
Capítulo X
Capítulo X
Habían pasado casi tres semanas del estreno de su película y estaba siendo un éxito en todos los lugares donde se proyectaba. Samanta estaba sumamente feliz, aquella película le había costado mucho trabajo; había pasado semanas enteras apenas durmiendo unas pocas horas, ensayando hasta altas horas de la madrugada y ahora ya sabía que todo eso había valido la pena.
Aquel día habría una fiesta muy importante en Hollywood, no podía faltar, lo cierto era que Samanta ya no era de fiestas, ya no le gustaban tanto y trataba de evitar la mayoría. Se decía a sí misma que ya había madurado, o tal vez ya era demasiado aburrida, pero lo cierto era que ya no solía gustarle ese ambiente de fiestas y alcohol que siempre estaba presente en esa vida de celebridades, su propia vida. Pero esta era una fiesta importante, la daba uno de los productores más importantes no sólo de Hollywood sino de todo el mundo y Samanta era una de las invitadas estelares.
Y allí estaba ya, con Rachel y sus dos mejores amigos, Matt y Heather también acompañados de sus parejas. Estaban en una mesa solo para ellos, en la terraza de la enorme casa, propiedad de aquel productor. Ahí había otras mesas también con diferentes personas, la mayoría celebridades. La terraza era el lugar que llevaba hacia el interior de la enorme casa donde también había muchas más personas.
De pronto, Samanta volteó observando que alguien iba caminando por aquel pasillo, una persona que ella conocía muy bien. No podía ser ella, se dijo. Solo la observaba de espaldas, no había visto su rostro, por lo que pensó que era una confusión. Hasta que Matt se levantó de la silla y caminó, casi corriendo hacia ella.
─ ¡Lenny! ─gritó con emoción.
Lena volteó y con una gran sonrisa lo saludó.
En ese momento Samanta la observó; tenía un rostro lleno de sorpresa, los ojos abiertos y la boca sin cerrar completamente. Hasta que sus ojos se encontraron con los de ella, desviando la mirada inmediatamente. ¿Qué hacía ella ahí? Se preguntó. Cuando Heather notó lo que estaba ocurriendo y antes de que pudiera decir cualquier cosa, Samanta habló.
─Creo que es mejor que nos vayamos, Rach.
Rachel frunció el ceño, ella también la había visto, había visto por fin en persona, a la gran cantante Lena Evans, la ex novia de su novia.
─No ...─respondió con un tono tajante, haciendo que ahora Samanta frunciera el ceño. ─ ¿Por qué, Sam? No tiene mucho que llegamos.
Heather observó a su novia y a la novia de Matt, el ambiente estaba sumamente tenso, todas se quedaron calladas, observándose unas a otras.
Samanta suspiró.
─Muy bien Rachel, tú puedes quedarte si quieres, yo me voy ─respondió fastidiada.
Rachel negó con la cabeza, el enojo ya podía notarse en cada parte de su rostro.
─Está bien, me quedo ─respondió con el tono molesto.
Samanta se levantó negando con el rostro e inmediatamente salió de ahí.
***
Lena no pudo evitar notar que al fondo de ese pasillo en aquella terraza estaba ella, cuando volteó y vio a Matt, sus ojos rápidamente se desviaron hacia ese lugar y la vio, ahí sentada, mucho más bella de lo que recordaba, con esos ojos azules intensos observándola, notó también cómo no podía sostenerle la mirada. Tampoco pudo evitar notar que a su lado estaba aquella mujer, la misma de todas las fotos, era su novia claramente.
Se dio cuenta también cuando se levantó y se fue. Una parte de ella quería ir detrás, pero no podía hacerlo, no había razón en hacer aquello. Pensó en lo que Daniel le había dicho, le había dicho que podía hacer que se encontrara con ella, con Samanta, que Lena solo tenía que pedirlo, pero Lena se había negado. A veces le molestaba aquello, era como que si solo pedía algo podía tenerlo sin importar nada más, más que sus propios deseos, no importaba nada más que eso, solo importaba lo que ella quisiera en el momento que lo quisiera. Pensó si Daniel habría planeado aquello, que Samanta estuviera ahí en aquel lugar. Pero la conocía a la perfección, si Samanta no quería hacer algo no había fuerza alguna, ni persona ni dinero que la obligaran a hacerlo.
Siguió conversando con Matt, en verdad le daba mucha alegría verlo, él había sido su amigo durante todos esos años y aunque los últimos años cuando ella se mudó a Europa no podían verse, no habían perdido el contacto. Matt era amigo de ambas, de Lena y de Samanta, aunque sabía que ahora lo era más de Samanta que de ella.
─No puedo creer que esté frente a mí Lena Evans, ¡la cantante más famosa del mundo! ─decía Matt, con emoción y de manera divertida.
─No seas tonto ─respondió Lena también con diversión─ para ti solo soy Lena...
─Lo sé Lenny, lo sé, estoy bromeando. Te he extrañado tanto ─dijo, dándole un abrazo con ternura, el cual Lena respondió de igual manera. ─ Pero, ¿qué haces aquí?
─Bueno, mi gira termina acá, llegué hace unos días y los últimos conciertos son en unos días. Pero Alfred me invitó a esta fiesta y ya sabes, me dijo que no podía negarme porque tenía que hablar conmigo, entonces, aquí estoy ─sonrió sutilmente─ no tenía idea que iban... ─tragó saliva y se retractó en sus palabras observando al fondo de la terraza─ que ibas a estar aquí...
