Parte 37
Detesté quedarme con el jodido remordimiento, sobre todo porque estuve pasando por una especie de bloqueo. Los artistas de la empresa, excepto Suran y el nuevo grupo de chicos, se largaron a un programa en América por unas semanas, por lo que con ellos no tenía que lidiar por el momento. Aún tenía mucho que hacer con el mixtape, Suran y otras colaboraciones. Llegué a olvidarme de la canción de Doyeon un par de veces y eso me hacía sentir culpable.
Estuve absorbido en mi mente otra vez, en esas pausas instantáneas, efímeras que parecían eternas. A mi cabeza venían toda clase de recuerdos, aquellos recuerdos de cuando conocí a Doyeon y la hice mi novia. Entonces recordé de nuevo la foto en su tocador, lo que me hizo pensar un poco sobre su niñez.
Toqué el teclado, interpretando piezas al azar hasta que mi memoria jugara conmigo de nuevo.
El pasillo del instituto... Doyeon era pequeña por lo que aún no era una estudiante de ahí.
-¡Felicidades, Oppa!-
Di un respingo debido al mal sonido estruendoso que provoqué sin querer. Desperté de golpe, me asusté por un segundo. ¿Por qué recuerdo a Doyeon diciendo eso? ¿Por qué recuerdo ese vestido azul pero no recuerdo el día?
-¿Qué estás haciendo?-
Hoseok entró en cualquier momento. Noté que le pareció extraño mi reacción al verlo.
-Nada.- le dije.
-Hm.- no dijo otra cosa, en vez de eso dejó unas carpetas en el escritorio cerca la computadora. –Esto es tuyo.-
Y sin más prosiguió a irse, pero por una extraña razón lo llamé para evitarlo. Solo volteó a verme.
-Tengo una pregunta.- le dije.
-Que sea rápido.-
Pensé en ello un largo rato... pero al final no pude decirle nada. –Olvídalo.-
-Bien.-
No tenía caso preguntar sobre el pasado. A veces lo creía necesario para entender ciertas cosas pero, en su mayoría, temía enterarme de cosas aún peores sobre mí. También tenía miedo de saber si yo conocía a Doyeon en el pasado, y el que estuviéramos juntos en el presente fuese por algo debido a eso.
-Oppa, ¿quién te hizo esto? ¿Estás bien?-
-No es nada. Vámonos.-
Noche tras noche comencé a escuchar esas voces en mi cabeza. Parecían pesadillas sin imágenes. Dejé de escuchar melodías en mi cabeza, en vez de eso, pequeños diálogos de Doyeon y otras personas. Eran parte de mi memoria rota.
-¿Hay alguien ahí?-
...
No quería estar completamente seguro que esto era parte de mi pasado, comencé a ser demasiado escéptico al principio. Me vi obligado a hacer otras cosas para deshacerme de todo aquello, como jugar baloncesto otra vez en la parte trasera de la empresa. Solo había una canasta, los estudiantes solían jugar cuando no estaban entrenando, yo fui solo en una ocasión. De una vez aclaro que no funcionó.
Viernes. Cuando vi la hora, se me ocurrió tal vez pasar por Doyeon al final de su clase de ballet. Pensé bien que aún podría estar molesta por mi mal trato del otro día pero no me importó del todo. Lo interesante fue que ella no fue ese día a clase, por lo que tuve que enviarle un mensaje. Vi a Park salir de ese edificio pero ni siquiera compartimos un contacto visual, salió tan rápido como pudo mientras yo esperaba una contestación de Doyeon.
Cuando volví a mi departamento, encontré al chico tonto entrando a su hogar. No se dio cuenta de mí. Sea como sea, no le tomé importancia... hasta que Doyeon llegó.
-Estuve toda la tarde con Youngjae.-
Sé que estaba molesta conmigo, por la forma en que me miraba era más que notable, pero creo que no tenía por qué ser tan ruda en cuanto a querer provocarme celos.
-¿Haciendo qué?-
-Picnic en el parque. ¿Eso te molesta?-
"Cómo no tienes una idea, pequeña mocosa".
-Claro que me molesta.-
-Tú pasas todos los días con Suran.-
-Bien sabes que eso es diferente.-
A veces los celos de mi novia me parecían adorables, pero cuando se trataba específicamente de Suran, me parecían una completa idiotez.
No era mi culpa; Suran estaba atada a mí debido a nuestro trabajo, ¿por qué Doyeon creía otras cosas?
