Terminando la cena. Lulú se ofreció a lavar los platos mientras Max los secaba. Nat estaba en la planta de arriba arropando a Win. El Omega le pidió que leyera su relato mientras el dormía al cachorro, el mayor sabía que Nat era muy bueno escribiendo así que no dudaba que sería un buen relato.

Entró a su oficina, tomó su portátil y abrió el archivo donde se encontraba el trabajo del omega. Eran dos mil palabras, algo corto. Esperó al pelirrojo para empezar a leer el relato.

Nat entró a la oficina del Alfa, se sentó en la silla frente al escritorio y esperó a que el mayor terminará de leer su trabajo.

El omega no sabia que pensar en estos momentos, Max había terminado de leer y no había dicho ni una sola palabra. Lo ponía nervioso el silencio.

-Nat esto no se podría llamar un relato erotico porque no causa nada en mi. Esto es demasiado fantasioso, necesitas poner un poco de realidad cuando escribes erotismo así es mas fácil conectar con el lector y provocarle placer.

Nat no sabía que decir, quería llorar. Siempre a sido un omega inseguro y escuchar esas palabras provenientes de su Alfa lo lastimaban. Sabía que el mayor no lo hacía para lastimarlo, lo hacía para ayudarlo a mejorar pero eso no quitaba que sus inseguridades salieran a flote.

-Intenta ponerle a este tipo de historias un poco de tus experiencias, así sonará más real- Decía el Alfa con la mirada puesta en el portátil.

El omega no sabía cómo decirle al Alfa que no tenía ese tipo de experiencias y por eso es tan irreal, lo único que sabe y conoce es lo que a leído. Tiene la teoría pero no la práctica.

-No quiero que te sientas mal con esto Nat, es un buen relato pero te conozco y se que podría ser mejor - Dijo el Alfa cuando notó el cambio del Omega.

-Yo no puedo ponerle mis experiencias porque nunca he tenido.

Cuándo el mayor escuchó las palabras del pelirrojo levantó la mirada.

-¿Y quieres tener la experiencia?- Cuestionó el Alfa con un mirada penetrante.

Nat no sabía que contestar, estaba nervioso

-S-si

En un movimiento repentino, el alfa  se puso de pie, camino hacia el menor, extendió su mano y el omega la agarró para ponerse de pie. Pasó sus manos por la cintura de Nat, enterró su rostro en su cuello mientras dejaba pequeños besos y lo guiaba a su silla.

El alfa sentó a Nat en su regazo, Max rozaba su nariz por la fuente de olor de Nat. Por su parte, el pelirrojo se frotaba sobre la polla de su Alfa.

Max tomó con sus grandes manos la cadera de su Omega, así marcaba un ritmo constante. Tomó el rostro del mayor y selló sus labios en un beso fogoso y lleno de deseo, el Omega intentaba reprimir sus gemidos en el beso pero le era imposible, nunca había sentido tanto placer en su vida.

Nat iba desabotonando con dificultad la camisa de Max, mientras él Alfa le amasaba sus glúteos. Ambos estaban en su burbuja de placer que no se dieron cuenta que estaban haciendo mucho ruido.

-¿Papi? -Se escuchó del otro lado de la puerta mientras un aroma a enojo se olía.

-Mierda, mierda, mierda -Nat decía en susurros mientras intentaba arreglarse.

-Omega, quedate aquí mientras yo salgo a ver al cachorro. No es que no quiera que tú vayas, es que hueles a lubricante y Win se va a enojar si lo huele - dijo mientras abrazaba al pelirrojo por la cintura y repartía besos por su rostro.

-Está bien alfa

Max se terminó de arreglar rápidamente ya que su cachorro seguía tocando la puerta cada vez más fuerte. Salió, vio a su Alfita con un puchero y su ceño fruncidito. Lo tomó en brazos y lo mecio.

-¿Qué pasó cachorro? ¿Tuviste pesadillas?

Win negó con su cabecita y se cruzó de brazos -¿Porque Naty estaba haciendo así? ¿Le estabas haciendo daño? Tu dijiste que a nadie se le lastima - Habló enojado el alfita.

Eso le causó ternura al mayor, sabe que su bebé va ser un buen Alfa.

-No amor, no le estaba haciendo daño, Nat se sentía mal y yo lo ayude a sentirse mejor

-¿Seguro?

-Si Win, seguro - Dijo besando las mejillas de su bebé.

El mayor subió a Win en su brazos. entró al cuarto del pequeño y vio su cama destendida.

-¿Quieres que te lea un libro?

-Si papi

Max se sentó en la silla continua a la ventana del cuarto de Win. Eligió uno de los libros favoritos de su bebé y lo sentó en su regazo

.🧁.

Nat vio bajar a su alfa por las escaleras y se acercó a él. Max lo abrazo y enterró su rostro en su fuente de olor, por su parte, el Omega lo abrazo por el cuello y acarició su cabello.

-¿Ya se durmió? - Preguntó Nat

-Si, estaba enojado porque pensó que te estaba haciendo daño -Dijo en un tono burlón el Alfa.

El pelirrojo le dio un golpe sueve en el hombro

-No te rías de mi cachorro, el me está cuidando. Es un buen Alfita.

-Lo es omega, lo es.

Max cargó a su omega en brazos y lo llevó a su recamara, ahí, el Omega se bañó y se puso sus bragas con una camisa de su alfa que le quedaba a la mitad de sus muslos, esa era su pijama. Su Alfa se bañó después de él y sólo se puso unos joggers. Nat amaba que su alfa duerma con el torso desnudo, así sentía el calido pecho del mayor.

Ambos se acurrucaron y cayeron en brazos de morfeo.

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