Epílogo
En caso de que no puedan leer el capítulo completo, podrían intentar eliminando el libro de la biblioteca y volviéndolo a agregar, a veces wattpad se come partes de los capítulos -.- lo estoy subiendo completo, cualquier cosa solamente comentar y yo con gusto les responderé. Ahora sí, sin más interrupción, sigan leyendo :3
-Y-Yo... no sabía lo que te había sucedido, ese maldito hijo de puta va a pagar toda esa mierda que te hizo, te lo prometo- SeokJin abrazó a NamJoon y este se recostó en su alfa para inhalar su olor calmándose poco a poco.
-No te preocupes, Jinnie, poco a poco voy superando toda esa mierda que viví y te lo agradezco mucho puesto que tú eres esa persona, junto a mi pequeño Hobi, que me hizo querer salir adelante, y ahora se unió un pequeño más a la lista.
-Bueno, debemos ponernos en marcha, el niño no se va a rescatar solo- el joven detective que habían contratado se puso de pie y se dirigió hacia su laptop.
- ¿Qué planea hacer?
-Bueno, haremos lo siguiente...
[***]
-Está bien, iré a la dirección que mandaste, pero con una condición- el omega decidió llamar al alfa ni bien el plan fue hecho.
-Muy bien mi Koalita, me agrada saber que volverás a mi ¿Cuál es tu condición?
-Pase lo que pase dejarás ir a mi hijo, no le harás daño a él- los nervios se apoderaron de NamJoon, temía ser descubierto y malograr todo aquel plan que minuciosamente habían discutido minutos atrás.
- ¿Pase lo que pase? ¿Qué planeas mi pequeño Koalita miedoso? Nada más quiero recordarte que hagas lo que hagas jamás podrás contra mí, así que mejor desiste, ya sabes- una escalofriante pausa se hizo para luego de unos segundos escuchar un grito que heló la sangre de los presentes- por el bien de todos.
- ¿Qué has hecho, imbécil? ¡Te dije que dejes en paz a mi hijo!
-Te equivocas, Koalita, ese no fue tu hijo, fue un niño que pagó el precio de tu intento de engaño, el próximo puede ser nuestro hijo- el alfa del otro lado hizo énfasis en la palabra "nuestro".
-Maldito hijo de perra, deja libres a esos niños, no tienen la culpa de que seas un maldito enfermo, de que tu cerebro esté lleno de mierda.
-Respétame, cariño, te recuerdo que un paso en falso y rebano el cuello de tu hijo, una palabra más insultándome y te juro que te mando la cabeza del niño en una maldita caja.
-No te atrevas- el odio y el miedo se filtraron en aquellas palabras dichas entre dientes.
-Claro que me atrevo, ahora vas a hacer lo que te diré si quieres de vivo al niño- una silla siendo arrastrada se escuchó a través de la línea- Te mandaré por mensaje una dirección, vendrás totalmente solo, escúchame bien cariño, totalmente solo, quiero que vengas con las manos vacías.
Una carcajada cargada de ironía abandonó los labios del omega.
- ¿Sin dinero? ¿Un puto ávaro que incluso vendió a su prometido, me está diciendo que vaya al rescate de alguien sin dinero? ¿Qué mierda planeas, imbécil?
-Esa boquita, te dije que cuides tus palabras si quieres al niño vivo- un gritito se escuchó del otro lado de la línea- Pequeño, dile a papi que venga, que te rescate, que haga todo lo que papá Jong-in le pide, apúrate.
El pequeño HoSeok, quien estaba sentado en una silla de metal amarrado de brazos y piernas mientras su cabeza estaba bruscamente inclinada hacia atrás por el duro agarre en su cabello, le lanzó una mirada cargada de odio al alfa frente suyo.
-Usted no es mi padre, deje de mentir ¿Papi? - el menor dirigió ahora su mirada al celular- Papi, no vengas te lo suplico, este hombre no planea nada bue- las palabras del niño fueron cortadas por un fuerte golpe directo a su boca.
- ¡Maldito mocoso, no te dije que sueltes toda esa mierda, solo te dije que pidas por tu rescate! - un golpe tras otro fue lanzado al rostro del menor mientras gritos de dolor salían de sus labios.
- ¡Hijo de puta! ¡Suelta a mi hijo, joder! ¿¡Qué mierda le haces, imbécil!?
- ¡Te dije, mocoso de mierda, te dije! - el alfa dejo de lanzar puñetazos al menor y se dirigió al omega al otro lado de la línea- recuerda ser puntual, mi Koalita.
La llamada se cortó, a diferencia de las lágrimas que no parecían cesar de caer por las mejillas del omega al escuchar los alaridos de dolor de su pequeño hijo.
- ¿Qué voy a hacer? No me creyó ¿Y si daña a mi hijo? Y sí... Y si... ¿Y si lo mata? - el llanto en lugar de cesar parecía ir en aumento preocupando a los demás presentes.
-Mi amor, tranquilo, respira profundo y trata de calmarte, si nos desesperamos y nos ponemos en este plan no vamos a lograr nada- el alfa estrechó entre sus brazos al omega y este empezó a calmarse al sentir el aroma de su alfa.
