UNSUNG MELODY

-¡Corre corre! ¡Esos monstruos te quitan alas! – Jungkook gritó arrodillándose para poder ver la pantalla del celular de la chica quien mordía desesperada su labio inferior tratando de que su personaje corra más rápido

- ¡No no no! ¡Jungkook ayúdame! – gritó lanzando el teléfono a Jungkook quien lo atrapó rápido para poder moverse, pero fue tarde cuando aquel monstruo atacó al personaje de Shitzu y le quitó tres alas - ¿Ahora? ¿Qué tengo que hacer?

Jungkook rio acomodándose su cabello después de haber estado saltando alrededor de Shitzu

-Tenemos que recorrer todos los mundos de nuevo para recoger las alas y... - la chica miró a Jungkook mientras este hablaba, sin embargo, su mente y sus ojos viajaron a otro lugar donde solo existía el rostro y la voz del chico.

Al estar tan cerca, visualizó sus ojos negros con sus pequeñas pestañas mientras estos miraban la pantalla, su perfecta nariz que algunas veces se arrugaba al decir algo chistoso, sus suaves mejillas con algunos muy pequeños lunares y aquellos labios que se movían diciendo palabras que Shitzu no lograba asimilar, algunas veces mostraba sus perfectos dientes cuando sonreía y finalmente la chica se desvaneció cuando Jungkook al no escuchar respuesta se giró mirando a Shitzu, quien se encontraba con sus mejillas levemente rojas.

-¿Shitzu...? – murmuró muy suave pero su voz se estancó cuando sus miradas se conectaron y su cuerpo cosquilleó al encontrarse lo suficientemente cerca que cualquier amigo, o compañero estaría.

La menor pestañeó rápidamente antes de levantarse con rapidez, sintiendo sus manos temblar y sudar. Pronto estas empezaron a moverse entre sí, lastimándose con pequeños rasguños o pellizcos a sus cutículas. Jungkook cayó en cuenta de ese detalle.

-¿Q-quieres un poco... Mhm – tosió un poco tratando que su voz se escuche calmada - ...Un poco de agua?

- ¿Uh?... Ah... Si, si gracias – murmuró desconcentrado

Shitzu se giró con rapidez saliendo de la sala de ensayos para correr a la cocina, y apoyarse en una pared antes de llevar su mano a su pecho, sentía aquella extraña sensación que no sabía cómo definir.

Aquel era el tercer día donde ambos chicos se reunían en la sala de ensayos y disfrutaban de su compañía, el anterior día decidieron cocinar ramen y algún postre en particular lo cual por parte de Shitzu fue un desastre al no saber hacer un pastel, Jungkook tuvo que encargarse de casi todo.

Sin embargo, la felicidad se acababa en algunos días, sus compañeros decidieron empezar a ensayar por lo que la casa permanecería ocupada y solo vería a Jungkook en la cafetería y eso si es que terminaban temprano los ensayos.

Pero por ahora aprovecharía en disfrutar aquel preciado tiempo que Jungkook le regalaba.

Ambos jóvenes se habían vuelto inseparables, solo pasaron dos semanas que se conocieron y se juntaron como si ambos trajeran imanes que les era imposible separarse.

Cuando los amigos de Jungkook preguntaban dónde estaba el mismo siempre respondían; "Comiendo con Shitzu" "Oh, me dijo que iría a los ensayos de Shitzu" "Está con Shitzuki en el jardín de la cafetería", lo mismo sucedía con la chica, sus compañeros de banda habían escuchado tantas veces "Jungkook" que ya hasta se sentía como un amigo para ellos.

¿Cómo es que su amistad floreció tan rápido? Espera, ¿Eso sería solo amistad?

Sus amigos deseaban que eso lo que tenía nunca se acaben, porque podían ver otra actitud y otro ambiente en Jungkook y Shitzu, podían sentir la calma y felicidad que ambos compartían.

Aquella tarde la timidez se hizo presente, sus mentes no paraban de reproducir aquel momento donde vieron más allá que el brillo de sus ojos, sin embargo, siguieron juntos, sintiendo aquella necesidad de no alejarse.

Subieron al autobús como los anteriores días, escucharon música y hablar sobre sus favoritos artistas e incluso anécdotas chistosas referentes a las canciones. Cuando el bus estuvo en su barrio ambos bajaron de este para caminar con calma hacia la cafetería y saludar con alegría a los chicos que arreglaban las mesas para iniciar otra noche.

