- Soy... - saltó hasta mi galeón parándose en frente de mi dejándome observar cada rasgo de su rostro, su cabello rubio y ojos verdes. Mi piel se volvió pálida por el asombro. - Barbado.

**-Narra Marina-**

Mi respiración se hizo pesada. El hombre que acababa de saltar a mi galeón fue el mismo que saltó sobre mi vida para cambiarla por completo. Las noches de pasión, mis pensamientos, mi bebé, todo se debía a él. No puedo con tanta información.

- Erick. - Fue la única palabra que logró salir de mi boca.

- Mar. - respondió con una sonrisa triste. - Que lástima que hayas sido mi objetivo todo este tiempo, que lástima que tenga que terminar con tu vida.

Tras sus palabras todo en mi se quebró. ¿Soy su objetivo? ¿Eso significa que yo nunca realmente le importé? ¿Eso significa que realmente nunca me amó? Eso es lo de menos, puedo superar un corazón roto, pero el hecho de pensar que me entregué al hombre que asesinó y humilló a mi padre, el hombre que es la causa de que yo hoy tenga mi propia tripulación y quiera cumplir sueños ajenos, eso no, eso no lo esperaba. De tantas personas en el mundo, ¿Erick es Hades Smith? ¿No es su hermano? ¿Él realmente es Hades?

- Erick, tú, tú mataste a mi padre. - Una lágrima amenizaba con salir de mi ojo, pero luché por contenerme, no puedo lucir lamentable en esta situación, no en esta.

Por un lado me siento increíblemente pésimo, el chico que tanto me ha ilusionado, ese chico ahora mismo tendrá una lucha de muerte conmigo, pero por otro lado me siento bien, porque tengo una posibilidad de vengar a mi padre.

- ¿Para qué te respondería si ya conoces la respuesta? - acarició mi mejilla. - Ahora tengo que matarte a ti.

- ¡Ni lo sueñes! - Hice un movimiento rápido con mi espada con la intención de atravesar su estómago pero él la detuvo con su mano haciéndola sangrar.

- Aún no estás a mi nivel, no podrás sobrevivir. No hagamos las cosas difíciles si el resultado será el mismo.

- No te creas Erick... Erick. - Una interrogante inundó mi cabeza. ¿Se llama Hades verdad? ¿Por qué se puso Erick? Bueno, obviamente para ocultar su identidad, soy tan estúpida.

- Erick, me traes nostalgia linda, así se llamaba mi hermano. Él falleció infestado por la peste viviendo una vida aburrida simplemente atendiendo los asuntos del negocio familiar. Yo tomé su nombre, porque quiero que siga vivo, y maté a Hades, que era yo. Ahora siento como si mi hermano hubiese renacido en mí y yo hubiera muerto.

- ¿Por qué me cuentas esto? - cuestioné intrigada.

- Porque creo que mereces saber la verdad para que descanses en paz y sin dudas, para que sepas que el chico que se enamoró de ti está muerto.- puso la punta de su espada en mi cuello. - Así que - alejó la espada y me miró fijamente a los ojos. - tengamos una batalla digna de recordar.

- ¡Voy a vengarme maldito animal! ¡Suplicarás por tu vida! - Grité cruzando mi espada con la suya.

Caímos en mi galeón para mi ventaja, ya que lo conozco mucho mejor para desplazarme libremente. La batalla se reanudó, todos los piratas volvieron a enfrentarse sin excluirme. Esquivé un espadazo de Erick que iba directo a mi pecho y logré sacar un pequeño cuchillo de mis ropajes y se lo encajé en el brazo.

- ¡Jaja! - soltó una carcajada. - ¡Me tocaste!

- Más que eso. - rajé en su piel con el cuchillo y él de un manotazo logró retirarme.

Volvimos a cruzar espadas y estuvimos así durante un buen rato. Siento que él se está conteniendo, aunque estoy dando lo mejor de mi, soy consciente de que en estos momentos no soy capaz de vencerle.

- ¿Qué viniste a buscar?¿A qué te referías con que yo soy tu objetivo? - Pregunté mientras cruzábamos espadas. Se que es algo absurdo mantener una conversación en esta situación, pero la curiosidad me estaba matando.

