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03 (1/2)

Yoongi ladeo su rostro observando al menor completamente dormido y de vez en cuando alternaba su mirada hacia el frasco de pastillas colocado sobre el brazo del sofá, mientras jugueteaba con aquella munición que se deslizaba ágilmente por sus dedos. 

Jimin gimió entre sueños llamando su atención. Su ceño estaba fruncido, mientras se acurrucaba más sobre sí mismo; bufó exasperado.

El mocoso se había desmayado incluso antes de que pudiera hacer o decir algo más y no había despertado desde entonces. No podían salir hasta que Hoseok lo pidiera, por lo que Min no podía llevarle a un hospital, aquellos desmayos tan seguidos era algo alarmante; aunque a juzgar por el frasco, no sabía si el mocoso había tomado algo de eso y no quería arriesgarse a que al hacerle exámenes detectaran alguno de los componentes.

Eran drogas. Min no sabía porqué, pero había terminado haciendo un test y cuando la sustancia cambió a azul supo que tal vez tenía un adicto de compañero.

Jodida mierda.

El sol había comenzado a mostrarse hacía unos minutos y comenzaba a calentar e iluminar todo a su paso, más él no había podido dormir en toda la noche, pasando la mayor parte de ella sentado en aquél sofá de dos cuerpos.

Desvió su mirada a su celular... Nuevamente tenía llamadas perdidas de él, posiblemente a sabiendas de que Suran ahora estaba muerta.

Si él exigía algo, Min no sabía si podría llevarlo a cabo teniendo que caminar con Park Jimin pisándole los talones. Era una jodida mierda con la que tendría que tratar sí o sí. Jung había comenzado a desconfiar de él, pero el tipo era un imbécil por enviar a un niño como Park para vigilarle.

El mocoso aún olía a leche. Se veía que era demasiado inocente en comparación a la mierda que Min conocía. Jimin solo resultaría un estorbo y eso era un detonante más para su mal humor.

El no quería ser un maldito niñero. Park podría resultar con una bala entre ceja y ceja si se metía donde no debía.

Los nervios de Min le traicionaron, la munición cayó al suelo con un peculiar sonido y su mano quedó quieta en su lugar. Las imágenes del cuerpo inerte de Park Jimin quedaron fijas en sus pupilas y luego el rostro cambió; la imagen de Suran sin vida se reproducían una y otra vez en su mente.

——¿Tu también vas a atormentarme? ——preguntó al aire, mientras miraba fijamente el pequeño objeto tirado entre sus pies desnudos.

Min no lo levantó de inmediato. El menor nuevamente se quejó, sacándolo de sus pensamientos. Parecía tener una pesadilla y Yoongi finalmente salió de su bruma, levantando el pequeño objeto dorado para devolverlo a su lugar momentáneo en su cartera.

Su celular nuevamente se iluminó con una llamada, lo había puesto en silencio. Miró el remitente, dándole una mirada fugaz al mocoso dormido y al no poder seguir evitandolo, tomó el pequeño aparato y atendió; la línea permaneció en silencio unos instante en los que solo una respiración pesada se escuchaba.

«——Está jugando sucio.»

Yoongi cerró sus ojos esperando su catarsis, mientras se recargaba contra el respaldo de su sofá.

«——Lo quiero muerto, Min.»

El silencio predominó nuevamente, Min ladeo su rostro y miró a Jimin aún dormido sobre su cama, ¿Por qué le parecía tan interesante mirarle dormir?

——¿Que tan seguro estás de que fué él?

El habló, pero más concentrado estaba en el mocoso. Min sabía que podía deshacerse de él, simplemente debía de denunciar su adicción a las drogas, pero ¿por qué aquella idea no le agradaba?

«——Escuchame pedazo de mierda, si yo digo "aúlla", tu aullas, si te digo "muerde", tu muerdes. ¡Ese hijo de puta se metió con mi hija, Min! Era tu deber cuidarla. Si no fuera por ella estarías muerto y ahora ella lo está, ¡Tu deberías estar en su lugar! ¡Quiero su cabeza en bandeja! ¡Mató a mi niña!»

Yoongi quitó su mirada de Jimin e hizo una mueca exasperado, él siempre era tan dramático.

——No puedo simplemente adelantarme a hacer conjeturas e ir a su casa como si nada y darle un balazo en la frente. ——renegó. ——Necesito que vuelvas a tus sentidos y pienses en frío, no hagas locuras.

«——Mi hija ya no está, quiero que acabe todo de una vez, quiero arrancarles la cabeza y que todo termine.»

Yoongi chasqueo su lengua con irritabilidad.

——Yo no quiero que acabe aún, planeo algo más doloroso que desprender simplemente una cabeza... ——aseguró desviando su mirada hacia la ventana. ——Solo aguanta, ambos tendremos lo que buscamos.

«——Voy a creer nuevamente en tus palabras, Min.»

——Deberías de hacerlo, nunca te he traicionado, no tengo que perder y tú menos ahora, por más que duela.

.

.

.

