Una moneda por tus pensamientos.
Victor se encontró a sí mismo enfocando la mirada en las pequeñas burbujas de la copa de champagne que tenía en la mano, medianamente hipnotizado por el movimiento que hacían cuando el giraba ligeramente la muñeca.
Sabía que habían personas hablándole. Y, aunque en un inicio se había encargado únicamente de sonreír y asentir con la cabeza de vez en vez, ahora mismo comenzaba a sentir el cansancio de la competencia caer completamente sobre sus hombros, impidiéndole si quiera fingir que deseaba mirar a esa gente a la cara.
Yakov, quien después de dar un suspiro cansino, fue lo suficientemente amable como para darle una pequeña palmada en la espalda en un mudo gesto que le decía que tenía permitido irse. Bueno, no era como si Victor realmente tuviera que poner mucho esfuerzo para que los patrocinadores siguieran interesados en él. Aún con su edad, probablemente pudiera continuar un año o dos más.
Después de todo, aún con el argumento de la edad, no se podía dejar de lado que acababa de ganar la medalla de oro en el campeonato europeo. Y, si la racha continuaba, no sería muy diferente en el mundial.
—Tienes suerte de ser tan popular—le llegó una voz desde atrás, junto con el pequeño remanente de una esencia muy familiar para su olfato. Haciendo que girara tan rápido que el contenido de su copa casi terminó por desparramarse sobre el suelo del salón. Chris, enfundado en un traje elegante y con una sonrisa sabida le miraba elevando una ceja—Cualquier patrocinador que te viera ahora, no perdería más de un minuto contigo.
Victor tardó casi un minuto en responder.
— ¿Chris?
El mentado sólo le dedicó una mirada incrédula con un tono de falsa acusación, antes de que usara uno de sus brazos para acercarlo a sí y envolverlo en un abrazo, que no tardó en ser devuelto por Victor.
— ¿Qué estás haciendo aquí?—preguntó, esta vez con una sonrisa un tanto más genuina plasmada en su rostro.
Christophe Giacometti se había retirado hacía casi dos años, dejando cierto vacío difícil de llenar durante las competencias. Vacío que Victor particularmente había sentido esta temporada. Sabía que había regresado a Suiza para incursionar en el mundo del modelaje, o eso había estado haciendo hasta el momento.
Claro, además de que si los rumores eran ciertos, vivir con aquel novio de tantos años que Victor no parecía poder recordar por algo más que no fuera el rostro.
Esta vez la expresión de Chris fue más amigable y abierta, como en cualquier otro de sus encuentros.
—Un par de favores—dijo guiñándole un ojo—y mi antiguo entrenador me permitió acompañarlo hoy.
Victor trató de hacer memoria, creía que uno de sus estudiantes había participado con él en esta ocasión, aunque no había llegado al pódium.
—Oh...
Dijo entonces, porque igualmente eso no respondía a su pregunta. Chris era un hombre que amaba las fiestas, pero uno difícilmente podría calificar a los banquetes posteriores a las competencias como tales.
No, claro que no. La que había ocurrido tras el grandprix en sochi del 2014 había sido una ocasión especial.
La expresión de Chris cambió en ese momento, al igual que el olor de su esencia; ligeramente.
Victor aún no terminaba de acostumbrarse a aquello, pues solía relacionar el ambiente de los banquetes y la imagen del hombre con una esencia neutra.
Que Chris aún lograra seducir a su audiencia sin el aroma característico de los omegas, y únicamente con el movimiento de su cuerpo, era algo que Victor tenía que reconocerle.
—Podrías decir algo más, ¿sabes?, no nos hemos visto en tanto tiempo—reclamó mientras se cruzaba de brazos, Victor tuvo la consideración suficiente como para regalarle una pequeña sonrisa sentida.
—Perdón.
Dijo, aunque no podía llevarse a sí mismo a sentirlo por completo, realmente estaba contento por poder ver a su amigo. Pero, dudaba que de cualquier manera hubiera tenido algo interesante que agregar a su conversación.
Chris sólo se limitó a soltar un suspiro exasperado, diciendo que terminaría de encargarse de un par de cosas y que esperaba que Victor guardara energía pues ambos tendrían que beber un poco en el bar del hotel después, poniéndose al día finalmente.
Victor únicamente asintió mientras se despedía del otro hombre, viendo cómo desaparecía a través de la multitud.
