Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

⓿❺❹. ❝De donde vengo❞

El resto de la semana pudieron aparentar de nuevo que todo estaba bien. Continuaron con su rutina familiar, ir a la escuela, al trabajo de sus padres, estudiar, ayudar con el trabajo, hacer tareas escolares y domésticas, sí, aparentaron a la perfección que la consciencia no les estaba matando.

Cada vez se convencian más de que era una pésima idea ocultárselos a sus padres, era evidente, pero Yeosang se recordaba a él y a todos que estaba seguro de que si les decía se iba a ir para atrás, no querría ir a buscar a las mujeres y ese no era el plan, quería ser capaz de enfrentar algo tan grande sin la ayuda de sus padres, estaba seguro de que eso demostraría que había alcanzado cierto grado de independencia y
autonomía.

Yeosang asintió en silencio al repetirse que todo iba a estar bien en su mente, sobresaltándose porque el ruido de la puerta deslizándose le sorprendió.ㅡ Primera parada, gaviotas, ¿Trajiste tu botella de agua JongHo?ㅡ Preguntó SeongHwa volteándose en su asiento para ver a su hijo con ropa deportiva asentir mientras levantaba una botella color negro, batiéndola para que se escuchase que tenía agua dentro antes de meterla a su bolso.

ㅡSi, ¡Ya me voy!ㅡ WooYoung ya se había bajado, esperando a que su hermano menor se bajara del carro para él regresar y cerrar la puerta. Llevando una mochila donde cargaba sus tenis, bloqueador, ropa extra y otras cosas que sus padres y entrenador le hacían llevar, se despidió de su familia con un movimiento de mano antes de dirigirse a paso lento a las canchas, más lento del que acostumbraría.

Por dentro, solo rogaba que se marcharan ya, porque si el entrenador lo veía y notaba que se escapaba del entrenamiento, llamaría a sus padres para notificarles de eso. Sin embargo, si faltaba sin más simplemente se ganaría un castigo para el siguiente entrenamiento.

El adolescente de quince pudo sentir el dolor que cargarían sus piernas cuando le pusiera a correr cincuenta vueltas a la cancha, pero se forzó a pensar que valdría la pena si ayudaba a su hermano.

Se pisó el acetato a propósito para deshacer el nudo de sus cintas, agachándose para tener tiempo. Se fijó levemente detrás suyo, notando que el automóvil no se había movido ni un poco, sus padres le miraban para asegurarse de que entrara al enrejado.

Hizo un puchero, volviéndose a parar para seguir caminando hacia el lugar, pensando en qué excusa podría inventarse para que el entrenador no llamara a sus padres si desaparecía de la nada. Un milagro apareció entonces, o eso vio JongHo.

ㅡ¡Hola!ㅡ Yuri le empujó levemente al legar con él.ㅡ ¿Y esa cara? ¿Por qué caminas tan lento?

ㅡHola Yuri, ¿Te llegó mi mensaje?ㅡ Ambos se detuvieron, el menor entre los dos frunciendo el ceño y bufando antes de hincarse para abrir su gran mochila y buscar el móvil. JongHo sonrió al ver que sus padres saludaron de lejos al de Yuri y arrancaron, marchándose y dejando de ver a los adolescentes.

ㅡ¡No me ha llegado nada!ㅡ Mostró el teléfono sin ningún mensaje recibido. JongHo le dedicó una gran sonrisa.

ㅡGenial, porque no te había mandado nada.ㅡ Antes del reclamo por parte de Yuri, JongHo continuó diciendo.ㅡ Escucha, tienes que ayudarme, ayudarnos. Hyung va a venir por mí y vamos a irnos juntos, no entraré al entrenamiento, así que cuando el maestro te pregunte solo dile que no me viste, y no sabes por qué no fui.

ㅡNo me va a creer, idiota, tú y yo hablamos todo el tiempo y él lo sabe.ㅡ Le recordó guardando sus cosas de nuevo para cerrar la mochila.

ㅡPor eso, sabrá que me estás encubriendo en algo y no dirá nada, si le dices que me enfermé o algo así se verá más sospechoso y va a llamar a mis padres.ㅡ Yuri escuchó bufando al final, fijándose en la calle y luego a la cancha.

El entrenado todavía no salía de la pequeña choza donde se guardaban todos los bates, conos, pelotas y demás cosas que solían usar para los entrenamientos.ㅡ ¿Y a dónde van?