A Jimin usualmente le costaba dormir profundamente, necesitaba siempre hacer algo de ejercicio, darse una ducha y recién podría dormir; si es que su cama era lo suficientemente cómoda y si no había algún ruido durante la noche que lo despertara. Su sentido de la audición era tan sensible que hasta el simple cantar de un grillo le despertaría.

A la mañana siguiente, siempre que despertaba, o lo hacía a regaña dientes para ir a su trabajo y con ganas de continuar durmiendo o bién, despertaba completamente descansado y con las energías a full. Y en esas ocasiones, siempre recordaba cuando despertaba a cada rato durante la noche.

Por eso, cuando despertó más que descansado, sin indicios o recuerdos de haberse despertado durante la noche, como si hubiera estado en una burbuja, le pareció extrañamente raro.

——¿Dormiste bien, princesa?

Del susto terminó cayendo al suelo en un lío de extremidades y sábanas. Levantó su mirada, con una mueca de dolor y mareo por el repentino movimiento brusco, encontrando a Min sentado sobre el sofá mirándole aburrido.

Antes de que pudiera decir algo o simplemente levantarse, Min le lanzó cerca de sus piernas desnudas algo parecido a un papel. En el centro se mostraba una sustancia granulada con un aroma particular, de color azul e irónicamente los colores abandonaron el rostro de Jimin al reconocer que era.

——Bonito color, ¿no crees? ——Jimin le miró por debajo de sus pestañas sintiéndose atrapado.

——¿Que quieres a cambio de tu silencio y que me devuelvas el frasco? ——apartó su mirada al suelo. No le valía de nada mentir, además tenía miedo de tener otro episodio y no disponer de su droga.

——Veo que nos vamos entendiendo. ——a Jimin no le hizo falta mirarle para saber que el malnacido estaba sonriendo. ——Pero realmente no tienes nada que puedas darme. ——su ceño se frunció y levantó su mirada hacia el mayor. ——Puedo denunciarte fácilmente, tengo las prueba necesarias. ——Min sacó el frasco que tanto conocía del bolsillo de su holgado pantalón y Jimin se desesperó. 

——Puedo decir lo que vi y oí. ——amenazó, aunque Jimin no se oía seguro de sí mismo. ——Además de que no hay pruebas de que eso me pertenezca y que usted no lo haya plantado.

——Estas en mi refugio, mocoso. ——el mayor le miraba burlonamente. ——Tengo un circuito cerrado de cámaras y micrófonos en todas partes. ——Jimin soltó un jadeo y apretó las sábanas sobre sus piernas mientras miraba las esquinas, ahí estaban. ——Además, nadie creería a un adicto por sobre mi palabra y por otro lado tengo el respaldo de que no sólo eres un adicto, sino que violaste la ley al sobornar a los de toxicología para falsificar los check-in mensuales y hacerlos pasar por alguien limpio. ——Jimin tembló asustado y bajó la cabeza derrotado.

Se sintió atrapado. ¿Qué haría ahora?

——No me digas que vas a llorar. ——la burla estaba presente en cada una de sus acciones. 

Por el rabillo del ojo, vio como Min se levantaba de su lugar, guardando el frasco en su bolsillo nuevamente y se acercó a él, doblando una rodilla frente suyo. Su mentón fué tomado bruscamente y Jimin no tuvo más remedio que mirarle sintiéndose humillado por llorar. Hacía años que no lo hacía.

——Curioso. ——Min mencionó sin aflojar su agarre, pero podía decir que el toque se había suavizado un poco; hasta era gentil. 

Jimin no entendía que era curioso para el mayor, este simplemente mirada reticente cada uno de sus rasgos, tenía la frente arrugada y sus labios levemente apretados. 

——¿Qué tanto quieres conservar tu trabajo? ——preguntó de repente, Jimin dejó escapar su primer sollozo.

¿Por qué demonios había aceptado cambiarse de distrito?

¿Por que sus ataques habían vuelto?

¿Por qué le sucedía esto ahora?

La pregunta de Min acaparó toda su atención: ¿Que tanto quería conservar su trabajo?

Y su cerebro reformuló la pregunta: ¿Que tanto quieres atrapar y torturar a los que te retuvieron, te hicieron adicto, te dañaron tanto física como mentalmente y te hicieron el monstruo que eres hoy?

——Haré lo que sea. ——prefirió decir, su mirada estaba clavada en la de Min, quién de inmediato dejó ver una sonrisa. Era una leve, pero una sonrisa en sí.

Min le soltó y palmeo su mejilla levemente.

——Ve a ducharte. ——aquello le descoloco deteniendo su llanto y vió al mayor desaparecer por la puerta.

Jimin bajó la mirada a su regazo y maldijo por lo bajo.

¿Por qué su cuerpo tenía que responder sumisamente así a cualquier cosa que el comandante hiciera o dijera?

¿Cómo demonios tenía una erección de campeonato en una situación así?

Jimin odiaba su condición y esperaba que el mayor no indagara más a fondo, sinó sería otra cosa más por la cual le tendría atrapado por los huevos.

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