─Ya sabes que Alfred es muy discreto con quien invita. No le dijo a nadie que vendrías tú, supongo que para no causar tanto alboroto porque Lena Evans estaría aquí... ─Matt llevó una de sus manos al brazo de Lena, sosteniéndola con cariño, en verdad le daba gusto verla─ Pero Lenny, cómo es eso que estás aquí hace unos días y no me habías avisado ─dijo Matt simulando enojo, luego sonrió...
─No quería causar algún... problema ─respondió Lena sutilmente, con un tono apenado, haciendo una mueca con la boca y de nuevo observando hacia aquella mesa, donde Rachel la observaba con una mirada que no era para nada amable...
Matt sonrió, sabiendo a lo que se refería, asintió.
─No te preocupes, mi amor. Pero tenemos que ponernos al día...
Lena sonrió y asintió, después de eso ambos quedaron de verse días después, pues Lena tenía que ir con Alfred al interior de su enorme mansión. Con un abrazo se despidieron y Matt regresó a la mesa, donde se dio cuenta que Samanta ya no estaba y que todas estaban sumamente calladas.
─ ¿Cómo se te ocurre? ─le dijo Heather con seriedad. Matt alzó los hombros...
─Heather, ella también es mi amiga... lo siento Rach ─le dijo dándole un ligero apretón de manos, Rachel sonrió sutilmente.
─No te preocupes, el problema no eres tú ─respondió Rachel sonriéndole con sutileza, observando hacia el pasillo, donde segundos atrás había estado aquella mujer que era como un fantasma, una aparición, incluso a veces parecía algo inalcanzable, algo de otro mundo; pero que ahora ya había visto ahí de carne y hueso a pocos metros de ella.
***
─Te tengo una propuesta, Lena ─decía Alfred mientras servía dos copas de whisky, estaban en su enorme suite, Lena, el productor Alfred Combs y su novio, otro productor importante del medio.
Lena tomó el vaso lleno de whisky que Alfred le extendió y le hizo la seña que continuara.
─En realidad son dos, a ver cuál te gusta más ─volvió a decir sonriendo, Lena frunció el ceño─ ya sé que te has retirado de la actuación y que ahora tu vida es la música y bueno está de más decir lo que ya sabemos todos de tu carrera musical. Pero queremos que salgas en nuestra próxima película─ Alfred hizo una pausa y le dio un sorbo a su whisky─. Tenemos pensado hacer un musical llevado a la pantalla grande, un musical de una de las grandes cantantes de los años 80, tú la interpretarías, por lo que te imaginarás que podrás no solo actuar sino cantar también...
Lena suspiró.
─Yo... lo cierto es que no planeó volver a la actuación, Alfred, agradezco tu propuesta y que me la hagas justamente a mí, pero...
─La otra propuesta ─interrumpió Alfred─ es llevar tu historia a la pantalla grande...
Lena abrió los ojos y la boca en señal de sorpresa...
─Tu historia es digna de contarse, Lena, una cantante que empezó en bares, tuvo algunas actuaciones en Broadway, después saltó a la pantalla grande, le fue bien; pero que de pronto, con su enorme talento, se ha convertido en la cantante más famosa del mundo. Ya has conquistado literalmente el mundo con tu música, a los... ¿qué? ¿30 años? Una mujer que aceptó que le gustan también las mujeres, que es libre con su sexualidad... Digo, una historia digna de la pantalla grande.
─Alfred ...─comenzó a decir Lena, le dio un pequeño sorbo a su trago de whisky y continuó─ yo... ¡vaya! Te agradezco estas propuestas, sobre todo esto... llevar mi historia al cine, ¡vaya! Pero no... no estoy segura que quiera contarla... es decir, es mi vida, toda mi vida, no sé si quiero exponerla y...
─Lo entiendo, Lena, pero piénsalo... es tu momento, estás en la cima, no creo que haya una sola persona que no quisiera conocer tu vida y eres un ejemplo de vida, aun en este mundo actual ser libre para ser quién eres es tan complicado, eres un ejemplo, Lena...
Lena levantó una ceja e hizo una mueca, sonrió de medio lado, ella no estaba de acuerdo en eso, no lo era para nada, no era un ejemplo de nada, no como iba su vida últimamente.
─Yo... ─Lena se quedó sin saber qué decir...
─Solo piénsalo, no queremos una respuesta inmediata, piénsalo Lena ─dijo Alfred sonriendo y observando a su novio que se encontraba a su lado, el cual le regresó la sonrisa y observo a Lena asintiendo.
Lena regresó aquel asentimiento y sonrisa para minutos después despedirse de ellos, le pidieron que se quedara a la fiesta, pero Lena no quiso, se sentía cansada y prefería irse a descansar a su hotel.
Subió a su auto, donde el chófer ya la estaba esperando, sacó el celular de su bolsa y se metió a la aplicación de los mensajes, se fue hasta los que tenía archivados, encontrándose con aquel número, justo el que buscaba. Lo abrió y comenzó a escribir, borrando cada palabra que escribía, hasta que se decidió, escribió de nuevo y lo envió. Antes de volver a guardar su celular, leyó en la pantalla eso que acababa de escribir:
Hola, Samanta. ¿Podemos vernos?
Con el nerviosismo visible en sus manos que ya no podían dejar de temblar, de nuevo guardó rápidamente su celular, observó la ventana mientras el auto al fin arrancaba.
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