ㅡYa te dije más que suficiente, sabes demasiado. Yuri, tendrás que callar toda tu vida y quizá algún día decida contarte qué hicimos.

El menor le pegó a su mejor amigo en el brazo, los dos volteando hacia la dirección de la escuela de arte a la que asistían sus hermanos, por donde Yeosang debería venir en unos momentos.ㅡ Me reiré mucho de ti el siguiente entrenamiento cuando tengas que correr. -quizá eso también significaba un "te voy a extrañar" porque solamente se veían en los entrenamientos actualmente.ㅡ Adiós Jong.

ㅡAdiós Yuyu, te compensaré el fin de semana, ahora si nos quedáremos despiertos hasta las cuatro de la mañana jugando.

ㅡAjá.ㅡ El alto entre los dos rodó los ojos y se adentró a las canchas, mientras JongHo se daba la vuelta y se fijaba en la calle, viendo a los pocos minutos a su hermano mayor correr hacia él. Yeosang llegó agitado, susurrando una disculpa junto a un "Apúrate" antes de tomar del brazo a su hermano y comenzara caminar alejándose de las canchas de béisbol.

Según habían visto tenían que tomar el tren para bajarse en una estación algo lejana y aparte tomar el bus. Por los nervios a ser descubiertos y la prisa, Yeosang no soltó del brazo a JongHo, apurándole para caminar a un paso rápido, casi tirando del
adolescente que no podía evitar mirar hacia su alrededor cada cierto tiempo, confirmando que no veia al automóvil de sus padres.

Ni si quiera dentro de la estación pudieron sentirse calmados, ambos temían tanto que alguien que les conociera los viera y se preguntaba qué hacían por ahí solos, sobre todo aquellos que sabían que a esa hora deberían estar en sus clases.

El tren llegó a la estación, Yeosang entrando todavía tirando de su hermanito para juntos ir hacia una de las partes del vagón más solitarias, sentándose juntos y observando con atención a la gente a su alrededor. Al no ver a nadie conocido, soltaron el aire de sus pulmones, sobre todo cuando las puertas se cerraron y el tren avanzó hacia la siguiente estación.

Yeosang cerró los ojos y se recargó en el asiento mientras a su lado su hermano abrazó su mochila mirándole con sus ojos atentos.ㅡ ¿Recuerdas en qué estación bajarnos?ㅡ Preguntó Yeosang, sonando tan calmado como si se fuera a dormir, lo que alteró un poco a JongHo pues no quería tener la responsabilidad de despertarlo llegado el momento.

ㅡNo.ㅡ Mintió. El pálido suspiró acomodándose para sentarse correctamente, sacando su teléfono para ver, enseñándole a su hermano el nombre de la parada y las que faltaban para llegar hasta ella. Hecho eso, volvió a guardarloy se acomodó cerrando otra vez sus ojos. JongHo le miró empujando su lengua contra la mejilla, pensando en qué podía decir para mantenerle despierto.ㅡ ¿Está seguro de que vamos al lugar correcto?

Se encogió de hombros.ㅡ Ni si quiera sé si sigan viviendo ahí.ㅡ Explicó.ㅡ Solo queda preguntar.

Frunciendo el ceño, el menor interrogó.ㅡ ¿No cree que pueda ver a su abuela y hermana hoy?ㅡ Se sentía raro decir esas palabras, se sentía raro que de pronto apareciera "otra" familia. Luego de ser solo cinco hermanos y tener los mismos familiares, de pronto habían aparecido más parientes. Una mamá (a quien no quería ni podía llamar así), una hermana, y una abuela.

JongHo pasó saliva, preguntándose si sin saberlo estaban provocando que su familia se desintegrará. Todavía temía por que BoYoung apareciera de nuevo en sus vidas, o que Yeosang pasara pronto más tiempo con su abuela y hermana que con ellos. Temió ante las ideas, amaba a su familia y no podía imaginarse que pronto se rompiera todo.

ㅡHyung, hay que volver.ㅡ El tono de voz, que demostraba que quería llorar, hizo que Yeosang se sentara derecho y mirara a su hermano con atención, preocupado de qué le estaba pasando para que de pronto actuase así cuando el mismo se ofreció para acompañarlo.ㅡ Me quiero ir a mi casa, hyung.

ㅡ¿Qué ocurre?ㅡ Preguntó volteando a ver a su alrededor, fijándose si había ocurrido algo.

