Me parecía un poco interesante saber sobre lo que le desagradaba a esa enana, no sé, tal vez podría aprovecharme de eso e impregnarme de esas cosas para que así pudiera alejarse de mí.
No fue fácil al principio, ella lo negoció y pidió a cambio lo mismo. Acepté sin vacilar, porque sinceramente yo no era un chico que temiera a algo. Ya había superado mi fobia social en ese entonces.

-Yo siempre te hablo por tu nombre completo, ¿sería correcto decirte Yoongi solamente? Y tú podrías decirme Doyeon, o Yeonnie como mis amigos.-

Y en fin, aquel tema se quedaba atrás debido a que ella sacaba cualquier otra cosa para hablar.

-¿Entonces qué te asusta?- insistí una vez.

-¿Tanto así, Min Yoon Gi?- sonrió y volvió a jalar de mi mano. -¡Sigamos!-

Me obligó a continuar con el recorrido. Ella gritaba y a la vez señalaba cualquier animal que veía, y a la vez yo intentaba pasar de ello. Sus reacciones eran adorables, todo en ella era adorable.

-¿Me compras un globo?- fruncí el ceño cuando me preguntó eso.

-No.-

-¿Por qué no?-

Admití que no sabía por qué no. No quería darle el gusto simplemente.
Al final del recorrido nos encontramos en el área de las aves. Ruido y solo ruido. Comenzaba a malhumorarme, sentí la necesidad de tener un cigarrillo en mi boca.

-No puedes fumar aquí, Min Yoon Gi.-

Mierda. De todos modos me había llevado la cajetilla vacía por error. La tiré con rotunda molestia lo cual fue un acto para que ella continuara mirándome. Vi su intención de volver a tomar mi mano pero la ignoré solo para molestarla. Metí mis manos en los bolsillos de mi chaqueta y ella frunció el ceño. Adorable.

-Min Yoon Gi.- llamó mi atención. –Sé que te lo he dicho antes pero fumar es malo.-

Creí que me reclamaría por otra cosa. -¿Y?-

No la culpé por pensar de esa manera sobre el tabaco y esas cosas, no la culpé por el hecho de preocuparse por mí, pero de verdad comenzaba a molestarme lo entrometida que era.

-¿Dejarías de fumar por mí?-

Eso... fue gracioso que lo preguntara. La manera en que lo hizo... quería caer en ella otra vez.
La miré como de costumbre, pero hundido ante la agonía por esos ojos de cachorro que me alentaban a cumplir su petición.

-No.- dije. Gané la batalla interna después de todo.

Solía molestarme cada vez que me sentía atraído por ella. Mi mal humor era debido a ella.
¿Por qué seguía tolerándola? Era demasiado. Quería alejarme pero no podía si ella me seguía.

-¿Te gusta el helado?-

-Detesto el helado.-

-Yo amo el helado, Min Yoon Gi.- su voz... -Quería compartir contigo uno hoy. Por favor vayamos a Sandy's, ¿sí?- su molesta insistencia... -Es la segunda cosa que planeé para esta cita, en las citas comparten helados. Con muchos sabores que pueden gustarte como... ¿pistache o vainilla?-

-Ninguno.-

-¿No? ¿Chocolate?-

-Lo detesto.-

-¿Fresa tal vez?-

-Lo detesto, niña.-

-¿Galleta?-

Todo de ella era un fastidio, pero...

No me gustó la manera en que me miró cuando le grité. Yo le grité. Yo nunca fui de alzar la voz, y ante ella me vi como un monstruo. Es absurdo. Me di cuenta que la asusté porque soltó mi brazo y se detuvo. Noté que su sonrisa había desaparecido y que la manera en que jugaba con sus manos de aquella forma inocente no estaba bien. ¿Por qué su felicidad dependía de mí?

-Camina.- le dije.

-¿Estás molesto conmigo?-

Maldita sea, ¿por qué habló así?

-No, camina ya.-

-Me gritaste.-

Bien, sí, admití haber sido cruel. Yo no debía ser así con ella debido a lo frágil que era.

