Ese día,
la muerte
se llevo a
la flor más
hermosa.

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Una jóven de tal vez 24 o 26 años, se encontraba en el suelo frío y cubierto de nieve, era el ultimo día de invierno, dentro de unas horas entraría la primavera, se podía notar en las luces del cielo estrellado, era la vista más hermosa para aquella chica, juraría que era la primera vez que veía las estrellas brillar más que nunca.

Su cabello rubio platinado se teñía de rojo, la sangre comenzaba a escurrír por su frente, su respiración se hacía más difícil, le dolía respirar. Sus ojos color plata se comenzaban a opacar y en ellos se formaban pequeñas lágrimas.

Susurró débilmente, pensando que no estaba sola en sus ultimos minutos de vida.

—Asteria...

Hubo un silencio antes de que continuara.

—La noche esta muy hermosa hoy... ¿Recuerdas cuando jugabamos? ¿Aún le tienes miedo a la noche? ....

La chica tomo un gran bocado de aire para poder seguir hablando, aun que sabía que le quedaba poca fuerza.

—Asteria... ¿Puedes hacerme un favor? ¿Cuidarías de mis hijos? No quiero dejarlos solos...

Esas ultimas palabras las dijo en un susurro, para luego dar su ultimo respiro.  Sus ojos quedaron abiertos, en ellos se reflejaban las estrellas, a su alrededor se comenzó a derretir la nieve que había, el agua fría provocó que creciera el césped verde, algunas flores silvestres se asomaban.

Como si la primavera se hubiera enterado de la muerte de aquella chica, la recogió como a una hija más, su cuerpo de la joven fue juntandose a la tierra, formando un bello árbol, grande y fuerte, sus raíces sobresalían un poco y a su alrededor crecían flores cosmo de colores brillantes, aquel árbol tenía un aura cálida y las flores no eran cualquier cosa, tenían un significado, pero esa es otra historia.

[ .... ]

Una joven rubia corría por un gran laberinto, los ladridos de los perros la tenían asustada, ella sabia que aquel hombre la perseguía desde que tenía la edad de 13 años, tal vez creció siendo huérfana o tal vez no, ella no podía recordar su infancia del todo, era extraño, muy confuso, pero sin embargo, ella aún podía recordar con claridad, las historias que le contaba un hombre, tal vez esa persona que siempre recordaba, era su padre, no lo sabía, pero tenía la esperanza que así fuera.

Nunca comprendió por que la perseguían, ella no había hecho nada malo, pero siempre le llegaban cartas de amenazas, no importaba donde se escondiera, siempre la encontraban, incluso tuvo que separarse de su hermana, para no ponerla en el mismo peligro que a ella, sin saber que a ella también la buscaban.

Dos noches antes de ir a esa casa, ella había tenido una visión, donde veía a unos animales reunidos hablar, aquellos animales probablemente era espíritus como los que había en las historias que su "padre" le contaba.

—ese hombre al estar lejos no podemos perseguirlo

—logró escapar con la información

—las familias corren peligro

—Y dentro de unos años, las futuras generaciones estaran desprotegidas sino recuperamos esa información...

Aquellas palabras que escucho en la visión, provocaron en ella el querer ayudarlos, cosa que hizo sin pensar. Es por eso, que ahora mismo se encontraba en una persecución, había ingresado a aquella casa para robar aquellos documentos, que en realidad era un diario. El dueño del lugar se dio cuenta de su presencia y esa persona, era la misma que la perseguía desde joven.

Sus piernas dolían por tanto correr, el frío del ultimo invierno la debilitaban, cuando creyó que al fin saldría de aquel oscuro laberinto, un perro de caza la sujeto de la pierna, la hizo caer junto al diario que había tomado, más perros de caza habían llegado hasta ella, la mordieron de sus piernas de forma que no pudiera levatarse, el dolor la había hecho gritar de desesperación, la sangre escurría por sus extremidades, sin duda, era una muerte dolorosa y que no deseaba a nadie.

Unos segundos despues, los perros se habían detenido y frente a ella, aparecía aquel hombre que le había hecho imposible el vivir tranquilamente.

—sabia que algún día llegarías por tu cuenta... Espero te lleves grabadas estas palabras contigo... No hay persona que salga con vida por tratar de cuidar al Zodiaco Chino y los Espíritus Animales...

El hombre pasó a su lado y recogió el diario, lo guardó en el bolsillo de su abrigo. La chica por su parte, solo podía observar débilmente las acciones del contrario.

Soltó un ligero quejido de dolor cuando sintió como la tomaba del cabello y la arrastraba por el lugar hasta fuera del laberinto, al dejarla ahí tirada, le dispararon directo al abdomen, dejándola desangrar en el frío de la noche.

Y ante sus ojos, pasaron todos sus recuerdos de cuando era niña, aquel hombre que le contaba historias era su padre, al menos se alegraba de saber la verdad antes de morir.

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#Y así es como le arrebataron la vida, parece un personaje fuera de contexto, pero era necesario hablar sobre su muerte primero.

mariajosegloria

Así perdió Afrodita la vida y el próximo capítulo, como perdió la vida Asteria.