Ese fue aquel día donde Shitzu tomó el lugar de Jungkook en el pequeño escenario, cantó sus propias canciones, recordando inevitablemente a sus chicos, cantó solo con el acompañamiento de la guitarra de NamJoon, con el acompañamiento de la voz de Taehyung, e incluso cantó con el piano de Yoongi. Esa noche en la que sintió tanta libertad.

Llegó la hora de cerrar, Shitzu se despidió de los chicos excepto de Jungkook quien le esperaba con una tímida sonrisa para acompañarla a su departamento. Ambos jóvenes caminaron con pereza en sus pasos, pero con una sonrisa en sus rostros hasta que llegaron a la fachada conocida por parte de Jungkook y se despidieron con suaves palabras y promesas que se verían al día siguiente muy temprano.

Shitzu hizo todo para que sus días estuvieran libres únicamente para pasar con el pelinegro, sus terapias y sus consultas quedaron para los días viernes y sábados, al igual que las clases de Jungkook, algunos días tenía clases hasta únicamente las once de la mañana y el resto del día pasaba con la menor.

La chica cerró la puerta apoyándose en esta cuando observó como Jungkook se alejaba, suspiró rendida. Fue un día largo, pero para nada aburrido.

Se dio un rápido baño para evitar resfriarse y se vistió con su pijama para luego esperar que sus amigos comenzaran hacer la videollamada para poder hablar sobre el contrato, la empresa y los ensayos que pronto iniciarían.

Como siempre los gritos de sus amigos le saludaron cuando contestó la videollamada y rio feliz sintiendo aquel sentimiento de haberlos extrañado como nunca antes.

Hablaron un poco de lo que hacían en sus días y pronto iniciaron con el contrato, lo cual el ambiente cambio drásticamente a uno de tristeza y cansancio, por lo que Shitzu decidió sacar la conversación que había tenido con su hermano, los chicos al escuchar dudaron, por supuesto, pero no se negaron. Prometieron que iban a pensar muy bien antes de una decisión y cambiaron el tema a los horarios de sus ensayos.

-¿Está bien salir a las seis de la tarde? Podemos salir a tomar algo o comer alguna comida chatarra – opinó EunBi mientras acariciaba a su pequeño gato

- Tal vez el lunes podemos salir por un café, tengo tantas ganas de un café – la mirada de Shitzu se alzó rápidamente cuando escucho a YeonJun

- ¿Café? Podemos ir a la cafetería de... -

- De Jungkook – repitieron todos con una sonrisa cariñosa. Shitzu se sonrojó acomodando su cabello

- Opino que si, quisiera conocer a ese tal Jungkook que mi Shitzu habla tanto – Taehyun habló con una sonrisa burlona

- No se burlen, es el primer amor – YeonJun dijo con un puchero

- ¿Primer qué? – la voz sorprendida de Shitzu se escuchó - ¡Espera espera espera! ¡Es solo mi amigo! ¿Acaso no puedo tener un amigo sin que piensen otras cosas?

- El problema mi querida Park, es que no es un amigo común. Es ÉL amigo – el ceño de Shitzu se frunció ante las palabras de Taehyun

- Lo que Tae quiere decir es que, tu mirada y tu sonrisa no miente. Solo mírate como te pones cuando hablas de él – habló EunBi con calma tratando de que Shitzu analice. La chica miró la pantalla donde se reflejaba ella y bajó su mirada al ver sus mejillas sonrojadas, sus hombros encogidos y sus manos jugando entre sí.

- Y-yo.... –

- Por favor no me digas que tú eres así... - murmuró Taehyun quien rio suave al escuchar un gruñido de Shitzu

- Zuki... - llamó YeonJun con suavidad – No temas ni pienses que es algo malo, tómalo con calma y asimila tus pensamientos y cómo reacciona tu cuerpo ante la cercanía de Jungkook. Eres libre de decidir lo que quiera, ni nosotros ni la empresa se opondrá. ¿Está bien?

Shitzu votó aire antes de sonreír sintiendo sus ojos cristalizarse

-¡Señoras y señores, ahí está nuestro líder! – gritó Taehyun ante el silencio

- Bien bien, vayan a descansar y nos veremos la otra semana – murmuró YeonJun con una sonrisa y se despidió con su brazo antes de cerrar la videollamada dejando a una Shitzuki confundida, nerviosa y con un poco de emoción por ver al chico al día siguiente.

Esa fue la noche en la que soñó con Jungkook y en la que sus sentimientos comenzaron a crecer sin poder ocultarlos más.