- Vine por el Alba. - soltó. - más bien, vine por ti, tú tienes los documentos, ¿no?

- Ehh, pues, no puedes afirmar eso. - me dije algo nerviosa mientras intentaba desviar su espada, pero fue me vano.

- Porque me los robó Revolver, ¿por qué crees que lo mandé a la tumba? - Eso me enojó y ataqué con mas fuerza y él solo se defendía evitando mi espada. - Supongo que ahora los tienes tú, de otra manera no estaría aquí, ¿no?- Noté que se estaba conteniendo pero. ¿Por qué? ¿Por qué simplemente no puede acabar conmigo? ¿Por qué alarga más esto?

- Ya me aburrí. - dijo llamando mi atención. - Te diré que haré a continuación, pues, te mataré, encontraré los documentos del Alba, quemaré El Ocaso, encontraré el Alba y me haré más millonario de lo que ya soy.

- Idio... - antes de terminar la palabra golpeó mi estómago con su rodilla. Caí al suelo instantáneamente sintiendo algo entre mis piernas.

Mi bebé.

Sangre corriendo entre mis piernas me espantó, el hecho de que la criatura dentro de mí puede morir me aterra.

- Que fácil fue, creí que resistirías más. - reprochó Erick. En otras circunstancias me levantaría pero, el dolor de mi vientre es enorme, voy a morir, mi bebé se va a morir.

- Erick. - sacudí mi cabeza. - Hades -toqué mi vientre - nuestro bebé, se va.

Un dolor de cabeza enorme me inundó.

Recuerdo el rostro de Erick sonriendo, gritos, y luego todo es negro... negro.

...

Abrí mis ojos lentamente para observar un techo de madera. Se sentía cómodo, ¿estoy en una cama?

- Mar. - sentí la voz de Nicholas, él se acercó a mi con su pálido rostro.

- Nicholas, ¿qué pasó? ¿Dónde estoy? - me cabeza dió vueltas y volví a mi último recuerdo. - ¡Erick! ¡Mi bebé! - miré mi vientre y estaba totalmente plano, mi pancita que había crecido desapareció. - ¡Ahhh! ¡Mi bebé!

- Mar, sobreviviste. - los ojos de mi hermano se aguaron.

- ¿Qué pasó? ¿Dónde está Erick? ¿Dónde está mi bebé?

- Sacaron a tu bebé de tu vientre, ibas a morir Mar, todo, todo salió bien. - lloró.

- Mi, mi bebé, ¿mi bebé se murió? - lágrimas salieron de mis ojos.

- Si, Mar.

Pánico. Esa es la única emoción que me invade ahora mismo. Tuve una batalla con Hades Smith donde él afirmó que acabaría con mi vida, ¿y estoy viva? El bebé que esperaba con tantas ansias había desaparecido, tal vez esta era la forma de Hades para matarme, tal vez quiere que muera de dolor. Asesinó a mi padre y a mi hijo.

- ¡Hades Smith! - grité. - ¡Te voy a matar! - toda la tristeza fue cubierta por una rabia intensa que sucumbió mi ser. - ¡Mataste a mi padre y a mi bebé! ¡Te voy a matar! - golpeé la cama con todas mis fuerzas mientras lloraba.

Tras mi histeria Nicholas intentó consolarme, me contó todo lo sucedido y estaba segura de que todo era una verdadera pesadilla:
Todo había salido mal, Erick se quedó con el Alba y decidió prenderle fuego a mi galeón conmigo dentro desmayada para morir. Nicholas había sobrevivido y me salvó saltando a un pequeño barco de emergencias, solo sobrevivimos nosotros y tres tripulantes más.

Niall murió.

Sussan murió.

Bonifacio... no tengo idea de que le pasó pero tampoco me importa.

Me vengaré, lo juro; juro que me vengaré...

La venganza persigue un objetivo injurioso antes que reparador. Consiste en forzar a quien haya hecho algo malo en sufrir el mismo dolor que él infringió, o asegurarse de que esta persona o grupo no volverá a cometer dichos daños otra vez. Muchos creen que la venganza es un acto que causa placer a quien la efectúa, aunque otros consideran que no es placer lo que se siente, sino que es la sensación del restablecimiento de la salud del que se venga, ya que la venganza traslada el daño de la víctima hacia el atacante, lo que hace que la víctima se libere de aquella "molestia", acontecimiento el cual, al interpretarlo de manera incorrecta es llamado placer.

Ese placer es lo único que anhelo, si es que llegase a existir. Soy consciente de que nunca tendré un lugar en el paraíso, pero tampoco es que haya luchado por ese puesto. Erick, no, Hades Smith ha sacado al demonio desde mis entrañas. Él debió de haber arruinado cientas, o miles de almas y sigue caminando por la vida como si nada, arruinando más y más almas puras, como lo era la mía.

Lo único que deseo es que ese maldito se pudra en el infierno. Juro matarlo con mis propias manos de la manera más dolorosa y turbia posible. Lo único que espero que pueda arreglar mi jodida consciencia es desahogarme a sangre fría.

Demonios, Hades, has invocado demonios.

...

Tres años han pasado...

La gente tiende a expresar su ira través del comportamiento de atacar o huir. Mi ira es inquebrantable y la desataré como mi más fuerte pecado esta noche. Me he esforzado por conseguir objetivos que si me hubieras dicho de estos logros hace unos años me reiría en tu cara.

Marina Ocaso es un nombre conocido hasta por el más ignorante.

Me las ingenié para comprar un nuevo galeón y empezar desde cero. Creé mi nueva tripulación con ayuda de la poca influencia que tuve, poco a poco junté por mi cuenta a varios verdaderos guerreros.

Desde ese día en el que Hades me arrebató la vida, decidí dar un cambio radical en el resto de mi existencia. Comencé cortando mi cabello, algo que solo hice por estética. Sentía como que mi único propósito sería acabar con al vida de Hades Smith, una vez lograr esto me sentiría realizada.

Nicholas siempre estuvo a mi lado y salimos juntos adelante.

Hoy, partiré en mi nuevo galeón; Esperanza, a Europa, encontraré a Hades Smith y lo haré pagar por cada una de sus acciones. Nunca más supe de él, pero se quedó martirizando mi conciencia cada maldito día de mi vida. La idea es atacar un puerto y adentrarme con mi tripulación de hombres armados y preparados para esta guerra hasta su feudo. Lo quemaré todo y lo mataré, solo así estaré satisfecha.

...

Es de noche y la brisa acaricia mi rostro, nos acercamos rápidamente al puerto y la adrenalina corre por mis venas.

- ¡Al ataque! - grité y todos mis piratas atacaron su piedad saqueando al pueblo.

Me adentré junto a mis hombres y llegamos a la entrada de un gran feudo. Con un tronco derribamos la puerta después de masacrar a los guardias. Una intensa lucha entre guardias y piratas pintó la hierba de rojo.
Logré entrar formando un gran alboroto junto con hombres investigando toda la mansión principal.

**-Narra Erick-**

- ¡Demonios! - grité al borde de la perdición. Marina Ocaso volvió y quiere vengarse. Solo me queda una cosa por hacer, solo tengo una opción para destrozar sus planes. Saqué de mi escritorio un revólver muy especial, era el arma de Revólver. Le daré un último uso, no tengo otra salida para que mi nombre no se vea deshonrado, y fastidiar más a esa sirena.

**-Narra Marina-**

- ¡Hades! - grité. - ¡Hades!

No paraba de gritar su nombre con impotencia a medida que subía las escaleras registrando cada parte de la mansión. Estoy segura de que él está aquí, lo averigüé por mis medios y es imposible que se haya escapado porque mis hombres rodean toda la propiedad.

Al final de toda mi búsqueda solo me quedaba una habitación por registrar. Definitivamente allí tenía que estar Hades.

- Déjenme entrar sola. - Ordené. - quédense alrededor por si acaso, pero yo me encargaré de matarlo.

- Si señora. - contestaron al unísono los cinco piratas que me acompañaban.

Caminé lentamente, estaba segura de que este era el momento que más ansié en mi vida entera. La adrenalina corrió por mis venas a un paso indescriptible, haciendo estremecerse cada parte de mi interior. Una puerta separaba mi destino, solo tenía que abrirla para apuntar a mi enemigo.

Suspiré, tomé mi revólver en mano y abrí de un portazo el obstáculo que me separaba de Hades.

Mis ojos se abrieron como platos al presenciar un hecho que lastimó mi conciencia.

- No. ¡No! ¡No no no!

Me acerqué corriendo a Hades que se encontraba sentado en su escritorio con una molesta sonrisa adornando su rostro y ojos abiertos dándole un toque aterrador.

En el suelo yacía un revólver que me parecía familiar. La sangre goteaba desde la cabeza de Hades hasta el suelo.

Un agujero en la cabeza del sujeto complementaba la escena.

- ¡AHHH! - grité y pegué un disparo en su cabeza. Tenía que hacerlo.

El maldito se suicidó. No me dejó cumplir con mi cometido. Seguramente prefirió acabar él mismo con su vida antes de que alguien se la arrebatara.

La rabia casi me hacía babearme. ¡Yo quería matarlo! Desenvolví mi espada y se la encajé en su corazón:
- ¡Eso por romperme el corazón! - saqué mi espada y la clavé en la entrepierna del cadáver: - ¡Eso es por hacerme tuya! - volví a sacar la espada y la clavé esta vez en su barriga escapándose una lágrima de mi ojo: ¡Esto es por mi bebé! - atravesé por última vez su cuerpo por su cabeza: ¡Y esto es por estúpido!

Los piratas que me acompañaron observaban aterrorizados dese la puerta.
- ¿¡Qué ven!? ¿Quieren que les haga lo mismo? - le exclamé y rápidamente todos se apartaron desapareciendo de mi vista.

Observé con asco la sonrisa que aún se dibujaba en el rostro de Hades. Me repugnaba demasiado, así que con mis manos le cerré la boca porque no soportaba mas verlo sonreír como si hubiera ganado.

¿Gané yo o él?

Él murió, yo me volví loca.
Creo que ya estamos a mano.

Observé en el escritorio de Hades un papelito que tenía algo escrito en él y decidí leerlo:

Nos vemos en el infierno, preciosa.

~FIN~

Hola...
Han pasado 84 años... (nah mentira que no llega al mes)
Disculpen por tardar taaaanto en actualizar, mátenme. Es que en serio pensé en nunca continuar esta historia porque me aburrí. Pero pensé: ¿existe la posibilidad de que alguna persona se sienta intrigada por el final?
Puede ser que si, puede ser que no. Pero por si las dudas, le di el final a Cosas Del Mar.

Realmente no terminaría tan rápido, de hecho intenté resumir en este capítulo lo que pasaría en tres capítulos aproximadamente. Pero en serio no tenía las ganas ni la motivación de continuar con el libro, pero a la vez le tengo cariño porque es el primero que hago público.

Sin más excusas, aquí está el final. Se que fue algo inesperado, pero yo amo los finales inesperados, ¿ustedes no?

Soy consciente de que era obvio de que Erick terminaría siendo el malo, ¿pero ha que te sorprendí con su suicidio?

¿Qué pensarán que sucedió después con Marina? No lo sé. Nah en realidad si sé jsjsjsj.

Puede ser que en algún momento me anime a realizar algún capítulo especial. Puede ser, ni lo aseguro.

También pienso editar todo el libro porque seguramente se han percatado si me siguen desde el principio de que los primeros capítulos han sido pésimamente redactados. Que al paso del tiempo los he editado poco a poco y lo seguiré haciendo hasta lograr un intento de perfección en la redacción de la historia.

Si esperabas un final lindo y cursi, como en las películas románticas, pues lo siento, porque no soy fan de ese tipo de finales.

¿Haré alguna secuela?

No creo. Quisiera hacerlo, pero creo que está bien terminada la historia.

¿Moraleja?

Ninguna en concreto. Solo quiero mostrar que las apariencias engañan, que del amor al odio hay solo un paso, que si tienes un problema y te obsesionas con este todo te saldrá mal. Qué hay que vivir la vida enfocándose en tus propios objetivos. Que cliché, ¿no?

Ustedes acaban de presenciar la primera obra de una niña que un día estaba aburrida y decidió hacer un libro que todos leyeran, un libro que no solo quedara en sus notas. Al final todo resultó mejor de lo que pensaba. En serio nunca creí que llegaría siquiera a cien votos, y aquí estamos con más de dos mil vistas.

Eso es todo.

¡Nos leemos, piratas!

Airis18
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