-Debemos llamar a Kookie y a Tae para avisarles.
-Está bien, llámalos y luego vas a descansar, debes hacerlo cariño.
-Entiendo, iré a la habitación y los llamaré ahí, cualquier cosa me avisan.
NamJoon se encaminó a las escaleras no sin antes posar su mirada en el detective que lo estaba mirando fijamente, era una mirada cautelosa que le causó un estremecimiento, era como si leyera su mente y supiera cuál sería su próximo movimiento.
Una vez dentro de su habitación, NamJoon entró a su armario y tomó una mochila negra que estaba ahí dentro y colocó ahí dos de las armas que había comprado tiempo atrás por precaución y las colocó dentro, luego tomó una soga colocándola dentro.
NamJoon había mandado a modificar su armario luego de aquel infierno que vivió con Jong-in convirtiéndolo en un lugar con infinidad de cosas de defensa, desde armas hasta cosas sencillas como sogas.
Agarró también una polera con capucha, un cubreboca, unos lentes, unos guantes, un pantalón deportivo y unas zapatillas, todo de color negro para poder camuflarse mejor en la oscuridad de la noche.
Se vistió, agarró su mochila y se acercó a su menor hijo que yacía descansando en la comodidad de la cama.
-Mi vida, solo quiero pedirte una cosa, a pesar de que no me vayas a contestar porque estás dormidito, quiero que pase lo que pase sigas con tu vida, no importa si a papi le sucede algo y nunca más regrese, tú solo sigue adelante, se un buen profesional y un buen ciudadano, nunca olvides que papi te ama y que desde donde se encuentre siempre te va a cuidar.
El omega se inclinó y besó la frente de su menor hijo, se enderezó y tomó un post-it que tenía en su escritorio junto a un lapicero, y anotó la dirección del lugar.
Luego, tomó una de las cuerdas amarrando una de las esquinas a la pata de la cama y la otra la lanzó por la ventana.
Miró por última vez toda la habitación y al final posó su mirada en el pequeño que descansaba tranquilamente en la cama ajeno a la situación que le rodeaba.
Un sentimiento asfixiante se apoderó del pecho del omega dificultándole la respiración, era como un mal presentimiento atacándole.
Tomó un profundo respiro y bajó con la ayuda de la cuerda, una vez en el suelo, se encaminó a aquel lugar que le prometía o bien el salvar a su hijo y salir ileso, o bien la muerte.
[***]
-Señor, disculpe que me entrometa, pero creo que no debería dejar tanto tiempo solo a su omega- el detective dirigió su mirada al extremo superior de las escaleras inquieto por el pacífico silencio.
- ¿Por qué lo dices? - SeokJin, quien se encontraba sentado en un sillón con su laptop en el regazo, levantó su mirada y la posó en el joven detective.
-Cuando subió las escaleras noté algo sospechoso en él, pero no creí que fuera algo malo, digo, su hijo está secuestrado, pero ahora que lo pienso ¿Será posible que intente huir? Después de todo ya tiene la dirección.
-No lo creo- SeokJin cerró la laptop y la colocó en la mesita que había frente a él- confío en él ciegamente y sé que si tiene algo en mente me lo contará.
El alfa se puso de pie y se encaminó hacia la cocina donde se encontraban YoonGi y JiMin abrazados y hablando entre susurros mientras compartían tiernos besitos esquimales.
No queriendo interrumpirles, el mayor se dirigió al baño con la intención de lavarse el rostro y poder despejarse, en estos momentos no podía permitirse pestañear porque cualquier cosa podía ocurrir en el momento menos esperado.
Cuando se lavó el rostro, apoyó ambas manos en el lavadero y con la cabeza gacha, dejo libres todas las lágrimas de impotencia que se había estado guardando para aparentar fortaleza ante su omega.
Sabía que si se desmoronaba delante de él no podría ser su pilar, no podría ser quien lo reconforte, por eso prefirió guardarse toda esa impotencia que el omega no logró sentir por el lazo ya que se encontraba concentrado en encontrar a su pequeño.
Las lágrimas, amargas, empezaron a bajar por sus tersas y delicadas mejillas las cuales estaban ya sonrojadas por el esfuerzo de no soltar ningún sonido que delate su estado.
Su aroma se agrio con la tristeza y la rabia que seguía cada vez en aumento, con el asco que sentía por aquel hombre que tanto daño le había hecho a su pareja.
Su lobo empezó a removerse en su interior con furia, intentando tomar el control ante el lado humano, pero el sonido de unos golpecitos en la puerta logró que toda esa furia disminuyera parcialmente.
Aclarándose la garganta el alfa habló- ¿Quién?
-Yo, YoonGi ¿Podemos hablar?
-Claro, dame un momento.
Inmediatamente el alfa se lavó el rostro para eliminar todo rastro de lágrimas y el rojizo que dejaron a su paso en ciertas partes de su rostro, se secó con una toalla que había colgada y procedió a abrir la puerta.
-Dime ¿Qué pasó, YoonGi?- el mayor avanzó unos pasos saliendo del baño y cerrando la puerta tras él.
-No preguntaré si estás bien porque es muy obvio, tu olor te delata, pero ¿Deseas hablar?