JongHo arrugó su rostro.ㅡ Hay que bajarnos en la siguiente estación y volver, por favor.ㅡ Pidió.

Pasó un brazo por sobre los hombros de su hermano menor, abrazándole y sobando el brazo de JongHo para darle caricias suaves.ㅡ ¿Qué te ha pasado? Dime JongHo.ㅡ Le habló bajito, animándolo a que le contase qué era lo que le ocurría.

JongHo se removió, no era fan del afecto pero en ese momento agradeció mucho el abrazo.ㅡ Tengo miedo hyung, volvamos a casa, con nuestros appas.

Yeosang suspiró, sentía que ya habían llegado demasiado lejos. Negó suavemente, apegando un poco más a su hermano a él para que al susurrar le escuchase.ㅡ No va a pasar nada, ¿Si? Yo te voy a cuidar, aquí estoy contigo y vamos a volver en cuanto podamos.

Sorbiendo por su nariz, JongHo volvió a suplicar que por favor regresaran cuando Yeosang se removió sacando algo de la mochila que traía, la carta que le entregaron en la casa hogar.

Yang Min, la abuela de Yeosang, le dejó una carta junto al registro del pequeño en el lugar, una carta que especificaba en el sobre que solo podía habérsela entregado si Yeosang iba por su cuenta a preguntar por más datos de la mujer mayor. En la carta se disculpaba por haberle dejado en la casa hogar, explicando que ella quería lo mejor para ambos niños pero que solamente podía mantener a uno, así que se fue por la más pequeña mientras que el mayor fue puesto en adopción. Aseguro que si llegado el momento quería reunirse con ellas, podía ir a su hogar y que siempre sería bienvenido.

ㅡTengo que ir JongHo, sé que tu preferirías que olvidáramos todo esto.ㅡ Enfatizó moviendo su mano.ㅡ Pero tú no tienes recuerdos de tu vida antes de appa Hwa y appa Hong, y MinGi y yo sí. Sé que te enojaste cuando te enteraste de lo que hizo MinGi y de lo que yo quiero hacer, pero imagina que fuera todo distinto.

Acarició su cabeza, observando los atentos ojos que le prestaban toda tu atención.ㅡ Imagina que fueras adoptado en realidad por otra familia, y que tuvieses pocos recuerdos de appa Hwa y appa Hong, ¿No te gustaría saber qué fue de ellos? ¿Qué ellos sepan también de ti?

Pareció pensarlo un momento antes de responder.ㅡ Appa Hwa y appa Hong jamás nos abandonarían.ㅡ Yeosang sonrió, dándole la razón y respondiendo.

ㅡElla no me abandonó.ㅡ Movió nuevamente la hoja en su mano.ㅡ No porque ella quisiera sino porque era muy difícil. Eso dice aquí y lo creeré.ㅡ Suspiró. JongHo seguía observando a su hermano, pensando en lo que le había dicho, sin saber si confiar o no.

ㅡYeosang hyung.ㅡ Llamo.ㅡ ¿Y si no las encuentra?

ㅡSeguiré buscando.

ㅡ¿Aunque eso lastime a mis appas?

La pregunta golpeó con fuerza a Yeosang, quien se apartó de su hermano para ver su rostro y luego girar el suyo en otra dirección, al frente, pensando en lo que era correcto. Tardó en encogerse de hombros, acabando por pasarse una mano por la nuca con notable frustración.ㅡ No quiero decepcionarlos ni herirlos, eso no es lo que quiero... yo...ㅡ Levantó las manos a la altura de su pecho, queriendo moverlas para explicarse pero dejándolas caer con un suspiro.ㅡ Les diré lo que está sucediendo. Se los diré llegando a casa.

JongHo abrazó con más fuerza su mochila y volteó a otra parte, pensando que de nada serviría si ya se encontraban en camino. No habló más, ninguno de los dos, solamente aguardaron en medio de un ambiente tenso a que llegaran a la parada, Yeosang tomando del brazo a su hermano de nuevo pero esta vez JongHo se zafó a los pasos, susurrando que no necesitaba que lo guiara todo el tiempo.

JongHo tuvo que ser casi jalado del brazo por su hermano para bajarse del bus, no quería hacerlo, no viendo donde habían parado. Realmente sentía que se habían perdido, que la parada y el lugar en el que se encontraban era el equivocado, pero cuando bajaron y vio el nombre en la maltratada y vieja lámina en la parada, confirmó que no era así.

