1 ~ Untold Story ~
UNTOLD STORY
Los gritos de emoción y llanto comenzaron a cambiar a unos de desesperación y confusión. No podían creer que su idol estaba cayendo frente a sus ojos y nadie, hacía nada, a excepción de sus compañeros de banda que dejaron a un lado los instrumentos y corrieron a auxiliarla.
Choi YeonJun su compañero y líder corrió hacia el interior de escenario gritando desesperado al staff que trataban de conseguir una camilla mientras la mirada de su manager se centraba en la chica que tomaba fuerte las manos de sus compañeros. Kang Taehyun insultó quitándose los aparatos de sonido y en sus brazos cargó a la menor corriendo hacia una de las habitaciones quien el médico ya se encontraba ahí.
- No pueden dejar el escenario así – habló fuertemente su manager ingresando a la habitación, sin darle una mirada a la castaña que se encontraba con una mascarilla de oxígeno y paños para calmar su fiebre
- No vamos a dejar a Zuki así – el líder pronunció levantándose – Está inconsciente, acaba de desmayarse, pudo haberse golpeado la cabeza o...
- No pueden dejar a sus fans así – repitió interrumpiendo
- Es la vocalista principal, sin ella no somos nada. Saldremos a informar que se cancela el concierto – la baterista; Jung EunBi se levantó con sus ojos cristalizados
- No pueden cancelar un concierto, esas personas pagaron millones de dólares por verlos – se dirigió al médico que veía preocupado a MiSuk– Debe recuperarse lo más pronto posible, debe inyectarle algo rápido.
- ¿Qué..? – murmuraron los jóvenes de la banda
- Señor, MiSuk-ssi sufrió un ataque de nervios, está muy debajo de su peso normal, está entrando a la etapa de anemia, no puede salir en este momento así. Su mente está colapsando, ella está colapsando – EunBi se apoyó en el líder al ver a su compañera así.
- ¿Cuánto tiempo necesita para recuperarse?
- Puede hacer sus actividades normales cuando supere la anemia, visite a un psicólogo y esté con su peso indicado. Debe comunicar a las fans de su descanso, estaré esperando el anuncio. Lee-ssi, por primera vez piense en su banda, en sus chicos, no en el dinero – el médico murmuró con enojo y salió de la habitación.
- No pueden tomarse un descanso, están en su punto más alto ¿Cómo es que pueden si quiera pensar en descansar? – Taehyun caminó hacia su amiga cuando esta comenzó a derramar lágrimas, mientras su cuerpo comenzó a temblar.
- Tranquila todo estará bien, todo irá bien, debes respirar tranquila – la menor apretó su mano, sollozando en silencio al escuchar las palabras de su manager, de quien debía velar por ellos.
- Solo debe cantar una canción más y se puede ir a descansar, solo una canción y se termina el show - la voz de su manager seguía, seguía y seguía – Escucha Zuki, tus fans te llaman, debes salir.
La desesperada voz de su manager hizo que EunBi llore de impotencia y YeonJun se acerque furioso a darle un fuerte empujón para después gritarle.
- ¡Maldita sea, Lee! MiSuk acaba de colapsar en el escenario, está muriendo mental y físicamente y lo primero que le pides es que ¿Cante una canción más? – el señor tomó con fuerza la ropa del menor en el área del pecho y lo empujó hasta una pared cercana.
MiSuk se levantó al ver a Taehyun correr hacia su manager para que soltase al líder junto a EunBi, su cuerpo tembló cada vez más, el sudor caía por su frente y su cabeza subió al triple de intensidad de dolor.
- ¡No eres nadie para hablarme así Choi YeonJun! – su rostro acercó hasta la del líder que lo veía con tanto odio – Puedo desaparecer tu vida y tu vida artística en un segundo. Te conozco y se todo de ti. Te conviene en no hablar y obedecer todo lo que yo te diga, porque yo te hice famoso, no MiSuk – La menor se acercó hasta el castaño para tomar su brazo cuando su manager lo soltó, sus compañeros se acercaron a sostener a la menor cuando apoyó su cabeza en el hombro del líder, sin poder parar su llanto.