-Y-Yo... está bien- las lágrimas se acumularon nuevamente en los ojos del alfa- ¿Sabes? Mis padres siempre me decían que un alfa no debería llorar, que un alfa debía ser alguien fuerte que no debía derrumbarse, así que siempre fui fuerte y mírame ahora, soy un maldito fracaso.
Las lágrimas volvieron a caer por las mejillas del mayor mientras su aroma volvía a agriarse, el omega frente a él dio un paso hacia adelante y le dio un abrazo tratando de darle fuerzas.
-Cualquiera puede llorar en el momento que desee, no por ser un alfa se te está prohibido llorar, esos son tan solo pensamientos retrógrados, si quieres llorar, llora, si quieres amar, ama, que te valga mierda la gente.
Una risa se escapó de los labios del alfa puesto que no era común escuchar de un omega hablando palabras soeces.
-Recuerda siempre esto, la gente siempre te va a criticar, hagas lo que hagas, seas como seas, que si eres gordo que bajes de peso, que si eres flaco que engordes, que si vistes así pareces drogadicto que si vistes de esta otra manera que eres un creído, nunca vas a terminar de contentar a la gente así que mejor se tú mismo y que la gente se metas sus palabras por donde no les entra el sol.
-Tienes razón, GiGi- el alfa se separó del omega y secó sus lágrimas- muchas gracias, yo... ya me siento mejor.
- ¿No me contarás lo que te pasa realmente?
-Yo... no me siento preparado para hacerlo, creo que mejor voy a ver a NamJoon.
-Claro, ve, no te forzaré a contarme, puedes hablarlo con tu omega y creo que será mejor.
-Gracias, GiGi, de verdad.
-Ya ya, ve.
Con una risa el alfa se encaminó escaleras arriba en busca de su omega sin saber la desagradable sorpresa que se encontraría.
[***]
-Mierda ¿Por dónde diablos era? Mi sentido de orientación apesta.
El omega, con teléfono en mano y Google Maps abierto, se encaminaba hacia la dirección que el alfa le había enviado anteriormente.
- ¿Será aquí? Este lugar apesta a la pura mierda ¿Es que este hombre vive aquí?
Con paso sigiloso, el menor se dirigió hacia la puerta de aquel edificio que estaba frente a él.
Se notaba que ese edificio había sido abandonado hacía años atrás por la humedad y el moho que adornaba cada una de las paredes.
Pedazos de pared estaban desprendidas y el techo faltaba en ciertos lugares, el olor en todo el lugar era repugnante, la oscuridad le daba un aspecto tétrico al lugar.
Parecía que aquel edificio era un lugar donde alquilaban apartamentos, pero algunos simplemente no parecían buenos para habitar, de hecho, ninguno lo parecía.
El omega se puso de pie para poder encaminarse dentro del lugar, pero un sonido tras él lo puso en alerta.
Una Cobra Real estaba tras suyo, moviéndose sigilosamente tratando de pasar desapercibida ante NamJoon para poder morderle.
Con cuidado, NamJoon sacó una de las armas que tenía un silenciador y con la puntería perfecta que tenía, disparó al reptil que se arrastraba por el suelo.
Guardó el arma en la parte trasera de la cintura del pantalón mientras sacaba la otra de la mochila y la colocaba a la altura de la cadera, tiró la mochila sin ver realmente dónde había caído y avanzó con demasiado sigilo.
Una vez dentro del lugar encendió la linterna de su celular y quedó sorprendido por la destrucción que había en aquel edificio en la parte interior, había una pequeña sala de espera de la cual lo único que quedaba era la pared que daba al exterior con astillas de vidrio.
Delante de esa pared había un mostrador donde suponía debía ir la recepcionista de aquel lugar, en aquella barra había una computadora en un estado deplorable, realmente dudaba que aquel aparato funcione, pero inmensa fue su sorpresa cuando este encendió.
En la pantalla de inició vio tan solo un archivo, un pdf para ser exactos, cuando abrió el documento logró ver que habían más de doscientas páginas, todas imágenes.
La imagen que encabezaba la larga lista era un plano, supuso que del lugar donde se encontraba, siguió bajando y la siguiente imagen heló su sangre, sintió su corazón palpitar con rapidez y unas fuertes arcadas.
La imagen era nada más y nada menos que un niño, totalmente desfigurado, descuartizado y con la piel destrozada, parecía que la foto había sido tomada días después de su asesinato, el niño descansaba sobre un inmenso charco de sangre seca y la expresión que apenas se lograba diferenciar era del horror y dolor puro.
Siguió bajando rápidamente sin prestar atención realmente a las imágenes de las cuales se repetía el mismo escenario, niños descuartizados.
Cuando llegó a la última página y leyó lo que encabezaba la hoja sintió como sus ojos se llenaban de lágrimas y la desesperación crecía en su ser, era una imagen de su hijo, amarrado a una silla con golpes en el rostro y las frase "He could be the next" sobre esta.
Un sonido repetitivo de pisadas acercándose lentamente empezó a resonar por el vacío y destrozado lugar. El omega empezó a ver a todos lados, buscando el lugar de dónde provenían las pisadas, pero no logró ver a nadie, era imposible ver a alguien más allá de lo poco que alumbraba su linterna.