Los ojos de ambos se fijaron en el lugar una vez y el bus marchó. Había poca gente esperando a por otra ruta, sentados en la pequeña banca o de pie, todos con ropas sencillas o uniformes de trabajo, incluso vieron a una chica con un uniforme escolar que no identificaron en absoluto.

La calle estaba pavimentada, pero los años y el poco mantenimiento habían dejado una superficie desigual, con baches y hendiduras grandes.

Por la calle pasaban varios vehículos y motocicletas, todos de colores apagados, en realidad, parecía de pronto una película en tonos grises. Frente a los hermanos se encontraba una zona llena de viviendas pequeñas, todas de tonos bajos y con algunos objetos haciendo función de otros, como una cortina como puerta, carros abandonados y sin piezas al lado de las casas, tablas para sostener el techo y demás detalles que hicieron a ambos sentir una opresión en el pecho.

Yeosang carraspeó, sacando su teléfono para revisar hacía donde había que ir a continuación, notando que no era hacia donde estaban viendo, sino a espaldas.

Suspiró girándose, volteando y observando un descampado que tenía un camino marcado por las personas que pasaban diariamente entre las escasas hierbas secas. Tomó otra vez el brazo de su hermano, pero esta vez el menor no puso queja alguna, caminó pegado al pálido, volteando de vez en cuando a su alrededor mientras atravesaban el vació lugar.

Notó que se acercaban a un conjunto de chozas que guiaban a otra zona parecida a la que vieron al llegar, por lo que se preguntó en qué condiciones podrían encontrarse a las mujeres. El pensamiento de eso le hizo sentir un escalofrío, uno que empeoró al escuchar voces lejanas pero burlonas.

La cabeza del de quince se giró a su derecha encontrándose con un grupo de chicos, aproximadamente de su edad. Trataban de cubrirse de la vista de ellos detrás de un montículo y de un árbol seco, JongHo notó que arrojaban cosas a un bote, y que uno jugaba con un encendedor. Ese chico levantó la vista y le miró, alertando al resto.

ㅡHyung.ㅡ Susurró, empujándole para que captara y caminara más rápido.

Yeosang no comprendió hasta que escuchó un grito claramente dirigido a ellos.ㅡ ¡EH, NIÑOS RICOS! ¡Se han perdido!ㅡ Oyó risas, a lo que Yeosang aceleró el pasó llevándose a su hermano consigo, casi abrazándolo.

Se fijó entonces en lo mucho que deberían llamar la atención, con ropas no tan llamativas pero que sin duda desencajaban, JongHo cargando un gran bolso de una reconocida marca.

ㅡ¡¿Qué hacen aquí?!ㅡ Claramente no respondieron al grito de uno de los muchachos.

Justo se acercaron a la zona de pequeñas chozas a lo que se adentraron viendo a varias personas andar por ahí, algunos mirándoles con extrañeza y otros ignorándolos por completo. Yeosang ni dejó de caminar en ningún momento, apretando el celular en su bolsillo de la chamarra y el brazo de JongHo para mantenerlo pegado a él.

Alguien en notable estado de ebriedad les llamó cuando pasaron a su lado, pidiendo un poco de dinero pero ambos susurraron una disculpa antes de continuar su camino sin ninguna dirección marcada. No sabían a dónde ir, no realmente, pero entonces Yeosang recordó la carta, en ella venía una dirección, también le proponía que preguntase por el nombre de la mujer, ya que aseguraba que era bastante conocida por la zona.

Se detuvo junto a JongHo en una esquina entre las chozas, dejando a su hermano menor contra la pared para "protegerlo" con su cuerpo mientras buscaba entre sus cosas la carta.ㅡ Hyung, vámonos, por favor.ㅡ Susurró, pero en esta ocasión Yeosang ni siquiera le escuchó.

Leyó la carta en el punto exacto donde mencionaba la dirección (que en realidad solo eran indicaciones de cómo llegar y la descripción de dónde vivía), fijándose a su alrededor solo para suspirar frustrado, ni siquiera sabía que habia un orden en todo ese lugar.ㅡ Tendremos que preguntar.ㅡ JongHo negó cuando otra vez fue tomado del brazo, caminando junto a Yeosang.

Lo más complicado para el mayor fue ver a quién podría consultar, había gente, pero la mayoría les miraba con despectividad, como preguntándose qué hacían dos muchachos así en un lugar como ese. Terminó por dirigirse a un hombre que estaba sentado arreglando unas piezas de hojalatería, trabajando.

