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Bueno, sinceramente, era tedioso tener que estudiar para un examen que venía COMO EN UN MES, pero es que Izuku no dejaba de joder con que los profesores podían agarrarlos desprevenidos y ponerles un examen sorpresa, ¡PERO ES QUE NI SENTIDO TENÍA!

Ellos ya habían avisado que sería dentro de un mes y que daban todo ese plazo porque era un examen del 40% de la calificación y si sacaban mala nota probablemente estarían jodidos.

Pero bueno, el caso era que su pequeño Deku lo había citado a su cuarto, y él muy ilusionado fue con la creencia de que tendrían algo de "diversión", ya saben, pero no, se encontró a Izuku rodeado de libros y apuntes, MUY concentrado en lo que sea que leía y de inmediato repetía en pequeños murmullos.

Desde hace rato estaban "estudiando", aunque, solo el peliverde lo hacía. Katsuki estaba viendo lo que hacía su novio y pensando en la muy buena cogida que estarían teniendo si no fuera porque su preciado nerd estuviese tan asustado por el examen.

- Deku- lo llamó, con el ceño fruncido. Él no quería estudiar, le bastaría con ojear un poco sus cuadernos y libros el día antes de la evaluación y listo, seguro daría por hecho una "A".

El pecoso articuló un "hm" simple, sin siquiera mirarle o algo, cosa que enojó más a Katsuki.

Y como si estuvieran en sus diarias conversaciones por WhatsApp, volteó a ver una pared, ignorando como lo -casi- ignoró.

Realmente funcionaba, porque enseguida le prestaba atención.

Midoriya volteó a verle, ahora poniéndole más atención.

- ¿Qué sucede, Kacchan?- interrogó suave, inclinándose para intentar ver su rostro. El rubio solo se apartó y vio a la pared contraria de el pecoso, solo para que no pudiera verle.

Si, era totalmente mimado, pero era lo que se merecía Izuku después de ignorarlo por tanto jodido tiempo.

- Kacchan- llamó de nuevo, un poco más serio. Sintió ternura al darse cuenta de la situación y rió suave, lo que causó que Katsuki volteara a verle, con el ceño fruncido.

- ¿De qué mierda te ríes?- preguntó con rabia, pero su voz se escuchó ahogada por su brazo, lo que causó que se escuchara como bebé berrinchudo. Izuku rió con más ganas, y justo cuando Katsuki se iba a largar echando humo por las orejas -y también manos-, el menor lo tomó del brazo y lo jaló a su lado de nuevo, rayando su nariz con un resaltador rosado.

¿Cuándo lo había agarrado?

- No creas que por esto dejaré de prestarte atención, Kacchan- murmuró muy cerca de su rostro, antes de unir sus labios en un dulce beso. Eso calmó al de cabello cenizo, solo un poco.

Al separarse, el menor le regaló su mejor sonrisa.

- ¿Por qué me rayaste la nariz?- interrogó, realmente curioso. ¿Dónde estaba la relación entre su berrinche y que le haya rayado la nariz? Le parecía innecesario.

- Oh, bueno, ya sabes. Cuando estás resumiendo un texto, subrayas lo más importante, y como tú eres muy importante para mi...- Izuku rió de nuevo, y Katsuki no lo pudo aguantar; rió también-. Quería dejártelo en claro, Kacchan...

- ¿Rayándome el rostro? Hm, bueno...- Bakugou le arrebató el marcador, y en un veloz movimiento lo puso boca abajo en su regazo. Bajó sus pantalones y boxers y sin dudarlo le hizo una raya en el trasero-. Tú también eres muy importante para mi.

Deku se sonrojó.

- ¡Eres un sucio, cochino, puerco, asqueroso!- Katsuki estalló en carcajadas, echándose hacia atrás y cayendo en la cama de su novio. Este se puso de pie y se acomodó los pantalones, intensamente rojo hasta las orejas. Volteó a verlo enojado y le golpeó con una almohada, mientras mantenía las mejillas infladas.

- ¡Yah, si te quejas! ¡Cómo si no te gustase!- el chico le pegó con más fuerza, haciendo pensar al explosivo de que tal vez estaba usando su quirk-. ¡Deku!

El peliverde se detuvo, viéndole con un puchero pero el ceño profundamente fruncido. A Katsuki eso le pareció tierno, y tal vez algo sexy. Gustos de un demente, supongo.

- Bebé- dijo Bakugou, abrazándolo aún sentado, hundiendo su cara en su abdomen. El chico bufó pero también lo abrazó, por la nuca, acariciando un poco su cabello.

- Tuyo- devolvió Izuku a cambio, sonriente. Kats sonrió.

No fue un día totalmente desperdiciado, después de todo.

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