Intentó buscar un olor a parte del repugnante que desprendía el lugar, pero no halló nada.
De pronto dejó de escuchar las pisadas y sintió el frío filo de un arma blanca en su cuello, sabía que ese podría ser su fin.
[***]
Las rápidas pisadas de alguien bajando las escaleras y el olor amargo de la desesperación empezó a inundar el lugar alarmando a los demás.
- ¡Joder, se escapó! ¡Jodida mierda! - el alfa llegó al primer piso e intentó ir hacia el exterior, pero un par de brazos se lo impidieron- ¡Maldita sea, suéltenme! ¡Tengo que encontrar a mi omega!
- ¡Cálmate, mierda! ¿Qué es lo que sucede? - JiMin soltó al alfa y colocó sus manos en los hombros del contrario- cálmate, dinos lo que pasa y así podremos actuar, en estos momentos actuar de manera precipitada no es la mejor opción.
-Con todo respeto, el joven JiMin tiene razón, si nos precipitamos entonces podemos causar un desastre, lo mejor es modificar nuestro plan y rastrear al joven NamJoon, no sabemos qué tiene en mente así que lo mejor es actuar precavidamente.
JiMin, YoonGi, SeokJin y el joven detective, se sentaron en los muebles del hogar para sí poder volver a crear un plan.
-Creo que deberíamos llamar a TaeHyung y JungKook e informarles de lo que está sucediendo.
-Creo que SeokJin tiene razón, después de todo ellos también son familia- JiMin dio razón a su mejor amigo.
- ¡Joder! ¿Qué mierda pasó por la cabeza de NamJoon al irse así sin más?
-Tranquilos todos, hay una solución, después de todo el señor NamJoon no fue tan inteligente al momento de escapar o simplemente esto estaba en sus planes, pero- el detective volteó la laptop para que todos vean la pantalla- no desactivó el GPS de su celular, aún podemos rastrearlo.
-Entonces ¿Tiene la dirección exacta a tiempo real de dónde se encuentra? - SeokJin se puso inmediatamente de pie.
-Exacto, creo que debemos ir después de tener un buen plan.
[***]
-Suéltame, imbécil.
-Lo veo y no lo creo, mi pequeño Koalita sacó sus garras y ahora sabe cómo defenderse.
-Todo esto es gracias a ti ¿O debería decir que es por tu culpa? - el omega le lanzó una mirada cargada de ironía.
-No Koalita, yo no te puse una pistola en la cabeza y te dije que te conviertas en lo que ahora eres- el hombre se acercó a NamJoon y le tomó del mentón.
-Y a ti nunca te pusieron una pistola en la cabeza para violarme y hacerme la vida una completa mierda- las palabras salieron con tal odio que sorprendieron al alfa.
Con una mueca cargada en sorpresa, Jong-in retrocedió unos pasos, el omega logró ver una chispa de una amalgama entre arrepentimiento, vergüenza y rabia.
-No te atrevas a hablarme así, mocoso- Jong- in le dio la espalda al omega y se encaminó hacia uno de los lados oscuros de aquel lugar.
El omega se encontraba de rodillas en aquella siniestra habitación, sus manos estaban atadas y siendo haladas hacia arriba, se encontraba en el centro de aquella siniestra habitación, la luz iluminando solamente su cuerpo y dejando en penumbras el resto del lugar.
Las pisadas del alfa y el sonido del pesado respirar del omega rompían el tranquilo silencio que dominaba en aquel lugar.
-NamJoon- la voz del alfa cambió y se escuchó más sombría- mi propósito nunca fue el secuestrarte, mucho menos el hacerte daño, realmente no quería hacerlo.
El alfa se acercó poco a poco al omega quedando en su campo de visión y siendo parcialmente iluminado por la luz que cubría al omega.
- ¿Entonces por qué mierda lo hiciste? - las lágrimas poco a poco fueron bajando silenciosamente por las mejillas de NamJoon- ¿Sabes todo el dolor y el trauma que me dejaste? Todo ese tiempo yo no pude dormir bien, no quería ni comer, me destruyeron la vida tanto tus amigos como tú- el odio se filtraba en cada palabra que salía de los labios del omega.
-Perdón, realmente lo siento, ellos me obligaron a hacerlo, si no lo hacía entonces nos matarían a los dos.
- ¿Por qué?
-Porque yo nunca debí tener una relación contigo, se me estaba prohibido.
[***]
- ¿Estás seguro que es por aquí?
-Si, joven JiMin, es por aquí.
-Pero se ve realmente mal ¿Seguro?
- ¿Qué esperabas JiMin? ¿Un lugar muy lujoso para para secuestrar a alguien? No seas estúpido- SeokJin le dio un zape en la nuca a JiMin recibiendo una queja de su parte.
-Bueno, pero no te me esponjes, solo preguntaba.
Y así entre refunfuños, regaños y silencios tensos e incómodos, los tres, SeokJin, JiMin y el detective, se dirigieron hacia el lugar donde indicaba el GPS del celular del omega.
