• Historia •
Arriba de un árbol de Sakura, estaba recostado un chico, jugando con las flores que había en las ramas, se dice que él era la persona más pura y amable en el Templo Minamoto, quien lo conociera se impresionaría por aquella aura bondadosa que tenía, su personalidad tenía ese brillo de inocencia y pureza único.
El viento comenzó a soplar ligeramente, dejando caer algunos petalos de las flores del árbol, el joven veía con admiración aquel paisaje y sobre su rostro los petalos se posaban, en un momento una rama del árbol se quebró y el chico se sentó con cuidando buscando con la mirada la rama partida.
—bello árbol, yo te cuido...
Dicho esto el chico toco con su mano el tronco del árbol, cerro sus ojos y con su aura restauro la rama rota, cuando termino se acomodo de nuevo para descansar pero la voz de un chico lo interrumpió.
—neee~ Tomoki
—¿Uhm?
—Buenos días, Tomoki-san—hace una leve reverencia—.
—Buenos días Ao...—se recuesta boca abajo en la rama— ¿Qué tal todo? ¿Cómo esta la parejita del Templo?
—ríe— muy bien Tomoki-sa...
—la interrumpe levantando su mano— Tomoki-kun basta...o Tomo
—entiendo
—¿Están en su paseo matutino, Nii-chan?
—asiente— ¿Qué tal tu?
—descansado...¿Cómo te sientes Ao? Muy pronto van a casarse
—estoy muy nerviosa
—le sonrie calidamente— estoy seguro que serán la mejor pareja...gracias por aceptar a mi hermano, prometo que voy a apoyarlos y nunca dudes en pedir mi ayuda, solo quiero verlos felices
La joven sonrió ante tales palabras, pues confiaba plenamente en aquel chico, quien fue responsable que el amor entre ella y su pareja se hiciera realidad, además de ser la persona más honesta, justa y amable del templo, tenerlo con ellos era estar seguros y sin problemas.
[ .... ]
Años despues...
En un balcón un hombre se encontraba llorando, tratando de negar los gritos de dolor desgarrador que se oían en todo el lugar, una noche antes había cometido un pecado imperdonable y los gritos que se combinaban con las lagrimas, era el resultado de sus actos.
—hermano, perdón por manchar tu nombre pero...¡Te pongo de testigo que lo que hice...
El hombre se soltó a llorar con tal dolor, se derrumbó en el suelo abrazandose a si mismo mientras de sus ojos salían las lagrimás más amargas posibles.
—¡Tu eres testigo que lo que hice fue porque no quiero que mueran! ¡No soportaría ver morir a tus nietos, a mis nietos en manos de esas personas!...
"¿Lo has escuchado? ¿Has escuchado como el ser más puro se consumió en soledad por culpa de las personas que no supieron cuidar esa nobleza entregada por las Deidades del Cielo?
Se dice que encerrado entre toda esa neblina aun se haya ese corazón noble que alguna vez fue, pero jamás despertará, pues esta condenado a sufrir hasta que se rompa aquella maldición.
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#Hay cada idea que tengo me tortura por que no la escribo, ahora voy a dormir, tengo sueño.
Psd. Ahí deje otro secreto de esta familia.
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