Con ese nuevo pedazo de información Victor se limitó a pasar lo que quedaba de la noche cerca a la mesa de bebidas, acunando el mismo vaso de champagne entre sus manos, tomando bocados tan pequeños que para cuando ya podría considerarse adecuado y educado irse, no había terminado su copa.
El bar del hotel era bastante elegante, con las luces bajas y una música de ambiente que no era para nada molesta, creando una atmósfera invitante y calmada. Perfecta para una charla nocturna.
La conglomeración de esencias era mucho menor a la que había tenido que aguantar en el banquete, y Victor estaba ligeramente agradecido por ello, mientras menos gente mejor.
Buscó una mesa que estuviera ligeramente alejada del resto. Y, para cuando Chris llegó a acompañarle, Victor ya había pedido un par de bebidas para ambos.
—Y—Empezó Victor, no queriendo que el ambiente estuviera repleto únicamente de silencios— ¿Qué era eso que tenías que hacer?
—Oh, hablar con un par de mis viejos patrocinadores...—Si Victor no recordaba mal, Chris había mantenido charlas de negocios con un par de ellos en ese tiempo—Y más importante, hablar contigo.
Victor elevó una ceja, al tiempo que daba un trago a su bebida.
— ¿Conmigo?
Chris sólo bufó, bajando su vaso.
—Odio que tomes esa actitud conmigo.
— ¿Actitud?
—Como si no supieras de lo que estoy hablando—Chris ahogó un largo sorbo de su vaso, como si necesitara el aliciente extra del alcohol para poder lidiar con Victor en ese momento—No estoy ciego, Victor. Nadie aquí lo está—Victor supuso que se refería a sus compañeros del equipo ruso—Pero al parecer soy el único que está dispuesto a decirte algo.
'Y porque es algo que los amigos hacen'
Estaba implícito en la oración.
—De entre todas las cosas que esperaba esta noche—confesó entonces Victor con media sonrisa—una reprimenda no estaba entre la lista—coronó con una sonrisa que normalmente sólo dedicaría a la prensa.
Si Chris se sintió ofendido por aquello no dijo nada, aunque la manera en la que una de sus cejas saltó era un gesto bastante revelador.
—No puedes seguir viviendo así, Victor—Chris había decidido encaminar la conversación de nuevo, evitando que él escapara con sus excusas mal cocidas y expresiones falsas—No sé qué pasó exactamente el año pasado...pero
Pero en su defensa, Victor dudaba que alguien realmente lo supiera. No únicamente porque él y Yuuri solían ser bastante reservados con todo lo que ocurriera fuera del rink, sino porque el mismo Victor no terminaba de entender cómo había terminado de aquella manera.
Si tenía que ser honesto, cuando recordaba esa etapa de su vida; era más como ver una tragedia ocurrir lenta y pausadamente delante de sus ojos, siendo algún otro pobre diablo la victima de todo aquello.
Victor aún no podía creer que de hecho, le hubiera pasado a él.
Pero estaba casi completamente seguro que eso era normal.
— ¿Vivir cómo?
Preguntó con una sonrisa, que realmente no tenía intenciones de ser hiriente. Pero no podía evitarlo.
—Como si lo hicieras por obligación.
¿Cómo se suponía que viviera, entonces?
Quiso preguntar.
¿Cómo se suponía que viviera, si al parecer, vivir su luto de pronto parecía una ofensa para el mundo?
Luto por su matrimonio, por su familia, y la marcha fúnebre que ya estaba componiendo para su propia carrera.
Victor había estado acostumbrado a compartir su vida con el mundo entero desde muy joven, pero únicamente ahora era que el peso real de todo aquello se cernía completamente sobre él, como una cruz sobre sus hombros.
Incapaz de encontrar tranquilidad ni en la propia soledad de su dolor.
Le hubiera querido responder. Pero, de alguna manera, las mil y un ideas que se arremolinaban violentas en su mente, no encontraban manera de ordenarse. Terminando en un patético sonido de afirmación abandonando el fondo de su garganta.
Era una imagen patética de la aún llamada leyenda viviente.
El silencio volvió a rondarlos por un segundo, antes de que Chris volviera a hablar.
—Y, hay algo más de lo que quería hablarte.
Aquello logró que Victor levantara la cabeza, enfocando mejor la expresión en el rostro contrario.
—Adelante—invitó de manera cordial
Cualquier cosa era mejor que una reprimenda.
