FUTURO IMPERFECTO:
Esperé tu regreso durante veinte horas, podía esperar todo el tiempo; eso no era problema, tú me prometiste seguir sujetando mi mano por más dura que fuera la travesía.
Estaba dispuesto a todo, pero mi cuerpo me traicionaba y finalmente cayó en la fría nieve de enero. No era nada, sin él, no tenía sentido mi vida, era un cuerpo que estaba muerto en vida; mi primo Jungkook y su pareja Taehyung trataban de mantenerme a salvo de mi mismo.
Ya no quedaba nada de mí, esperaba cada día sentado en mi sofá tapado con una manta como único acompañante; sin conciliar el sueño, sin comer e incluso sin hablar con nadie; solo por tí. Solo con que regresaras ya era feliz, si me decías que todo fue un error estaba dispuesto a enfrentarme a todos e irme contigo, siempre estaría contigo, siempre te elegiría a tí frente a los demás.
Recuerdo el sonido de la ambulancia aproximarse, mi hermano Namjoon salir corriendo conmigo en brazos después de encontrarme en estado de parálisis, las noticias no paraban de recordar tu huída con tu ex marido, todos hablaban de vosotros como la feliz pareja de amantes que regresó, mi mente ya no podía más por eso me abandonó.
Durante tres meses estuve en el ala de psiquiatría, no me movía, no comía y no hablaba nada. Mi mente también decidió abandonarme, el doctor Seokjin decía que despertaría de este estado cuando superara el trauma o la emoción fuerte que había vivido; yo sabía que volvería a la vida cuando tú entraras a buscarme, cuando tú volvieras por mí.
Mi primo y mi hermano venían siempre, pasaban bastante tiempo a mi lado, me comentaban a cerca de diversos acontecimientos de su vida, mi hermano empezó a querer cortejar al doctor Jin aunque lo hacia de manera torpe y a veces algo burra; pero sabía que al doctor le divertía y le gustaba esos detalles y esa forma de ser de él; me recordaba a mí, cuando te conocí mi Yoon, era algo torpe, grité en medio del teatro que te amaba, me dijiste que no era algo recíproco pero yo creí que mi amor era suficiente en un principio, que con el tiempo tú también me amarías con la misma intensidad que yo, que equivocado estaba.
Mi primo por su lado venía siempre que el trabajo y su vida familiar se lo permitía, tu hermano Taehyung estaba embarazado de cuatro meses, me lo contó en secreto mi primo, era una noticia que me alegraba; verlos así de felices me daba envidia, las veces que soñé con tener hijos, podríamos combinar nuestros nombres, recuerdo como te encantaban esas cosas, los juegos de palabras, los códigos alfanuméricos y los crucigramas; aprendí a amar todo de tí sin darme cuenta que dejé de amarme en el camino.
Durante ese tiempo no era yo mismo, no me reconocía, quería únicamente morir por el dolor, pero no me dejaban; simplemente mi cuerpo junto a mi familia luchaba contra mi mente suicida y mi roto corazón.
Todo estuvo igual durante los tres meses que permanecí ahí, me realizaron más análisis para comprobar que mi salud seguía bien y si podría sobrevivir, pues últimamente empezaba a no admitir alimento alguno, esto reveló que estaba embarazado; estábamos esperando una personita, seríamos padres, pero tú no estabas. En ese momento mi mente dejó de pensar en tu regreso y aceptó tu partida, empecé a llorar tanto con el alma como con mi cuerpo, el cual volvió a responderme; mi regreso a la vida fue alegremente recibida al igual que mi embarazo, pero yo sentía que mi corazón no se encontraba; este permanecía sin vida, tu partida lo mató.
Volví a mí vida con aparente normalidad, hasta que la lentejitas estuviera de siete meses podría seguir trabajando en la compañía de ballet, mi vuelta fue algo dura; todo me recordaba a tí, era nuestro espacio especial; donde nos dimos el primer beso, o mejor dicho donde te robé un beso; donde te conocí, donde conocí tu alma tras cada nota del piano y donde decidí repararla y ayudarla a sanar con mi amor.
