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EXTRA UNO

«Qué calor... Cuánto calor... Era pleno verano y no sabíamos qué hacer.»

- ¿Tenéis pensado algo, felinos? – dijo Shu-chi.
- ¿F-Felinos...? ¿Dónde ves que yo tengo cola de gato? Senpai...
- Para mí eres mi 'felino'. Y de los lindos, je, je.
- Entonces Likulau es 'felino' apuesto.
- Meh, podría ser... Pero yo me fijo en mi querido Liao.
- ¿...? ¿Yo qué soy? – quiso saber Tigre.
- Tú... Sigues siendo el tigre.
- Mejor, así no escuchas un mote sorpresa, para mal. «dije.»
- Je, je... No lo voy a decir, no... Ejem... Miren la pantalla de mi teléfono.

– "Helados de alta calidad dentro de su ciudad. Tan cerca que ni podrías habértelo imaginado antes." –

- (...) Huele a mentira.
- Liao pero si pintan de maravilla. ¡Mira tienen una fotografía de 360° del sitio!
- A ver... Sí... Este sitio lo conocemos todos.
- ¿Queréis ir...? – propuso Tigre –
- ¡¡Sí!!
- Ya se sabe, que TÚ quieres primero, Senpai. Venga, me apunto, siguiente.
- "Ir. Helados cerca."
- ¡Genial! Apaguen la televisión. Vamos a irnos ya.

«Entonces salimos de casa para ir a esa heladería. Qué raro... Nunca había ido a ese sitio antes. ¿Siempre estuvo ahí?»

– De camino... –

- Esto... Ya hemos llegado a la calle principal. Aquí están todas las tiendas.
- Senpai, no vayas a recordarnos lo del gorro de husky. Ya lo sabemos.
- Jo... ¡Si fue muy bonito...! Sabéis, en esa tien-
- Sen...PAI... ¿Quién es mi gatito lindo? «dije en tono exagerado»
- Y-Yo... ¡Yo! ¡Je, je!
- "Likulau gatito."
- Tú eres mi gato hecho y derecho.
- (...) – miraba Tigre la situación –
- La heladería... Sí... Debe estar por aquí. ¿Puedes enseñarme la fotografía de antes?
- Mira.
- (...) Mmm... Se ve la tienda del gorro... Qué extraño. Ya estamos en el sitio.
- "Ahí un cartel..."
- ¿Un cartel, Likulau?

«Likulau vio un cartel. Decía que nos encontrábamos en la mejor heladería de la ciudad.»

– "Griten "H-E-L-A-D-O" si quieren uno –

- Esto no pinta bien. Deberíamos i-
- ¡¡HELADO!! (...) Qué fácil es la palabra, ¿ver-
- ¡¿Por qué gritas?! Senpai...
- "(...)"
- Oh, jo, jo... Helado. Qué rico con tan sólo oírlo.
- (...) ¿Ves como no había que decirla?
- L-Lo siento...
- ¿Y ese lamento? Estáis ante la mejor heladería de vuestra ciudad. ¡Alegría!

«Un fantasma vestido con un delantal apareció ante nosotros. Tenía una forma muy graciosa. Aunque su bigote... En fin, un bigote muy a lo "Super Mario". Aunque seguía sin pintarme bien ma situación...»

- "¿Dar helado? Por favor."
- (¡¿Otro que quiere helado?!)
- Ejem... – intentó decir Tigre –
- (Esto no creo que vaya bien)
- Pasen, pasen.
- (¿Q-Qué?) (Apareció la heladería por sorpresa. Se supone que era un local cerrado)
- Qué de gente, je, je. Aunque no son... Humanos...
- Por favor, tomen asiento.

«No pintaba bien. Definitivamente. Todos allí eran fantasmas. Yo tenía el poder de verlos, como de costumbre. El fantasma de delantal nos sentó en una mesa. Likulau y Shu-chi estaban muy decididos... ¿Por qué? En cambio Tigre no...»

- ¿Qué helados desean? Yo les recomiendo el de chocolate y fresa.
- ¡Pues yo fresa!
- "Chocolate."
- (...) No quiero nada.
- Eh... Yo tampoco.
-¿Y eeeso? Los más deliciosos de la ciudad. Están asegurados. Nuestros clientes siempre están satisfechos.
- De verdad, no queremos nada nosotros dos.
- ¡Muyyy mal! (...) ¡Hum!

«Tras eso se fue de nuestra mesa a por los helados de fresa y chocolate.»

- Oye, Lin Hu... ¿Por qué no tomas nada? Esto es una heladería para los no-humanos, ¿parece? «susurré.»
- Eh, sí, Liao. Esta heladería... Cuando era pequeño vine aquí.
- ¿C-Cómo...? ¿De pequeño?
- No te preocupes, de pequeño sería hace siglos y siglos... No me eches mucha cuenta en eso. El caso es que... Si comes 'cierto' helado... Pueden pasarte cosas...
- Q-Qué miedo... ¿Qué cosas?
- (...)
- ¡¡Yyy aquí estoy de vuelta! Aquí tenéis vuestros helados.
- Ahh... ¡Tienen buena pinta! ¡Gracias!
- "Gracias."
- (...) E-Eh... Un momentito. No comáis eso. «les dije rápidamente cuando volvió a irse el fantasma.»
- ¿Liao? ¿Qué asco le cogiste a la heladería? Vamos, Likulau. Zampa.
- N-N...
- "Sí."