Victor observó la expresión de Chris dudar por un segundo, como si de pronto no estuviera seguro de cómo continuar.
El ligero cambio en su esencia no pasó desapercibido tampoco, olía a estrés y preocupación.
Era apenas perceptible, por todos los supresores que Chris había estado usando hasta ese momento, pero Victor quien había estado acostumbrado al característico aroma de su amigo no tardó en distinguirlo.
—Pues—dijo finalmente Chris, luego de lo que pareció una larguísima batalla mental— ¿Recuerdas a Francis?
Preguntó con un tono que casi rozaba en lo juguetón.
Francis, recordó Victor, era el coreógrafo de Chris en sus días de patinador. Tenía bonitos ojos claros, cabello color castaño y era más alto que Chris. Además, Victor fingía olvidar su nombre cada vez que hablaban de él.
Era un alfa de bajo nivel bastante común, con una esencia mucho más débil que la de Victor, como a hierva recién cortada mezclada con algo ligeramente picante, mezclándose en un agradable aroma. Y, si los rumores eran ciertos, aún continuaba en una relación con Chris. La última vez que alguno de ellos había hablado seriamente de su vida amorosa, Chris y Francis aún salían juntos. Pero, en ese momento, Victor había estado casado y casi sintiendo que vivía en la cima del mundo. Mucho había cambiado desde ese momento, saber que algo había pasado entre ellos dos no sería extraño.
Chris era, después de todo, un omega bastante atractivo. Victor podía recordar muy bien la cantidad de fanáticos y compañeros patinadores que habían intentado meterse entre las sábanas de Chris a través de los años.
—Uhm—respondió entonces, asintiendo ligeramente, su mano haciendo girar la copa de un lado a otro—Sí.
Chris lo miró largamente.
—Estamos intentando tener un bebé—confesó finalmente, usando un tono un cuarto más bajo al normal.
En ese momento, algo pareció hacer conexión en su mente.
Oh.
—Ah...—dijo Victor, encontrándose de pronto, sin palabras—Por eso dejaste los supresores.
Chris hizo una pequeña mueca con los labios, antes de asentir.
—E inicié otros tantos tratamientos, también...
Dijo como si soltara información vaga. Claro, era de esperarse, el uso y abuso de supresores por tantos años no hacía ninguna clase de maravillas por la salud de los omegas, y esa clase de procedimientos eran casi de rutina para cualquier atleta omega que quisiera tener una familia.
Victor lo sabía perfectamente.
—Un bebé eh...—dijo, como si mordiera las palabras.
Imaginar a Chris como la clase de omega que sienta cabeza con un alfa tan poco llamativo parecía estar mal en muchos niveles. Pero, al mismo tiempo, al recordar las miradas que ese hombre le dedica a Chris después de cada presentación, con los ojos rebosantes de cariño casi rozando la adoración, Victor no podía evitar que la imagen de aquellos dos y una gran familia se le antojara más que correcta.
Como si no pudiera ser de otra manera.
'Estoy muy feliz por ti, Chris'
Era lo que había querido decir.
'Me siento honrado de que me lo contaras'
Porque era verdad.
—Pero ustedes no están casados. Tampoco veo una marca de unión-dijo en cambio, sintiéndose como un idiota tan pronto las palabras dejaron sus labios.
Chris le miró perplejo por unos segundos, pero antes de que Victor pudiera realmente entrar en pánico, comenzó a reír
—Existe el maquillaje, Victor—Respondió campante, mientras acariciaba el lado de su cuello con su glándula omega sin ninguna clase de pudor—y yo realmente no soy un hombre de matrimonio, él lo entiende...
No es como si eso realmente cambiara algo en lo que ese par tuviera.
Y quien siempre había querido casarse, había sido Victor de cualquier manera.
Victor ahogó una risa.
—No puedo llevarte la contraria.
Chris sonrió pagado de sí mismo.
—Nunca has podido.
Y, repasando su historia juntos, tuvo que admitir.
—Tienes razón—un poco más ácido de lo que hubiera querido.
Chris dejó caer un poco su sonrisa.
—Siempre has tenido razón.
❆ ❆❆
❆Un capítulo corto y rápido, que realmente debí haber terminado antes pero no dejaba de escribir escenas que vendrán luego.
Perdón por lo errores y todo.
❆Btw, el nombre del hombre misterioso de Chris gracias a mi querida Fran♥
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