- Escuchen bien, no volveré a repetir – arregló su impecable ropa – Este concierto se cancelará, pero darán tres en dos meses. Uno tras otro. Hasta que sus malditas energías y ganas de vivir se agoten, he sido benevolente con ustedes, pero no más. Tienen más de 18, son lo suficientemente adultos como para resistir y no hacer berrinches – los jóvenes sintieron como la última llama de su vida se apagó, su brillo desapareció – MiSuk, te quiero aquí con el peso adecuado y sin tonterías mentales. Juro que si vuelves a desmayarte. Dejas de pertenecer a la banda, desapareces de mi vista y de la vista de tus compañeros. Ahora lárguense de aquí antes de que me arrepienta.
Los chicos ni siquiera se despidieron y salieron de la habitación recibiendo miradas de desesperación por parte de las personas del staff. Sin embargo, nadie los ayudó ni los acompañó hasta que tomen su auto que los llevaría a sus respectivas casas, no podían hacer más que mirarlos, porque si los abrazaban o tan solo los consolaban. Adiós trabajo.
Tantas ganas de llorar y gritar ante el mundo la injusticia contra aquellos jóvenes, solo tenían entre 19 y 21 años, ingresaron a ese mundo cuando tenían 13 y 15 años, su adolescencia llena de vida y alegría, les habían arrebatado a cambio de un prometedor sueño, de palabras vacías e interesadas. Porque cualquier tipo de la industria musical no los veían más que una mercancía.
Así de injusta era la vida con aquellos que tan solo quieren tocar un instrumento y cantar.
Cuanto el auto empezó su recorrido, las lágrimas empezaron a caer, sus corazones se encontraban dolidos y sufridos, no sabían que más hacer para calmar esa ansiedad que tanto les comían vivos.
- Los ensayos empezaremos desde la próxima semana – la voz entrecortada del líder se escuchó entre los sollozos - MiSuk por favor ve al médico y comunícanos. Está bien si no puedes asistir a los ensayos... -
-Lo haré, estaré en los ensayos. No... Q-quiero que sufran más – EunBi apoyó su cabeza en el hombro de la menor
Recibió besos y abrazos de sus compañeros cuando el auto paró frente a su casa, no era el hogar que los cuatro vivían juntos, era la casa de sus padres, esa que tanto le traía recuerdos.
Sus compañeros le ayudaron a bajar del auto y esperaron hasta que su madre corriera con sus ojos hinchados y mejillas húmedas a socorrer a su hija, y definitivamente se derrumbó cuando observó a cuatro par de ojos rojos y rostros pálidos con manchas de maquillaje.
Su madre abrió sus brazos para recibir a su pequeña hija, tan destruida y rota, no dejando un rastro de quien era hace 5 años. Sus compañeros volvieron al auto porque lo único que querían estar, era en brazos de su madre, de nadie más.
Y así fue como después de dos horas de llorar y llorar, de maldecir y murmurar que tenía miedo, MiSuk durmió en brazos de su madre, sin siquiera cambiarse, ni comer algo, su mente estaba tan cansada que apenas recodaba en respirar.
Fue el día más triste para los familiares y fans de MoonFlower, el día más aterrador y triste para los integrantes de MoonFlower.
Aquella noche MiSuk durmió dos horas y después de sentir como sus lágrimas calmaron, su respiración entrecortada volvía a la normalidad, el dolor de su cabeza paraba después de las pastillas y el te que su madre le preparó, se levantó con su cuerpo entumecido para poder mirar su habitación.
Su vieja habitación llena de posters y fotos de conciertos que asistió, hasta que su mirada se clavó en su guitarra eléctrica llena de dibujos hechos por ella misma y en la parte de atrás, la foto de sus compañeros, su primera foto de su debut.
La foto que mostraban la emoción y felicidad con la que iniciaron toda esta montaña rusa. Si alguien tomaba una foto a cada uno de ellos en este momento ¿Volverían a sentir la misma emoción?
La cantante se levantó para mirar a través de la ventana encontrando completamente igual a cuando se fue, a excepción de una pequeña cafetería llamada "BangTan Soyeondan", era un nombre extraño, pero... interesante.
Su reloj mostraba las once en punto, por lo que decidió tomar algún café que tanto extrañaba, así que tomó la primera ropa holgada que encontró, una gorra, una mascarilla negra y bajó las escaleras encontrándose con sus padres durmiendo con algunos papeles entre sus manos. Abrió la puerta despacio no sin antes tomar unas llaves, su teléfono, y caminó hacia el pequeño lugar.