-Aquí indica que este es el lugar, pero ¿Por qué no lo vemos? - todos empezaron a buscar hacia todos lados y se encontraban en un lugar rodeado de árboles y oscuridad.
SeokJin dio un paso y sintió como algo bajo sujo crujía, miró hacia abajo y se percató que era el celular del omega.
- ¡Puta madre! Acabo de pisar el celular ¡Maldito! - SeokJin se agachó y cogió el aparato con una de sus manos.
- ¿Aún prende?
-Si, aun prende, no lo pisé tan fuerte, solo se le rompió un poco la pantalla.
-Entonces hay que revisarlo, a lo mejor encontramos algo ahí.
El detective agarró el celular y empezó a revisar mientras JiMin y SeokJin revisaban los al rededores, ambos con linterna en mano porque la oscuridad no les dejaba ver.
- ¡Creo que encontré algo! Miren.
- ¿Qué es eso? Nunca hemos ido a ese lugar ¿Por qué tendr-? Ahí está ¿Verdad? - SeokJin miró al joven que tenía el celular en la mano.
-Si, estoy seguro que sí, y yo sé dónde es ese lugar.
- ¿En serio? - JiMin estaba sorprendido y una ligera desconfianza se apoderó de su pecho.
-Si, solía vivir ahí, es un lugar de residencias, pero fue abandonado hace mucho y se fue deteriorando poco a poco.
-Bueno, entonces si conoce ¿Qué esperamos?
Los tres se encaminaron hacia el auto en el que había llegado y se dirigieron hacia el lugar de la foto.
[***]
- ¿Prohibido? ¿Por qué? Digo, no tenía un mal pasado antes de estar contigo.
-Si, pero yo estaba comprometido con alguien- la sorpresa y el dolor en el rostro del omega le dolieron al alfa quien aún seguía amando al omega- ¿Recuerdas nuestra cita donde te dije que mi familia era de un estatus social alto?
-Si, lo recuerdo, ojalá nunca haya pasado eso, realmente ese fue el, pero día de mi vida.
La manera en que lo dijo le dolió profundamente al alfa, le dolía el odio con el que el omega se dirigía a él puesto que el aun recordaba las miradas y palabras de amor que este años atrás le dirigía.
-Bueno, sabes que en el mundo de los negocios de la clase social alta siempre hay matrimonios planeados y todo eso.
-Lo sé.
-Bueno, ese es mi caso, te voy a contar una historia ¿Está bien?
-Te escucho, de todas maneras, no tengo otra opción.
-Cuando yo era niño, mis padres siempre me decían: tú eres un hombre, serás un gran alfa. Cada que yo caía y lloraba, mi padre con voz firme siempre me decía que los hombres no lloraban y que si seguía derramando lágrimas me iba a botar de la familia- la mirada del alfa, mientras relataba la historia, se perdió en algún punto de la habitación...
...Fui creciendo con aquella enseñanza machista, con mano dura, gritos, insultos y golpes porque mi padre solía decir que un hombre debía ser educado de esa manera para que cuando creciera no sea una decepción para la familia. Cuando crecí, tendría unos diecisiete años, pasó lo peor que pudo haberme sucedido.
-Llegué ¿Madre? ¿Padre? ¿Hay alguien en casa?
- ¡Hijo! ¿Cómo te fue?
-Madre- el joven se acercó a su madre y le dio un beso en ambas mejillas- ¡Me fue excelente!
-Me alegro, cariño, vamos que tu padre nos espera en la sala- la mirada preocupada que le dirigió su madre le preocupó.
- ¿Qué pasó, madre?
-Tu padre, hijo... tu padre se enteró de todo.
- ¿¡Qué!? No... n-no... Oh joder ¡No! ¡Maldición!
-Si, hijo, será mejor que vayamos antes de que se enoje más de lo que ya está.
Ambos se dirigieron hacia la sala de aquel inmenso hogar y ahí se encontraron con el padre, un joven sentado en un sillón individual con el miedo brotando por todos sus poros y a una joven, con aspecto prepotente, en otro sillón.
- ¡Kyung-Soo! ¿Qué haces aquí? ¿Qué sucede?
-Siéntate- el padre, sin mirar a su hijo, le ordenó.
Jong-in se dirigió hacia el sillón donde se encontraba la joven y se sentó a su lado.
-¿Ya me dirán qué sucede?
-Cariño, llama a los guardias, por favor- aun sin dirigirle la mirada ni la palabra a su hijo, el hombre le habló a su esposa.
La mujer fue y trajo consigo dos hombres, altos y corpulentos, totalmente vestidos de negro.
- ¿Ya me dirán? - Jong-in empezó a mirar de su padre, al omega y del omega a los guardias.
-Agárrenlo y llévenlo al sótano.
Tras escuchar ello, los guardias tomaron uno de cada brazo al joven omega quien al instante empezó a intentar liberarse desesperadamente sin resultados positivos.
Cuando los guardias que llevaban al joven pasaron al lado de Jong-in, este percibió un ligero aroma diferente en el omega, no lograba descifrar qué era.
Cuando todos estuvieron abajo, a excepción de las dos mujeres puesto que eso era cosa de "hombres", la desgracia para Jong-in y su omega empezaron.
