|Cómo inició todo|
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Cuando la puerta se abrió, Cobie estaba acostada sobre el piso de su habitación, mirando fijamente el techo.

Cory le frunció el ceño confundido, dirigiendo su vista a la maleta vacía de su hermana.

-¿No piensas empacar? Tu vuelo es mañana.

Habían pasado los últimos dos meses del verano en casa de sus padres, lo que había sido increíble porque no se habían visto desde Año Nuevo.

La rubia lo miró aburrida y soltó un largo suspiro.

-¿Que pasa?-preguntó Cory, sentándose en la orilla de la cama.

-No voy a regresar...-susurró en un hilo de voz.

-¿Qué? ¿Por qué? No puedes dejar la universidad Cobie, a penas iniciarás tu tercer año.

-En primer lugar...-levantó un dedo en alto.-No voy a dejar de estudiar. Voy a transferirme.

-¿Que pasó?-preguntó cuidadoso, dejándose caer en el piso junto a ella.

Cobie suspiró entrecortadamente.

-No...

-Está bien, no hablaremos de eso si no quieres.-respondió el rubio , dándole un pequeño apretón a su mano, ella le sonrió.-¿Lo hablaste con mamá y papá?

-Si, se los mencioné el año pasado, me dijeron que le diera tiempo...pero lo sigo odiando, se los dije cuando vine a casa en verano, estuvieron de acuerdo.

-¿Por qué no me lo dijiste?

-No quería molestarte con mis estupidos problemas de niña introvertida sin amigos...

-Hey, no digas eso, nunca podrán molestarme tus estupideces.-ambos sonrieron.

La rubia se sentó, apoyando su peso sobre sus manos.

-Es solo...no lo sé...creí que no sería tan difícil estar lejos de ti, pero si lo es, es horrible, todos tenían amigos de la preparatoria o de la ciudad, me sentí tan sola...

-Oh, Cobie...-murmuró, abrazándola

-Sabes que solo entre ahí por su increíble programa deportivo.-suspiró nuevamente contra el cuello de su hermano.

-Lo se, no parabas de hablar de eso durante...-bajó poco a poco el volumen de su voz, hasta quedarse callado.

Durante el último año de preparatoria no había forma de callar a Cobie sobre lo increíble que era el programa deportivo de la universidad Benson , e incluso hablaron por teléfono sobre eso los primeros días, pero después de dos semanas Cobie no había vuelto a mencionarlo.

Y eso había sido hace dos años.

Oh mierda, he estado tan ocupado que ni siquiera me di cuenta de lo mal que Cobie lo estaba pasando. Pensó.

-Lo siento.-susurró Cory.

-No es tu culpa Cory, no había forma de saber que esa escuela está llena de imbeciles.-suspiró, alejándose del abrazo.

¿Que hacia? ¿Le preguntaba sobre el porqué la escuela estaba llena de idiotas o cambiaba de tema?

-¿A que universidad te transferirás?-preguntó curioso, después de un corto silencio.

La menor, (por tan solo diez minutos) lo miró con una pequeña mueca.

-No te molestes por favor...-el rubio frunció el ceño.-Iré contigo...pero...pero yo entiendo que acordamos separarnos un poco...el campus es grande y tal vez ni siquiera nos encont...

-¿Estás loca?-la interrumpió.-Claro que quiero que nos veamos, ¿que demonios? Llevo dos años sin verte a diario, ha sido horrible.

Cobie sonrió abiertamente, sonrojándose levemente.

Después de eso, pasaron dos horas en la misma habitación, mirando sus teléfonos y compartiendo unas pocas palabras o una risa tras mostrar algún meme.

Cory estaba semi acostado en la cama, mientras leía un pdf de la universidad, con su teléfono en el piso y sus antebrazos apoyados sobre el mismo, mientras sus piernas estaban sobre el colchón.

Cobie tenía los pies apoyados en la pared mientras el resto de su cuerpo descansaba sobre el colchón, soltó un suspiro al mirar una publicación en instagram de uno de los chicos del equipo varonil.

-La universidad tiene un programa deportivo fenomenal.-dijo en voz alta, llamando la atención de su hermano, que se giró a verla confundido.-Para los hombres.

-¿Oh...?-susurró, procesando la información.-Oh.-repitió, un poco molesto.

-¿Sabes quienes iban a ver nuestros juegos? Un 67% menos del público que tienen los chicos, y eso es porque son juegos en casa y varias de las chicas están en fraternidades o tienen montones de amigos, sino, no habría absolutamente nadie allí.

-Eso es una mierda, son increíbles jugando.-dijo molesto.

Cobie asintió.

-Algunos de los chicos están dentro del draft desde su primer año, se que no soy tan increíble, pero ¿que carajo? Creí que para este momento al menos alguien ya  me habría llamado.

-Pero...¿no fue ningún reclutador a tus juegos?-La menor negó.

-No que yo sepa...pero...-miró a su hermano con ojos cristalinos.-La única llamada que recibí fue en marzo...

-¿Que ocurrió?-preguntó cauteloso, esa llamada no debió de ser buena.

-Era un tipo que había visto mis estadísticas cuando revisaba las carpetas que el entrenador le entregó, dijo que estaba asombrado y que era realmente increíble, quería hacerme una entrevista...estaba tan emocionada...