Al ingresar pudo notar unas lindas mesas adornadas con dibujos a tiza, luces tenues que daban un ambiente hogareño y en el fondo del local estaba una banda tocando música suave mientras que entre ellos se sonreían o se burlaban de su compañero.
MiSuk se sentó en una mesa para dos personas y pidió al amable chico que se acercó; un café, el chico asintió con una enorme sonrisa y gritó hacia la persona al otro lado de la cafetera.
La cantante apoyó su cabeza en la fría pared mientras sus ojos vacíos miraban a la pequeña banda conformada por cuatro chicos, uno de ellos con su cabello platinado tocaba la batería, otro chico con su cabello castaño con pequeños rulitos y cabello alborotado estaba en el bajo, el que se encontraba con la guitarra tenía su cabello muy cortito y con unos preciosos hoyuelos que llamaba la atención a todos los que entraban y luego estaba un pelinegro con un abrigo holgado, llevaba dos piercings; uno en su ceja y otro en su labio, bellísimo por cierto, traía unos lentes cuadrados y pudo observar algunos tatuajes en su muñeca.
Suk soltó un suspiro al escuchar Lovebug de Jonas Brothers, pero además de que era su canción favorita, el suspiro fue por la voz tan dulce y calmada del pelinegro que ahora llevaba una sonrisa con sus ojos vagando entre la chica que lo observaba y el fondo de la cafetería.
En su vida, en este momento necesitaba algo tan calmado, algo que la relaje y haga que su mente deje de pensar y pensar. Su voz funcionó porque dejó de pensar en las lágrimas de sus compañeros y se entretuvo pensando en el chico pelinegro con piercings.
- Aquí tiene se... - el castaño que lo atendió anteriormente paró en seco al reconocerla - ñorita...
- Gracias - murmuró con una suave sonrisa al quitarse la mascarilla y agradeció infinitamente cuando el chico hizo una inclinación y salió corriendo. En este momento no estaba con ánimo de conversar con sus fans o alguien en particular.
Tomó un sorbo de su café y cerró sus ojos ¿Hace cuánto tiempo le prohibieron el café?
Su teléfono comenzó a sonar y la pequeña libertad que sentía se esfumó cuando su hermano comenzó a llamarla.
~ Kyung ~
- Park MiSuk, hola - tan solo al escucharlo su garganta nuevamente se estancó, sus ojos llenándose de lágrimas.
- Kyung... -
- ¿Cómo... te encuentras? - tardó en responder al bajar su cabeza y tapar sus ojos con el dorso de su mano
- No estoy bien, Kyung... -
- ¿Que ocurrió? – la chica calmó su llanto y tragó un par de veces, tratando de que su voz salga lo más normal. Sin ser consciente de la mirada que el cantante le regalaba.
- Colapsé nuevamente, ya sabes – rio – Pero esta vez YeonJun empujó y gritó a Lee, y prácticamente nos dijo que firmamos nuestro fin – el silencio de la otra línea se hizo presente
- Suk – esperó la regañada de su hermano, pero solo recibió un suspiro tembloroso – Quiero que hables con los chicos. Su contrato está por terminarse. Por favor, no renueves otros cinco años más
- Kyung... -
- Ven a mi empresa, mi mánager los quiere aquí. Juro que aquí nadie los lastimará, estoy yo, y a Kyung nadie se acerca – la chica rio suavemente secando sus mejillas
- Hablaré con los chicos. Gracias, Kyungie
- Ahora ve a descansar, mañana ve al control médico y... Cuidate MiSuk
- Te quiero Kyung... Y te extraño – su voz de ahogó
- Ah... Niña me vas hacer llorar, ve a dormir, corre
Y la llamada se cortó, recibiendo mensajes al prender los datos del teléfono.
Kyungie: ¡Te quiero, niña!
Taee: Los quiero chicos... ¡Ya los extraño!
La chica sonrió lanzando nuevamente un suspiro hasta que en su vista apareció el chico que había cantado anteriormente, un chico bastante, bastante, bonito.