Pero en fin, unos momentos después pasamos por ello cuando ella se quebró al instante y volvió a recalcarme sobre cómo la traté aquel día en el estudio. Sí, lo sé, no es fácil olvidarlo. Tampoco es fácil cuando lastimas los sentimientos de la persona que amas. Me sentí una miseria al verla llorar otra vez.
También me sentí miserable al querer aprovecharme de su vulnerabilidad.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Ahora nos encontrábamos en una fase a la que yo denominé "exploración sexual". No sé cómo demonios llegó ese concepto a Doyeon, ni siquiera supe a qué se refirió cuando me pidió que la besara.
-He estado pensando mal últimamente... sobre nosotros.-
Nunca me había pedido un beso antes, ni siquiera con esa inseguridad.
"La manera en que lo haces", dijo refiriéndose a mi manera de besar.
Ni siquiera entendí a qué se refería... hasta que mencionó lo del tacto.
Cuando, al momento de besarla, acaricio sus piernas, ¿ese tacto? ¿Cuándo mi temperatura sube y aprieto su trasero? Son cosas que hago sin pensar cuando me pierdo en el placer de un besuqueo.
Siempre estuve consciente de que eso no llegaría a más, mucho menos por el tipo de mentalidad de mi novia y su inocencia, pero a veces me olvidaba de ello con la repentina excitación. Yo llegaba hasta dónde ella me lo permitía. Siempre fue así.
Y esa noche no fue la excepción.
No estaba seguro de eso, pero lo hice porque ella me lo pidió. Me besó primero y yo continué con lo demás. Recuerdo su inseguridad, recuerdo cómo sus manos temblaban en mis hombros. Luego me gustó sentir el suave tacto de sus dedos en mi cuello. No estaba seguro si esto pasaría esa noche. Sé que había algo en mí que lo deseaba y yo estaba dispuesto a hacerlo. A pesar de que ella estaba tan completamente insegura, no me preocupé demasiado. Tal vez sería cosa de su primera vez. Sexo por primera vez.
En cualquier momento le incité a que se recostara, quedé encima de ella pero no me atreví a dejarle todo mi peso. Mi mano derecha se mantenía firme a su costado para sostenerme mientras mi mano izquierda acariciaba cada parte de su piel desnuda. Sus piernas más que nada. Cada segundo fui avanzando en cuanto a la intensidad. Besé su cuello, mordí y lamí mientras mi mano subía sobre su muslo. Fue excitante escucharla gemir. Su respiración agitada solo me volvía impaciente.
Subí su vestido, ahora ambas manos mías tocaban su piel, desde sus muslos hasta su cintura. Apreté su trasero bajo su ropa interior y eso le hizo soltar un leve gruñido. No recuerdo nunca haber sentido ese calor en mi cuerpo.
Estaba seguro de que pasaría. Pero pronto, me vi envuelto en la leve decepción cuando ella decidió parar todo. Cuando estuve a punto de deshacerme de su ropa interior. ¿Debí quitarle primero el vestido?
-¡Min Yoon Gi!-
Esto fue de golpe. Se sentó, apartándome, tuve que ponerme de pie. Ambas respiraciones, la de ella y la mía tratando de controlarse. Sus mejillas estaban tan rojas como nunca. Vi sus intenciones de llorar y por ello me fui por un momento para tranquilizarme también. Solo llegué afuera del cuarto de baño para recargarme en la pared y pensar sobre lo que no pasó. No sé por qué me sentí tan patético. Molesto conmigo mismo. ¿Por qué pensé más en mi placer y no prioricé sus inseguridades?
No supe que hacer. Solo me quedé mirándola mientras ella se rompía poco a poco en llanto. Mis labios ardían.
-No llores.- bien hecho.
-Quiero irme ahora.-
Era entendible que ella se sintiera menos al hacer esto. Yo no quería que fuera de esa manera. Simplemente... aún no era el momento, lo entiendo.
-Está bien que me detengas.- le dije cuando me acuclillé frente a ella, cuando logré que me mirara a los ojos. –Esto no te gusta, lo entiendo.-
-Me siento tan torpe. Me siento tan... infantil. Más de lo normal.-
Infantil. ¿Creyó que con esto dejaría de ser así?
-Madurar no significa perder tu inocencia. No voy a hacerte esto.-
-Suga...-
-Esto no pasó y nunca tuvimos esa conversación, ¿está bien?-
Fui sincero y comprensible, fui lo que ella necesitaba. Era lo correcto, ¿verdad?
-Y lo que no haces conmigo... ¿lo haces con Suran?-
-¿Qué?-
¿Qué tenía que ver Suran en esto? Maldita sea.
...
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