- ¡Suéltalo maldito imbécil! ¡Te dije que lo dejes en paz! - el alfa tuvo que ser sostenido por los dos guardias al intentar detener a su padre.
- ¡Cállate, carajo! - el alfa mayor le propinó una cachetada que dejó marca y un silencio sepulcral.
- ¡Eres un idiota! ¡Te odio! - Jong-in le escupió a su padre en el rostro recibiendo un golpe al abdomen que lo dejó sin aire.
-Cuida tus palabras mocoso, a mí no me hablas así- el padre se acercó al omega colgado de manos por unas cadenas y le susurró al oído: "Tu fin ha llegado"
El omega, tras escuchar aquellas palabras, empezó a temblar y a llorar desesperadamente por el terror.
- ¿Realmente creías que no me iba a enterar? ¿Eh? Es que son tan idiotas que ni siquiera trataban de salir a lugares menos transitados.
-Lo que haga con mi puta vida no es tu maldito problema ¡Déjame en paz, carajo! Tantos años bajo tu puta manipulación... Ya basta.
Jong-in siempre se enorgullecía por ser un alfa que nunca lloraba y que no dejaba ver sus sentimientos, hasta que conoció a ese tierno y amoroso omega con quien todo fluía.
Y el verlo ahí maniatado, con su mirada cargada de terror y su rostro bañado de lágrimas, simplemente le destrozó, porque él creía que lo que le estaba sucediendo era su total culpa.
Él sabía lo que podía suceder, sabía que su padre podría hacerles eso porque le avisó, le dijo que no lo quería ver con un omega varón, porque ya tenía planes para su futuro.
Y eso era lo que más le enfurecía, porque él quería hacer con su vida lo que desee, no limitarse a ser un alfa lleno de estereotipos, frío, con una vida planeada por terceros y manipulado como un títere.
Un golpe resonó por toda la habitación, dos alfas enfurecidos y un omega sumamente aterrado era lo que había en dicha habitación.
-Ya te he dicho miles de veces que cuides tus tonos conmigo.
El padre alfa se acercó a una mesa llena de armas punzo-cortantes que se encontraba al lado del omega y tomó una de las tantas armas blancas.
- ¿Sabes que haré con este hermoso cuchillo?
- ¡No te atrevas! - Jong-in inmediatamente se colocó frente al omega- no lo matarás, sobre mi maldito cadáver.
-Retírate- el tono con el que habló el alfa causó un escalofrío a ambos.
-No lo haré, protegeré a mi pareja cueste lo que cueste.
- ¡Te he dicho que te retires, mierda! ¡Muévete si no quieres que mate a esas dos escorias tras tuyo!
Aquella frase dejó más que confundido por un momento al alfa ¿Dos? Pero si detrás suyo solo estaba su pare-... El alfa logró comprender a qué se refería su padre y aquella noticia le cayó como balde de agua helada, su omega estaba en cinta.
-Hijo de puta- aquellas palabras salieron entre dientes- deja a mi pareja y mi hijo en paz si no quieres conocer realmente quién soy- el odio brotaba por cada palabra dicha y en la mirada que le daba a su padre.
Los sollozos del omega aumentaron cuando su alfa se lanzó contra su padre empezando una pelea a puño limpio siendo el alfa mayor quién recibía la mayoría de los fuertes golpes, como si dejara que el menor desquite toda su furia.
- ¿Acabaste?
- ¡No!
Y así continuaron, en una lucha aparentemente interminable hasta que el alfa menor sintió el agotamiento apoderarse de su ser.
- ¿Ahora si ya terminaste?
-Si.
-Entonces me toca a mí.
Y sin ningún remordimiento, el alfa mayor, con la perfecta puntería que tenía, apuntó y lanzó el cuchillo directamente al vientre del omega tomando desapercibidos a los dos contrarios.
Dos gritos desgarradores resonaron en la habitación seguidos de un ligero eco causando que la escena se vuelva aún más tétrica de lo que ya era a vista de los dos implicados.
- ¡Mi amor! ¡No! ¡No! ¡Maldito! ¿Cómo mierda te atreves? - las lágrimas bajaban desgarradoramente por las mejillas tanto del alfa menor como del omega.
- ¿Pero por qué lloras, hijo? Si yo recién empiezo ¡Agárrenlo!
Loa guardias, quienes se encontraban a una distancia prudente siendo testigos de aquel asesinato a sangre fría, se acercaron hacia el alfa y lo agarraron uno de cada brazo.
- ¡Suéltenme, imbéciles! ¿Qué creen que hacen? ¡Carajo! - el joven alfa empezó a removerse tratando de zafarse sin éxito alguno.
-Hijo, mira atentamente y grábalo en tu cabeza, espero no volver a repetir esto, recuerda que cada omega que tu tengas en contra de mis planes, terminará de la misma manera.
Y sin decir más, el alfa mayor empezó a apuñalar repetidas veces el frágil cuerpo del omega, enterraba el cuchillo y lo arrastraba hacia alguno de los lados empezando a trazar zanjas de las cuales la sangre escurría sin intenciones de detenerse.