Su cabello negro llevaba peinado hacia un lado, sin embargo, algunos mechones caían por su frente, su piercing en la ceja era bastante llamativo ya que era de colores, sus grandes ojos negros brillantes, sus mejillas un poco rojas debido al calor o quien sabe porque, sus labios tenían una muy pequeña sonrisa haciendo que su piercing se mueva.
La chica se sonrojo de tan solo mirar el aro que llevaba en el labio, era... lindo. No quería sonar cursi, ni hablar sobre el amor a primera vista. Pero cuando pudo apreciar al chico de cerca sintió un flechazo con un leve temblor y cierta emoción.
Debía admitir que nunca tuvo una relación a pesar de ya cumplir los 20, ni si quiera un beso había dado, en ese aspecto la castaña era totalmente nueva y ver como un chico tan lindo se acercaba y le sonreía, hacia que su estómago se revolviera.
Ahora no sabía si era otro ataque de nervios o que es lo que sucedía con ella.
- Uh buenas noches... - el pelinegro habló cohibido - Su café debe estar frío... Puedo traerle otro.... S-si desea.
Shitzu miró por un momento al chico y asintió con un suave sonrojo, secó sus lágrimas entre suspiros y espero al chico.
Ugh, su rostro debe estar un desastre, ojos hinchados, maquillaje corrido, piel pálida, un horror.
- Aquí tiene, y... Uh este postre es para nuestros clientes nuevos
- ¡Esa regla no existe! - una voz por parte de la banda que seguía tocando gritó, el chico se avergonzó totalmente evitando ver el rostro de la chica.
- Uh... bueno... El postre va en mi nombre, espero no incomodarle - ella negó rápidamente
Ver al chico tan tímido y trabando sus palabras hizo que el corazón roto de la chica se encogiera por la ternura y los nuevos sentimientos que estaba asimilando.
- No me incomoda, puedes sentarse si deseas - el chico asintió sentándose frente a ella y empujó con suavidad el postre incitándola a probar - Puedes hablar informalmente también- Suk sonrió - Creo que hasta soy menor
- Bueno, soy el menor de mis amigos, así que me he acostumbrado – sonrió un poco preocupado al ver con más claridad el rostro de la chica
- También me sucede, soy menor que mi grupo también
Y el chico con la confianza que la joven le brindó, decidió tirar todo lo que su mente murmuraba – Oh lo siento, no me presenté. Soy Jeon Jungkook, canto en esta pequeña banda. Uh... No debería presentarme así, pero... Soy el vocalista principal – la menor rio mirando como sus compañeros abrían sus ojos ante el atrevimiento de su menor.
- ¡MiSuk! Oh Dios eres tú ¿Te encuentras bien? Hoy...-una joven gritó llamando la atención de los que estaban en el restaurante. La chica que sonreía tranquila, cambió de ambiente totalmente, agachó su cabeza y se colocó rápidamente la mascarilla, para tomar rápidamente sus pertenencias y querer salir del sitio.
Un Jungkook confundido se levantó rápidamente al verla, pero su amigo se adelantó a tapar la cámara del teléfono de la fan antes de negar con una sonrisa.
- No está permitido las fotografías en este momento, la señorita MiSuk está en su descanso, no en su horario de trabajo, por favor - la joven asintió disculpándose con la cantante que miraba asustada al castaño - Puede estar tranquila en este lugar, nadie la molestará.
MiSuk asintió agradeciendo miles de veces al amable chico que le había pasado el café hace unos minutos. Jungkook se sentó con una mirada preocupada al seguir presenciado el terror en los ojos de la joven.
- Uhm... Supongo que tenemos algo en común – la joven lo miró - ¿También eres cantante?
La menor abrió levemente sus ojos
¿N-no la conocía?
Y después de cinco largos años, pudo romper la gran barrera que el nombre de "Idol" había traído consigo cuando debutó. Sentir que el chico se había acercado por ella y simplemente ella, por la persona rota que observó, hizo que su cuerpo y su mente se sienta libre. El pensar que Jungkook no la conocía, no sabía su nombre, ni su edad, ni todas las noticias falsas que había acumulado con el pasar de los años, le hacía sentir tranquila, en paz.