-Lo siento, ¿sí?-

Detesté que sonriera por mi disculpa. Sí, fue la primera vez que dije esas palabras.

-Yo también lo siento.- dijo. –Es que muchas veces no sé cuándo parar.-

-Hablas demasiado.-

No sé por qué sentí la estúpida necesidad de recompensárselo. ¿Yo sentía culpa? Ni siquiera lo pensé, solo lo hice, y no lo razoné hasta horas después.

-¿Aún quieres ese estúpido helado?-

Saliendo del zoológico me llevó a ese lugar al que quería tanto ir. Una heladería, rosado por doquier. ¿Qué hacía un tipo como yo en esa clase de lugar?
Jaló de mí hasta llegar a la caja.

-Cielos, ¿qué voy a pedir?- ella brincaba apoyándose de la barra y yo me resguardaba un par de pasos detrás de ella. –Uhm, un helado de fresa por favor. Vasito y cucharita.-

Ok, pidió lo suyo, hora de sacar mi billetera supongo. –Una botella de agua.-

Le di el dinero al empleado y fue por esas cosas.

-Min Yoon Gi, no dijiste por favor.-

Por Dios.

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La vi comer ese helado con tanto encanto que un par de veces me pregunté si esa niña algún día tendría alguna enfermedad por comer tantas porquerías. Y ni siquiera tenía sobrepeso. Sí, solo pensé cosas absurdas.
Noté que un pequeño mocoso nos miraba, un tanto sorprendido y a veces discreto como si nos estuviese espiando. No le tomé importancia porque luego Jung Do Yeon se esmeró en tener mi atención como de costumbre.

-¿Sabes, Min Yoon Gi? Siento mucha curiosidad sobre aquellos rumores que resaltan en tu imagen.-

La primera vez que habló sobre los rumores. Me di cuenta que no solo yo sabía de ellos.

-¿Cómo cuáles?-

Primero me preguntó de dónde yo era, pero creo que eso fue solo para iniciar sobre lo que en verdad le importaba.

-Bueno... hace poco escuché a los amigos de mi Oppa hablar sobre ti, y ellos mencionaron algo como... ¿cuál era la palabra? Uhm... amnesia, ¿sabes lo que es eso?-

Me di cuenta de un par de cosas en aquello último:
A su hermano que al parecer me conocía; y la manera en que ella lo preguntaba muy apenada.

Para mí la amnesia no era nada. Aprendí a vivir con ella, sin mis recuerdos y mi verdadero yo.

-Sí, tengo amnesia, ¿eso importa?-

Eso la sorprendió demasiado, de ahí en adelante toda la conversación fue sobre mí.

-¿Puedo preguntarte un par de cosas más?- fuimos al acuario después, pero esta vez creo que no le importaban los peces en absoluto. –Seokjin, amigo de Oppa, mencionó algo sobre un accidente, ¿tuviste un accidente hace mucho tiempo, verdad? ¿De ahí vino la amnesia, correcto? Pero no lo entiendo, Min Yoon Gi, tú luces... uhm, normal.-

"¿Quieres que tenga un ojo extra o qué?"

-Tengo amnesia porque no recuerdo muchas cosas.- "Genio".

-¿Cómo qué cosas?-

Comencé a sospechar que tal vez pidió esa estúpida cita para limpiarse la mente de todos esos rumores.
Fue difícil pensar en algún ejemplo para ella, con solo mirarla y mirar específicamente sus labios... pensé en una cosa.

-¿Cuándo tuviste tu primer beso?-

"Cuando mi osito de felpa quiso sobrepasarse conmigo en la cama" eso me imaginé que me respondería.

-En cuarto grado, creo, Seok Min me besó de sorpresa en el salón de clases cuando limpiábamos la pizarra, ¿por qué?-

Vaya, no era tan pura como lo pensé. ¿Lo era menos que yo?

-Yo no recuerdo mi primer beso... ni siquiera sé si lo tuve. ¿Ahora me entiendes?-

Escogí el ejemplo más ridículo de todos, en serio.

-¿Oh? ¿Nunca has besado a nadie? ¿Por qué?- y ella lo hizo peor.

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