ㅡBuenas tardes.ㅡ Saludó Yeosang con una reverencia.ㅡ Uh, sé que podría sonar raro pero ¿Sabe de Yang Min?

ㅡBuenas tardes.ㅡ Respondió el saludo antes de negar.ㅡ No puedo ayudarte, no la conozco.

Con un agradecimiento, se retiró, así como con las siguientes personas que negaban saber de la mujer, alguien solamente se rio y les dijo que ya no vivía ahí antes de marcharse riendo, sin dejarles claro a los muchachos si se trataban de una broma o si hablaba en serio.

El adolescente mayor suspiró frustrado sabiendo que no podía quedarse para siempre ahí preguntando a cada persona si sabía de la mujer, sería imposible, aparte de que no podían quedarse demasiado tiempo allí, había que volver antes de que sus padres pasaran a por ellos a la escuela de arte.

Cansado y frustrado, volvió a detenerse poniendo a JongHo frente a él, sacando su teléfono para fijarse que MinGi había dejado un mensaje pidiendo que llamaran.ㅡ Hola.ㅡ Saludó a su hermano por el teléfono.

ㅡHola, ¿Cómo están allá?ㅡ Quiso saber MinGi.

ㅡYa me quiero ir.ㅡ Susurró JongHo.

Yeosang le revolvió los cabellos.ㅡ Estamos bien, preguntaré un poco más antes de irnos, no hemos tenido suerte.ㅡ Le mostró una mueca a su hermano menor.

ㅡDentro de poco deberían de estar viniendo de regreso, asi que apúrense y sigan cuidando de ustedes, fighting.ㅡ Yeosang cortó la llamada guardando su teléfono, fijándose en la expresión incómoda de su hermano menor.

ㅡTiene razón, dentro de poco deberíamos irnos, hay que preguntar en otra parte y luego nos vamos, ¿Si?

Tardó pero asintió, estirando su brazo para que Yeosang lo tomara, el mayor sonriéndole de vuelta antes de comenzar a caminar con él. Vieron a un grupo de mujeres hablando entre risas, una quejándose de su trabajo ruidosamente. Yeosang se acercó con cuidado, esperando que alguna de ellas pudiese al menos decirle algo que le ayudase.

Estando a pasos de las mujeres, ellas notaron su presencia, parando su plática para mirarle con interés. Repitió su saludo y la pregunta, una parte de él esperando que no se repitiera la respuesta pero así fueㅡ¿Yang Min? No, no la conozco, ¿Estás seguro de que no es Yang Kim?

El muchacho negó, frunciendo el ceño cuando las mujeres rieron. Antes de poder despedirse, un grito sobresaltó a todos.ㅡ ¡Yo la conozco!

El dueño de la voz era un hombre que se levantó tambaleante tirando la botella de su mano, agachándose rápidamente para recuperarla y abrazarla. Se encontraba a espaldas de los adolescentes, así que se acercó risueño, observando como el pálido ocultaba al otro detrás suyo.ㅡ La linda Yang, Yang Min, sí, yo la conozco, sé donde vive.

ㅡDeja en paz a estos niños.ㅡ Una de las mujeres saltó a la defensiva, cruzándose de brazos y poniéndose al lado de Yeosang. Una mano se posó en el hombro de la mujer.

ㅡCalma, calma, este hombre es inofensivo.ㅡ Explicó otra de ellas.ㅡ ¿Le conoces? ¿De dónde?

Señaló tambaleante hacia el norte.ㅡ Vive por allá con su nieta, sep, por allá.ㅡ Rio.ㅡ Ella me compartía de su alcohol y yo del mío a veces. Solo cuando no me ignora.

ㅡ¿Para qué quieres buscarla?ㅡ Esa pregunta fue hacía Yeosang de parte de una mujer, quien sintió a su hermano apegarse a su espalda.

El chico, que se sentía en un remolino de emociones, no sabía que responder. Abrió la boca, ignorando cuánto temblaban sus labios y las piernas, tomó aire.ㅡ Es mi abuela.ㅡ Confesó. JongHo cerró los ojos sintiendo otra vez las lágrimas, colocando su frente en la espalda de su hermano mayor, mientras este le apretaba el brazo en señal de que estaba con él y que todo estaba bien.