También fue donde dimos rienda suelta a nuestra pasión, donde creamos a esa pequeña vida que está en mi interior, está pequeña parte tuya y mía que está creciendo día tras día sin tu presencia.
Es extraño bailar sin tenerte a mi lado, dejar que mi cuerpo se mueva al ritmo de la melodía de un piano que no es tocado por tí. Deseo volver a los días en los que tocabas para mí, esos días en los que mi cuerpo demostraba todo lo que cada tecla que era tocada por tus largas y níveas manos transmitían; pero esos días ya no volverán.
Mientras acaricio mi inapreciable barriga en la soledad de la sala de ensayos del teatro recuerdo cuando llegué a Seúl con el sueño convertirme en el mejor bailarín de la compañía de ballet nacional, era un chico de dieciocho años recién venido de Busan decidido a comerse el mundo, sin saber que era ingenuo y frágil. Mi primo Kookie, también bailarín me enseñó la ciudad de la mano de su novio, un chico de risa cuadrada y apariencia encantadora, me abrieron su casa para hospedarme hasta que encontrará algo mejor; me mostraron nuestro salón de ensayo y el teatro al completo donde se llevarían a cabo las actuaciones, en ese tiempo nunca pensé conocer a alguien o perder mi rumbo, tenía claro mis sueños únicamente como objetivo fijo.
Al verte Min Yoongi, al verte me perdí en tu mirada gatuna, en esa apariencia fría que me daba seguridad; pero se sentía que tenías un aura de tristeza que te acompañaba.
Sentí empatía cuando tú hermano me explicó por lo que pasaste; sinceramente desde ese día sentía que debía estar a tu lado para protegerte y que nadie te dañara, lástima que nunca tuve cuidado de no salir dañado yo mismo.
El día de tu sexto aniversario, tras volver de tres duros meses de trabajo lejos, decidiste hacer una fiesta sorpresa en la que el sorprendido fuiste tú cuando Jang Yi Jeong te pidió el divorcio, avisándote de paso que estaba esperando un hijo de dos meses de vida, el cual no era tuyo.
Creías que si organizabas tu vida según las exigencias que siempre tuvo de tu ex marido de tí, podrían volver; felicidades porque tu plan funcionó, él regresó a tí y a mí me desechaste como si fuera basura, pero era algo que debía esperar ya que nunca fui tu prioridad; solo fui alguien con quien pasar el rato.
Recuerdo el tiempo que pasaba persiguiéndote para conseguir una cita contigo, como te besé, como te confesé mis sentimientos y como tú me rechazaste una y mil veces porque amabas a Jang Yi Jeong, lloré toda esa noche en brazos de Taehyung quien trataba de tranquilizarme y darme aliento para que no me siga ilusionando contigo, pero cuando llegaste ese domingo lluvioso a pedirme perdón y tuvimos nuestro primer encuentro, en el que sentí mi alma revivir con más fuerzas para pelear por tí; que iluso de mi parte, hubiera sido mejor desistir de mi capricho de sanar tu dañado corazón con el mío.
De tu partida ya han pasado cinco meses, la pequeña Jiyoon crece despacio, tu recuerdo está por todas parte; la ciudad entera grita tu nombre para mí desgracia, por eso he decidido irme del país, hoy el obstetra y mi ginecólogo me dieron el visto bueno para poder volar, he cuidado de mi salud y, aunque nuestra pequeña aún no se nota en mi vientre, ha demostrado mucha más fortaleza que nosotros dos, ella si es una luchadora.
Abril es el mejor mes para partir, el clima es menos intenso en Francia y me ayudará a adaptarnos mejor.
Mi mente solo tiene a nuestra hija y su felicidad como meta a alcanzar, ya tu recuerdo está bajo llave en el fondo de mi corazón.
