Rutina
Para nadie es un secreto que los niños sean inquietos durante todo el día a partir de cierta edad y pareciera que en la noche, cuando ya es su hora de dormir, esta energía se duplicara o triplicara siendo realmente agotador. Y Effter no era la excepción.
—¡No quelo! ¡no quelo!— gritaba el pequeño mientras bajaba lo mas rápido posible las escaleras, una vez mas se había fugado de su habitación.
—¡Effter, ven aquí!
Habiendo llegado a las escaleras Geno bajó sin prisa yendo a buscar a su retoño, estaba cansado y a pesar de que deseaba con todas sus fuerzas que el niño se fuera a dormir no gastaría mas energía de la necesaria en perseguirlo, sólo necesitaba paciencia. Después de todo era difícil criar al niño solo.
Al ver como su papá bajaba al primer piso, el pequeño Effter decidió esconderse tras el sofa creyendo que seria el escondite perfecto para su huida y que definitivamente no seria encontrado, pero era cosa de mirar el mueble y ver como detrás de él asomaba su bufanda roja. A pesar de lo enojado que estaba Geno por su desobediencia, internamente reía a carcajadas, además de que le causaba ternura. Lástima que debía mantenerse firme ante el niño.
Ya estando a pasos del sofa Geno se detuvo al escuchar la puerta principal siendo abierta, su actual pareja había llegado.
—Hola amor~
Con una sonrisa coqueta Reaper se acercó al de bufanda quien lo recibió con un suave y dulce beso de bienvenida.
—¿Cómo estuvo tu trabajo?— preguntó luego del beso mientras tomaba la mano del contrario, lo había extrañado.
—Todo bien pero...— se detuvo al observar el trozo de tela roja que asomaba detrás del sofa, el cual llamó su atención —¿Otra vez Effter no quiere dormir?
—Si...— suspiró, estaba cansado.
Al observar un poco más el rostro de su amado semi muerto, podía notar el oscurecido bajo sus cuencas, al parecer esta semana había sido difícil para él.
—No te preocupes— dijo de pronto Reaper, soltando la mano de su pareja para luego acunar su rostro demacrado —Ve a descansar, yo me encargo.
—Pero...
—Nada de peros, estás cansado— beso su frente antes separarse e ir al obvio escondite del pequeño.
Geno sonrió antes de partir a su habitación, agradecía enormemente lo considerado que era el de túnica pues, a pesar que estuvo toda la semana cosechando almas, prefiere darle prioridad a su descanso que al suyo propio.
Reaper lentamente se acercó al sofá con cuidado de que el pequeño no lo viese, rodeando el mueble y colocándose tras de él, tomándolo de improviso.
—¡Te encontré!— dijo mientras sostenía a un Effter que aún no procesaba lo ocurrido —¿Cómo te has portado en esta semana pequeño?
—¡Tío Leaper!— grito emocionado abrazando al contrario quien también correspondió —Me polte biem.
—Entonces, como el niño bueno que eres te irás a dormir— acomodó al pequeño de 3 años mientras lo mecía suavemente.
—No quelo— gimoteó inflando sus mejillas, haciendo reír al mayor.
—Te puedo contar un cuento si aceptas~
Effter lo miro con duda analizando la propuesta, le gustaba escuchar las historias que la Parca contaba así que era una decisión difícil.
—Bueno— dijo finalmente —Pelo no quelo cama, quelo bazos.
—Es un trato~.
Reacomodando entre sus brazos al pequeño y manteniendo el ritmo suave con el que lo mecía, Reaper subió las escaleras lentamente mientras escuchaba atento todo lo que Effter le contaba de su semana y de las cosas que había hecho con su papá Geno. Con toda esa energía no le extrañaba para nada que su pareja siempre estuviese cansado cuando volvía de cosechar, pero por suerte para ambos la Muerte podía fácilmente tranquilizarlo, pues su toque en vez de volverlo polvo como con el resto de los mortales, al pequeño sólo lo cansaba, hasta el punto de dormirlo.
Para cuando ya habían llegado a la habitación del menor, Effter bostezaba sonoramente cada cierto tiempo mientras la Parca aún lo paseaba entre sus brazos, al parecer ya no podría cumplir con la historia.
—Y ayel comimos... uaaaaah... galetas— bostezó una vez mas—Con tía Toli— dijo restregándo sus cuencas antes de acomodarse en el hombro de Reaper.
—¿Y papá estaba feliz?— preguntó con una sonrisa, le daba mucha ternura el pequeño.
—Shi... papá... fe...— susurró antes de que su voz se apagara completamente.
Al notar que Effter se había dormido, Reaper permaneció meciéndolo un poco mas, así se aseguraba de que estuviese profundamente dormido antes de acostarlo nuevamente en su cama.
Ya habiendo terminado de arropar al pequeño su vista se poso en la figura de su pareja, quien lo miraba enternecido desde el umbral de la puerta.
—Pensé que estabas durmiendo— susurró a Geno mientras ambos salían de la habitación, cerrando la puerta suavemente.
—Desperté recién y la cama se siente vacía sin ti— hizo un puchero mientras abrazaba a la Muerte por la cintura y besaba su cuello —Te extrañe.
—Yo también amor.
Ambos se encaminaron a pasos torpes hasta su habitación mientras se besaban, con la necesidad imperiosa de compensar todo el amor que no se dieron durante el tiempo en que no se vieron, siendo como único testigo las cuatro paredes de su habitación.
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Mi bebu es un hiperactivo de pequeño xD y la vida se encargó de bajarle las revoluciones :(
Me sentí rara escribiendo afterdeath jajajaja a pesar de tener un borrador a medio hacer, me pregunto si alguna vez verá la luz :D
Abrazos de oso amoroso a los que leen mis idioteces \(^w^)/
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