«Estaba harto de dar vueltas en el enorme centro comercial. Buscando un regalo ideal para Senpai porque me había regalado él a mí una cosa súper chula... Y por fin di con el regalo perfecto, un chándal de los que a él le gusta, ¡sí! ¡con un diseño fabuloso!»
«Me fui corriendo a casa y le dije que viniese, que tenía una sorpresa.»
— Al teléfono —
- ¿Hola? ¿Liao?
- Hola, Senpai. Me gustaría que vinieras ahora a casa... Te tengo una sorpresa.
- ¿Una sorpresa? ¿de qué tipo?
- Ehm... Las sorpresas no se desvelan, ni el tipo siquiera.
- Vale, no estoy haciendo nada en este momento... ¡Iré para allá!
«Salí del apartamento y esperé en la puerta de la entrada. Me lo veo a lo lejos de la planta corriendo. ¡Q-Qué rápido!»
- ¡Ehh! ¡Holaa! ~
- ¿Tantas prisas tienes, Senpai?
- Pues claro, las sorpresas me dejan con mucha intriga.
- Es lo normal, yo creo. En fin, vamos a entrar. La sorpresa está en mi cama.
- T-Tu cama... No me digas que...
- ¿En qué estás pensando? (...) ¡Venga para adentro y sube!
«Una vez allí, entró en mi cuarto y vio una bolsa. La bolsa de la tienda, que dentro estaba lo que le había comprado.»
- ¡Sí! ¡Un chándal! ¡El color que me faltaba!
- (Menos mal, di en el clavo de casualidad).
- ¡Genial, Liao! Como sabes que ésto es lo que a mí me gusta. Pero... ¿A qué viene esto tan de repente?
- Increíble... Recuerda un poco... El fin de semana pasado.
- ¿Qué hicimos? (...) Je, je ~
- Ay... Estuvimos de compras, no vimos nada interesante y al final me compraste una tontería. Por cierto, esa tontería me sirvió de mucho.
- Ahm... Sí... ¡Ya me acuerdo! Y ésto es un regalo de agradecimiento. ¡Pues no estoy satisfecho! ¡Quiero ir contigo de tiendas otra vez! ¡Vamos a hacer algo divertido!, ya que el tema es ropa... ¡Búscame un conjunto diferente que yo no tenga!
- Tengo que ayudarte... ¿A buscar un conjunto que no lleves usualmente?
- Eso es ~
«Me gustan los planes que salen de él. Distraen mucho y son divertidos. Esta vez sí que sí, algo le caerá en la compra.» «Eran casi las tres y media del mediodía. Fuimos al centro comercial, con la famosa avenida de tiendas. Senpai quería merendar un donut. No podía aguantar esa carita que me pone cada vez que se le antoja algo, por lo que se lo compré y ya.»
- ¡Mira, mira! Hay ropa de muchos colores, tipo 'hippie'. ¡Sin duda, a probar! «Se fue a paso ligero hacia el interior de la tienda y echó una ojeada a la ropa colocada en las perchas.»
- Senpai... ¿No querías que te ayudase? Vas muy rápido y seguro que ya lo...
- ¡Pues corre Liao por el otro lado de la tienda! «Me miró y me dijo eso sin dejar que acabase lo que iba a decir.»
«Fui al otro lado de la tienda...»
- (Hum... Bien, una camiseta con muchos colores en uno, el bolsillo en el pecho y qué curioso, la costura del hilo en muchos colores. Lo demás es  sólo de un color con dobles tonalidades o son demasiado feos. Éste sin duda es 'hippie'). (...) ¡Senpai! ¡ven! «De alguna manera, estaba agachado viendo una mesa baja con ropa donde las perchas. No lo veía ni queriendo. Se levantó y ya se había puesto algo. Vino hacia mí.»
- ¡Hey! ~
- Unas gafas de sol rendondas con lentes de colores... ¡Oh! (...) Pues toma, ponte esta camiseta. «Se quitó toda la parte de arriba, quedándose con el cuerpo al aire.»
- ¡Tienes un probador!
- Meh, da igual, ya has visto mi cuerpazo muchas veces ~ ¿de qué sirve esconderlo tras una cortina? ¡Trae! «M-Me lo quita de las manos y se lo pone.»
- ¡Más chulo, Senpai! (Un espejo...) ¡Vete de una vez al probador, que hay un espejo!
- Bueeeno... «Se va para el probador y se ve de lejos su conjunto.» Wow... Muy 'hippie', sí señor. ¡Lo compro! No hace falta que me compres estos caprichos.
- Yo quiero comprarte alguno...
- Si veo uno que me agrade, me lo compras, ¿vale?
«Probamos otra tienda. Ahora un poco raro, no sé ni para qué entró. En una tienda para la gente que se dedica a la pesca.»
- ¿Por qué no un conjunto de pesca, pantalones anchos verdes o azules, con una chaqueta sin mangas y una gorra?
- Vaya, vienes hasta con la idea en la cabeza.
- El pantalón... Anda, hay marrón oscuro, qué bien. ~
- Y por aquí unas gorras... ¡Mira!