Este día es perfecto, ya está toda la mudanza hecha y esperando por nosotras, ya tengo todo listo y me he despedido de todos; solo me duele tener que dejar a Tae porque ha dado a luz recién, ese niño de rizos castaños y ojitos brillantes semejantes a los de bambi; se parece a ambos, ha sacado lo mejor de cada uno, pero apoyo a Tae cuando molesta a mi primo con que el niño es bonito porque sacó sus genes. Esos buenos momentos debo dejarlos, mi nueva vida está con mi hija fuera de este país y así debía ser porque no quería que nada le afectase.
¿Por qué volviste?¿Por qué ahora?; te presentaste a pocas horas para que vaya al aeropuerto en la puerta de mi casa, me pediste de rodillas perdón, me contaste que te arrepentiste pero por miedo decidiste quedarte en Daegu por la vergüenza y el miedo a mí odio; nunca te odiaré, como en ese momento te expliqué, no te odio porque eres el amor de mi vida; pero me hiciste darme cuenta que debo amarme a mí mismo ante todo y debo conocer mis límites para no terminar dañado.
Nada de lo que dijiste me hizo cambiar mi decisión porque aunque te pude perdonar todo y creeme que lo hice lo que hiciste fue algo peor que abandonarme, me decepcionaste y lastimosamente sentirme así hizo que me replanteara bien mis prioridades y lo que merecíamos mi hija y yo; tú no nos merecías, eso lo tenía claro.
Para tu mala suerte mi hermano y mi primo llegaron y al verte te dieron una paliza por todo lo ocurrido conmigo por tu abandono.
Partí de ahí, esperé a que no te dieras por vencido hasta que llegué al avión; pero cuando despegó y no te vi llegar dejé mis ilusiones enterradas junto a todo lo que referente a tí.
Todo mi pasado, tanto bueno como malo se quedó allá; era un nuevo comienzo y nuevos sentimientos en los que estaría acompañada de mi pequeña Jiyoon.
En Francia era todo diferente, el idioma, la mentalidad incluso los horarios; aún así me comunicaba siempre con tu hermano Tae, él me tenía al día de cómo su pequeño Taejung crecía; también hablaba con, mi ahora cuñado, Jin él cual estaba esperando mellizos; habían venido a visitarme en contadas ocasiones para que no me sintiera solo; Jin me contó que tras mi partida tú estuviste preguntando por mí pero que nadie te dijo de mi paradero, me dio lástima; ahí vi el desinterés que siempre tuviste por mis asuntos; el único lugar donde hubiera ido siempre fue Francia, a la ciudad de las luces y el amor; pero nunca me escuchabas, que lástima del tiempo malgastado; lo único bueno era mi niña con la que compartías bastante semejanza, ella se parecía mucho a tí; pero siempre intenté que fuera pura de corazón y no jugara con los sentimientos de los demás.
Cinco años pasaron, pero me tuve que regresar a Korea; no era algo que yo quisiera, pero por motivos de fuerza mayor tuvimos que volver; la abuela Sujin habia enfermado y lastimosamente su final estaba por llegar, tras conocer la noticia decidí volver de inmediato porque ella cuidó de mí y de mi hermano cuando nuestros padres murieron.
Ella a su avanzada edad había venido de visita cuando nació mi hija, mientras que médico le permitió quiso pasar el tiempo que le quedara junto a sus bisnietos; yo debía hacer lo mismo ahora que estaba mal.
Cuando llegamos a Seúl volví a sentir un dolor en mi pecho, los recuerdos tanto buenos como malos eran diversos pero me enfocaba en mi hija y la salud de mi abuela; lo demás era secundario.
Mi abuela aún estando delicada de salud estaba al pendiente de sus bisnietos, nos reunimos todos en su casa; Taehyung y Jungkook con Taejung, Nam y un Jin de ya ocho meses que por ningún motivo se separaba de la abuela; estos últimos se habían trasladado a Busan cerca de la abuela para que no estuviera sola. La casa de la abuela Sujin era pequeña por lo que solo pudimos quedarnos con ella Jiyoon y yo.