-Por ahora solo soy Park Shitzuki y esta noche solo me gusta cantar, lo de cantante y que pertenece a una banda es de MiSuk – habló sintiendo la paz inundando su cuerpo – Un gusto Jungkook
El chico después de un tiempo le dedicó una hermosa sonrisa.
-Un gusto Shitzuki... ¿Acaso es nombre japonés? – la menor asintió quitándose la mascarilla y la gorra.
Soltando su otro mundo por un momento.
-Mi madre es japonesa, y al parecer ganó en la elección de nombres – ambos jóvenes rieron
- Los nombres japoneses tienen... - el chico miró a los ojos cansados e hinchados de la menor – Tienen cierta belleza y elegancia de alguna manera – Shitzuki sonrió en grande, después de la larga tarde que había tenido – Lo siento... Mi lado amante de los animes está emocionado
La menor carcajeó tapando su rostro ante la mirada del contrario. Después de un momento de reír miró el postre que estaba a un lado de su café.
- Es un pastel de nueces
- Amo las nueces – habló la menor sin pensar y comió un pedazo del mismo.
- ¿Enserio? ¡Las amo también!... Mis amigos dicen que tengo gustos raros – la menor negó – Lleva un poco de manjar también. ¿Te gustó? ¿Podrías darnos una opinión o crítica? ¿Está muy dulce? ¿Es muy crocante? ¿Las nueces molestan? - la castaña rio realmente feliz, y esta vez mucho más animada.
- Está... estupendo, he probado pastel de nueces, pero este... definitivamente está delicioso. Mis respetos al chef - Jungkook alzó sus brazos con triunfo
- El chef está frente a ti
- Oh... Mis respetos chef Jungkook – el chico rio encogiéndose ante el cosquilleo que recorrió su cuerpo.
La mente colapsada de Shitzuki pudo descansar después de años bajo estrés y llanto, pudo descansar gracias a Jungkook, que hablaba hasta por los codos y se sintió tan extraña al ver como este chico le incluía en su conversación, le hacía preguntas nada personales, eran preguntas capciosas y algunas de ellas chistosas.
Las respuestas también eran con humor, pero cuando eran serias, Jungkook la escuchaba y opinaba algo muy básico, pero, que de alguna manera le llenaba el corazón. Se sentía... se sentía... no sabía cómo sentirse, no sabía explicarlo.
Era... ¿Tranquilidad? ¿Paz? ¿Felicidad?...
- ¿Es tu restaurante?
- Mmm algo así, todos los que estamos aquí somos dueños de alguna manera - rió - cada uno apoyó con su parte, con su encanto
- ¿Por eso el nombre? 'Bangtan Soyeondan Coffee'- el chico asintió observando el letrero con orgullo - Es muy... significativo y tierno, se puede observar la amistad a penas se ingresa, son lindos
El pelinegro rió alzando sus hombros ante la timidez al escucharla como los llamaba lindos
- ¡Oh! Debo irme, un gusto Jeon Jungkook - ambos se levantaron para estrecharse las manos con sonrisas amables
- Un gusto Park Shitzuki- La chica se acercó a pagar, dejó una propina al amable chico detrás de la caja y antes de salir se detuvo para mirar a Jungkook que se encontraba indeciso.
¿Se vería muy mal si le pidiera su número?
- Jungkook... - el nombrado la miró atento esperando que aquellas palabras salieran de los labios de la chica - ¿Abren todos los días?
- Absolutamente todos los días - Shitzuki sonrió, se despidió por última vez de todos.
A pesar de que su cuerpo se encontraba aún entumecido y frío, Shitzu se sintió cálida y en casa, a pesar de que su cuerpo tenía aún temblores y dolores por ciertas partes, su mente estaba en blanco, pensando únicamente en las veces que el chico le dedicó una sonrisa, en su voz al cantar, al reír y al hablar.
Y descansó como nunca antes lo hizo, con el nombre de Jeon Jungkook inundando sus sueños.
Trayendo calma después de toda la tormenta que había presenciado
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¡Hola!
Estoy de nuevo por acá, trayéndoles una mini historia hetero c:
Mi inspiración vino de la nada cuando escuché por primera vez Could Have Been Me
Me llenó de vida en los momentos que estaba pasando.
¡Espero les llene de vida también!
Gracias por todo su amor y apoyo c:
Nos leemos pronto
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