«Y justo al lado, la chaqueta sin mangas. Es que era una tienda pequeña. Normal, nadie viene allí a probarse excesiva ropa. Es más de anzuelos y cañas. Cebos no hay porque la playa no está cerca como para usarlos pronto.» «Le quedaba bien, alucinante. Pensé que le iba a quedar como un viejo que pesca. También se lo llevó él...»
- Y ahora... Quiero probar más... Un estilo más elegante.
- Ah, ¿con que quieres que lo elegante te lo pague yo, no?
- No, je, je ~ Lo mejor seguro que está por venir.
«Fuimos a una tienda elegante de hombre, no de las más caras pero tiene su cosa. ¡Otra vez, diantres! ¡Qué buen gusto tiene Senpai! Y quiere que le acompañe a los sitios. Es que me deja de piedra, no puedo enseñarle nada. Tiene una capacidad para ver cosas... ¡Buah!»
- Qué chaqueta tan elegante... Blanca... Voy en serio al probador, eh.
- Sí, sí. (Me toca... Una chaqueta blanca, ¿eh? Unos zapatos de vestir azul marino seguro que encajan. Un pañuelo bien elegante, igual encaja. Si es que pensar se me da de escándalo. Voy a buscar lo pensado, es la cuestión). «Con una vuelta a la tienda fue suficiente encontrar lo que quise. Había cola en los probadores, me imagino que había tardado entrar en uno.»
- (Listo, unos zapatos y un pañuelo... Ahora tengo que buscar a Senpai. Hay mucha gente, no voy a ponerme a gritar su nombre... ¡Ah!) «Me agaché, y se puede ver por debajo de las puertas los pies de la gente en su interior.» (¡Ajá! Esas piernas, las de Senpai).
— ¡Toc, toc! —
- Senpai, soy yo. Vengo con dos cosas.
- No, si ya he acabado de ponérmelo.
- Vale, pues ponte estos zapatos y un pañuelo que traigo.
- ¡¿Eh?! ¿Has tenido ese detalle? Pues genial, de camino al probador pillé un pantalón de vestir. Faltaría una camisa por dentro de la chaqueta blanca, pero es que ya tengo una de hace un año o así.
- ¡Bien!
«Tardó unos instantes en cambiarse.»
- Y... ¡Resultado! Je, je ~
- Ohh... ¡Guapísimo, Senpai!
- Ayy que me sonrojo... «miraba para otro lado.»
- Se te ve tan elegante... Es la cuestión de este estilo. ¡Déjame pagartelo!
- Es que... Va a ser mucho...
- No pasa nada, ¡por ti...!
- Ehm... Por mí, oh.
- ¡Que sí!
«Muy cabezón, se lo compré todo.» «Ya teníamos que volver... Decidí que se quedase esta noche conmigo, de las muchas noches que se queda. Se haría foto de todo lo comprado, qué gracioso.» «Aunque las sorpresas no son siempre para alguien a quien desearselas...»
- ¡Fuuhh! — estirándose el cuerpo — ¡Qué cansancio, Liao! Vamos a tu cuarto y me pruebo todo.
- Venga, adelante, Senpai.
«Senpai subió arriba antes que yo. Tenía mucha sed e iba para la cocina.»
- ¡Senpai! ¿Quieres algo de beber? Voy a la cocina.
- ¡¡Noo!! — gritando —
«Me dirigí a la cocina y me encontré algo en el suelo antes de llegar a ella, justo al lado del aseo. La puerta además estaba encajada... ¡No la había dejado así antes!»
- (Si esto me suena... ¡Es la ropa diaria de Likulau! Se la ha dejado aquí... Pero... ¿Por qué? (...) ¿Tiene consciencia de poder dejar su ropa en el suelo? Me refiero, él podía quitarse la ropa y cambiarla con su mente si lo deseaba. En fin, puedo ver y tocar su ropa, es la cosa. Ayy... De los tres que tengo que cargar...) «Lo cogí, lo olí y parecía impecable. Antes miré en el aseo a ver si me habían toqueteado algo más.» (Jolín, las colonias y los peines fuera de su lugar, ¡oish!).
«Me fui a la cocina a beber agua y ya me subí para arriba con la ropa de Likulau en la mano.»
- Ah, Liao, ya estás aquí. ¿Y eso? ¿Lo habíamos comprado?
- Ehmm... No, es que verás...
- ¡Qué chulo! Me suena de algo. ¡Ah sí, de Kulao! A decir verdad, nunca me he probado ésto... ¡A ver qué tal me queda! «Como no, me lo quitó de las manos y se lo puso... No le da vergüenza para nada que le vea en calzoncillos, es que es sorprendente. Me pongo colorado si lo veo cambiarse, así que miré para otro lado.»
- ¡Hmm! ¡Es...! — como si flipase —
- (...) Es...
- ¡Es el mejor conjunto que he visto nunca! ¡Gracias por habermelo dado!
- ¡¿En serio?! Pero si yo no quería da...
- No, no, ¡En serio! ¡Buah, quiero foto, ya!
- Ay, ay, ¡vaya flipe!
«Más diferente no pudo acabar el día con esa foto que no me quitaré de la cabeza. Esa cara lo decía todo.»

— Ilustrado por: 'Fruitz' (Nekojishi). —