Esa mujer mayor no perdía oportunidad de tratar de emparejar me con alguien; cuando venía a verme siempre hablaba de su nuevo vecino; un compositor que estaba recluido en su casa, ella como una buena vecina lo iba a visitar, le llevaba comida y hablaban; el habia perdido a su pareja y a su hija, ella le tenía compasión debido a que veia su arrepentimiento; él la ayudaba con las tareas de fuerza y ella a cambio le cocinaba. Cuando me relataba esto siempre imaginé que mi abuela se estaba enamorando de ese vecino tan particular; por estos comentarios me había ganado algún que otro golpe de ella.
Mi sorpresa fue grande al verte entrar en su casa, deseaba desaparecer cuando nos presentó y mucho más cuando Jiyoon entró corriendo a abrasarse a mis piernas llamándome papi, te pusiste pálido por la impresión; ella era igual a tí y tú desmayo me dejó preocupado, supe que todas las penalidades que contaba mi abuela de su vecino eran tuyas.
Me sentía mal por tí, saber que desapareciste para todos me dolió, llegué a creer que volviste con Jang Yi Jeong, me sentía mal pero creí que estarías así feliz; me explicaste que tras huir con él te diste cuenta de tu error, él solo quería escapar de su entonces marido para vivir libremente su vida, solo fuistes usado por él, deseabas volver conmigo pero la vergüenza por lo que habías hecho era superior a tí por eso no regresaste por dos meses; al tercer mes intentaste saber de mí por medio de tu hermano, pero su marido lo impedía.
Cuando ya volviste primero recibiste mi negativa a saber de tí, mi primo y mi hermano te mandaron durante un mes al hospital, algo que no conocía pero me divirtió ya que conocía lo protectores que eran conmigo.
Luego trataste de saber sobre mi paradero por varios medios y al no encontrarme decidiste recluirte y dejarte morir; lo hubieras logrado de no ser por la persistencia de la abuela Sujin quien te obligaba a volver a la vida. De ella aprendiste muchas cosas, incluso a perdonarte a tí mismo, ella hablaba de lo mal que lo pasó con su pequeño Mochi cuando estuvo mal por el abandono de su pareja pero que estaba levantando cabeza en el extranjero; me pareció curioso como ambos al final supimos del otro sin saberlo.
Dejé que te acercaras más a Jiyoon al final eras su padre y tenías derecho a conocerla, yo me encargué de los dos celópatas que tenía por familia dándoles una buena tundra para que te dejaran en paz.
Conectaste con Jiyoon y mi estancia en Busan empezó a alargarse, al tiempo que mejoraba sorprendente la salud de la abuela; esa mujer siempre estuvo al tanto de todo y solo quería que nos reencontraramos,ella sabía que nuestro amor debía, al menos, quedar enterrado para que pudiéramos seguir adelante.
A día de hoy todo sigue bien, mi vida como profesor de ballet en París tras retirarme de bailarín va bien, Jiyoon es una jovencita que siguió mis pasos como bailarina y ahora está actuando en Nueva York; en cuanto a tí, tampoco te va mal como profesor de música.
La vida sigue su curso, lo que no se debe dar se termina separando y lo que debe llegar siempre tiene oportunidad de seguir su curso.
Tampoco fue mala idea que tomaras la decisión de seguirme a Francia, que en una de mis actuaciones con el teatro lleno me pidieras a gritos que me casara contigo y que ya nuestra familia cuente con cuatro hijos maravillosos y dos en camino.
Supiste curar las heridas que hiciste con mucha paciencia y amor; por ese motivo siempre te amaré mi gatito, lo sabes y yo lo sé; esto será para siempre porque nosotros lo hicimos único.
//Para la persona que me hizo doler el corazón, recuerda que lo peor que puede existir es decepcionarte de alguien; en ese momento pierde todo lo que uno pudo darle y se convierte en un desconocido//
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