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Parte 36

"Algunas veces tengo miedo de mí mismo gracias a mi auto desprecio..."

La madurez para mí es dependerse de uno mismo, pensar como un adulto y actuar como tal. Yo no sabía cuál era el concepto de Doyeon en ese entonces, pero suponía que sería uno erróneo sabiendo lo ingenua y prácticamente estúpida que era.
Ahí debí saberlo todo. Tuve pistas y fui tan ignorante, lo suficiente como para empeorarlo.

-¿Qué hay de malo en ti?-

Cuando la conocí su inocencia absurda fue una locura... pero yo nunca pensé en cambiar eso a pesar de querer (en algunas ocasiones) que la dulzura desapareciera. Yo quise aceptar todo eso a pesar de las diferencias, pero ella llegó al punto de no quererlo más.
Y es confuso, sobre todo porque actualmente aún se mantiene al tanto de las golosinas. Entonces, me cuesta entender lo que sucedía en esa primavera.

-Estás despreciándote a ti misma.-

Tal vez ese era el problema pero ella se negó a aceptarlo al principio, porque no lo entendió la primera vez.

Su sonrisa que se había desvanecido con el tiempo, yo la extrañé.
Ambos ya estábamos en lugares distintos, sí fue difícil guardar tiempo para los dos, y lamento no haber dado lo mejor de mí.
En algún sentido fui egoísta; preocupándome solo por un corto tiempo por ella y luego por otras cosas, pero, ¿cómo mantener mi mente en todos los ángulos de mi vida?
Una vez más, voy a hablar del estrés y la desesperación.

-¿De verdad hay algo malo en mí?-

"Ni siquiera me conozco yo mismo..."

...

La empresa era el sitio donde yo solo tenía que preocuparme por la música, letras y las rabietas de Suran. Doyeon tenía que estar fuera de ese contexto, aunque a veces fue difícil mantenerlo.

-¿Qué es esto?-

Una vez más no recuerdo la fecha, pero fue en horario de descanso cuando yo me encontraba en el estudio, solo, día caluroso a mi parecer, Seokjin llegó a interrumpir mi concentración estampando de adrede una tarjeta frente a mí en mi escritorio.

-Una invitación.-

-¿Para qué?-

-Mi boda es en invierno.-

-Lo siento por ti.-

No fue mi intención hacerlo reír, en serio. –Sí, cómo no. No se la di a Doyeon así que ella cuenta como tu invitada.-

Minorías. Quité la tarjeta de mi vista y seguí en mi trabajo. –No voy a ir.-

-¿Estás seguro?- eso me sonó a una burla en forma de insinuación, volteé para clavarle la mirada. –Doyeon ama las bodas, y te ama a ti, ¿por qué no querría combinar ambas cosas? Y sobre todo, ¿crees que no se molestará o sentirá triste cuando le canceles esta maravillosa invitación, Min?-

-No me interesa. Cierra la puerta cuando salgas.-

-Hm, es cosa tuya. Es ropa formal por si no lo sabes, avísame si necesitas alquilar un traje.-

Recordar la palabra "boda" me erizó la puta piel. ¿Qué conmigo y esa palabra? Solo Doyeon en letras grandes.

Seokjin salió del estudio pero en cualquier momento volvió a asomarse para darme un ligero aviso.

-Los chicos están aquí.-

Hm, no fueron puntuales. Me dio igual, yo tampoco lo soy.

Dicho y acertado: Park, Kim y Jeon se mostraron en el estudio. Portando sus uniformes del instituto, sus mochilas y la mala cara regular de Park.
Seokjin salió del estudio y cerró la puerta concediéndome la privacidad. Tomé las primeras partituras que recién había terminado y le di una copia a cada chico sin decir nada todavía.

-¿Qué es esto?- Park fue el primero en preguntar.

-Una canción.-

-Eso lo sé. ¿Por qué quieres que nosotros cantemos esto? No somos idols.-

Jeon y Kim no mostraban otra cosa más que confusión pero eso fue cambiando a la conformidad mientras leían la letra. Park fue el único que me dio problemas al principio.

-Es para Doyeon.- Jeon dijo por lo bajo. Acertó.

Jimin no dudó en reírse frente a mí. –Si es una canción para tu novia, ¿por qué no cantas tú?-

No me dio la gana de responderle con el poco carácter que me quedaba.

-Les doy tres días para aprenderla. Les avisaré cuando tenga la pista y la fecha de grabación.-

-Espera, no tengo idea de la melodía.-

-Solo apréndela de memoria. Largo.-

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Otro día de tantos. Suran entró al estudio para señalarme y darme ciertas opiniones que jamás le pedí, con base a mi mixtape, claro.

-¿No tenías una entrevista?- pregunté yo. Sí, quería saber por qué estaba ahí y no en otra parte.

-Eso fue ayer.-

-Ah.-

-Oye, tengo un par de cosas sobre la confirmación de las composiciones.-

Ni siquiera la miré. -¿Y?-

-Solo preguntaron si lo del gran pene gordo es necesario en este caso.-

-No tengo por qué darte evidencias.-

-¿Eso es un sí?-

-Tómalo como quieras.-

Mi proyecto estaba casi listo, solo tenía qué concentrarme más en los últimos arreglos para poder grabarlos y terminarlos. Y aún la pista de la canción de Doyeon me estaba dando problemas.

-¿Y vas a grabar algo ya?- preguntó en cualquier otro momento.

-Sí, ya tengo algo.- afirmé mientras cambiábamos lugares.

Suran se sentó en mi silla y yo entré a la cabina con algunas hojas de mi cuadernillo.

-Muy bien, veamos esto.-

Estuve listo para soltar las palabras correctas de mi boca. Tal vez iba a ser improvisado pero realmente estaba listo. Ah, pero ya lo recuerdo, ni siquiera Suran tuvo la oportunidad de encender el micrófono cuando Doyeon entró al estudio. Ella entró sin previo aviso, y con ella, Seokjin quien había sido un fracaso total al momento de detenerla.
Creí que esto se arruinaría. Salí de ahí con notable prisa, sacándola de ahí de inmediato.

-¿Qué haces aquí?-

No era el momento.

-Estoy muy ocupado.-

-Siempre estás ocupado.-

-Y siempre te doy el tiempo que quieres cuando quieres, pero hoy no. Vete ahora mismo, te lo pido.-

Bien, no medí eso, lo sé. Pero no mentí, maldita sea.

-Pero... ¡Min Yoon Gi!- ah, y su enfado tampoco ayudó en nada.

-Te he dicho que no.-

Fui firme, directo. No tenía tiempo para esto, y en definitiva no quería que ella estuviese ahí escuchando mis canciones, husmeando mis letras que revelaría en el futuro. No pensé en nada más que en remediarlo después, solo quise que se fuera. Grave error.

-¡Eres un tonto!-

Y lidiar con berrinches de niñatas nunca fue lo mío, aunque fuesen de mi novia.
En fin, en cuestión de minutos logré deshacerme de ella. Se fue... y con ella mi inspiración del día. Me sentí frustrado porque no pude grabar lo que tenía planeado.

-Vaya.-

Me tiré en el sillón, totalmente decaído hacia atrás, reprendiéndome a mí mismo por lo que cometí minutos antes y por lo que no pude hacer después.

-¿Puedo darte mi opinión?-

-No.-

-Fuiste demasiado duro.-

Las mujeres como Suran, ¿cómo rayos se callan?

...

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