¿Alguna vez sentiste esa sensación extraña que sacude tu cabeza al punto de no pensar en nada más?

Cuando las luces ya están apagadas, en la frialdad de tu habitación.

Y de la nada te pones a pensar ¿Qué rayos será de tu vida en el futuro? En las ganas de tener una máquina del tiempo para renovar vivencias que nunca querrías olvidar. ¿Alguna vez pensaste en eso?

Yo lo hago todos los días de mi vida. No sé cuántas veces más se repetirá y mucho menos recuerdo cuando comenzó.

Solo sé que esta angustia que surge de la nada en mi interior no la puede calmar ni la persona que más quiero, aunque esté dándome un cálido abrazo reconfortante.
No puede detenerlo.

Por que no sabe mínimamente lo que pasa por mi cabeza o la cantidad las lágrimas derramadas cuando empieza mi soledad.

—A.N— Una noche de soledad.