El joven alfa dejó de luchar contra los guardias y atónito observó la atrocidad que hacía su padre con el cuerpo de su omega.
Las lágrimas bajaban por sus mejillas en silencio por cada puñalada que recibía el joven frente suyo.
Por su mente cruzaron las sonrisas, los besos, los abrazos, las caricias que su omega le daba, aquellas veces en las que hacía pequeños pucheros para poder conseguir lo que quería, porque sabía que de esa manera podía conseguir hasta el mundo si lo desease.
Y ahora observar como el brillo se iba a pagando de los ojos de su omega, eran como miles de puñaladas directo a su ya sangrante corazón, el saber que nunca más iba a escuchar su voz, su risa, o simplemente poder sentir su cuerpo cálido, le desgarraba el alma.
Cuando reaccionó de su letargo, el joven observó furioso como su padre retiraba sin ningún remordimiento ese pequeño ser de apenas quince centímetros de longitud, aquel inocente ser al cual se le arrebataba la oportunidad de vivir y ser amado tan solo por un capricho de un hombre con un alma podrida.
Con furia, el joven tomó uno de los cuchillos que se encontraban en la mesa y enterró el arma en la espalda, sintió como el arma se atascaba en algo duro, había dado justo en la médula espinal, aquel hombre nunca más iba a hacer de las suyas sin recordar ese momento, porque nunca más iba a lograr caminar, era algo que lo iba a perseguir por toda su vida, y eso satisfacía grandemente al alfa.
El alfa, luego de terminar de contar su relato, omitiendo ciertos detalles que prefería guardarlos para sí mismo para no soltar en llanto, dirigió su mirada cargada de tristeza al omega.
- ¿Ahora entiendes mis razones? Yo realmente te amo, como no tienes idea, pero no quería que mi padre te matara al igual que lo hizo con... él.
- ¿Y esto que mierda tiene que ver con que me violaran de esa manera? Maldición, el que tú tengas un trauma no quiere decir que debes causármelo a mí.
-Mi padre me obligó a hacerlo, él se había enterado de nuestra relación y de que tú estabas en cinta, y me amenazó con matarlos a ambos si no hacía lo que él quería.
Un golpe resonó por todo el lugar poniendo en alerta a ambos.
-Un momento, ya regreso.
El omega sospechaba de quiénes eran, así que trató de hacer tiempo.
- ¡Espera! - el alfa volteó a ver al menor- ¿Por qué me secuestraste si esto no cambiará la opinión de tu padre?
-Porque si te tengo aquí encerrado mi padre no se enterará y no podrá interponerse entre nosotros, podemos formar nuestra familia aquí.
-Realmente estás demente ¿Cómo es que no me percaté cuando empecé a salir contigo?
-No lo estoy ¿Por qué dic.? - Un golpe, seguido de una gran cantidad de disparos resonó por todo el lugar.
El alfa rápidamente se colocó frente al omega y sacó una pistola de la cintura trasera del pantalón.
- ¿¡Quién mierda es?!
Segundos después, de entre las sombras de aquel lugar, ingresaron tres alfas con arma en mano apuntando directamente a Jong-in.
- ¡Jin! ¡Llegaste! - el omega se removió tratando de soltarse al ver frente a él a su pareja, su amigo y un joven que no lograba ver puesto que el alfa lo tapaba.
-Pero que sorpresa, miren a quién tenemos aquí, nada más y nada menos que al gran detective y mi gran amigo Eun-Woo.
- ¿Cha Eun-Woo? - el omega se sorprendió al escuchar dicho nombre.
- ¿Amigo? Por favor, yo jamás sería amigo de un maldito psicópata.
-Por favor, si fuiste tú quien me dio toda la información necesaria de mi amado omega, por cierto, te agradezco mucho por este hermoso lugar, realmente me ha servido de mucho.
-Por favor, sabes bien que no fui yo quien te dio la información sino mi gemelo.
- ¿No nos quieres contar el porqué de ser médico pasaste a ser detective?
SeokJin se fijó en el hombre frente suyo, sabía que los estaba intentando distraer.
-Porque un maldito psicópata violó a uno de mis mejores amigos y simplemente no se hizo la justicia que se debía, y porque mi herma- Un disparo cortó las palabras del detective y el caos se desató en el lugar.
Tras escuchar el disparo, los policías que se encontraban fuera ingresaron inmediatamente y los hombres que aún quedaban de Jong-in salieron de donde se encontraban.
SeokJin, mientras disparaba, se dirigió inmediatamente al centro del lugar donde se encontraba NamJoon.
-Monnie, cariño, ya estoy aquí y voy a sacarte, ya en casa hablaremos de lo que has hecho ¿Sí? a HoSeok ya lo rescatamos y lo tienen afuera en uno de los carros.
- ¡Mi bebé! ¿Cómo está? Ay, tonto, no creo que esté bien, pero ¿No tiene heridas muy graves, ¿verdad?
-No, no las tiene, vamos ya estás, apúrate que no tenemos mucho tiempo.
Luego de desatar las manos del omega, ambos se pusieron de pie rápidamente dispuestos a salir del lugar, pero Jong-in se interpuso entre ellos.