-Pero, eso ha sido bueno, ¿no?

La menor suspiró.

-Cuando llegué a la pista, solamente estaba el entrenador de los chicos y cuatro de ellos, cuando el reclutador me vió me preguntó que demonios hacía ahí...dije que yo era Cobie.-respiró entrecortadamente.-Él se rió , le preguntó al entrenador y él le dijo que jamás me había visto, pero que mi entrenadora y él habían caído un par de semanas antes y puede que algunas de las carpetas se hayan revuelto.

»El estupido reclutador me pidió perdón por el malentendido, me dijo que él solamente estaba buscando jugadores, que era una lástima que fuera una chica porque sino, me ficharía sin dudarlo.

-Jodido imbecil...

-No es justo...-susurró.-Supero a su mejor patinador por tres importantes segundos , pero ¿no obtengo un contrato por tener vagina? Es una mierda.

-No se que decirte Cobie, lo que ha pasado es terrible, no deberían de negarte la oportunidad de sobresalir solo por ser una chica...-Cobie dejó de escuchar la voz de su hermano, mientras su mente comenzaba a girar.-...Eres increíblemente buena, te esfuerzas muchísimo en mejorar y superar tus propias estadísticas, pero a nadie parece importarle porque solo interesan los equipos varoniles, es asqueroso, ¿sabes? Si fueras un chico todos dirían "oh ese tipo es el más genial del mundo, se esfuerza más que nadie"-dijo con una fingida voz gruesa.-Y entonces todos exigirían que te ofrecieran un estupido contrato, y todos querrían tenerte en su equipo y nadie te diría que no te lo mereces, incluso podrías esforzarte en lo mínimo y aún así tendrías un club de fans porque serias un chico en un deporte para 'chicos' ¿y quien decidió eso eh? Es como...

-Cállate un segundo Cory.-pidió en voz baja, sentándose bruscamente.

La verdad es que su hermano podía hablar durante horas consigo mismo si no lo detenía.

Y normalmente no lo hacía porque le divertía lo muy rápido que hablaba para si mismo, pero esta vez, necesitaba hacerlo.

-Cory...me has dado una idea increíble

El mayor la miró confundido.

-¿Que cosa? Literalmente solo dije que si fueras un chico no sería tan difícil para ti...Oh dios, No piensas cambiarte de sexo, ¿verdad? No es que yo tendría problema con ello, estoy totalmente dentro si es lo que quieres, cómo te sientes y...-Cobie lo calló nuevamente.

-No Cory, no voy a hacer eso.-respondió obvia, alejando su mano de la boca del rubio mientras sonreía de una forma casi malévola.

-¿Entonces que vas a hacer?-cuestionó.

-No necesito disfraz...ya existe una versión masculina mía...

Cory se quedó mirándola completamente confundido en silencio durante unos largos ocho segundos hasta que entendió que hablaba de él.

-¿Y que? ¿Esperas que juegue?-rió-Sabes que soy terrible, me rompí la muñeca jugando Ping pong ¿recuerdas?

-Claro que no, baboso, tú nombre estará ahí...pero quien va a jugar voy a ser yo.-dijo segura.

Cory la miró con los ojos entrecerrados.

-No creo que sea una buena idea Cobie...nadie sabrá que eres tú.

-Oh...lo sabrán, créeme.-rió como villano de caricatura.

Cory no dejaba de mirarla.

-Creo que estás drogada, iré por un vaso de agua.

-No.-gruñó, obligándolo a quedarse en la cama.-Escucha Cory, se que parece una locura..

-No parece, es una locura.

-Bien, lo es, lo admito, pero será mi oportunidad para probar lo buenas que podemos ser las mujeres en el deporte, que nos tomen en serio y no solo como un espectáculo bonito que ver, Cory, te lo pido...haz esto por mi

-Estás desquiciada.-gruñó al notar lo en serio que hablaba.-Pueden hacerte daño Cobie, el hockey es un maldito juego con contacto físico y hay tipos realmente enormes y tu...tu eres una enana chiquita y delgada que saldrá volando como pelota pateada.

La manor se aguantó la pequeña risa que amenazó con salir.

-Eres solo como cinco centímetros más alto que yo, estupido.

-Estoy dentro de la media...no es mi culpa ser bajito.-murmuró.

-Cory...

-Cobie...no

-Por favor, por favor, te lo ruego, no saldré herida.

-¿Y si si? No me lo perdonaría.

-Cory, por favor, solamente quiero probarme a mi y a todos esos idiotas que puedo ser la mejor jugadora, incluso entre hombres.

-No me parece un punto razonable, no tienes que probarle nada a nadie...

-Si, si tengo, yo sé lo buena, lo rápida y lo fuerte que soy, pero nadie más lo sabe. Merezco ser felicitada por mis estadísticas y merezco una jodida oportunidad de jugar en la liga, no voy a permitir que me la quiten solo porque no tengo un estupido pene.

Ambos se quedaron en silencio durante un minuto entero, hasta que Cory soltó un gran suspiro.

-Eres una jodida loca...-susurró.-Esta bien, te ayudaré...

Cobie lo abrazó fuertemente.

-Gracias, Gracias, Gracias.

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Mi segunda no fic 🥺💔