33- "Bebé"
**-Narra ¿?-**
- ¡Harry!
- ¿Qué desea señorita?
- ¿Ya llegamos?
- No señorita.
- ¿Falta mucho?
-No creo señorita.
- ¿Cuándo llegamos?
- No se señorita.
- Señor, usted es un bruto.
- Pero señorita, comprenda que faltan al menos dos días como mínimo, ya nos estamos adentrando en el Caribe, pero haremos una parada en Cuba para luego seguir.
- ¡Que no tengo tiempo! ¡Harry si llego y él está en peligro te mataré a ti y a tu familia!
- Pero señorita ¿por qué pagaré yo?
- ¡Porque si y porque quiero! Encontraré a Hades sin importar que pase.
**-Narra Nicholas-**
Marina anda rara, está feliz porque ganamos la batalla, pero siempre se siente mareada y no para de vomitar, ¿será que le quedó algún trauma al matar a tantos hombres? No se.
Ya es de noche, y me apoyé en uno de los extremos del barco a observar la luna llena, es tan bella y brillante, igual que ... da igual.
- ¡Bacalao! - sentí al voz de Mar.
- ¿Qué pasa?
- Estoy aburrida, ¿qué estás haciendo?
- Mirando a la luna.
- Ehm, tengo que decirte algo - apoyó su espalda al borde del galeón y miró al suelo.
- Dime.
- Creo que yo... e-estoy...
- Marina ¿estás emba...
- ¡Creo que estoy enferma! - me interrumpió.
- ¿Eh?
- Todos estos días me siento mareada, no paro de vomitar y mi periodo ya se retrasó dos semanas, creo que tengo alguna enfermedad.
- Bueno, si un bebé es una enfermedad allá tú.
- ¿Bebé? ¿De qué hablas?
- Marina, soy consciente de que tuviste relaciones sexuales con Erick, lo más probable es que te haya dejado embarazada - dije preocupado.
- No, no puede ser - llevó sus manos hacia su cabeza.
- Es una posibilidad.
- Tienes razón ¡maldita sea! - gritó.
No se por qué, pero al enterarme de eso siento un remordimiento por dentro. Ella es solo mi hermana, debería de alegrarme de que sería tío, pero ¿por qué siento... celos?
De repente me vino a la cabeza cuando Mar me dijo que no éramos hermanos biológicos, recordé cuando me besó, mi primer beso.
¿Por qué me vienen todos estos pensamientos a la cabeza?
La amo, pero como un hermano, ¿o no?
Ahhh Nicholas no es hora de tener pensamientos raros, Marina está en problemas.
- Bacalao, ayuda - comenzó a sudar frío - tengo miedo, yo, yo no puedo tener un bebé, ahora no.
- Mar - la abracé - todo estará bien, si, todo estará bien, si hace falta yo, yo...
- ¡Nicholas tengo miedo! - sentí su corazón palpitar rápidamente.
- Mar, yo estoy dispuesto a jugar el papel de padre para ese bebé - besé su frente.
- Ni-Nicholas - sollozando - ¿cómo puedo abortar?
- No.
- Si Nicholas, no puedo ni quiero tener un bebé.
- No Mar, no, si abortas corres el riesgo de morir tú también.
- P-pero.
- Ni una sola palabra más, Marina, si ese bebé viene en verdad en camino, seré yo el padre, y te prometo que lo cuidaré muy bien - sobé su pancita.
- Nicholas, no es tu problema, no tienes que ocuparte de las irresponsabilidades de tu hermana mayor.
- ¿Tú misma no dices que no somos hermanos biológicos? No sería incesto.
- Jaja - rió - no digas esas cosas, aunque no sea biológicamente, eres mi hermanito - dijo. Auch, eso me dolió.
- Bueno, entonces sólo esperemos a que no estés embarazada de verdad.
- Si, solo queda rezar.
- ¿Le dirás algo a Erick si es cierto?
- ¡No!
- ¿Por qué? Tiene derecho a saber, es el padre - le dije.
- No bacalao, ese hombre debe de tener cientos de hijos y ni siquiera saber de sus existencias, no quiero volver a saber nada de él, y si es el caso, prefiero mil veces que tú seas el padre de mi bebé a tener que hacer contacto con ese idiota.
**Una semana después**
**-Narra Erick-**
- ¡Señor! - entró Clarence.
- ¿Si? - respondí organizando un papeleo en mi buró.
- Una señorita llamada Sylvie Smith está en la entrada buscando a un tal Hades, ha formado un escándalo.
- ¿¡Qué!? ¿Qué demonios hace Sylvie aquí? - corrí a mis cajones, tomé varias cosas importantes y las puse en una maleta, me dirigí al marco de la ventana detrás de mi buró - Clarence, dígale que no está.
- ¿S-señor? ¿Qué hace?
- Me voy, debo avisarle a alguien y evitarla, no regresaré hasta el atardecer - salté por la ventana trepando por un árbol llegué al suelo, tomé mi caballo de emergencia y cabalgué hasta la plaza, muy lejos de mi mansión. No puedo permitir que nos vea, esta mujer está loca.
**-Narra Clarence-**
- ¡Hades! ¡Demonios Hades! - seguía gritando la señorita.
- El señor Hades no se encuentra - respondí cordialmente.
- ¿Cómo que no se encuentra? - dijo con una voz dulce -
!¿Cómo que no se encuentra?! - gritó histérica.
- No señorita - respondí.
- ¡Maldito cobarde! ¡Lo voy a matar! ¡Voy a matar a ese maldito impostor! - me sacudió los hombros parada en puntitas de pies, así que la aparté cuidadosamente.
- Señorita, por favor, debe retirarse.
- ¡Ahh! Demonios, está bien, pero volveré al atardecer.
- Al atardecer no, él probablemente vuelva en una semana - mentí, pues Erick dijo que volvería por la tarde para evitar a esta señorita.
- ¡Yo vuelvo cuando quiera! - gritó, dió media vuelta y se fue.
Lo que pase ya no es mi culpa.
**-Narra Sussan-**
- ¡Seré la madrina! - grité. Marina tendrá un bebé y definitivamente seré su madrina.
- Bueno - dijo Mar sentada en su cama.
- ¿Crees que no tendrás problemas al estar embarazada? - dijo Maya - eres la capitana y si hay otro ataque obligato-obliga-obligato.
- Obligatoriamente - la rectifiqué.
- Esto mismo, si hay otro ataque obligatoloquesea tienes que participar, si tu bebé está en tu vientre te será difícil.
- Tienes razón Maya, pero si decido abortar puedo morir.
- ¿Qué es abortar?
- Sacarse al bebé - le expliqué a Maya.
- ¿Así no saldría más rápido? - dijo Maya.
- No, el feto moriría y Marina también - le dije.
- Ay, eso es horri-horripi-horri.
- Horripilante - la volví a corregir.
- No es cien por ciento seguro que yo muera - dijo Marina.
- Pero Mar aquí no tenemos a ninguna enfermera para apoyar, morirías; te lo aseguro - recalqué.
- Está bien, tendré al bebé.
Chan Chan ¡chaaaaaan!
٩(๑❛ᴗ❛๑)۶
Sin palabras...
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