«No me quisieron escuchar. Tampoco pude saber qué iba a decirme Tigre. Él se veía muy atento a lo que podía suceder. ¿Lo habría vivido ya?»

- ¡¡AAUMM...!! Mmm... ¡Está muy rico!
- "Muy rico..."
- Eh... Senpai...
- ¿De verdad que no queréis vosotros dos?
- No. – contestó rotundo Tigre –
- Os lo per... ¿(...)?
- (...)

«Oh-Oh... Algo estaba ocurriendo. De repente Senpai empezó a hincharse... Sus brazos, sus piernas, su barriga... ¡Su cara!»

- ¡¿(...)?! "¡¿Que meshta pazando?! ¿Liao?"
- ¡Te estás inflando! ¡Oh, no!
- Es lo que iba a decirte, Liao. Yo de pequeño me inflé por culpa de los helados.
- P-Pe-Pero ¿Por qué?...
- Porque están tan ricos que a nosotros por ejemplo nos reacciona de esa manera... No es una heladería apta para felinos como nosotros...
- Eso no lo ponía el cartel.
- Sí lo ponía. – respondió rápido Tigre –
- Oh...
- Eso no es todo... Puedes también...
- ¡L-Likulau! Está haciéndose pequeño. Parece una figurita de acción...
- Oh, jo, jo... ¿Qué está pasando por aquí?
- "Ze-Zeñor... ¿Como puedo volver a mi eshtado normal...?"
- JO, JO, JO... No me pregunte a mí. El cartel dejaba claro que no es apto para felinos.
- "¿C-Cartel...?" – dijo Chibi Likulau –

* Chibi significa "pequeño" en japonés.

- Esto... Iba a deciros que no entraramos. Shu-chi, Likulau... Tendríais que haberme escuchado.
- "No eshtabaz hablando, Tighre."
- Dije 'ejem'.
- "Ejem... Claro, como shiempre. Uffh"
- Yo también sospechaba.
- ¿Queréis saber cómo volver a la normalidad? Pero sólo por ser tan torpes os lo digo, eh.
- "¿A-A quién llamash torpe?"
- A ti, ¡jo, jo!
- Relájate, ¿quieres que el fant- camarero te diga la solución, Senpai?
- "Shí..." – dijo de manera incómoda –
- ¡Debes madurar!
- "Ya lo shé..."
- Esa es la solución.
- "¡¿Qhé?!"
- "¿Qué?"
- Jo, jo. Ya sabéis lo necesario. Me debéis cuatro monedas.
- Tome las monedas. – dijo Tigre, sin ánimos ninguno.

«Tras pagar cogí a Shu-chi como si fuese un balón gigante. No pesaba tanto. Tigre llevó en brazos a Likulau. No me hacía tanta prisa que Likulau volviera a la normalidad, je, je...»

– Una vez en el exterior –

- "Uffh... Madurhar"
- Yo lo entendí muy bien. Y eso que no es mi problema, Senpai. ¡Debes saber en qué peligro te metes antes! Si esta heladería no es para ti... ¿Para qué entras? Lo ponía en el cartel...
- "(...) Sniff"
- "Likulau no lo vio. Lo siente mucho. No volverá pasar..."
- Ah... ¡Bueno! Likulau se disculpó.
- "(...)"
- ¡¿Ngh?! L-Likulau está creciendo. – se sorprendió Tigre –
- ¡Oh! Likulau...
- "¿C-Cómoh? ¿Por qué yo no vuefvo a la normhalidaz?"
- "Yan Shu-chi..."
- "(...)"
- "Yan Shu-chi no siente culpa. Eso mal"
- "¡Claro que la ziento!"

«El truco estaba en lamentarlo lo más rápido que pudieras. Likulau siempre siente la culpa cuando la tiene. Así que en él no tuvo problema para volver a ser Likulau Grande.»

- "Culpa."
- "(...) Jopé..."
- Escucha, Senpai. ¿A que nunca más volverás a hacer eso? La próxima vez verás que es de tu categoría, ¿sí?
- "(...) Zhí..."

– BLUB –

- ¡Ah! ¡Tu brazo...! (Es mi oportunidad)
- "¡(...)!"
- Senpai. ¿De verdad de verdad lo sientes?
- "Zhí... ¡Muzo!"

– BLUB –

- "Lo ziento... ¡Muzo! ¡Muzo!"

– BLUB –

- "De verdad... No volveré a entrar en un sitio incompatible... No me di cuenta..."

– BLUB –

- (...) ¡OH! ¡Vuelvo a ser yo!
- ¡Sí! ¡Senpai! Sé que podrías reconocer tu culpa.
- Je, je... Gracias. Pensé que iba a durar para siempre... Uff.
- "Likulau... No zhe recupefó aún..."
- ¡¡¿Eh?!!
- ¡¿(...)?!
«Nos sorprendimos todos.»
- "Ez mentira."
- ¡Aarg! ¡Likulau! Me estabas asustando, tonto. – dijo Shu-chi –
- ¡Ja, ja, ja!

«Después de estar un rato haciendo reconocer la culpa de ambos... ¡Volvimos a casa! Me aseguré de que Shu-chi Senpai no mirara los anuncios con otro "hashtag" que no fuera "felino". Por lo visto los fantasmas, felinos, y toda clase de seres no-humanos pueden ver su publicidad personalizada... En fin, ni yo sé por qué eso existe. ¡Estaba bien claro que Senpai ni los otros dos vieran nada incompatible!»

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