ㅡ¡Otro nieto!ㅡ Gritó el hombre alcoholizado.ㅡ Y yo pensaba que solo tenía dos.ㅡ Un eructo le hizo dar un pequeño salto, se giró un poco.ㅡ Yo los llevó, a ver si así me comparte alcohol.

Comenzó a caminar tambaleándose, andando a tropiezos. Yeosang y JongHo no se movieron en un principio, inseguros de seguirle por distintas razones, el mayor por nervios y el menor por miedo. Una mujer rió.ㅡ Síguelo, te aseguro que no les hará nada, les guiará por el camino correcto.

Yeosang agradeció en un susurro antes de comenzar a andar, pensando que si no se movía ahora se arrepentiría después. En realidad, no sabia que pensar. El hombre delante suyo saludaba a varias personas alegre, deteniéndose cada cierto tiempo para beber más y decirles que a cada paso estaban más cerca de Yang Min, pero luego el adolescente recordaba la sonrisa burlona del otro hombre que les dijo que ella ya no vivía ahí. ¿A quién creerle si no confiaba en nadie ahí? Tan centrado estaba en su dudar que ignoro por ese momento lo lento que comenzaban a andar por la retención de JongHo.

El menor temia, no podía creer que su hermano estuviese actuando tan descuidadamente, poniéndolos a ambos en peligro por seguir hasta sabe dónde a un completo desconocido, aun peor, drogado. Notaba como dejaban la parte más poblada atrás, y se dirigían hacia las orillas de la comunidad. Caminaron por casi treinta minutos, alejándose cada vez más y aumentando el temor en JongHo.

ㅡ¡Ya llegamos!ㅡ Gritó apuntando con su dedo hacia el frente, y como se estaba tambaleando, no supieron a cuál choza apuntaba. Sin esperarlos, el hombre siguió avanzando hasta una choza en la que se estrelló en su puerta.

Yeosang y JongHo le observaron comenzar a tocar con fuerza, gritando después.ㅡ ¡YANG MIIN! ¡TE TRAJE A TU NIETO ÁBREME YA!ㅡ Pateó la puerta con violencia, haciendo que ambos adolescentes se sobresaltaran.

Los ojos obscuros del mayor se fijaron en la vivienda, notando lo descuidada y en mal estado que se encontraba, al techo de lámina le faltaba una parte, la puerta estaba chueca y una ventana rota, pero lo que le puso más tenso fue el no escuchar respuesta y el no ver una luz desde su interior.

Todavía faltaba para el anochecer al menos unos veinte minutos pero por el lugar ya podían verse algunas luces encendidas en algunas casas y en la calle.

El sonido de una puerta abriéndose violentamente hizo que el corazón de Yeosang se detuviera un momento, acelerándose después demasiado, incluso aun cuando notó que no era de la casa que se suponía era de su abuela, sino una que estaba al lado. Una mujer enfurecida salió, gritando al hombre que se detuviera.ㅡ ¡¿Otra vez tú?! ¡Deja de tocar de esa manera cada que vienes!

ㅡ¡Busco a Yang Min!ㅡ Gritó de vuelta.

La mujer apuntó al hombre.ㅡ ¡No eres bienvenido! ¡Lárgate de una vez!

Molestó, chasqueó la lengua, acabándose la botella antes de tirarla contra la puerta que estaba tocando.ㅡ ¡PERRA ENVIDIOSA!ㅡ Fue la ofensa que grito antes de darse la vuelta, mirando a los muchachos y parpadeando varias veces, recordando que estaban con él.ㅡ Oh, lo siento chico, pero tu abuela es una perra.

Volvió a eructar antes de ponerse a caminar. Yeosang le miró con asco, por el olor que desprendía a alcohol, y luego se fijó en la casa, preocupado por perder el tiempo siguiendo al hombre por nada. Habían desperdiciado minutos de búsqueda, aparte de que ya iban tarde, pero podrían sobrevivir con la excusa que habían planeado, la de que JongHo se fue con Yuri.

ㅡVamos a casa ya hyung.ㅡ Pidió JongHo.

Antes de poder responderle afirmativamente, el adolescente de dieciocho se fijó en la mujer, aquella que sobrepasaba los cuarenta años y que le miraba con atención, entrecerrando los ojos.ㅡ ¿No están perdidos?ㅡ Preguntó caminando hacia ellos, cruzándose de brazos y cubriéndose con el sencillo reboso que colgaban de sus hombros.

Yeosang miró por dónde habían venido, pensando que luego de estar dando vueltas por casi dos horas antes de encontrarse con el hombre, sabía cómo salir de ahí, al menos tenía una idea.

Negó, regresando su vista a la choza.ㅡ No, nosotros sólo buscábamos a alguien, pero creo que no vive ahí.

ㅡ¿Buscaban a Yang Min?ㅡ Cuestionó abriendo más sus ojos, sobre todo cuando Yeosang asintió.ㅡ ¿Por qué?

Pasó saliva, esperanzado porque la mujer la conociera.ㅡ Soy un familiar de ella, he estado buscándola para verla, uhm, estuve preguntando pero nadie la conocia, alguien me dijo que ya no vivia aquí y... luego estaba ese hombre que me dijo que me llevaría a donde ella vive.ㅡ Se fijó en la choza.ㅡ Pero es obvio que nadie vive allí desde hace tiempo.

La mujer miró hacia su propio hogar antes de voltear a ver a los menores, suspirando con pesar.ㅡ Si, ahí vivía con su nieta hace bastantes años, ese hombre está tan borracho que ya no recuerda que ella ya no está.ㅡ Le contó, frunciendo el ceño.ㅡ Yang no tenía familiares. Su hijo murió joven con su esposa, solo tenía a su nieta y a un... nieto.

Parpadeó asombrada, relacionando la información. Una mano cubrió su boca, recordando los relatos de la mujer sobre el nieto que tuvo que dejar ir, observando al muchacho que una vez vio de niño durmiendo en el regazo de la mujer mientras esta también dormía en una silla que ponía afuera para recibir el aire fresco.

Yeosang sonrió, se sentía de pronto ansioso y deseoso de recibir algo, una buena noticia, una pista de a dónde ir después.ㅡ Como lo siento.ㅡ Esas palabras tiraron la sonrisa y las esperanzas de Yeosang.ㅡ Murió hace unos seis años, ya estaba muy grande y no se cuidaba de su diabetes.

JongHo abrió sus ojos y se fijó en su hermano, observando la inexpresión de su rostro. Aquello le angustió. El mayor se sintió muy abrumado, pero se dio un par de cachetadas mentales, pidiéndole que pensara en lo importante, que actuara rápido.ㅡ L-la niña, mi hermana, ¿A dónde se la llevaron? ¿Dónde está?

La mujer negó, haciendo el amago de poner una de sus manos en el hombro del muchacho pero arrepintiéndose a medio camino, así que se cruzó de brazos.ㅡ El invierno mata a muchos de nosotros por aquí, era muy pequeña y la mujer no pudo mantenerla a salvo, lo siento tanto, en serio. Yo conocí a las dos y... fue terrible.

JongHo ahora fue el que apresó el brazo de su hermano mayor, apegándose a él y viendo su rostro intentaba ocultar lo afectado que estaba sin mucho éxito. Yeosang asintió, con mayor efusividad a la que lo debería hacer, retrocediendo y mirando la choza.ㅡ ¿Cuándo fue eso?

No se veía segura de responder su pregunta, pero lo hizo.ㅡ Ella todavía no cumplía los 2 años.

ㅡHyung, ya, se hace tarde.ㅡ Tiró de su brazo.

Yeosang se movió poco, procesando todo, miles de pensamientos rugiendo en su cabeza sin dejarle algo claro. La mujer le miró con pena, susurrando otro "Lo lamento". El mayor de los hermanos preguntó.ㅡ ¿Sabe cuál era su nombre?

Ella miró a la casa y cerró los ojos, esforzándose por recordar, convenciéndose de que era lo mínimo que podía hacer por el pobre chico.ㅡ MinJeong.

El de dieciocho asintió otra vez con energia, sintiéndose mareado, con ganas de sentarse para procesar toda la información. No sabía qué sentir, qué pensar. Sabía de la posibilidad de no encontrarlas ahí, pero no el saber que no estaban con vida, eso fue m un golpe duro del que aún no podía recuperarse.

ㅡHyung, vámonos.ㅡ Yeosang no oyó a su hermano, se quedó de pie sin saber a dónde moverse ni qué hacer.

Nota🌷

En el ff original el nombre de la hermana de YoonGi (Yeosang en este ff) es YoonJi pero yo no encontré alguno que se pareciera al de Yeosang por lo que le puse MinJeong por Winter de ÆSPA :D.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro