El sentimiento era un indescriptible, miedo, triste, impotencia, y la lista seguía. Pero como debía estar, su debilidad era la única culpable. Uno pensaría con haber capturado y encerrado a toda la liga de villano acabaría,  podría ser feliz con su familia.

Que vil mentira, porque no lo mato cuando tuvo la oportunidad. Sus códigos?, su moralidad?, su renombre?, o la simple razón que no podía manchar el nombre de un héroe con una muerte. Numerosas preguntas llegaron a su mente. Que ahora ya no le importaban tener una respuesta.

Su traje algo chamuscado, tenía algunas heridas que aun escurrían sangre. Y su mirada fija en una de las mayólicas blancas en el suelo del pasillo.

-"Señor Midoriya, todo está preparado, solo faltaría su firma"-la voz de la enfermera, lo saco de sus pensamientos.

Izuku se levantó de su asiento mirando el papel y bolígrafo que le había entregado la enfermera. No le importo leer las condiciones que estaba por firmar, su mirada se encamino hacia el final de la hoja encontrándose con otra firma, debajo de ella conteniendo el nombre de "Yaoyorozu Momo" y del otro su nombre a la espera de su firma.

Levanto su mirada hacia la habitación que estaba enfrente y a través de la ventanilla de cristal de la puerta pudo verla.

Tenía su frente apoyada contra la cama de hospital que tenía enfrente, mientras sostenía con delicadeza una pequeña mano. Aun lado de ella podía ver a sus suegros y a su madre, que solo se limitaban a ver la con algunas lágrimas en sus ojos por parte de las mujeres, en cambia con su suegro tenía una mirada apaga. A la espera de un destino inevitable enfrente de él.

El ligero suspiro que dejo, lo hizo pensar nuevamente acerca de la decisión que estaba por tomar.

Tomo la perilla de la puerta para abrirlo lentamente para no causar mucho ruido.

Momo levanto su mirada al escuchar el leve sonido de la puerta.

-"Momo, tenemos que hablar".

Fueron sus únicas palabras, cosa que causo un poco de incertidumbre en ella al ver como aun sostenía la hoja en sus manos. Se levantó y miro ligeramente a su madre y su suegra para que tomaran su lugar, cosa que no se negaron.

Los llegaron a un lugar más privado, Izuku se desplomo con uno de los sillones que había con ellos.

-"lo leíste no?"-comenzó la charla Izuku, mientras miraba el techo.

-"si, fírmalo"-contesto mientras miraba la hijo que sostenía en su mano.

-"Momo, es solo del 1%, estas segura de esto?"-pregunto mientras recordaba aquella palabra en la hoja.

-"Izuku, no quiero discutir eso, si es o no es el 1% para mi me basta fírmalo"-contesto levantando un poco la voz.

EL ambiente entre los dos cambio de un momento a otro. Un silencio se apodero entre ellos, por un lado Momo que tenía una mirada algo quebradiza y por el otro a Izuku que mantenía su mirada hacia el techo.

-"acaso no te importa, es tu hija!"-grito mientras se molestaba de su asiento-"contesta, no tengo tiempo para esto, firma el maldito papel!"-tomo de los hombros al pecoso, viendo su mirada de él.

Cuando tiempo había pasado desde la última vez que vio esa mirada. Era como si todo rastro de vida, lo había abandonado. Dejando unos ojos carentes de esa chispa de vida y el brillo que siempre demostraba.

-"Izuku".

-"t-tengo miedo Momo, po-porque n-nos pasa esto?".

Pregunto como si de un pequeño niño se tratase. Momo, sabía que ella era la única persona que había apreciado ese lado del héroe más fuerte de su tiempo. Que debajo de esa sonrisa y esa imponente fuerza, se encontraba un pequeño niño que solo podía ser consolado por ella.

-"Hi-hice algo malo?"-pregunto nuevamente, tratando de encontrar una respuesta de su dolor-"pe-perdón por causarte tanto dolor".

Coloco delicadamente sus manos detrás de su cabeza, atraiéndolo contra su hombro. Sintió como su cintura era rodeada por los brazos de él.

-"t-tu no me causaste ningún dolor Izuku"-respondió a una de sus preguntar-"y no hiciste nada malo".

Lentamente los dos, dejaron soltar sus lágrimas tratando de aliviar en algo su dolor. El sonido de la puerta lo hizo reaccionar. Izuku se giró hacia otro lado tratando de ocultar sus lágrimas.

-"señor Midoriya, disculpe pero necesitamos su firma"-interrumpió su momento la enfermera.

-"si, tome"-respondió Izuku mientras levantaba la hoja.

Momo, toma la hoja para facilitar a la enfermera a tomarlo.

-"ahora mismo la llevaremos al quirófano".

Fue lo último que dijo para luego retirarse. Dejando solos a la pareja.

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Las horas habían pasado, y las noticias solo pasan un título.

"El Héroe Deku, asesino de la liga de villano"

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El caminar de sus pies era un ciclo sin fin de un lado a otro, en el pasillo. A la espera de una buena noticia.

La puerta fue abierta mostrando al doctor a cargo.

Todo fue un silencioso zumbido para Izuku al escucharlo. Vio como el doctor hizo una reverencia hacia él y su familia. Escucho el ligero sollozo de su madre, luego el de su suegra y finalmente el de su esposa. Sintió una mano que se apoyó en su hombro. De reojo pudo ver a su suegro que tenía la mirada hacia el suelo. Un repentino abrazo descoloco al pecoso, que aún se mantenía con la mente en blanco y con ese zumbido.

Lentamente se liberó del abrazo y se encamino hacia la puerta para abrirlo.

-"papa".

Su inocente sonrisa fue como un golpe que fue suficiente para romperlo, pero se reusó a llorar en el momento, se limpió las lágrimas que amenazaban con bajar. Y le sonrió de la misma manera.

-"Hey, mi niña, como te encuentras?"-pregunto mientras caminaba y se sentaba en el filo de la cama.

-"algo cansada, donde están los villanos?"-pregunto mientras lo miraba.

Antes de poder contestar Momo ingreso a la habitación acompañado de sus padres y suegra. Y al igual que el pecoso ella se sentó en el filo de la cama.

-"Mi amor, como estas?".

-"bien mama, aunque me molesta un poco el pecho"-respondió con una ligera sonrisa.

Izuku se mantenía atento al cardiograma que estaba conectada en su hija.

-"papa, me siento muy cansada, crees que mañana pueda faltar a clases?"-pregunto mientras soltaba un ligero suspiro.

-"si quieres podemos quedarnos en casa mañana"-respondió mientras hacia un ligera señal a Momo.

-"Hija que dices si me recuesto contigo"-aclaro mientras se acostaba aun lado de ella.

-"pero, ustedes no tienen que trabajar mañana?"-pregunto mientras sentía como su madre acomodaba su cabello para que no la incomodara-"yo me puedo quedar con la abuela Inko".

-"tranquila mi niña, mañana estaremos todo el día juntos, no te preocupes por eso"-respondió Momo mientras le sonreía.

-" que dices si mañana por la mañana vamos por un katsudon?"-pregunto la madre de Momo.

-"enserio? podemos?"-pregunto mirando a sus padres.

-"por supuesto, te comprare todos los que quieres".

-"eso sería increíble,........ tengo mucho sueño"-respondió mientras empezaba a cerrar su ojos.

-"descansa, Hana. Te lo mereces fuiste una niña muy fuerte"-aclaro Inko mientras sentaba aun lado del pecoso.

-"si, acá estaremos contigo"-dijeron los padres de momo que se sentaron cerca al pecoso.

El leve sonido de la máquina, fue el detonante para dejarlos soltar sus lágrimas.

Aquel día Momo y Izuku se mantuvieron al lado de ella, a la espera que despertara y pudieran ir a comer ese katsudon como una familia feliz de nuevo.

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15 años habían pasado, las cosas cambiaron de gran manera para los pero es historia para otro momento.

El solo iluminaba todo el lugar, por los caminos se podía ver aun pareja que traía de la mano un pequeño niño de no más de 4 años, tenía un cabello negro como la noche y con ligeros mechones de color verde y sus ojos iguales de los de padre.

-"que hacemos acá mama?"-pregunto algo inquiero el pequeño.

-" no te acuerdas de quien es el cumple años hoy?"-pregunto con una ligera sonrisa a su hijo.

-"es de nee-chan!"-contesto con euforia al haberlo recordado.

-"exacto, mira ya llegamos"-aclaro Izuku mientras se detenían.

Los tres se encontraban en frente de un lapida con el nombre de su hija.

"Midoriya Yaoyorozu Hana"

El pequeño pelinegro se soltó del agarre de su madre para acercarse.

-"feliz cumple años Nee-chan tengo varias cosas que contarte, Papa y Mama me llevaran la semana que viene a una isla donde mucha cosas de héroes te traeré muchos regalos para que lo vea"-aclaro de manera energética.

Tanto Momo y Izuku sonrieron pero a su vez soltaron un ligero suspiro al ver la lápida. No era la vida que habían esperado. Pero al final pudieron ser felices y superar junto ese dolor.

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Aclaración:

-Izuku y Momo tiene 25 años al comienzo de la historia.

-La edad de Hana era de 4 años.

La verdad, no se que mas decir.

Creo que solo diré, que tal quedo?

Les gusto?

Sin mas cuídense.