- ¿A dónde creen que van? Es mi omega, ni intentes llevártelo porque no lo permitiré.
-Por Dios, Jong-in, entiende que no te amo y que tengo pareja, y es mi predestinado, por favor simplemente olvídate de mí.
- ¡No! ¡No! - el alfa empezó a negar repetidamente con la cabeza- No lo haré si no eres mío simplemente no serás de nadie.
- ¡Deja de decir tonterías, maldición!
- ¡No son tonterías! Es la verdad.
Dicho esto, un disparo resonó en los oídos de SeokJin, un disparo del cual es sonido se le hizo más fuerte por sobre el sonido del resto de disparos de la batalla que había dentro del lugar.
Un disparo que acabó con la vida de lo que más amaba.
Un disparo que acabó con la vida de su pareja.
Con la vida de NamJoon.
SeokJin reaccionó y tomó entre sus manos a NamJoon antes de que este caiga al suelo.
- ¡Imbécil! ¿Cómo mierda te atreves? ¡Joder, no! - las lágrimas empezaron a bajar por las mejillas del alfa y un sabor amargo se instaló en su garganta dificultándole el habla.
Un silencio sepulcral rodeó al alfa quien estaba más pendiente de ver a su pareja que de lo que sucedía a su alrededor.
-M-Mi amor, no por favor, no me abandones ni te vayas de mi lado, yo te amo con todo mi corazón, cariño no puedes dejarme así ¡No, carajo, no! - las lágrimas quemaban al bajar por el rostro del mayor.
Los disparos al rededor cesaron, obteniendo una victoria por parte de la policía quiénes superaban en número a sus contrincantes, arrestándolos y sacándolos del recinto trasladando así el bullicio afuera del lugar.
Un último disparo resonó y el sonido de un cuerpo chocando el piso fue lo último que escuchó el alfa mayor de su entorno antes de centrarse en el omega del cuál veía el brillo de sus ojos menguar lentamente.
-J-Jinnie, cariño, pro-prométeme algo- una tos seca salió de los labios del omega- cuida de mis dos angelitos, te lo ruego, te lo suplico- otra tos se escuchó- es el último favor que te pediré, que los cuides y los ames como lo haces conmigo.
-No, no lo haré porque de eso te encargarás tú, no vas a morir, no puedes, no- el alfa juntó su frente con la de NamJoon mientras sus lágrimas mojaban el rostro de ambos.
-Lo haré, no puedes simplemente decir que no moriré porque no quieres que suceda, así que prométemelo.
-Te lo prometo, te amo.
-Yo también te amo, no estanques tu vida por mí, sigue adelante, conoce más personas, ama, ríe, llora, pero no trunques tu futuro por una persona que ya no existe en este mundo.
-No lo haré, te amo demasiado como para hacerlo, no lo haré, no dejaré que tú también te vayas de mi lado.
-Por alguna razón es que esto sucede, sabes que el destino es caprichoso, lo que pasa son tan solo cosas del destino y es algo que nosotros no podemos cambiar.
- ¡Carajo! ¡Otra vez no, maldición!
El omega poco a poco empezó a cerrar sus ojos y pronunció un "te amo" para posteriormente soltar un suspiro y cerrar sus ojos para siempre.
Un grito desgarrador se escuchó por todo el lugar mientras el sonido de las sirenas resonaba causando aún más dolor al alfa al saber que llegaron demasiado tarde y no pudieron salvar al ser que más amaba.
Los paramédicos sacaron a rastras a SeokJin de aquella habitación mientras lo subían a una ambulancia y le aplicaban un sedante.
Todos afuera se enteraron de lo que sucedió con NamJoon, y HoSeok entró en un estado de shock del cual no daba indicios de querer salir.
Horas más tarde cuando el alfa despertó, lo primero que se le ocurrió hacer, fue acabar con su vida e intentó suicidarse, pero fue encontrado a tiempo y no pudo cumplir su propósito.
Los pequeños hijos de NamJoon no se encontraban en una mejor situación, ambos se encontraban totalmente devastados, después de todo era su padre quien había fallecido.
El entierro fue una ceremonia muy corta peor no menos dolorosa, los sollozos y gritos desgarradores por parte de la familia era lo único que se escuchaba, y la paz parecía respetar el dolor de aquellos presentes por lo cual no estaba presente en ese lugar.
El destino es caprichoso, no siempre las cosas salen como planeamos, valoremos lo que tenemos en el presente porque no sabremos si en el futuro aún las tendremos con nosotros, y no solo las cosas, sino también a las personas, quizá mañana más tarde aquella persona que amamos... sea arrebatada de nuestro lado.
Ama, no te retengas por rencillas del pasado. Perdona, no dejes que el rencor influya en una relación, pero por sobre todo valora, que no todo es eterno, recuerda que la vida es efímera y no sabes en que momento puede terminar.
FIN.
Literal este fue el capítulo más largo, más de 6700 palabras y sentía que nunca iba a terminar jsjs, espero les haya gustado y más adelante corregiré cualquier error que encuentre.
¡Infinitas gracias por quedarte y leer hasta aquí! Espero haya sido de tu agrado ^^
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro