28- "Confianza"
Marina se encuentra ahora mismo en la casa de Erick, ya que él le ofreció quedarse, pero ... ¿dónde está el bacalao?...
**-Narra Nicholas-**
- Que es mi barco mi tesoro que es mi tururu turu turururu - estuve tarareando la letra de una canción mientras creaba figuras con mi imaginación en las manchas mohosas del techo.
Había pasado la noche en un motelucho barato, sin saber dónde se había metido Marina.
La verdad me preocupa un poco, pero creo que me estoy entrometiendo demasiado en su vida. Al mediodía salí del motel y decidí buscar alguna cantina para probar el alcohol...
Si, nunca lo he probado.
Llegué a una con un letrero muy llamativo; "El borrachín contento". Entré porque me dio gracia el letrero.
- Una cerveza por favor.
- Claro - el cantinero llenó rápidamente una jarra y me la dió.
Estuve mirando por unos segundos cómo explotaban las burbujas de la bebida.
- ¿Se encuentra bien? - me preguntó el cantinero mientras secaba otra jarra.
- Ehh si, estoy bien - respondí e instantáneamente bebí un gran sorbo de la cerveza.
- Ohhh, eso ha sido demasiado, joven - dijo el cantinero sorprendido.
Pasé un poco de trabajo para tragarlo todo - Uf, me excedí - empecé a sentirme mareado.
- Jeje, usted si es un hombre muchacho.
- Jejeje si ¡hip! jeje - la cabeza me daba vueltas, ¿en serio me embriagué con una jarra?
Pagué y salí de la cantina mareado, así que me senté en un banco y empecé a pensar...
Jeje, Marina se burlaría de mi si viera mi reacción ante mi primera vez tomando alcohol, ella si que es una loca, jeje Marina, Marina...
¿¡Dónde está Marina!?
- ¡Ehhh hola! - sentí un grito femenino.
- ¿Sussan?
- Holi bacalao, ¿estás borracho?
- N-no jeje ¡hip!
- Pff, estás coladito, pero yo sé cómo ayudarte - salió corriendo confundiéndome, meh, ella está loca.
De repente la chiquilla trajo una cubeta con agua helada y la vació en mi cabeza.
- ¡Ahhhhh! - grité.
- Listo, ya se te pasó la borrachera.
- P-pero ¿estás loca? O sea, si estás loca pero, pero ¿cómo te atreves? Pudiste haberme matado.
- Un poquito de agua fría no mata a nadie.
- Pero igual ¿de dónde sacaste eso?
- De allí - señaló un puesto donde se vendía hielo.
Me levanté angustiado y caminé esperando secarme por el Sol.
No tengo idea de por qué demonios Sussan se fue corriendo al puerto...
Pero da igual.
Mhh, ¿y si busco a Marina?
Estoy aburrido.
**-Narra Marina-**
- Señorita, ya debe levantarse, ya es mediodía - una sirvienta se asomó a la habitación.
- C-Cinco minutitos más - tapé mi cabeza con el edredón.
- P-pero señorita...
- Así no lograrás nada María - la interrumpió - mira y aprende cómo se levanta a una rebelde; ¡MARINA LEVÁNTATE! - Erick apartó todos los edredones y almohadas.
- Nooo - cubrí mis ojos con mis manos y me hice bolita.
Entonces el rubio se acostó a mi lado y sonrió - buenos días princesa. Lo miré y no pude evitar sonrojarme.
- Está muy cómoda está cama, ¿no puedo dormir un rato más? - me quejé.
- Querida, ya son las doce, debes levantarte para almorzar - me respondió tiernamente.
- Oh, eso cambia las cosas - me levanté de la cama y Erick comenzó a reír.
- Sal de aquí, voy a cambiarme de ropa.
- Está bien, ¿te da vergüenza que vuelva a ver tu cuerpo?
- C-cállate asqueroso y sal de aquí.
- Jeje, no te enojes chiquita, María; ayúdala a vestirse.
- Si señor.
- No me hace falta que me vistan, puedo hacerlo sola.
- Haz lo que quieras, te estaré esperando en el comedor - dijo Erick y salió de la habitación.
La muchacha; María; se quedó mirándome sin saber que ordenes obedecer.
- No te preocupes María, me vestiré sola.
- No señorita, la ayudaré, ¡Clara! ¡Clotilde! - María gritó dos nombres y llegaron dos sirvientas más; una era igual de joven que María, mientras que la otra ya era señora mayor.
- N-no - Negué por última vez pero sacaron un vestido enorme, como el de las princesitas, y corrieron a ponérmelo.
- Ahhhhh - grité por quinta vez mientras jalaban del corsé.
- Shhh, señorita Marina, esto debe quedar ajustado, enderécese - intentó calmarme la señora.
- Noo ahhhh ¡aprieta mucho! - me salió una lágrima.
Aquella mujer solo tiraba más y más del corsé por detrás hasta que quedé con un cuerpecito de sirena maltratada por las olas del mar.
Después del ENORME corsé me engancharon un montón de tubos de metal que van por dentro, y finalmente el vestido.
Dios Santo, media hora para ponerme un maldito vestido apretado.
Bajé por las escaleras bien derechita, parecía hasta princesa, sobre todo por el extravagante peinado que me hicieron rizándome todo el cabello.
- Te ves preciosa Mar - Erick me miró y sonrió.
- Jum, si decías lo contrario te daba un puñetazo - dije agobiada - este vestido casi me mata.
- No exageres linda, ven, siéntate.
Le hice caso y al sentarme varios sirvientes empezaron a traer platos, y más platos, y muchos más platos con comida.
La boca se me hizo agua.
Pasé esos días en casa de Erick bastante satisfecha, pero llegó el día en que debía volver al galeón para zarpar...
- Muchas gracias por todo, pero hoy debo irme.
- ¿Qué? ¡No! No te vayas por favor.
- Erick, tengo que zarpar.
- ¿Pero qué le pasa a tu capitán? ¿No te puede dejar aquí y ya?
- Jeje no, yo soy la capitana, no puedo dejar a mi tripulación.
- Tu, ¿tú qué?
- Yo soy la capitana.
- Un momento, ¿cómo se llama tu galeón?
- ¿No lo sabías? Es el Ocaso.
- El, ¿el Ocaso?
**-Narra Erick-**
No puedo creerlo, Marina, ¿Mar es mi rival?
N-No puede ser cierto, yo, yo no quiero matarla, pero es ella quien tiene los documentos del Alba.
- Mar.
- ¿Qué?
**- Narra Marina-**
De repente Erick cambió de actitud; su mirada reflejaba odio.
- Lo siento - dijo y me tomó del brazo y me jaló.
- ¿Qué haces? ¿A dónde me llevas?
- Quiero disfrutarte por última vez.
- ¿Qué? ¿A qué te refieres?
Erick me llevó a su habitación y me tiró a la cama poniéndose encima de mi y besándome apasionadamente.
- P-para - le dije toda sonrojada, él se había contenido hasta ahora - t-tengo que irme.
Él me miró intimidante y desgarró mi ropa...
Tengo miedo...
Mucho miedo...
Él se había ganado mi confianza.
Holi 7w7)
Jajwjwksjjejwksk
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No se pierdan el próximo capítulo...
Bye <3
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