No recordaba la última vez que se había sentido así. Aterrado.

Escuchó por el intercomunicador que Steve solicitaba ayuda urgente porque Seren había recibido una bala. En general no le preocuparía tanto si no fuera por el tono tan desesperado que usó Rogers.

Corrió al hangar junto con la unidad médica y una camilla esperando a que la nave aterrizara. Trataba de aparentar tranquilidad pero sus pensamientos sólo lo llevaban a lo peor.

La nave aterrizó y tuvo que aguantar la respiración por un momento. La rampa se abrió más lento de lo habitual o tal vez era que él estaba muy acelerado. La unidad médica entró junto a la camilla y por más que Bucky quiso ir, no fue capaz de moverse.

La camilla salió. Lo único que logró ver fue muchísima sangre y a Seren tratando de respirar. James quedó en un estado de shock pero pronto sintió mucha ira recorriendo sus venas.

Steve salió de la nave y James corrió contra él y lo tomó de las correas del traje. Rogers lo miró sorprendido.

—¿Qué le pasó? —preguntó en voz baja, tratando de no alterarse.

Steve negó, no podía verle la cara a su mejor amigo. No sabía cómo explicarle lo que había ocurrido.

—Buck, amigo.

Los ojos del hombre se comenzaron a cristalizar.

—Dime que ella estará bien. Me Prometiste que todo estaría bien.

—Buck... yo... —

El hombre lo soltó y aspiró profundamente, como si lo hiciera por primera vez.

—¿Qué fue lo que pasó? —preguntó más calmado y tratando de no llorar.

—Todo fue tan rápido, creí que habíamos acabado con los enemigos pero de pronto nos acorralaron por separado y no pude protegerla —bajó la mirada— terminé con todos ellos pero cuando me di cuenta Seren estaba en el suelo desangrándose. Hice todo lo posible pero una bala impactó muy cerca de su pulmón.  Y bueno, no era la única bala,  traté de llegar lo antes posible.

James lo miró fijamente un largo momento y luego dio media vuelta para irse corriendo a la bahía médica.

Nadie le permitió entrar a ver a la chica y nadie le decía absolutamente nada, eso sólo lo ponía más nervioso.

El resto del equipo también pasó por allí e intentaron reconfortar al soldado de alguna manera pero era extraño hacerlo y al final no lograron nada.

Fueron casi nueve horas más tarde cuando un médico salió, Bucky se puso de pie con un salto y miró al profesional con impaciencia.

—¿Y bien? —guardó sus manos en sus bolsillos— ¿Cómo está?

El hombre se quedó en silencio un momento.

—No estamos seguros de si va a sobrevivir —Bucky frunció el ceño— lo siento. Haremos todo lo posible por estabilizar sus signos pero no es seguro que despierte.

James se quedó sin palabras y sintió cómo todo su mundo se derrumbaba.

—¿Puedo...verla?

—Por supuesto.

▪︎▪︎▪︎

Cuando Seren abrió los ojos, Bucky sostenía su mano. Y por poco, él hombre se suelta a llorar de la emoción por verla allí despierta. Viva. A su lado.

—Buck —murmuró Seren con la voz ronca.

—Hola —le sonrió y acarició con gentileza su mejilla— ¿Cómo te sientes?

—Como un zombie —ella intentó reír pero de inmediato se quejó por el dolor— Creo que necesito un poco más de analgésicos.

—Avisaré que ya despertaste.

Buck se puso de pie pero Seren lo tomó de la mano antes de que avanzara. Él la miró.

—¿Qué pasa, muñeca?

—¿Te puedes quedar un poco más?

Él volvió a tomar asiento y tomó la mano de la chica con suavidad, trazando círculos con su pulgar.

—Hay algo que quiero decirte —se animó a decir el hombre, ligeramente nervioso.

—¿Qué pasa?

—Estaba muerto de miedo —confesó— No recuerdo la última vez que me sentí de esa manera y... lo que me aterraba más era perderte.

—Buck... —

—Sé que no es un buen momento pero en realidad creo que no hay un momento correcto —sacó algo de su bolsillo, era una cajita. La apretó en su mano y luego de unos segundos se animó a abrirla— Seren Gray, ¿te quieres casar conmigo?

Ella lo miró con impacto, luego con una sonrisa y un par de lagrimas se deslizaron por sus mejillas.

—Claro que quiero, James.

Su sonrisa dejó ver sus dientes y con con mucho cuidado colocó el anillo en su dedo anular.

—Sé que no crees en el matrimonio, pero no perdía nada con intentarlo.

—Te amo, James.

—Y yo a ti, Seren —besó sus nudillos— Iré a buscar al médico.

Esta vez Seren no lo detuvo y lo miró salir de la habitación.

▪︎▪︎▪︎
AÑOS MÁS TARDE

—¡Papá!

—¿Qué pasa, Andrew? —Bucky entró a la habitación de su hijo en cuanto lo escuchó gritar.

El niño de seis años estaba de pie junto a la cama, con su pijama puesta y una manta en las manos.

—¿Podemos salir al patio a ver las estrellas?

Bucky sonrió y se recargó en el marco de la puerta.

—Tu madre te mandó a dormir.

El resopló y miró con ojos de cachorro a su padre.

—Salgamos por ventana porque tu madre está en el estudio.

El niño celebró y se dirigió a la ventana de su habitación para abrirla en silencio.

Bucky y Seren habían adoptado a Andrew cuatro años atrás y sin duda fue de las mejores decisiones de sus vidas.

Cuando lograron salir, acomodaron la manta en el pasto. James se acostó primero y Andrew se acomodó a su lado.

—¿Me dices otra vez las constelaciones? —preguntó el niño sin dejar de ver el cielo.

—¿De nuevo? Creí que ya te las habías aprendido.

El niño rió.

—No me las sé todas.

Bucky lo miró de reojo.

—¿Alguna vez has intentado contar las estrellas?

El niño se levantó un poco para ver con claridad el rostro de su padre. Lo miró confundido antes de volver a acostarse.

—Papá, eso es imposible.

—¿Eso crees?

—Son muchas, no se pueden contar todas —habló con obviedad el niño.

—¿Por qué no lo intentas?

Andrew levantó su mano y señaló con su dedo para contar una por una.

Seren, que los había visto escapar gracias a las cámaras de seguridad los vio recargada desde el marco de la puerta trasera con una sonrisa.

—Cuando yo muera —comenzó Bucky— las contarás de nuevo y habrá una más, y esa seré yo.

Andrew miró con una sonrisa triste a su padre.

—No quiero que te mueras nunca, papá.

—Tranquilo, pasará mucho tiempo antes de que eso ocurra.

Andrew se quedó dormido poco después y Bucky lo cargó con cuidado para llevarlo a la cama.

—No sé si recuerdes que tenemos cámaras de seguridad —le dijo Seren a su esposo cuando pasó a su lado.

Él rió en silencio.

—Lo siento, debiste ver su cara. No podía decirle que no.

—No puedes dejar que un niño de seis años te manipule. Por cierto, Steve vendrá mañana para ver a su ahijado.

Seren besó la frente de su hijo y Bucky se lo llevó para recortarlo en la cama. Cuando regresó junto a su esposa la abrazó por la cintura y besó sus labios con  suavidad.

—Te amo —le dijo Bucky.

—Te amo.

Eran una familia feliz y lo serían por mucho tiempo más.

Fin

Y este mini fic llegó a su fin. Realmente espero que le haya gustado <3